Disclaimer: Naruto no me pertenece, aunque la historia es puramente mía. Queda prohibida su reproducción total y/o parcial como así su adaptación sin mi consentimiento.


.Times.

La primera vez que nos cruzamos, no lo vi.

La segunda vez que nos cruzamos no chocamos, no nos vimos. Ambos mirábamos nuestros celulares.

La primera vez que entre a la panadería de mi nuevo barrió, él abría la puerta para salir de ella.

La segunda vez que lo vi fue en la pizzería en la que trabaja Naruto; solo le pregunte por mi amigo y me fui.

La tercera vez que lo vi fue a los quince minutos de la segunda vez. Le pedí una pizza grande de rúcula, con mucho queso y una coca-cola.

La primera vez que le hable, con todas las letras, fue cuando estaba abrí con mi llave el departamento en que vive Naruto y lo encontré tirado en el sofá de la sala esperando al baka rubio de ojos celestes.

La segunda vez que hable con él fue cuando apareció en la librería en la que trabajo medio día acompañado de una chica pelinegra (la que está loca por el baka rubio y él por ella pero no se hablan) que resulto ser su prima.

La tercera vez, fue en el café a cuatro cuadras de casa. Esa vez tomamos juntos nuestras bebidas y nos reímos a costa de Naruto.

La cuarta vez, un cuarteto raro entre una morena de pelo largo, un rubio hiperactivo, él y yo nos juntamos en casa. Una cena de sábado por la noche de mucha, mucha pizza, películas y pavadas.

La quinta vez, me llamo a la librería para que le recomiende un libro de suspenso. Ese día le di mi celular para cualquier consulta que se le planteara con el libro.

La sexta vez me llamo, a la semana, para invitarme un café el sábado por la tarde.

La séptima vez, me pidió una cita.

La octava vez que hablamos. Mi primera cita. Mi primer beso… la mejor noche de mi vida.

En la segunda cita y nuestro numero perdido de besos… la primera rosa que me regalo.

Veinte citas después, nuestra primera vez. Sin palabras que contar, solo actos para recordar.

No promesas dichas ni contadas. Solo soñadas.

Perdidas de cuentas hechas o números llevados.

Infinidad de hojas en blanco por completar.

Universos infinitos por conocer juntos.

Infinidad de amor por brindar.

Una eternidad por compartir.

Besos por dar…Infinitas veces sin nunca más contar.

.

.


.Este loco one se me ocurrió ayer en una hora libre en el instituto y lo subí antes de acobardarme.

A mi, que soy la escritora, me gusto pero espero sus opiniones.

Besos y gracias por tomarse unos minutos para leer mis locuras.

.

¿Review?.

.