Esta es algo que se me ocurrió hace mucho tiempo, decidí escribirlo y publicarlo. Espero que les guste y lo disfruten. Bye, bye.

DISCLAIMER: Naruto y sus personajes le pertenece a Masashi Kishimoto. Esta historia me pertenece a mi.


La brisa acariciaba las hojas en un rítmico vaivén mientras que el sol insinuaba que se volvería cada vez más fuerte. Un chico de cabellos azabaches caminaba por las calles de Konoha ignorando todo aquello concentrándose en la personita que llevaba en su espalda. Sonrió levemente al sentir como su hermano menor se abrazaba más fuerte a él. Movió su cabeza un lado al escuchar la voz de su hermano. Sasuke uchiha.

-Nissan ¿Qué es un beso? - pregunto ladeando la cabeza. Itachi se estremeció ante la cuestión pero fue totalmente imperceptible ante los ojos de Sasuke. Itachi le sonrió al azabache provocando un sonrojo en sus pálidas mejillas.

-¿Dónde escuchaste eso? - Sasuke elevo sus ojos al cielo al tiempo que fruncía levemente su ceño.

-ayer en el parque. Unas niñas me pidieron que les diera un beso, me negué a hacerlo. Ellas me miraban con cara de tontas - espeto el niño indignado. Itachi contuvo la risa pero al ver el puchero que hacia Sasuke la soltó ganándose las miradas curiosas de las personas que caminaban por ahí -me dirás o no - ante el tono del Uchiha menor, Itachi callo su risa mostrando su semblante serio conservando la sonrisa, para molestia de Sasuke.

-un beso es la forma en la que expresas tus sentimientos. Para algunas mujeres, es la manera en que le demuestras su amor por ellas para otras es una promesa, que aquella chica será la única que logro entrar en tu corazón. Y que pase lo que pase vendrás a buscarla y cumplir ese juramento - Sasuke miro fijamente a su hermano, quien se encontraba todavía divagando en sus pensares. Suspiro lentamente entrecerrando sus ojos.

Si aquello verdad ¿Porque las niñas del parque le pedían eso? El no besaría a una de esas niñas escandalosas en vez de agradarles, les desagradaba. Por la forma en que exigían que les cumplieran tal cosa solo por capricho, lo gritonas que pueden llegar a ser en cualquier caso y sin duda la forma en la que nunca dejan de hablar como si vivieran solamente para cotillear por ahí. Sasuke pensó que un sentimiento así no lo albergaría nunca. Aun con todos los contras que formulaba en su mente una pregunta paso por su mente y con curiosidad pregunto:

-Nissan ¿Cómo sabré a quien besar? - Itachi suspiro, ¿Por qué le tocaba explicarle estas cosas a su hermano? Él no era la persona más afectiva y demostrativa con respecto a los sentimientos, en cambio solo trataba de ignorarlos y concentrarse en lo que debía.

Un silencio se formó alrededor de ellos dejando escuchar claramente los pasos de Itachi que a veces eran inaudibles por las voces de los aldeanos. Los segundos pasaron desesperando a Sasuke por una respuesta y a Itachi por no saber que decir. Entonces recordó a su madre, Mikoto. Ella le platico una vez sobre eso y toda palabra que salía de su boca las recordó como si fuera ayer cuando las escucho.

-en el momento en el que te cruces con aquella chica sabrás que es especial, sentirás que cada vez que estés a su lado puede ser tu verdadero yo. Y solo bastara una mirada para que sepas que es la indicada - Sasuke pestañeo lentamente asimilando la información. Una sonrisa se formó en sus labios llamando la atención de su hermano- ¿Y ahora qué te pasa? - pregunto Itachi deteniéndose mientras giraba su cabeza hacia al menor.

-Nada, solo que pensé que nunca me pasaría aquello, me desagradan las niñas sobre todo las escandalosas - afirmo el niño sintiéndose salvado de algún día caer entre ese sentimiento.

-no te salvaras, algún día caerás - comento el uchiha retomando su camino con su hermano cargado en su espalda. Sasuke bufo y cerro sus ojos apoyándose en la espalda del su hermano.

Un grito hizo que abriera los ojos abruptamente y que Itachi se detuviera otra vez. Miro por todos los lados buscando al causante de eso, hasta que observo como una niña corría chocando contra los aldeanos pidiendo disculpas. Sus ojos se abrieron sorprendidos al presenciar las lágrimas que adornaban sus mejillas. De un salto bajo de la espalda del uchiha llamando la atención de Itachi. Guardo las manos en los bolsillos de forma despreocupada observando a la niña de cortos cabellos azulados. La niña paso corriendo por su lado. Levanto la mirada y se encontró con unos ojos ónix que la miraban con curiosidad. Desvió la vista incomoda aumentando la velocidad de su piernas. Sasuke, antes de que la chica rompiera el contacto visual, se quedó maravillado con los ojos perlas de la niña. Por un momento le recordó a la luna llena plateada. Siguió mirando a la niña, aun a sabiendas de que ella no voltearía, hasta que desapareció de su campo visual. Levanto su mirada al cielo observándolo por unos segundos. ¿Que fue eso que sintió al momento que sus ojos chocaron? ¿Fue una corriente o fue un estremecimiento?

