Esta historia no me pertenece, es una historia original que encontré en .com.

No soy dueña de Glee ni de los personajes, quise compartirla con ustedes y pues aquí esta, espero les guste.

CAPITULO 1

MOESTO PERO ADORABLE

Blaine se despertó esa mañana de manera abrupta, por un ruido en su habitación, abrió sus hermosos ojos color avellana frotándoselos con su manita, miro y cuando enfoco la vista frunció el ceño de inmediato, su antigua cuna apareció en su cuarto de nuevo, de repente una idea vino a su pequeña cabeza, corrió hacia la cocina, y tratando de no caer por las escaleras, vio a su madre sentada en su lugar habitual, entro y la abrazo con fuerza dándole muchos besos en la barriga.

-¡Gracias mama!– grito el pequeño, sorprendiendo a su familia, la cual lo miro extrañado por su comportamiento.

-¿Qué agradeces Blainey?- pregunto la mujer curiosa elevando a su hijo para sentarlo en su regazo.

-Por mi nuevo hermanito- respondió el niño sonriente.

-¡Queeeee!- grito algo impresionado James Anderson - ¿estas embarazada? – Coop su hijo mayor de casi 13 años dejo caer su cuchara ruidosamente en la mesa.

-¡No claro que no!- respondió Elena Anderson, algo divertida por las ocurrencias de su pequeño - ¿hijo, porque piensas eso?

-Bueno como mi cuna esta en mi cuarto nuevamente- todos soltaron una risita, Blaine inflo sus mejillas en disgusto.

-Cariño, lo que sucede es que tu tía Elizabeth y su esposo Burt saldrán de viaje, por asuntos de trabajo y dejaran a su bebe con nosotros por 2 semanas- Blaine asintió algo decepcionado, el tenia 1 año cuando su primo nació, así que no lo recuerda con claridad.

-¡Como sea!- respondió caminando a su habitación.

Sus tíos lo querían mucho, siempre le regalaban muchas cosas cuando lo visitaban, la ultima vez que vinieron le regalaron un gran robot, su primo era demasiado diminuto y no podía jugar con el, ahora por lo menos esperaba que pudieran jugar juntos, pero no tenia muchas esperanzas ya que todavía ocupaba la cuna.

A las tres de la tarde, un auto se estaciono en el jardín de los Anderson, Blaine supo que eran sus tíos por los cuchicheos, el pequeño corrió escalera abajo para encontrar a su madre cargando un bulto cubierto por una manta azul, James miraba al bebe con ternura, hasta Coop dijo que era adorable, cuando sus tíos se fijaron que existía lo abrazaron y halagaron por haber crecido, lo que hizo sentir a Blaine orgulloso.

-Mira Blaine, te traje un regalo- dijo Elizabeth entregándole un balón de fútbol, su tío Burt también le dio un regalo, un enorme auto.

-Estas enorme muchacho- dijo Burt acariciando sus rizos

Todos comenzaron a hablar con el y preguntándole cosas, a el le gustaba tener la atención de todos, su padre Burt y Coop jugaron fútbol con Blaine, el niño pensó que quizás tener un bebe en casa no era tan malo, pero ese pensamiento se fue cuando llego la hora del almuerzo

-A almorzar- dijo Elena, Blaine y Coop fueron a lavarse sus manos para comer.

Cuando Blaine se acomodo en su puesto, noto que el bebe estaba despierto y sentado en su antigua silla de bebe, el niño trataba de alcanzar los cubiertos pero su madre los quitaba, James puso un plato de comida frente al niño, sus ojos se iluminaron y Elizabeth comenzó a alimentarlo, Blaine comió su comida mirando al bebe, comenzó a relatar una historia, pero Kurt metió sus manos a su comida y todos se olvidaron de el para mirar a la cosa molesta.

-¡Pero mira que adorable!- chillo Elena, Burt y James reían con gracia, a Blaine le molesto eso, tomo un trozo de brócoli lanzándolo directamente al bebe.

-¡Blaine!- regaño su madre- ¡eso no se hace!- Blaine se cruzo de brazos, Kurt lo miro para luego seguir con su disputa con la comida, cuando el bebe poso la mirada en Blaine nuevamente, este le saco la lengua, Kurt soltó una sonora carcajada haciendo enojar mas a Blaine.

-Cosa molesta- susurro, comiendo de mala gana.

Después de la comida los Hummel se fueron despidiéndose de su hijo, quien lloriqueo un poco, pero James lo entretuvo, la tarde paso algo tranquila, el bebe durmió un buen rato, su madre regó el jardín y Coop jugaba video juego, mientras el y su padre lanzaban el balón, como a las cinco su padre fue a jugar bolos con sus amigos y Coop se encerró en su cuarto con Javier su mejor amigo.

-¿Mama, me lees un cuento?- pregunto sosteniendo su libro de la sirenita.

