Esta historia solo tiene spoilers del primer capítulo... ha pasado un tiempo desde que Kate le dio sus razones a Rick de por que no podía mantener una relación como quisiera con un hombre... y él está desesperado por tirar abajo esa pared que los separa... espero que les guste!

The wall

Richard Castle se quedó observando a su compañera, musa, amiga sin decir nada. La había amado en silencio durante un par de años. Se había animado a sincerarse con ella y ella lo había olvidado. Las apuestas parecían estar en su contra, y sin embargo, luego de tres meses de incertidumbre… de pensar que la había perdido por completo, ella se había sincerado con él, le había dicho que rompió su relación con Josh, y que no podría pensar en tener el tipo de relación que ella desearía, si antes no resolvía el caso de su madre…

Para muchos, ese comentario hubiera inspirado un poco de pena, pero para Castle, significaba esperanza. Estaba claro que si se había separado de Josh era porque no lo amaba… y si le había hecho ese comentario a él, era porque de alguna manera, le estaba pidiendo un poco más de paciencia.

Y en ese momento, él pensó que la esperaría… que lo haría el tiempo que fuese necesario para poder estar con ella. Pero luego de un par de semanas se dio cuenta de que no tenía la certeza de nada. No sabía si el caso sería resuelto algún día, sobre todo porque la vida de Kate corría peligro, y tampoco sabía a ciencia cierta que era con él, con quien ella quería estar, luego de poder derribar esa pared en su corazón… quizás lo intuía, y podía estar en lo cierto, pero… no podía estar seguro…

Y entonces, Castle tuvo una idea… al principio le pareció infantil, pero luego se dio cuenta de que quizás le serviría para ayudarla a relajarse un poco y para comenzar a tirar abajo un par de ladrillos.

Sonrió ante la idea y buscó su celular…

A la distancia, Kate levantó la cabeza de un informe que leía y lo miró. Últimamente había descubierto que había momentos en el día en que solo mirarlo, le devolvía un poco de tranquilidad a su corazón. Seguía haciendo terapia, y seguía atemorizada con algunas cosas, pero lo único que realmente la ayudaba a seguir adelante era tenerlo cerca a él. Aunque a una prudente distancia.

Al terminar el día, él se acercó a saludarla y la ayudó a ponerse la chaqueta. Sus manos apenas rozaron sus hombros y ella lo miró con intensidad. El sonrió y cerró suavemente los ojos mientras suspiraba. Ella supo que estaba reprimiendo su deseo de besarla. Y ella también lo hizo.

-Nos vemos mañana, Castle…- le dijo en tono suave y luego miró sus labios.

-Si… hasta mañana…- dijo él y la miró irse, como tantas veces…- amor…- dijo cuando ella estaba lo suficientemente lejos.

Y luego salió tras ella, dispuesto a poner en práctica su plan.


Kate acababa de cepillarse los dientes y estaba dispuesta a irse a acostar cuando escuchó el timbre.

Frunció el entrecejo, tratando de imaginarse quien podría ser. Por suerte aún no se había cambiado, y cuando abrió la puerta, también abrió la boca, al encontrarse con un gigantesco ramo de rosas rojas…

-Katherine Beckett?- dijo el cadete de la florería asomando su cabeza por donde pudo y Kate no pudo evitar sonreír.

-Si…- dijo ella.

-Quiere que se lo acomode en algún lado?… Pesa una tonelada…- dijo el chico.

-Si… pasa por favor…- dijo ella y le indicó un lugar al costado del sofá.

Kate le dio una propina al muchacho y cerró la puerta. Sus ojos se pasearon inquietos por el ramo y sonrió. Tanta opulencia podía solo significar una cosa. Castle…

Revisó el ramo y encontró una pequeña tarjeta. "Esta es la única forma que encontré para demostrar mi admiración por una mujer tan increíble… espero que no te sientas ofendida, estas rosas no llegan a opacar tu belleza." Y lo firmaba "A"

Kate se sintió confundida. Si bien Castle tenía facilidad de palabras, no lo creía capaz de expresarse así, él solía ser más directo… y "A" no le recordaba a nadie… pero podía ser cualquiera…

Se quedó contemplando las rosas por un momento y se lamentó de que no fueran de él. Momentos después, aún pensativa y tratando de descifrar de quien se trataba, se fue a dormir.