-vámonos - murmuro Itachi sacando a su hermano menor de sus pensamientos. Sasuke asintió energético. Itachi comenzó a caminar, Sasuke dio dos pasos pero algo hizo que se detuviera y volteara su vista hacia donde había desaparecido aquella niña. Suspiro ¿Porque quería verla de nuevo?

...

Habían pasado cinco años desde la masacre uchiha, donde Itachi fue el principal participante, causando que Sasuke Uchiha proclamara un odio ante él, jurando matar a su hermano y así obtener la venganza de su clan. Convenciéndose de que debía ser más fuerte, el Uchiha cada vez entrenaba más y más para si algún día poder superar a su hermano y obtener lo que quería. Graduado de la academia de ninjas, Sasuke se convirtió en uno de los miembros del equipo 7, que contaba con: Naruto Uzumaki, Sakura Haruno y como líder al ninja copia, Kakashi Hatake. El Uchiha en un principio no aceptaba a los otros dos integrantes del equipo pero poco a poco fue más tolerable con ellos y sin darse cuenta un lazo de amistad se formó entre él y Naruto Uzumaki.

En estos momentos Sasuke Uchiha se encontraba frente a la Godaime, Tsunade, reportando una misión en la que él fue el líder, para desgracia de cierto rubio. El Uchiha al haber dado el reporte de la misión se disponía a salir pero fue detenido por la voz de la Hokage.

-Sasuke, necesito que te presentes en otra misión, si no es mucha molestia, claro está - Hablo la Hokage con su tono serio. El uchiha suspiro volteo su cuerpo mirando de frente a Tsunade mientras asentía -perfecto, necesito que vayas a la frontera entre Konoha y Suna, ahí estará un ninja de la arena que entregara un pergamino muy importante que no debe caer en manos enemigas - informo. Sasuke dio media vuelta dispuesto a irse pero fue interrumpido otra vez. Fastidiado con mala cara miro a la Hokage, quien frunció el ceño ante la actitud del uchiha - no iras solo, Sasuke - soltó irónica sin cambiar de expresión aunque en sus ojos una chispa de enfado se dejaba entrever - necesitaras a un ninja de rastreo para encontrar al enviado de Suna.

Sasuke frunció el ceño. Que fastidio.

-¿Quién? - soltó mordaz. Tsunade suspiro mientras negaba con la cabeza. Abrió su boca con intención de contestar pero ahora fue ella la interrumpida al escuchar la puerta abrirse. Miro con una sonrisa en la cara a la chica que entraba tímidamente. Camino con la cabeza gacha ignorando la presencia del uchiha. Hizo una reverencia ante la hokage.

-M-me m-mando a llam-mar Tsunade-s-sama - tartamudeo sin despegar la vista de la hokage, quien amplio su sonrisa al notar como el uchiha fruncía el ceño al ser ignorado.

-sí, Hinata- afirmo la Godaime con su sonrisa - quiero que participes en una misión.

Hinata abrió los ojos sorprendida.

-p-p-pero es que... -trato de huir pero ante la mirada de la Hokage flanqueo. Hinata asintió no muy convencida.

-estarás con Sasuke Uchiha- Hinata la miro con los ojos abiertos impresionada -tendrán que encontrar un ninja de Suna que les entregara un pergamino confidencial -Hinata asintió cabizbaja.

-Sasuke Uchiha te presento a tu compañera, Hinata Hyuga - ante esto la peliazul volteo rápidamente encontrándose con la mirada escrutiñadora del azabache. Enrojeció de la vergüenza ¿Desde cuándo estaba ahí? Seguramente desde que entro. Sasuke la miro molesto causando que ella respingara del miedo -Suerte Hinata, Sasuke - la Hokage asintió siendo respondida con dos reverencias. El Uchiha sin más salió del despacho siendo seguido por una tímida Hinata.

Acelero el paso para perderla de vista en cambio ella también aumentos sus pasos pero restringió unos cuatro para no alcanzarlo. Bufo molesto mientras volteaba a verla enfadado. Ella bajo su cabeza ante la mirada del azabache.

-¿Porque me sigues? - cuestiono con su tono gélido y fulminante mirada. Hinata jugo con sus dedos un momento trato de hablar pero su voz no salía así que cerro sus ojos mientras desviaba la mirada. Suspiro tranquilizándose lo cual funciono, bueno… Un poco.

-e-es que...- sus nervios pudieron con ella y solo hablo monosílabos. El uchiha frunció el ceño intimidando más a la pequeña Hyuga - es-s solo q-que... - el azabache cansado del tartamudeo de la chica se giró dispuesto a marcharse pero esa suave y melodiosa voz lo detuvo - u-usted n-no a dicho c-c-cuando p-partir-remos - una sonrisa maliciosa se formó en los labios del azabache causando un sonrojo en las mejillas de la chica.

-media hora en la entrada - fue lo último que dijo antes de desaparecer de un salto. Hinata mostro una leve sonrisa mientras asentía. Dio media vuelta rumbo a la Mansión Hyuga.

...

Kotetsu reprimió un bostezo mientras restregaba sus ojos. Volteo su cabeza y sus ojos se entrecerraron al ver a Izumo dormido. Lo zarandeo por el hombro hasta despertarlo. Izumo lanzo un bostezo mientras estiraba sus brazos, acción que detuvo al deslumbrar la mirada reprobatoria del pelinegro.

