Hola aquí vengo con otro fic…lastimosamente otro medio muy triste… es que me devasto el final, ya ahora más con lo que estoy enterándome, bueno aquí les dejo un fic cortito espero que sea de su agrado al menos.

Diclaimer: Naruto no me pertenece (Dios sería muy feliz si fuera así)

Enjoy!

Malditos

Los Uchiha eran de un clan poderoso y respetado, a pesar de todo lo sucedido años atrás con las guerras, pero tenían una maldición, una que si bien no se notaba, destruye por completo el alma. Algunos lo portaron, él entre ellos, y su ancestro también.

"Si un Uchiha ama de verdad, se verá condenado a sufrir por ese amor imposible."

Eso escucho una vez de una mujer de su clan, y era verídico.

A Uchiha Madara le sucedió, su amor con el Hokage Senju Hashirama, fue algo hermoso, mientras duro, su relación fue secreta, ya teniendo familias, aun se veían a ocultas. Porque no eran capaces de extinguir ese sentimiento, ellos las querían, pero no las amaban, jamás lo hicieron.

Fue una gran ironía que el Valle del Fin antes solía ser su lugar secreto, el lugar donde podían amarse sin miedos, restricciones, pero siempre con la tristeza de saber que el mañana les deparaba lo mismo. Nadie sabía esa parte del pasado de Madara, pero la maldición afecto a su descendencia, de ahí se supo de la maldición.

Aquella maldición, paso con otras personas de su clan, hombres y mujeres por igual, cuando se enamoraban, siempre era del imposible, y aunque el amor fuese correspondido, siempre se enfrentaría a la realidad. Algunos de verdad amaron a su conyugue, ellos tenían una buena estrella. Pero la maldición persistía, él era el caso.

Su amor por aquel rubio idiota era tan fuerte, que no era capaz de terminar con ese absurdo intento de querer estar juntos, y el otro no se quedaba atrás, también sufría las misma condiciones.

Encuentros clandestinos.

Miradas que se perdían en su mundo, cuando estaban a solas.

Mentiras a sus hijos.

A sus esposas, quienes ellos deberían amar, pero no lo hacen, cumplen con su rol de pareja, las quieren, son las madres de sus hijos. Pero el amor no existe, y jamás lo hará, es una maldición. La maldición de su clan.

-¿Papá? -llamo una niña de lentes a su padre.

-¿Hmm? -dijo saliendo de sus cavilaciones.

-Ya está anocheciendo...

-Mejor vamos a casa, cuando vuelva quiero ver tus progresos... - dijo con su debida seriedad pero cuando vio que estaba cansada, la llevo en su espalda, ella no dijo nada solo sonrió suavemente como él y se aferró a su padre.

Por un instante pensó en su niña, y tuvo miedo, miedo de que ella sufra lo mismo que él, que sus ancestros.

-*Que ella al menos sea feliz* No quiero verla sufrir.

-¿Hmm? ¿Dijiste algo?

-No, nada, démonos prisa...

"Por favor que ella no sea maldecida..."

Ese último pensamiento surco su mente mientras regresaba a su casa, para seguir con su realidad.

OWARI