Hola a todos o a los pocos o a quien sea, volví a publicar mi fic, con algunos cambios que me parecieron indispensables. De manera que me parece a quedado mejor y manteniendo su base. A los que lo siguen, o lo lleguen a seguir les recomiendo que le den una pasadita sólo para ponerse acorde con el cambio que es realmente minúsculo.
Por cierto nada es mío. Todo es de Naoko.
Disfruten
Negación.
El arte nace de lo más profundo de la ensoñación, en el subconsciente donde no reconocemos lo que queremos. En ese silencio, la semilla duerme, respira, crece esperando poder abrirse. Pero antes de abrirse vive en expectación, dejando confusión en el camino: vive, vivimos, viven, vives, vives, vivimos, viven. Vivo… sólo vivo.
"A veces te gustaría ignorar todo, ignorarte a ti mismo. Como la actitud de un niño caprichoso al que le ordenan que haga algo que no quiere pero que debe hacer para obtener un premio. Como la responsabilidad que te enfada y que aun así no sabes reconocer pero que maneja tu vida"
¡…la misma responsabilidad domina la vida de Michiru, a quien hoy tenemos presentando el trabajo de estos últimos seis meses, una impresionante obra maestra llena de ternura, aplomo, e imaginación que toca hasta la más lejana fibra de nuestra sensibilidad!..
Lo único que puedo pensar del sujeto a mi lado es que exagera el valor que realmente tiene lo que hice: ¡una escapatoria!, ¿de qué? ni yo misma lo sé.
¡Señorita Kaioh, si pudiera usted dirigirnos algunas palabras!
Salgo de mi ensimismamiento y con la sofisticación que me define me inclino ante el micrófono – Muchas gracias por venir, es un honor para mí hallar tanta gente en mi exposición. Gracias a todos por su apoyo – elocuente, si, de la manera más respetuosa, también, corto… mmm no soy mujer de discursos para ser honestos.
La gente a mi alrededor me mira esperando que diga algo más, incluso el afanoso director de la galería me mira diciendo: ¿eso es todo?. Sonrío de manera supuestamente humilde y como es conocido por mí, eso es suficiente para que el hombre no me cuestione. Lo que sigue es aún peor: Abrazos, flores y más flores, besos de fans en la mejilla, autógrafos, negocios por quien se llevara el cuadro, bocadillos, vino y el director palmeándome el hombro cada dos minutos. Como quien acariciara su franquicia.
¿Me daría su autógrafo? – me dice un joven – Encuentro en su obra tal hermosura; sabía que el arte no podía haber salido de otra persona que no fuera tan bella como usted – Halagos, hombres alagándome, eso me disloca, no estoy acostumbrada a ese tipo de cosas a pesar de que es asunto de mi vida cotidiana. Además no me parece lo más correcto que me compare a mí con mi obra. ¿Por qué está aquí, por lo que hago, o porque le agrado?
Será un placer – Y firmo…
Mi director quiere llorar al ver que realmente firmo: "tu amabilidad me supera" me dijo alguna vez". Me giro al resto de la gente observando que tienen una mirada condescendiente y de admiración, es gente que nunca esperaría otra cosa de mi "complacencia". No tengo un sentido común y corriente ehh. Sólo escucho susurrar a alguien: "Su humildad e inocencia es admirable a su edad".
Se trata de un hombre que mira uno de mis cuadros: "Space"1
-¿Humilde?... ¿inocente?, no me parece que lo sea, empezando porque no es lo que quiero decir. ¡Por Dios Santo! No se dan cuenta de lo que ven: no es ingenuo, ni fantasioso, ja… ¡es una ballena fuera del espacio!. "He allí mi falta de humildad". Y me frustra: ¿¡Por qué no logran ver lo que yo veo allí!
Soy algo más que un pez fuera del agua. No lo entenderán, no hay quien lo entienda, ni yo misma lo entiendo. Doy la vuelta y me retiro de la sala. Me agota ver demasiada gente a mí alrededor. El director me llama suplicando que me quede. Peor aún me molesta no encontrar a alguien que sepa lo que quiero decir.
Al llegar a mi departamento la tranquilidad de mi soledad me alivia. Antisocial, no, no me considero antisocial ni me incomoda. La historia de mi vida. Pero yo lo elegí así. Libertad viene con algún sacrificio; Unos padres que ante la casi nula comunicación con su hija, la remuneran con todo aquello que materialmente necesite, negocios son negocios.
No me quejo, no me falta nada, tengo mi violín, pinturas, un departamento, viajo a donde quiero y cuando quiero. Y si así logro tranquilizar a mi madre está bien. No puedo hacer nada más después de todo. Frívolo, mi lógica trabaja diferente: pero por momentos… siento como si hubiera una parte del rompecabezas que no recuerdo… algo que no recuerdo.
Anoche tuve un sueño…
Nadaba entre el mar, un elemento que adoro como si hubiera nacido allí. Una sirena nacida allí. En un momento en que cerré los ojos unas manos se apretaron alrededor de mi cuello y me sumergieron en las profundidades. Abrí los ojos lo más que pude (sólo una ranura cabe decir) y observe una mujer de cabello azulado, en verdad pensé que era una sirena. Me pareció que me sonreía. La luz del sol se alejaba cada vez más, cada vez más opaca, mientras yo me internaba en la oscuridad.
La mujer me abrazo, estaba muriendo, mi respiración era casi nula y aún así no intentaba nada por defenderme, no lo intente desde un principio, ¿acaso lo anhelaba?, ¿anhelaba la muerte?. Era como un sueño dentro de otro sueño. Estaba en los brazos de la muerte que me susurraba con voz tranquila y escalofriante a la vez:
Te importa, todo te importa, pero el no poder hacer nada te hace pensar que no es así, que no será tu culpa, que no es tu problema.
Sientes ser superior porque los otros no te entienden, pero te das cuenta de que eres tú quien no lo entiende, no te entiendes ni tú misma. ¡Evasora! Te asusta lo que puedas concluir sobre tus pensamientos, te asusta porque estarás sola. Prefieres no hacerlo.
Al final lo harás, lo harás aunque no quieras y te reconocerás. Oh si, sí que lo harás, si intentas retractarte, estaré allí para recordarte tu deber. Para mostrarte el camino. Te arrepentirás, sufrirás y yo lo veré.
¡Evasora!, ¡evasora!, ¡evasora!... Yo estaré allí.
… Neptune
Hace cinco horas que desperté, no he vuelto a dormir. Abracé mis piernas y me recosté en ellas. No me he movido desde entonces.
Inconscientemente sé que hay algo que debo hacer, algo a lo que le temo, algo que no recuerdo y no quiero recordar. Verteré mis sentimientos en la madera del violín en la pintura del pincel, pero eso no me ayudara a escapar. Sea lo que sea no lo quiero.
Aún cuando algo me dice que no escapare.
D=d=d
1 "Space" es un cuadro que realmente realiza Michiru y que se puede observar en el capítulo 93 de Sailor Moon S.