-la aldea se encuentra tranquila - se defendió el castaño. Kotetsu lo miro fijamente causando que una gota resbalara por su cabeza. Abrió la boca para reprenderlo pero la cerró al ver una mancha azul caminar a paso tranquilo. Fijo su vista encontrándose con Sasuke Uchiha. Los ojos de los dos guardianes se abrieron desmesuradamente al ver la mochila que portaba el uchiha.

-¿Sera que se va de la aldea?- pregunto el pelinegro a su acompañante, el simplemente se encogió de hombros sin saber la respuesta.

El azabache caminaba tranquilo hasta la entrada de Konoha. Sus manos descansaban en los bolsillos del pantalón mientras miraba con indiferencia al frente. Giro su cabeza al sentir como lo miraban fijamente. Soltó un bufido a los guardias sin detener su caminata. Detuvo su paso en un árbol y se recostó en él. Cerro sus ojos ignorando todo su alrededor

Kotetsu e Izumo no despegaban su vista del azabache preparados para cualquier escape. Una respiración agitada llamo su atención. Desviaron su vista encontrándose con una Hinata corriendo a todo lo que podía. Sus caras mostraron muecas confusas pero desaparecieron al momento en el que la Hyuga llego ante el uchiha.

Sasuke abrió sus ojos frunciendo el ceño. La Hyuga delante de él pedía disculpas por su tardanza. La ignoro y se dirigió hacia la entrada de Konoha siendo seguido por una cabizbaja Hinata. Los dos chunnin miraron curiosos la escena. Izumo miro interrogante al pelinegro, quien negó subiendo los hombros.

...

En todo el transcurso hacia la frontera fue en un total silencio. Hinata caminaba con la cabeza baja mientras sus dedos índices chocaban entre sí. Sasuke solo miraba fríamente al frente sin detenerse u ordenar un descanso. La peliazul levanto su mirada hacia al cielo. Unas nubes grises danzaban tapando por segundos los rayos del sol.

-pronto lloverá - comento la Hyuga en tono neutro. Sasuke volteo fijando su vista en ella quien respingo mientras bajaba su mirada muy nerviosa.

-apresurémonos entonces - el uchiha salto a la rama de un árbol y luego a otro repitiendo la secuencia. Hinata suspiro imitándolo.

El azabache aumento su paso concentrándose en todo lo que pasaba frente a sus ojos. La Hyuga aumento un poco su paso pero no mucho quedando a unos metros del Uchiha. Las gotas empezaron a caer enfadando al Uchiha y maravillando a la Hyuga.

Un kunai con papel bomba paso por el hombro del Uchiha desconcertándolo. Se apartó a tiempo pero lo que no previo fue que el kunai no estaba dirigido a él sino a la peliazul. Hinata como pudo esquivo el kunai que se incrusto en una rama cercana a ella. Otro kunai roció el aire siendo ahora como blanco el Uchiha quien lo desvió con un shuriken. Hinata activo su Byakugan barriendo todo a diez metros a la redonda. Abrió sus ojos sorprendida secundado por un sonido de exclamación.

-¿Que viste? - el uchiha llego a su lado a una velocidad sobrehumana asustándola un poco.

-estamos rodeados - susurro la peliazul refiriéndose a las trampas. El Uchiha activo su Sharingan poniéndose alerta -¡Cuidado!- grito de pronto empujando al Uchiha salvándolo de un kunai con papel bomba que explotó junto con el anterior. Sasuke perdió el equilibrio por culpa del estruendo, intento recuperarlo pero sus pies resbalaron en la rama por culpa de la lluvia. Hinata lo tomo de la mano para evitar que cayera, trato de subirlo pero no pudo resbalando ella también cayendo los dos al duro suelo.

Sasuke intento levantarse del suelo pero un peso encima de él se lo impidió. Abrió los ojos sorprendiéndose con lo que veía. Cara a cara con una Hinata sonrojada al rojo vivo sentada a horcajadas con los brazos a los lados de su cabeza. Bajo su vista observando por un momento los labios temblorosos de la Hyuga. Siguió bajando su mirada y se sonrojo levemente en las mejillas. Hinata también bajo su mirada curiosa por el sonrojo en el azabache. Lanzo un grito mientras se apartaba de Sasuke. Por inercia llevo las manos a sus pechos cubriéndolos, la lluvia había mojado su chamarra causando que se adhiriera a su cuerpo. Sasuke lanzo un bufido levantándose del suelo.

-vamos- Hinata se estremeció por el tono frio del chico. Asintió emprendiendo carrera junto al Uchiha -no pierdas de vista las trampas - le ordeno mientras maniobraba por los árboles. La Hyuga hizo sello activando su línea sucesoria.

Cuando empezaron a correr mágicamente dejo de llover, desconcertando a la Hyuga y generando una duda en el Uchiha.

