Chapter 1

Sebastian aún recordaba la última vez que había mirado a los ojos a ese angelito antes de morir bajo el filo de su propia espada. También recordaba eso, y como la perra Lightwood le había cortado la mano con ese horrible y abrasante látigo. Si se concentraba aún podía sentirlo cortando su piel, capa por capa...

Aún no había decidido que era más doloroso, si que lo hubieran matado esos dos cazadores de pacotilla o que ella hubiera estado allí y no los hubiese parado. Hizo un gesto de desprecio hacia el horizonte y se enderezó la capa de satén que su madre había preparado para el momento de su regreso. El tacto era suave, pero al mismo tiempo rígido, como si tocara terciopelo, y en ese momento se percató de que el famosísimo niño ángel, ese que a pesar de su falta de entrenamiento durante diez años había sido capaz de matarlo, a él, el mejor guerrero Nefilim que existía. Apartó sus negros ojos de los dorados del chico y advirtió que la runa en el pecho de este ya no brillaba.

-Vamos Jace, o ¿Prefieres esperar a que mi encantadora hermanita suba para llevárnosla con nosotros?

-No iré a ningún sitio contigo Sebastian, y no metas a mi novia en esto, ella no ha hecho nada.- Que extraño. Sebastian no era conocedor del alcance máximo de la runa en cuanto al control mental y a la subyugación de la otra parte se refería, pero era consciente de que Jace no debería ser capaz de contestarle de esa manera. Puede que se debiera a la mención de su hermana. Sí, si había algo capaz de sacar a Jace de la influencia de la runa eso era Clary, pensó.

Clarissa era uno de sus mayores problemas en ese instante, esperaba que con el tiempo fuera consciente de todo el mal que su madre les había causado y se uniera de una vez al bando vencedor. El suyo, por supuesto, pero no sabía lo que la perra de Jocelyn le había hecho a su encantadora hermanita, era consciente de que Clarissa había sido criada como una mundana porque su madre no quería que tuviera una influencia por parte de los cazadores de sombras, por lo que su hermana en realidad sólo estaba confundida y necesitaba un poco de apoyo para conocer de verdad el mundo de las sombras. Y él sería el encargado de dárselo.

-Vámonos Jonathan, la clave vendrá dentro de poco y no te gustaría que nos encontraran aquí. Lo que te hiere a ti me hiere a mi, por lo que no querrás que nos maten a los dos de un mismo tiro ¿verdad? Si no ¿Quién cuidaría de mi preciosa hermanita? ¿Jocelyn? Sabes que odia el mundo de las sombras tanto como nos odia a nosotros y a padre.

-... No, Jocelyn no me odia, ella... sabe que amo a Clary como no he amado a nadie nunca

-Pero eres como Valentine y eso es algo que nunca te perdonará.- Con esas palabras lo dejé inconsciente y me lo llevé al apartamento.