100; their story.
Resumen
Draco Malfoy solo conoce el espacio, y la vista que ofrece la tierra a través de los ventanales del arca, que son estrechos y están maltratados por el tiempo. Cuando su padre es flotado es encerrado y luego enviado a la tierra junto con otros cien chicos. Entre ellos está Harry Potter. AU/Slash.
Disclaimer
La siguiente historia compartida tiene como único fin estimular y proveer de diversión a los lectores de fanfiction, toda información dentro de la misma es de propiedad intelectual de J.K Rowling y asociados.
De ser usado de manera lucrativa las personas responsables deben asumir su responsabilidad ante las autoridades pertinentes.
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Their story
1. Capítulo 1: Piloto.
Siente el sol contra su rostro, puede visualizar árboles a su alrededor. Logra percibir aromas de flores silvestres en la cálida brisa. Es hermoso.
En este momento, Draco Malfoy no está varado en el espacio.
Hace noventa y siete años que un apocalipsis nuclear mató a todos en la tierra y dejó el planeta cociéndose en radiación. Por suerte, hubo sobrevivientes. Doce naciones tenían estaciones espaciales al detonar las bombas. Ahora solo queda el arca, estación creada a partir de todas. La tierra necesita cien años para que se pueda sobrevivir en ella. Cuatro generaciones más en el espacio y el hombre irá a casa.
La tierra, ese es el sueño.
Draco siguió el trazo con el carboncillo en el suelo de la habitación, detallando el tronco del árbol que se destacaba en el medio de una noche estrellada, se detuvo de golpe, el sonido estridente de las bocinas sonando fuera de su celda.
Dos guardias se hicieron paso empujando con poca delicadeza la puerta.
—Prisionero trescientos diecinueve, mire a la pared.
La realidad es espantosa para Draco, quien se levantó con una expresión de desgano en el rostro, de espaldas a los hombres que le observaban con lastima.
—¿Qué es esto? —preguntó, su voz sonando altanera.
—Silencio. Extienda el brazo derecho.
—¡No! No, no es mi hora. —les observó con algo similar a la desesperación en sus ojos, su voz ligeramente enronquecida—. Me falta un mes para cumplir dieciocho.
—Extienda el brazo.
En el arca, cada delito, aunque sea pequeño, se castiga con la muerte. A menos que tengas dieciocho.
—Quítese el reloj.
—¡No! Es de mi padre…
—Quítese el…
—¡No! —cuando el guardia le agarró firme del brazo, Draco aprovechó su distracción y le empujó lejos de sí. Estirando su pierna golpeó al otro guardia en el estómago y corrió fuera de la habitación.
El segundo guardia trató de electrocutarlo con una de sus herramientas para controlar a los rebeldes, ocasionando que Draco la empujará contra su estómago y éste cayese al suelo. El primero se levantó con la pulsera entre las manos, exasperado. Aunque Draco cerró la puerta antes de que le alcanzaran.
Observando con detención como los demás prisioneros eran sacados de sus celdas por guardias.
A todos los delincuentes juveniles los ponen en esa zona del arca. Los encierran. Lo llaman el palco.
El guardia aprovechó la distracción de Draco para salir de la zona, ocasionando que éste corriese al lado contrario.
—Prisionero trescientos diecinueve .
—Draco, ¡alto!
Esa voz detuvo al rubio, quién se volteó para ver a su padrino.
—¿Sev? —el hombre es intimidante para los guardias, Draco le observó con los ojos brillosos y la expresión llena de desesperación.
Severus lo cobijó entre sus brazos, presionándole contra su pecho.
—¿Sev? ¿Qué sucede? ¿Qué es esto? —tomó una pausa, su voz quebrándose—. Están matándonos a todos, ¿no? Reducen la población para tener más tiempo para el resto de ustedes.
Severus negó.
—Draco, no te ejecutarán. Te enviarán a la tierra. —Severus le sujetó con cuidado de los hombros, mirándole directamente a los ojos y dedicándole una sonrisa que más que tranquilizar a Draco le crispó los nervios—. A cien de ustedes.
—¿Qué? Pero no es seguro. No, nos revisan a los dieciocho. —refutó Draco, cada vez más desesperado.
—Las reglas han cambiado. Esto te da la oportunidad de vivir. —se detuvo, de golpe, apreciándole por última vez—. Tus instintos te dirán que cuides a todos los demás primero. Como tu madre, pero ten cuidado. No puedo perderte a ti también, Dragón —su voz se redujo, mientras levantaba una de sus manos para acariciar el rostro de Draco, dando un ligero apretón a su mejilla izquierda—. Te amo mucho.
El guardia de la zona posterior disparó un dardo justo contra la espalda baja de Draco, se les había acabado el tiempo. Severus le aferró desde debajo de las caderas, apretándole contra su pecho.
—¡No!… insensatos.