Siguieron saltando por los árboles en un transcurso de veinte minutos, sin descanso, Hinata sentía que no respiraba. Jadeaba en busca de aire. Se detuvo un momento y no sabiendo cómo, sus piernas flaquearon y cayó al suelo apoyada en una rodilla. Sasuke, al notar que no lo seguían, detuvo su marcha girando hacia la Hyuga. Sus cejas se fruncieron ante lo que sus ojos ónix observaban. ¿Cómo podría esta chica seguir ejerciendo como Shinobi, si se cansaba con solo correr durante veinte minutos? Lanzo un bufido. Se acercó a la chica cauteloso desactivando su Doujutsu. Hinata sentía que no se podía levantar, por alguna razón sus piernas no respondían. Miro su pierna derecha y dos extraños hilos azules rodeaban sus tobillos. Activo su Byakugan registrando el área. Noto unos hilos azules enredados en los árboles y plantas, siguió la trayecto así comprendió lo que pasaba. Los hilos absorbían el chakra de las personas que los tocaban o tenían la fortuna de enredarse con ellos mismos. Sin pensarlo con sus dedos, índice y corazón, corto los hilos que ella dedujo era chakra del portador de la técnica.

-Uchiha-san – llamo la chica. El azabache la miro de reojo – hay hilos de chakra por todo el bosque en un perímetro de dos kilómetros- informo mientras con su Byakugan y las técnicas Hyuga abría los puntos de chakra que se habían cerrado en sus dos piernas. El Uchiha al escucharla activo su línea sucesoria confirmando la información de la Hyuga.

-busca al ninja de Suna, estamos cerca de la frontera – ordeno mirando con los ojos entrecerrados a la peliazul. Ella asintió cumpliendo la orden del azabache.

-ya lo encontré-comunico con una sonrisa leve, el Uchiha asintió. Se dispuso a levantarse pero sus piernas flaquearon y cayó al suelo. Lo intento otra vez y obtuvo el mismo resultado. Sasuke al ver los intentos de la Hyuga por levantarse. Suspiro resignado y se puso en cuclillas de ella dándole la espalda. Hinata confusa observaba como él se movía y viraba su cabeza hacia ella.

-súbete- dijo con voz autoritaria. La peliazul lo miro sin comprender – rápido, no tenemos todo el día- espeto con brusquedad. Ella dudosa y no muy convencida obedeció al azabache. Sasuke sin perder tiempo afianzo su agarre en las piernas y ella en el cuello; y así emprendieron la marcha.

Hinata desde la espalda de Sasuke sentía que iba a desmayar, nunca pensó que algún día se encontraría en esta situación. Y es que, vamos, si alguna vez pensó estar así sería con cierto rubio, no con el azabache. Suspiro cansada mientras entrecerraba sus ojos. Estaba segura que cualquier chica desearía estar en la posición que estaba ella. Sin pensarlo apego más su cara en la espalda del Uchiha y ahí soltó otro suspiro. Sasuke se estremeció y la peliazul lo sintió.

-lo siento- se disculpó en un tono bajo. Sasuke la escucho pero no dijo nada en cambio aumento la concentración de chakra en sus pies y en reacción su velocidad. Hinata cerro sus ojos asustada mientras soltaba un grito ahogado por la acción del Uchiha, sin ser consciente sus brazos rodearon más el cuello del azabache y su cabeza quedo apoyada en su hombro. Ante su movimiento una incomodidad invadió al chico. En su vida había estado en una situación similar.

-abre los ojos, Hyuga- reprendió con voz ronca mirándola de reojo. Hinata al escucharlo, hizo lo que le dijo. Abrió sus ojos con duda y se topó con unos ojos ónix tan opuestos a los suyos que la miraban expectantes. Un sonrojo se apodero de ella causada por la intensidad con la que él la veía a ella. Bajo su mirada y escondió su cara en el cuello del chico. Sasuke gruño y una sonrisa se asomó en sus labios- ¿Dónde está el ninja de Suna?- pregunto. La Hyuga sonrojada por el anterior contacto entre sus ojos siguió escondida entre su brazo y el cuello del chico.

-e-en un c-claro a u-unos cien metros- pronuncio bajito cerca en el oído del Uchiha. El solo asintió mientras continuaba saltando por los árboles.

Un viento fuerte se formó alrededor de ellos, moviendo sus cabellos. Un olor llego a las fosas nasales de la Hyuga desconcertándola, una fragancia como la tierra mojada después de la lluvia mezclado con el dulce olor de la canela. Aspiro disimuladamente embriagándose otra vez. Ese era uno de los olores más exquisitos que había percibido su olfato, en ese momento confirmo que esa fragancia se grabaría como fuego en su memoria. Pero por alguna razón le trajo paz y se sintió dormir con tranquilidad.

-ya llegamos- anuncio el Uchiha, sacándola de su letargo. Ella abrió lentamente sus ojos, maravillándose con lo que contemplaba.

El claro se conformaba por un césped de hermoso color verde y unos danzantes dientes de león que jugueteaban con el viento. Alrededor de él, unos árboles majestuosos, que a pesar de que llevan años, se ven fuertes e imponentes; el sol iluminaba el claro dándole un aire, mágico. Hinata encantada giro su mirada hacia el azabache. Un sonrojo se arremolino en sus mejillas al verlo con una sonrisa leve en su rostro que estaba segura ni el mismo se daba cuenta. Sus ojos profundos miraban con calma el paisaje. Su rostro ya no mostraba esas expresiones de molestia, arrogancia, frialdad, superioridad o desinterés total, solo paz y ella no podía evitar pensar que en ese perfil mostrando tales emociones, el Uchiha se veía guapo. Y por esa vez la peliazul pudo ver a otro Sasuke.

