UNA TERRIBLE NOTICIA

Por: ^Noel Malfoy^



Dos de la madrugada. Límite con el bosque prohibido. Terrenos de Hogwarts.

Dos sombras estaban de pie. Una inclinada sobre la otra. Aprisionándole el cuello. Era un chico, algo más alto que la otra persona. Gotas de sudor caían por la frente de este. Hablaban entre susurros, el más alto parecía estar amenazándole.

"Ni se te ocurra decir una palabra, ¿entiendes? ¡A nadie! ¡Jamás!"

"No haga daño a Dobby, suéltelo, por favor."

El chico lo soltó y se dio la vuelta violentamente. Parecía muy enfadado.

"¿¡Cómo te enteraste?! ¡Mira que como me estés mintiendo te mato aquí mismo!"

"No grite, por favor. Asusta a Dobby."

El chico soltó un fuerte bufido de resignación.

"Fue cuando aún servía a su señor padre. Allí lo encontré, amo. Tome, mire, son las pruebas. Dobby pensó que le gustaría tenerlas. El joven Draco fue bueno con Dobby, y quería agradecérselo."

El pequeño ser le entregó un pergamino viejo al joven que lo tomó entre sus manos, nervioso y comenzó a leerlo. Al terminar lo tiró al suelo con ira y dio un fuerte puñetazo contra un árbol.

"¡No es precisamente un favor el que me haces, estúpido elfo! No puedo creerlo. ¡Es imposible!- gritó volviendo a golpear el árbol.- ¡Imposible!"

"Dobby no comprende. ¡Dobby creía que el joven Draco estaría contento de saberlo! Dobby le oía llorar por las noches por esto."

Ahora sí, la ira de Draco Malfoy se descargó sobre el elfo doméstico que anteriormente hubo servido en su casa. Lo volvió a tomar del cuello estampándolo contra el árbol. A su alrededor todo era frío y oscuridad.

"Si le dices esto a alguien ya puedes estar despidiéndote de tu patética vida, ¿te ha quedado claro?- el elfo asintió temeroso. Draco lo soltó.- Bien, ahora vete antes de que decida matarte ahora mismo, eso me libraría de tener que preocuparme porque hables. ¡Fuera de aquí!"

Dobby dio un brinco asustado y salió corriendo. El chico se recargó en el árbol y se dejó caer hasta el suelo. Sufría pequeñas convulsiones por culpa de los nervios. Se pasó una mano por su sudoroso cabello. Miles de ideas pasaban por su mente. Ideas que fueron interrumpidas por un ruido en un arbusto cercano. Draco se levantó rápidamente y se giró hacia el lugar donde había oído el ruido. Oyó claramente el sonido de unos rápidos pasos, alguien estaba escapando del lugar. Alertado intentó perseguirlo guiándose por el ruido que hacía pisando las hojas y ramas secas. De repente dejó de oírlos, la persona había dejado de correr o estaba escondida, o quizá estaba demasiado lejos para oírla.

Se dio cuenta de que con la oscuridad que reinaba en el lugar no podría jamás encontrarlo.

"¡Eh, tú! ¡Seas quien seas, sal!-Draco solo podía escuchar el silencio. Volvió a intentarlo- ¡Voy muy en serio! ¡Sal ahora mismo! Si no sales por propia voluntad te haré salir yo mismo.-eso era tan solo una amenaza pronunciada por los nerviosos labios del joven. No podría obligarle, simplemente quería que la persona que estaba ahí afuera creyera que podía hacerlo."

Una vez más nada sucedió, el rubio se dio por vencido y sus pasos resonaron por toda la zona. Volvió al lugar donde había estado hablando con Dobby. Se dirigió al arbusto donde había oído el primer ruido. Comprobó que desde ese lugar quien hubiera estado allí había podido escuchar perfectamente hasta el último de los susurros. Hizo un pequeño hechizo y su varita se iluminó. Dio luz alrededor del arbusto hasta que encontró algo que consideró muy interesante. Un mechón de cabello pelirrojo.