Draco gimió antes de quedar inconsciente.
—A la tierra, Dragón. Debes ir a la tierra.
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Cuando Draco abrió los ojos estaba fuertemente aferrado a una silla, el cinturón le apretujaba y sentía una picazón extraña en la planta de los pies. Volteó su rostro, junto a él estaba a quien se había jurado odiar toda su vida, el motivo de la muerte de sus padres.
Jadeó, su mano derecha ardía. Ahí se encontraba la pulsera que con tanto ahínco le quisieron poner.
—Bienvenido.
Draco le dirigió una mirada de profundo rencor.
—Mira…
—Theo ¿por qué diablos estás aquí?
—Cuando supe que mandaban prisioneros a la tierra, me hice arrestar —le dedicó una suave mirada al rubio—. Vine por ti.
Los gritos resonaron mientras las luces chisporroteaban sobre ellos, Draco frunció la nariz. La nave era presa de turbulencias que la hacían agitar y alterar a los más sensibles.
—¿Qué fue eso? —preguntó Draco, agitado.
—La atmósfera —Theo respondió rápidamente.
Las luces se encendieron de golpe, y con ello los televisores de la nave. Un hombre canoso y de una larga barba se reveló en la pantalla, el abuelo de Theo.
—Prisioneros del arca, escúchenme. Se les ha dado una segunda oportunidad. —los ojos del hombre parecían brillar con bondad detrás de las gafas de media luna, pero muchos de los presentes sabía que no era verdad—. Como su canciller espero que vean esto, no como una oportunidad para ustedes, sino para todos nosotros, por el bien mayor. No tenemos idea de lo que los espera allá abajo. Si la chance de sobrevivir fuera mayor, habríamos mandado a otros. —tomó una pausa, viéndoles con falso reproche—. Van ustedes porque sus delitos los volvieron prescindibles.
—Tu abuelo es un cretino, Theo. —gritó alguien desde el otro lado de la nave, acentuando la expresión de irritabilidad de Draco.
—Sin embargo, si sobreviven se les perdonarán esos delitos. Sus registros quedarán completamente limpios. —la imagen en el televisor continuaba, y con ello las palabras de Albus Dumbledore y las risas de los chicos de la nave subiendo de nivel.
—El sitio donde aterrizarán ha sido elegido con cuidado. El monte Weather era una base militar en la montaña antes de la última guerra. —la imagen comenzó a distorsionarse mientras la nave era presa de turbulencias nuevamente y las luces parpadeaban, el malestar en Draco acrecentó—. Debía ser abastecida con alimentos no perecederos para trescientas personas.
La mirada de Draco se desvió hasta un chico de gafas que con expresión juguetona se liberó de su cinturón y comenzaba a flotar por la nave. Él ocasionaba que a su alrededor los gritos se elevaran y las risas estallarán por sus maniobras.
—Durante dos años como máximo. Nadie llegó allí. —la voz de Dumbledore continuaba, Draco ya tenía dolor de cabeza.
—Fíjate. —dijo el muchacho de gafas, deteniéndose justo frente a Theo y Draco, y cruzando los brazos por encima de su pecho. Su mirada esmeralda hizo que Draco frunciera el ceño.
—¡Caminante espacial! —le gritaban los otros chicos.
—Como ven no les escatimamos alimentos… —Draco no sabía si el chico flotante era más desesperante que Dumbledore o no.
—Tu abuelo me hizo flotar. —dijo el chico dirigiéndose a Theo.
—Sujétate antes que se desplieguen los paracaídas. —dijo Theo, apretando los dientes y negando con la cabeza. Las risas se acrecentaron.
Draco volteó el rostro, notando como otros dos chicos luchaban con zafarse de los cinturones de seguridad—: ¡Ustedes dos! Quédense quietos si quieren vivir.
—El monte Weather es vida. Busquen los suministros de inmediato.
Ambos chicos continuaban tratando de cortar sus cinturones, Draco no les conocía, pero no le apetecía tener que enterrar cadáveres como su primera experiencia en la tierra.
Jadeó cuando una nueva turbulencia agitó la nave. Fijándose en el rostro bonachón de Dumbledore en la pantalla.
—Tú eres el traidor que ha estado en aislamiento durante un año. —se dirigió a él el "caminante espacial", Draco frunció la nariz con desprecio.
—Y tú, el tonto que gastó un mes de oxígeno en caminar por el espacio. —gruñó el rubio.
—Pero fue divertido. —dijo el chico con una sonrisa— Soy Harry.
—Su única responsabilidad es mantenerse vivos. —la voz de Dumbledore hacía eco.
La nave se agitó aún más mientras los chicos eran capaces de quitarse los cinturones, Draco les observó sintiéndose inútil.
—Finalmente… seguro que se preguntarán por las pulseras…
—¡Quédense sentados! —chilló Draco cuando observó como se dejaban flotar.