-ya puedes caminar- dijo el uchiha mirando fijo a la Hyuga, ella al notar que el la veía se sonrojo fuertemente de que el la haya pillado observándolo. Sasuke esbozo una sonrisa al verla sonrojada, para disimular soltó un resoplido que volvió a la chica a la realidad.

Hinata, aun sonrojada, recordó las anteriores palabras de Sasuke. Se disponía a bajar cuando el, sin perder tiempo, se agacho dejando que los pies de la Hyuga tocaran el suelo y se enderezara en su lugar. Ella toda sonrojada y con un temblor creciente en su cuerpo, deshizo el agarre de sus brazos en el cuello de Sasuke e instantáneamente se alejó de la espalda del chico. Sintiendo como una brisa rodeaba al lugar dándole una sensación de frio, y es que cuando estaba abrazada a la espalda del uchiha su calor corporal la había, en cierto punto, reconfortado o anestesiado.

-¿Dónde está el ninja?- le pregunto posicionándose frente a ella sacándole otro sonrojo. El azabache levanto una ceja ante su reacción –Hyuga- susurro en un tono amenazante mientras se cruzaba de brazos. Ella solo asintió formando un sello en su mano activando su línea sucesoria.

-¡Byakugan!- exclamo merodeando el claro. Encontró un chakra difuso entre el claro pero el problema radicaba en que al desactivar el Doujutsu no se veía al sujeto –está en el centro del claro – el azabache dirigió su vista hacia el lugar dicho por la Hyuga pero no vio nada – al parecer, el ninja se camufla con un jutsu- ante eso, Sasuke activo su Sharingan y vio el chakra del sujeto.

-no sabía que los ninjas de la arena tuvieran ese jutsu- comento recibiendo un asentimiento de la chica – ¡somos ninjas de Konoha!- exclamo un poco fuerte. El ninja deshizo su jutsu y se mostró ante ellos. Un hombre de cabellos morado oscuro, largo hasta su cuello, en su frente portaba la bandana de Sunagakure. Sus ojos de un color negro y su vestimenta era el chaleco de Sunagakure. El de Suna se acercó hacia los de Konoha.

-soy Yakoi, mucho gusto- se presentó realizando una reverencia, Hinata lo imito y Sasuke solo asintió con la cabeza. El ninja llevo sus manos hacia el pequeño bolso que se sujetaba en su cadera y saco el pergamino – aquí lo tienen – dijo entregándoselo al Uchiha, lo miro con curiosidad y Sasuke frunció el ceño pero por alguna razón ese hombre le resultaba familiar –por cierto ¿tú eres el chico del equipo de Konoha que esta con Kakashi-san? – recordó señalándolo con su dedo índice pensativo – ¿Sasuke?- menciono probando, el azabache asintió recordando donde es que lo había visto- es un placer volverlo a ver, Sasuke-san- realizo otra reverencia-disculpen, terminada mi misión me retiro. Suerte Sasuke-san, señorita Hyuga- en un humo el ninja desapareció.

-regresemos- anuncio el azabache, girando su cuerpo a la dirección contraria del claro mientras guardaba el pergamino. La peliazul asintió. Sasuke empezó a correr y de reojo miro a la Hyuga. Al notar que le seguía sin problemas, regreso su vista al frente y aumento la velocidad.

De regreso a Konoha todo fue normal, no hubo asaltos, ni ataques. En el camino tanto el Uchiha como la Hyuga notaron que los hilos de chakra habían desaparecido del bosque. Sasuke hizo un ademan de que se detuvieran. Si mal no estaba esta era el área de las trampas. Reviso el lugar, no encontró nada sospechoso. Miro a la Hyuga, quien asintió frunciendo el ceño. Continuaron su camino y llegaron al área de la llovizna. La Hyuga, con su Byakugan, barrió el lugar. Sasuke la miro serio esperando una señal de ella. Asintió y continuaron en marcha.

-e-esto es raro- susurro de pronto. El Uchiha la miro de reojo esperando que continuara- l-los h-hilos no e-estaban, l-la l-lluvia no sucedió y l-las trampas t-tampoco- cavilo mirando fijo al azabache sin nerviosismo. Él sabía que ella estaba en lo cierto, eso no era normal a menos de que…

-hay dos posibles opciones- murmuro serio –la primera, podría ser una trampa, podrían haberlas desactivado, ya que a la primera no tuvieron mucho efecto en nosotros y no tienen más opción que emboscarnos. La segunda, el ninja de Suna hizo todo esto para restringir la llegada de cualquier ninja hacia el lugar del encuentro, después de todo, iba a ver un ninja de rastreo por lo cual podrían eludirlas- inquirió detenidamente – por ahora es lo único que se me ocurre.

Hinata asintió y por un momento sintió admiración por el Uchiha. La forma detenida y fría en cómo analiza las situaciones y saca una hipótesis o conclusión. Después de todo era un Uchiha, uno de los mejores clanes y Shinobis de la aldea o de los países ninjas. Alrededor de unas dos horas llegaron hacia la villa con una misión exitosa que agregar a sus listas. Hinata, por cortesía, saludo a Kotetsu e Izumo, aunque el último se encontraba medio dormido. Sin más tiempo que perder se dirigieron a la Torre Hokage. En el camino, la Hyuga se encontró con Shino y Kiba, quienes llegaron de su misión alrededor de media hora. Los saludo con la mano rápidamente mientras seguía a toda prisa al azabache.