A la mañana siguiente, realizó su rutina de yoga y luego se duchó. Comenzó a prepararse el desayuno y sonó el timbre.

El mismo muchacho de la florería apareció ante sus ojos con una bandeja repleta de cosas para desayunar.

-Hey…- dijo ella y sonrió ante la cara de cansancio del muchacho- gracias…- dijo tomando la bandeja.

-Espero que a su admirador no se le ocurra hacerle un envío en la madrugada…- dijo y sonrió con timidez.

-Y… tú sabes quien es mi admirador?

-No tengo idea… sra. Yo solo me dedico a la distribución…- dijo él y ella empujó la puerta con el pie ni bien lo vio desaparecer.

Kate buscó la tarjeta y leyó. "Buenos días! Disfrútalo" "A" Miró la bandeja y sonrió. No podía ser nada malo…


Media hora más tarde, Kate entraba al precinto y dejaba sus cosas en su escritorio. Miraba para todos lados, en busca de alguien que la estuviese contemplando secretamente. Pero no vio a nadie.

Trató de enfocarse en su trabajo y encontró absorbida por el último caso en el que trabajaba.

-Buenos días, detective…- dijo Castle dejándose caer en su silla.

-Hey… - dijo ella y sonrió, mirándolo a los ojos.

-Se me hizo tarde y no pude comprar el café cuando venía en camino… te invito a desayunar…

-No… gracias… ya desayuné… pero si me tomaría otro café…- le dijo sonriendo. Su admirador podría ser muy caballero, pero ella no quería perderse la oportunidad de estar un rato con Castle…


Kate y Rick caminaron por la calle y de tanto en tanto, él la miraba, tratando de encontrar alguna pista de las sensaciones que sus regalos habían provocado. Pero Kate era una mujer misteriosa… insondable a veces, y sería muy difícil poder sacarle alguna palabra…

Entraron en un bar cercano al precinto y él pidió dos cafés. No hablaron mucho, pero, al igual que todos esos días, las miradas fueron por demás de intensas.

-Cuéntame de Alexis…- dijo Kate.

-Nada nuevo… me refiero a algo que no sepas… sigue con la idea de irse… aunque todavía no sabe bien qué estudiará…

-Debes dejarla volar, Castle…- le dijo ella y sonrió, por un momento perdida en sus ojos. Se sentía tan cerca, tan conectada a él, que se preguntaba si eran ideas suyas o este era otro paso lógico en su relación con Castle.

-Te pasa algo?- le dijo él, sintiendo que ella estaba más emocional, pensativa, sensible.

-No… nada…- dijo y sonrió. La camarera se acercó con los cafés y él continuó observándola.

-Me preguntaba si… - dijo y se interrumpió, no estaba seguro de haber tenido una buena idea, pero cuando sus ojos se encontraron con los de ella, tuvo que seguir hablando- te gustaría ir a comer esta noche? No es una cita, por supuesto… - dijo aclarando su garganta y Kate sonrió- solo… no se… estuve pensando que te pasas todo el tiempo trabajando y no sales… y… digo… quizás podrías distenderte…- dijo nervioso.

-Adonde iríamos?- preguntó ella con interés.

-Depende de donde quieras ir…

-Pues… hay un restaurant nuevo en el centro… muero por conocerlo…

-El de comida oriental?- alzó la ceja él.

-Cómo sabías?- le dijo sonriendo.

-Te conozco…- dijo él y le guiñó el ojo.

-Irás de traje? He oído que hay que vestirse bien…

-Si… es un problema? Necesitas algo?

-No, no… me compré un vestido no hace mucho y he deseado estrenármelo y esta sería una buena ocasión…

-Pasaré por ti a las 8 entonces…


Evidentemente Rick está decidido a derribar esa pared y lo hace desde todos los ángulos... esta historia sigue! ;)