La nave expulsó los paracaídas mientras caía con violencia contra la tierra, ocasionando aún más movimiento en el interior y logrando arrancar más chillidos de sus ocupantes. Draco cerró los ojos y se aferró con fuerza a su asiento.
Los chicos que se habían soltado de su asiento chocaron contra las paredes, ocasionando exclamaciones de horror y quejidos.
—Harry ¿estás bien? —inquirió Draco con desespero al sentirlo caer a sus pies.
Las chispas comenzaron a caer sobre ellos, el caos les reinó por largos minutos que parecían eternos. Draco sentía el horror crecer en su interior.
—Se deben haber lanzado retrocohetes. —dijo Theo, tratando de darle calma.
—Bien. Todo lo que hay en esta nave tiene cien años, ¿no? —habló Draco, tratando de controlar su desesperación—. Démosle un segundo.
—Tengo que decirte algo. —trató de hablarle Theo—. Perdón por haber hecho arrestar a tus padres
—No hables de mis padres. —cortó Draco de golpe, dedicándole una mirada llena de reproche y frustración.
—Por favor, no puedo morirme sabiendo que me odias. —suplicó Theo.
—No arrestaron a mis padres, Theo. Los ejecutaron. —Draco le chilló con las lágrimas bañando sus mejillas y el desespero desgarrando su voz—. Si te odio.
La nave se agitó como si se comenzará a despedazar, ocasionando un ruido sordo. Y que las cosas se revolvieran en su interior, cuando cayó todo se calmó, aunque el sentimiento de desespero no abandonaba a Draco.
—Escuchen… No se oyen máquinas. —alzó la voz uno de los chicos que estaba contra la pared. Draco no le reconocía en ese instante.
—Wow… —el chico a su lado exclamó con voz impresionada y algo tonta.
Los cinturones se soltaron de golpe y Draco se levantó, acercándose a uno de los caídos.
—Harry, ¿respira? —inquirió levantando la mirada al muchacho, que se encontraba a su lado examinando al otro chico.
Harry parecía en shock, mirando el cuerpo del muchacho. Cuando le vio negó con la cabeza, su expresión llena de consternación.
Ninguno de los dos había sobrevivido.
—Las puertas están en un nivel inferior ¡vamos! —habló uno de los chicos.
—¡No podemos abrir las puertas! —exclamó Draco, levantándose de golpe y corriendo hasta ellos.
—Atrás, muchachos. —en la puerta se encontraba un chico vestido de guardia, y con ambas manos alejaba a la multitud que se apelotonaba alrededor de la puerta. Draco bajó las escaleras a paso apresurado.
Examinó al chico, era alto, de piel tostada y el rostro chapado en pecas. El largo cabello pelirrojo le llegaba por los hombros y una cicatriz le recorría el ojo derecho. Draco reconocía que era atractivo.
—¡Alto! —exclamó el rubio cuando notó como se dirigía a abrir la puerta. Se abrió paso entre la multitud, hasta enfrentar al chico—. El aire podría ser tóxico.
—De todos modos, si el aire es tóxico, estamos muertos. —le respondió el chico, con voz seria.
Draco se removió incómodo.
—¿Charlie? —la voz de una chica se antepuso a los murmullos, era bastante menuda y de larga cabellera pelirroja y pecas. Ojos pequeños y almendrados, repletos de espesas pestañas rojas.
Cuando el muchacho a su lado la vio pareció brillar.
La niña bajó la escalera con cuidado y se hizo paso entre la multitud con más ímpetu que Draco.
—Es la chica que se escondió debajo del piso. —se alzaron los murmullos, y Draco los reconoció.
Eran los Weasley. La chica, Ginevra Weasley, pasó dieciséis años escondida bajo el piso. En el arca no se pueden tener más de dos hijos. La madre de ambos habían sido flotada por ese delito.
—Dios mío… —susurró el chico—. Mira lo grande que estás. —la miraba con un orgullo que hizo que Draco se removiera inquieto.
La chica lo abrazó con fuerza.
—¿Qué diablos llevas puesto? ¿El uniforme de un guardia? —inquirió la niña con claro desprecio y pasando sus manos por encima de la superficie del traje.
—Lo pedí prestado para subirme a la nave. —se excusó él, su voz enronquecida por la emoción—. Alguien debe vigilarte.
Ella volvió a abrazarle, ante los ojos atónitos de todos.
—¿Dónde está tu pulsera? —inquirió Draco, señalando lo evidente. Charlie Weasley no poseía una pulsera.
—¿Me permites? Hace un año que no veo a mi hermano. —Ginevra se había volteado hacía Draco taldreándolo con su mirada y con el claro desprecio y odio tiñéndose en su voz.
—Nadie tiene hermanos. —dijo alguien en la multitud.