Al llegar a la Torre Hokage, Shizune les pidió que esperaran un momento, Tsunade se encontraba en una reunión con los ancianos del consejo. En cinco minutos, la castaña les pidió que entraran. Hinata solicitó el permiso de entrar que fue concedido por la Godaime, al adentrarse al despacho de la rubia. Sasuke le entrego el pergamino a Tsunade y le dio el reporte. La rubia asintió, dándole gracias a ellos por su trabajo los despidió. El Uchiha solo dio la vuelta mientras que la Hyuga realizo una reverencia de despedida. Al salir, Naruto y Sakura estaban a fuera esperándolo.

-¡Hey! ¡Teme!- exclamo el rubio mientras abrazaba de los hombros al Uchiha -¿Cómo te fue? ¿Estas herido?- pregunto con una sonrisa de oreja a oreja. Sasuke solo lo fulmino con la mirada.

-quítate de encima, Dobe- riñó el azabache tratando de alejar a Naruto de él. Naruto ignoro lo que dijo el Uchiha cuando sus ojos se toparon con los orbes de la Hyuga. El rubio soltó al azabache y se acercó a la peliazul.

-¿Hinata fue tu compañera, teme?- cuestiono abrazando, también, a la pobre Hyuga. Hinata, ante el acercamiento del Uzumaki, su cuerpo empezó a temblar y un sonrojo se apodero de sus mejillas. Intento responder la pregunta del rubio pero de su boca solo salían monosílabos inentendibles. Naruto solo arqueo una ceja confuso ante el comportamiento de la Hyuga.

Sasuke al ver al Uzumaki acercarse a la Hyuga, le entraron unas ganas de tomar al rubio por el cuello y alejarlo de ella. Escucho que Sakura le preguntaba algo pero el solo la ignoro mientras fruncía el ceño y chasqueaba la lengua enojado. Sin explicaciones, les dio la espalda a los tres chicos y salió de la Torre Hokage. Sakura en ese momento lo miro sorprendido por su comportamiento al tiempo que Hinata y Naruto lo miraban confundido. La Hyuga rápidamente se deshizo del abrazo del Uzumaki, y haciendo una reverencia, se despidió de los dos.

Corrió tanto como pudo tratando de alcanzar al azabache. Lo llamo pero él no se detuvo es más siguió caminando ignorándola. Con más fuerza grito su nombre y el Uchiha freno. Hinata, cansada, le dio alcance. Respiro tratando de volver su respiración normal.

-¿Qué quieres? – le pregunto con brusquedad mientras sus ojos miraban fríamente los orbes de la Hyuga.

-U-uchiha-san…-tomo aire – q-quería d-darle las g-gracias por lo d-de hoy –agradeció mientras realizaba una reverencia.

-no tienes por qué agradecer- dijo sin interés con su típico tono frío –si eso es todo, me voy- Sasuke siguió caminando pero se detuvo al escucharla hablar.

-t-también quería d-d-decirle que- se detuvo mientras un sonrojo aparecía en sus mejillas. Tomo aire y prosiguió- f-fue agradable r-realizar esta misión con u-usted, Uchiha-san – le sonrió.

Sasuke por un momento quedo absorto por esa sonrisa, suave y leve pero muy hermosa. Sin querer recordó a su madre, Mikoto, cuando le sonreía a él. Esas sonrisas…. Eran muy similares. El Uchiha, desconcertando por comparar a su madre con la Hyuga, comenzó a caminar con sus manos guardada en los bolsillos dejando atrás a la peliazul. Hinata sorprendida lo vio marcharse. Y ella sin contenerlo, bajo su mirada triste. Sasuke se detuvo y giro su cabeza hacia la Hyuga.

-contigo también lo fue, Hinata- la peliazul abrió sus ojos asombrada al escucharlo hablar. Rápidamente levanto su cabeza mirando sorprendida al Uchiha. Él le sonrió y siguió caminando. La peliazul no creía lo que había visto, Sasuke Uchiha sonrió, y por alguna razón, verlo así le produjo un vuelco en el corazón. Nerviosa, noto como empezó a latir rápido y un sonrojo la atacaba al recordar esa sonrisa.

Habían pasado dos semanas desde que Sasuke Uchiha y ella hicieron una misión en conjunto. La peliazul y el azabache desde ese momento no se hablaban a excepción de los saludos de la Hyuga donde el Uchiha lo único que hacía era asentir para después ignorarla. Esa actitud le causa tristeza a la peliazul pensando que desde ahora ellos volverían a ser desconocidos. Pero, aun así, cada vez que su mirada se cruzaba con la del azabache su corazón palpitaba apresurado y sus mejillas no perdían tiempo en colorearse. Esas reacciones la conmocionaban y hasta se podría decir que la asustaban. Ella, ni siquiera con Naruto, sentía esa intensidad que la recorría al notar al Uchiha a su alrededor. No comprendía con exactitud lo que le pasaba, pero sentía que si descubría a que se debía todo esto, su ser y su forma de ver las cosas cambiarían. Ella no quería eso. Una mañana despertó sobresaltada. ¿Cómo es posible que haya soñado con Sasuke Uchiha? No entendía que le sucedía y cada vez que rememoraba el sueño. No podía evitar ponerse nerviosa y sonrojarse. ¿Cómo era posible que en el sueño su persona le confeso al Uchiha que se estaba enamorando de él? ¿Cómo era posible que lo beso? Es más ¿Por qué la sonrisa que le dio la última vez que hablaron la atacaba cada momento? Suspiro cansada. Estas emociones la estaban volviendo loca, y eso era algo que debía arreglar.