"Un Weasley.Pero, ¿cuál de ellos? -murmuró estrechando los dientes con rabia"

Hora del desayuno. Salón principal. Hogwarts

Esa mañana Draco entró al salón principal con unas grandes ojeras, y se movió tambaleante hasta su mesa donde se dejó caer en una de las sillas junto a sus guardaespaldas Crabbe y Goyle. Miraba fijamente a la mesa de Gryffindor, concretamente observaba a los Weasley, a todos ellos. Buscaba un gesto, una señal, algo que delatara cuál de ellos lo había estado escuchando la noche anterior. Si se lo decía a alguien.

^ ¡Será el fin de mi reputación!-pensó Draco con angustia- Veamos, repasemos. Primero tenemos a los gemelos. Raro sería que estuviesen separados, y claramente lo de anoche era una sola persona. Quedan parcialmente descartados. Luego está la pequeña-Weasley, no, ella es demasiado inocente como para andar sola por las afueras del castillo a esas horas. Por último está el pobretón-Weasley, o Ron, como le dicen sus estúpidos amigos. Si él lo supiera. ¡estoy perdido!-pensó llevándose las manos a la cabeza. ^

Ginny volteó a mirar a Draco, se había sentido observada. Él recuperó la compostura y levantó una ceja con desprecio. Ella solo le sonrió y volvió a lo suyo.

^ ¿Acaso.? No, ella no puede ser. Además tiene el pelo muy largo, y el mechón que encontré es corto.^

Tras llegar a estas conclusiones, Draco se sintió todavía más confundido. No tenía nada de hambre. Como si no fuera suficiente haberse enterado de que él, el orgulloso miembro de la familia Malfoy era. No, no quería pensar en eso. Algún error debía haber. Pensó en volver a su habitación y revisar de nuevo el documento. Sería la vez que hacía 58.

"¡Eh, Malfoy!"

Reconoció perfectamente esa voz. Ron Weasley. Paró en seco, estaba muy asustado. ¿Sería capaz de revelar su secreto allí mismo? ¿Delante de todo Hogwarts? Trató de disimular.

"¿Qué quieres pobretón?"

"¡Que careto traes! ¿Acaso fuiste a chupar sangre esta noche?"

"¡Lo que yo haga por las noches no es de tu incumbencia!-le gritó visiblemente alterado"

"Uy. Que irritables estamos hoy, ¿eh, Malfoy?"

"¡Déjame en paz! ¡¡Si lo que quieres es arruinar mi vida hazlo y no te hagas tanto el inocente!!- se giró y se fue."

Ron se quedó muy extrañado.

"¿Qué le ocurre a este?-preguntó mirando a Harry y Hermione"

"¡Quien, sabe! Debió levantarse con la garra izquierda.-murmuró Harry"

"¡Posiblemente!-rió Hermione"

Faltan 20 minutos para la primera clase. Habitaciones de Slytherin. Mazmorras.

"Todo está correcto.-murmuró derrotado tumbándose en su cama y dejando caer un pergamino algo arrugado- Soy adoptado."



Fin del primer capítulo

Muajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja!!!!! ¡Que mala soy! ¿Cómo puedo darle semejante golpe al orgullo de Draco? ¡Porque soy mala! Muajajaja!! Antes de que algún listillo me lo diga, sí, ya lo sé, Draco y Lucius son dos gotas de agua. pero, ¿¡Y qué más da?! Esto es un fanfic! Muajaja! Además si el "padre" de Draco es suficientemente inteligente digo yo que a la hora de adoptarlo escogió al que más se le parecía, no? De todas formas, ¿ya sabéis quién escuchó el secreto de Drakulin? ¡Seguro que sí!¡ Soy muy poco original y aún menos disimulada! Muajaja! Pero igual cambió de idea y le doy la vuelta a la trama. quien sabe! Muajajajaja! (Que escandalosa soy! Jajaja!) Bueno, opinad si queréis y sino. pos no! Si es para criticarme pensáoslo dos veces! ¡Haréis un favor a mi autoestima! Ciao magos y muggles!! ;P

Atte.: Nóel Malfoy (La estrella añil) aoshi_seishi@hotmail.com