Disclaimer: Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling.

Este fic participa en el Reto "Infancias" del foro "La Sala de los Menesteres"


Lily estaba pequeña, Lily tenía unos diez años cuando se subió por primera vez a una escoba sin saber que sería su única vez. Ese día la pequeña ama, antes de cumplir lo que por el momento quiso, jugaba con el pequeño amo James a las escondidas; el amo se tardaba apropósito, supone Kreacher, para encontrarla. Cosa que sabe Kreacher que siempre resultaba muy sencillo ya que la pequeña Lily no paraba de reírse siempre que lo oía acercarse.

Kreacher extraña la risa de la ama.

Ese día los amos se divertían, Kreacher los veía jugar desde la cocina mientras preparaba su merienda. A Kreacher le encantaba cocinar si era para Lily, Lily era más agradable que sus hermanos mayores; ¡una vez la pequeña ama le regaló a Kreacher un osito de peluche! Ese era un detalle que Kreacher nunca olvidará. James y su hermanita jugaban ahora a montar la escoba de juguete que le regaló el tío Ron, a regañadientes de la ama pelirroja con cinco hermanos mayores. A James le gustó tanto que casi se pone a brincar de la emoción.

Kreacher ojeó a Lily deprimirse, por ser la más enana no podría usarla. A Kreacher le dolió verla triste.

Al parecer Kreacher no fue el único que se dio cuenta, James también por eso ha decidido prestarle su obsequio favorito a su hermanita. A Kreacher le encantó verla sonreír; el pelinegro le ayuda a subirse y la empuja levemente para que adquiera más velocidad. James siempre fue un amo impulsivo, tanto como su padre de adolescente.

Sin que se percataran Kreacher ve a una figura aproximarse a la vereda de la vivienda. Kreacher pensó que era Ginny Potter y la dejó entrar; Kreacher no notó el extraño olor a jazmines que despedía y ahora se culpa por eso. Si Kreacher no hubiera sido tan ciego la pequeña ama estaría aquí. Aquella mujer no era otra que la esposa de un mortífago —que ahora se encuentra en Azkaban— bajo los efectos de la poción Multijugos.

Esa mujer jugaba con Ginny Potter para las Arpías, ellas se llevaban muy bien por lo que recuerda Kreacher, más de una vez las vio entrar riéndose aquí. Kreacher había notado que le caía demasiado bien la ama pero no pensó que le haría eso, se supone que si te cae bien alguien no le deseas mal a ese alguien, ¿cierto? O al menos es lo Kreacher oyó decir a Harry.

Kreacher no sabe como se tomaran los amos la noticia de su hija, no le hizo mal directamente por lo que Kreacher le oyó decir antes que se la llevara consigo; aún tiene la imagen mental de James intentado hacerle frente a esa mujerzuela empedernida, porque eso es lo que siempre a sido la bruja sin sentimientos. Kreacher recuerda como esa entró en la casa, como congenió con los amos y —cuando menos nos lo esperábamos— cogió a la pequeña ama después de noquearla. Kreacher no gritó porque no pudo.

Kreacher no pudo proteger a la ama.

Kreacher se quedó de pie simplemente observando como James trataba recuperar a la hermanita que debió cuidar. La mujer pareció tener prisa por eso le lanzó un Desmayo al pequeño amo, éste cayó al suelo con un ruido sordo; ella sonrió sádica, a Kreacher no le gustó como oteaba a la ama, su mirada expresaba que anhelaba hacerle mucho daño y eso a Kreacher no le encantó.

Si Kreacher hubiera podido hacer algo...

Lo último que recuerda Kreacher es risa malvada de esa tipa, como destruye la foto que estaba sobre la pared y se va después de lanzar un Incendio a la casa. Suerte que Kreacher reaccionó con mucha velocidad y extinguió las llamas o si no Ginny y Harry Potter hubieran perdido dos hijos.

Kreacher espera que algún día encuentren a la pequeña ama. Kreacher quiere devolverle su juguete favorito.