Mientras que por otro lado, Sasuke Uchiha no podía sacar de sus pensamientos a cierta chica de orbes opalinos. Todas las noches recordaba su sonrisa y por algún motivo terminaba recordando a su madre, y en secuencia, La Masacre del Clan Uchiha. Apretó sus dientes. Estaba tratando de seguir adelante pero ese recuerdo lo seguía adonde quiera que vaya. Su mente no podrá borrarlo, así que no le quedo más opción que hacerla cuanto antes realidad su venganza y poder vivir en paz. Unos ojos como la luna aparecieron en su mente. Esos ojos cada vez que llegaban lo hacían dudar de sus decisiones. Cada día que la veía su mente se quedaba en blanco y sus ojos la seguían a la distancia hasta que ella desaparecía de su campo visual. Por boca de Sakura e Ino se enteró de que la chica Hyuga desde pequeña ha estado enamorada del rubio idiota de su amigo, siempre lo observaba y cuando podía le hacía regalos, como la pomada que le dio en los exámenes chunnin, gruño con fastidio cuando la pillo observando a Naruto. Ella desde su espalda sentía una mirada fija, volteo su cabeza.

Ónix contra perla.

Un escalofrió recorrió la espalda a la Hyuga. El Uchiha la miraba con intensidad y rabia. Por un momento pensó que esos ojos ónix se transformarían en el Sharingan. Nerviosa, poso su mirada en sus compañeros de equipo tratando de olvidar la oscuridad que vio en esos ojos negros tan profundos.

Regresaba de una misión en la que tenían que atrapar a unos ladrones ninjas que le habían robado propiedades y riquezas al señor feudal. En un principio, el equipo pensó que esta iba a ser una difícil misión pero resulto que aquellas bandanas que portaban los ladrones eran de ninjas muertos y no poseían ninguna técnica en su poder. Decepcionados como estaban por la fácil misión, refiriéndose a Kiba, Kurenai se dirigía a la Torre Hokage a entregar el reporte junto a Shino, el Inuzuka y Akamaru. La Hyuga disculpándose, no pudo acompañarlos porque su padre le ordeno que al terminar la misión se dirigiera inmediatamente a la Mansión Hyuga. Caminando con lentitud observaba a Konoha, sus habitantes, a los niños jugar y los mercaderes. Pasó al lado del parque y se sorprendió de ver a Ino y Sakura, la última se encontraba triste. Preocupada intento acercarse, ellas se encontraban sentadas en las bancas que tenía el parque pero las dos le daban la espalda.

-Sakura, tranquilízate- le susurraba la rubia mientras pasaba su mano derecha por la espalda de la Haruno tratando de darle confort. Hinata detuvo su paso quedando a un metro de distancia, a pesar de que se encontraba cerca, ellas no notaron su presencia –ya sabes que Sasuke-kun es así- la peliazul ante la mención del chico, sus ojos se abrieron preocupados e inmediatamente se ocultó detrás de un árbol.

-desde que se encontró con Itachi aquella vez en el hostal, lo noto más distante, más frio- confeso mientras se abrazaba a si misma recordando sus miradas tan perturbadoras –ya no lo reconozco- añadió nerviosa. Ino la abrazo por los hombros tratando de consolarla, la pelirosa sentía sus lágrimas acumularse en sus ojos hasta que ya no aguanto y lloro.

La Hyuga rápidamente se alejó de ese lugar y sin pensar termino en el campo de entrenamiento del equipo 8. El sol ya se encontraba en el horizonte avisando que dentro de poco la noche dominaría el cielo. Hinata ignoro el tiempo y sin descanso entreno su Taijutsu, Shurikenjutsu y las técnicas Hyugas. Cuando la peliazul reparo en el tiempo, la noche estaba muy adentrada. Si no calculaba mal era alrededor de las doce. Corriendo, sin parar un momento, se dirigió hacia la Mansión Hyuga pero en su camino se topó con Uchiha Sasuke. Por un momento se preguntó que hacía a estas horas en la calle. Reparo en un bolso detrás del azabache hasta que algo hizo clic en su cerebro. Sin pensarlo, encaro al Uchiha de frente, pero el solo paso de largo ignorándola. Algo se quebró en su interior, asustada llevo una mano a su pecho. Su corazón le dolía y no sabía la razón.

-¡Uchiha-san!—grito el nombre del azabache de un momento a otro. Hinata se sorprendió por su actuar, sus mejillas tomaron color rosa de la vergüenza. Sasuke detuvo sus pasos y lentamente giro medio cuerpo hacia la Hyuga. La forma en que los orbes del Uchiha la miraban, la perturbo y un temblor se presentó en su cuerpo –u-usted no p-p-puede irse d-de la a-aldea- pronuncio con dificultad. Todavía no se recuperaba de la reacción de su cuerpo ante la anterior mirada. Sasuke sonrió con arrogancia.