—Ella es Ginevra Weasley, la chica que hallaron escondida en el suelo. —dijo una chica, con clara burla.
Ginevra iba a lanzarse contra ellos, siendo retenida por su hermano.
—Ginny, ¡no! —la voz de él parecía calmar a la leona que parecía la muchacha, Draco estaba atónito ante el intercambio.
Los Weasley parecían ser unos salvajes.
—Que te recuerden por otra cosa. —le susurró Charlie.
—¿Si? ¿Por qué? —le retó ella.
—Por ser la primera persona que toca la tierra en cien años.
Eso le cambió el gesto a la pelirroja, quien habida por reconocimiento parecía brillar ante la ocurrencia de su hermano. Draco resopló por lo bajo.
Pobretones.
Ginevra le sonrió con malicia y Charlie se volteó para abrir la puerta de la nave. Cuando se abrió levantó una ráfaga de viento hacia el interior que a Draco se le hizo maravillosa, al igual que los rayos de sol que se colaban. Algo en su interior se expandió.
Aquello se sentía maravilloso y ni siquiera lo había vivido todo.
Los árboles se alzaban verdes y enormes alrededor de la nave.
Ginevra respiró una bocanada de aire intensa y con sumo cuidado se bajó de la nave, pisando tierra con poderío.
—¡Volvimos, perras! —exclamó alzando los brazos. Y comenzó la algarabía.
Los chicos salieron corriendo de la nave, alzando tierra y riendo.
¡Habían sobrevivido!
Draco se movió para observarlo todo. Internándose más profundo en el bosque y abriendo el mapa que su padrino les había preparado.
—¿Por qué están tan serio, princesa? No morimos en una explosión ardiente. —Harry se le acercó por detrás, colocándose justo a su lado.
Draco observó con intensidad a través de las montañas.
—Díselo a los dos que intentaron levantarse del asiento y seguirte.
La expresión herida del chico no le conmovió en lo absoluto.
—No te gusta que te digan princesa, ¿no, princesa?
Draco resopló.
—¿Ves ese pico? —señaló a la lejanía, donde las montañas se alzaban en colores azules.
Harry observó a donde se dirigía.
—Sí.
—Es el monte Weather. Un bosque empapado de radiación nos separa de la próxima comida. —Draco suspiró con pesadez—. Nos dejaron en una maldita montaña equivocada.
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Notas de autor:
* ¡Nueva historia! Pero esta vez es algo completamente diferente, como soy fan de The 100, creí que sería hermoso si vinculaba ambas historias. No quiero perder ningún detalle, por aquellos que no han visto la serie. No se preocupen, Harry no morirá, o quizá si… Estaba confusa sobre quien iba a ser Bellamy, si Charlie o Bill, me desvíe por Charlie. Los demás Weasley aparecerán, pero no serán hermanos y tendrán características distintas. Como los gemelos que personificaran a Monty y a Jasper.
* Theodore Nott-Dumbledore, hijo de la hija fallecida de Albus Dumbledore y bajo su tutela de la edad temprana. Otra difícil elección, no estaba segura si Theo era indicado o no, pero me pareció buena idea. La otra era Blaise, pero él no será un Skaikru en esta historia.
* Severus hace de Abby ¿Quién será Kane? Probablemente sea Sirius, Kane es un buen villano al comienzo, aunque luego se desvía hasta el bien, y si le agregamos la locura de Sirius, probablemente calcé bastante bien. Aparte me gusta la shipp Sirius/Severus.
* Habrán varias muertes de la serie, que no correrán acá. Pero muchas que sí. Como la muerte de Dumbledore en el futuro. A mi parecer Jaha debió morir, y en esta historia Theo no le tiene el mismo cariño que Wells en el canon si le tiene a su padre.
* Las shipps, empezaremos lento:
- Harry/Draco (con muuuucho desarrollo).
- Insinuaciones de Harry/Ginny, pero unilateral.
- Blaise/Ginny.
- Sirius/Severus (a futuro).
- Charlie/Draco (muy probable).
- Harry/Hermione (del pasado, con algunos toques actuales).
- Dean/Ginny (al comienzo, pero no tiene futuro porque él muere(?))
- Ron/Hermione (muy a futuro, Ron no será un personaje que aparecerá pronto).
- Tom/Draco (muy probable).
- Bellatrix/Ginny (altamente probable).
* A veces soy malvada, lo sé.
* No sé. Pienso que Lexa será Tom, y eso nos da mucho Voldemort/Draco, y hay bastante poco de esta shipp tan sensual. Claro que no será Voldemort el feo cara de serpiente, sino, el joven Tom del diario. Nuestro heda.
* Como lo sospechan, nuestros mortifagos serán los terrícolas.
¡Saludos y gracias por apreciar la lectura!
(Sus comentarios no me dan de vivir pero me alienta a escribir)