-Luego Blaine, tengo que cambiar al bebe y alimentarlo- respondió la mujer tranquilamente, Blaine se cruzo de brazos, inflo las mejillas y frunció el ceño, en vez de verse enojado, se veía adorable, Kurt soltó otra carcajada.

-¿De que te ríes? Gruño el pequeño.

-Le gusta Blaine- respondió su madre mientras lo alimentaba, el bebe jugaba con la cadenita que colgaba de su cuello

El día siguió, Blaine evito a la cosa ruidosa quita atención todo lo que pudo, pero llego la hora de dormir y no tuvo mas remedio que verlo, se cepillo sus dientes, su madre se acostó al borde de su cama y con el bebe en el regazo, el se acurruco lo mas posible cerca de su madre, su madre les leyó la sirenita, la cosa se quedo dormido a la mitad del cuento, el comenzó a cerrar los ojos al final, su madre beso su frente antes de acostarlo y lo arropo mejor, acostó a la cosa en su antigua cuna, apago la luz y se fue.

Blaine dormía placidamente cuando unos quejidos lo despertaron, se sentó en su cama algo aturdido, hasta que le llanto agudo de Kurt lo despertó por completo.

-¡Tu cosa llorona, quiero dormir!- dijo tapando su cabecita con su almohada, trato de ignorar a Kurt por un momento pero el bebe no paraba de llorar, y su madre tampoco aparecía.

Resignado salio de su cama y camino el poco espacio que lo separaba de la cuna, encendió su lamparita de la mesita de noche, se acerco a la cuna y bajo el barandal para tener acceso al bebe, que lloraba, su carita estaba roja y movía sus piernas inquietamente.

-¡Ya duerme!- dijo Blaine colocando su manita en el pequeño pecho del bebe para calmarlo, pero no dio resultado- ¡Oh pero que desagradable eres!- camino a su cama tomo una almohada que tenia forma de auto dispuesto a tapar al bebe con ella para no escucharlo mas.

Pero Kurt se detuvo y lo observo, Blaine se dio cuenta que tenia los ojos muy lindos, entonces dejo caer la almohada y decidió que no ahogaría al bebe con ella para no escucharlo mas.

-¿Quiere que te cargue?- pregunto el pequeño, en respuesta tubo un gorgoteo- tomare eso como un si- el bebe se movió inquieto, Blaine lo tomo por las axilas y con mucha dificultad, cuando por fin lo saco Blaine utilizaba toda su fuerza para no dejarlo caer, las piernitas de Kurt se arrastraban en el piso, cuando llegaron a la cama lo levanto, Kurt cayo boca abajo, comenzó a moverse hasta que pudo gatear por la cama, parecía una pequeña locomotora, Blaine vio que el bebe se podía caer, así que rodeo la cama con todos sus cojines y peluches, también puso unos en el suelo por precaución.

-Listo, ahora a dormir- dijo sacudiendo sus manos, se metió a la cama y se acomodo de costado, Kurt estaba sentado y chupaba un muñeco –Kurt no, eso no se hace- regaño Blaine, Kurt hizo un pucherito.

-¡Oh esta bien, solo por esta vez!- respondió el pequeño dándole el peluche nuevamente, comenzó a cerrar sus ojos para dormir, pero al parecer la cosa no tenia sueño, comenzó a jugar con la cara de Blaine, metiendo algún dedito a la nariz, soltando una carcajada por la mueca del otro niño.

-¡Kurt, saca tus manos de ahí!- aparto a Kurt un poco mas lejos, pero la cosa gateo hasta el, esta vez comenzó a tirar sus rizos - ¡aaahhh, me duele, suéltame!- Blaine enojado tiro un pequeño mechón de Kurt, Kurt abrió sus ojos sorprendido, comenzó a hacer pucheritos.

-¡Shshshsh, no bebe, no llores!- suplico abrazándolo, el bebe se detuvo – buen chico – Kurt bostezo grande perdiendo el equilibrio, Blaine lo sostuvo y acomodo a un lado en su cama, pero la cosa se acerco a el, coloco su cabeza en su pecho y una piernita en su cadera y se durmió, Blaine bufo molesto.

-¡Eres tan molesto!- susurro para no despertarle, miro al niño y sonrió, era muy lindo pero nunca lo diría, por que Coop lo molestaría- pero eres adorable.

Desde ese día Blaine esperaba que todos se durmieran sacaba a Kurt de la cuna y lo acostaba con el, a veces jugaban un rato, Kurt ya no tiraba su cabello, cuando su madre le pregunto por que en las mañanas Kurt estaba en su cama, el pequeño respondió que el caminaba solito, ella sonrió con ternura sabia que era casi imposible que Kurt saliera de la cuna, caminara hasta la cama, se subiera solo y se durmiera, pero nadie dijo nada para no incomodar al pequeño.