-¿Quién eres tú para evitármelo, Hyuga?- soltó con acidez mientras una sonrisa burlona se formaba en su rostro. Ante la pregunta la chica enmudeció.

-u-usted no d-debería irse – cerro sus ojos y tomo valor para seguir hablando- u-usted debería quedarse e-en Konoha- prosiguió intentando no tartamudear, debía mostrarse fuerte.

-nadie puede evitar que no me vaya- asevero mordaz frunciendo el ceño –ni siquiera tu- sonrió con arrogancia al tiempo que le daba la espalda a la Hyuga. El cuerpo de Hinata tembló pero se mantuvo firme. Por alguna vez en su vida debía hacer algo bien y esto era impedir que el Uchiha se marchara de la villa.

-Uchiha-san, p-piense lo que e-está haciendo- trago saliva al tiempo que llevaba sus manos a su pecho –s-si usted se va seria…

-¿por qué te importa lo que haga, Hyuga?- exigió saber sin mirarla. La peliazul se estremeció mientras agachaba la cabeza sin saber que responder.

El lugar se sumergió en silencio, lo único que se escuchaba era el sonido de las hojas con el viento. Hinata intento buscar una respuesta a la pregunta pero en su mente nada se formulaba, estaba en blanco. Por un momento pensó que no quería que Sasuke se fuera porque empezó a apreciarlo como un compañero o amigo pero su corazón le decía que la respuesta estaba más allá de eso, y en vez de aclararla la confundía más. Sasuke al ver como Hinata lo detenía de irse de la aldea pensó que la Hyuga estaba interesada por él, de ahí su pregunta, pero ante el silencio su mente solo dejo una opción: ella no sabía lo que sentía hacia él. Suspiro lentamente. Dio dos pasos llamando la atención de la Hyuga, quien la miro asustada de que se marchara.

-Hinata- pronuncio con suavidad su nombre. Giro medio cuerpo hacia ella. La miro con una sonrisa burlona en sus labios al tiempo que fruncía el ceño levemente –adiós- el cuerpo de la Hyuga se estremeció abriendo sus ojos asombrada. Sin comprender muy bien él porque, sus ojos se humedecieron producto de las lágrimas que luchaban por salir.

Sasuke siguió caminando y la Hyuga recuperándose un poco de su estupor alzo su brazo derecho hacia el uchiha tratando de alcanzarlo y evitar que se fuera. Ante ese pensamiento una lagrima escapo de sus ojos junto con un sollozo. Algo dentro de ella le decía que no dejara que el Uchiha se marchara, que no dejara que se fuera de su vida. Porque ella estaba…

Porque ella estaba…

Ella estaba…

¿Qué sentía por él?

De un momento a otro Sasuke desapareció frente a ella. Angustiada dio dos pasos al frente cuando un olor que ella conocía muy bien llego a sus fosas nasales. Una respiración en su oído la estremeció de pies a cabeza. Intento voltearse pero Sasuke se lo impidió.

-te amo- susurro con suavidad en el oído de la Hyuga. Hinata ya no pudo contenerlo, las lágrimas salieron de sus ojos. Quería frenarlas pero no podía en cambio lloraba más. Una sombra delante de ella la desconcertó. Una mano acariciaba su mejilla suavemente, con su pulgar limpio las lágrimas de los orbes perlas. La peliazul miro directamente los ojos ónix del uchiha. Abrió su boca para decir algo pero nada salió de su boca. Sasuke aprovecho ese momento y sin perder tiempo. Acerco su rostro al de la Hyuga y la beso suavemente en los labios. Hinata abrió los ojos asombrada, lentamente cerró sus ojos y como pudo correspondió el beso. Sasuke empezó a mover lento sus labios marcando un ritmo pausado. Las piernas de la Hyuga temblaron y por un momento pensó que caería al suelo. El azabache, impidiendo eso, poso su mano en la cintura de la chica, acercándola un poco más a él. Después de un momento se separaron lentamente, Hinata aún seguía impresionada por lo que acababa de suceder, sin poder sostenerse de algo cayo sentada al suelo lentamente. Sasuke con una sonrisa en sus labios, se acercó al oído de la peliazul susurrándole algo al oído que hizo que abriera más los ojos sorprendida. El uchiha antes de levantarse beso la frente de la Hyuga y desapareció.

Hinata aún no se recuperaba, siguió sentada en el suelo hasta que comprendió lo que sucedía. Sasuke se había confesado, y después, la beso. Una sonrisa se formó en su rostro, hasta que por fin comprendía porque su corazón latía tan fuerte cuando lo veía, porque sus mejillas se sonrojaban, porque soñaba con su sonrisa, porque soñó con que se confesaba.

Porque ella estaba enamorada de Sasuke uchiha, el vengador.

Con determinación se levantó del suelo. Respiro, tomo aire, y con fuerza grito:

-¡lo hare, Sasuke!- tranquilizo su respiración y una sonrisa más resplandeciente que la luna surco en sus labios. Dio media vuelta y se dirigió a la Mansión Hyuga.

El Uchiha que se encontraba a kilómetros de la aldea de la hoja, sonrió. Algo en su interior le decía que era correspondido pero sin duda nunca olvidaría las últimas palabras que él susurro al oído.

-En tres años regresare por ti, así que espérame y prepárate para ese momento. No te dejare escapar de mí. Tú, me perteneces, Hinata.