P.o.v. George Fabian Weasley

Hoy me levantó, han pasado 14 años; sin mi mitad, mi gemelo, mi mejor amigo y todo. Por más que ha pasado tanto tiempo, no puedo evitar ponerme triste.

Me levanto, saludo a Ang y voy al baño, me miro al espejo y suspiro, por más tiempo que pase, este va a ser siempre el día más largo del año. Termino de bañarme y voy a la cocina y mis mellizos ya están ahí, hoy es el único día al año en que se despiertan temprano, son muy perceptivos, saben lo que me sucede este día y se despiertan temprano para apoyarme. Me siento y Freddy viene a abrazarme, y Roxy me regala una de esas sonrisas tan cálidas y lindas que tiene. Fred y Roxy, tan revoltosos como lo éramos nosotros en nuestra época, ¿te acuerdas Fred?, la de veces que hicimos enojar a mamá, nuestra pequeña ayudante "pecas" (que ya no lo es tanto), nuestra primera broma a Filch, a McGonagall, cuando robamos el mapa a Filch, nuestro primer pasadizo secreto, cuando quisimos entrar al Torneo de los Tres Magos y terminamos con unas varabas iguales a la de Dumbly, cuando Harry nos donó el dinero para abrir nuestra tienda, nuestro primer producto hecho, nuestras explosiones, cuando salimos de Hogwarts en las escobas lanzando los magi fuegos al sapo de Umbridge, cuando abrimos la tienda, nuestros chistes al quedar desorejado y cuando estuvimos en casa de Muriel y nos divertíamos sacándola de quicio.

Terminamos de desayunar y nos dirigimos a la chimenea, para ir a Hogwarts para la dedicatoria a todos los caídos, antes de irme, me vuelvo a mirar en el espejo, te veo y digo:

- Te quiero y te extraño Freddy.

Entonces se abraza y dice:

- Yo también te quiero Georgie y te estaré esperando hasta que lleguemos a estar juntos de nuevo. Hasta pronto hermano, pero no te apures mucho, porque cuando llegues te daré una patada en el culo que hasta muerto la sentirás.

Y escucho su risa, esa risa que hace 14 años que no escucho.

- Hasta pronto Feorge y guárdame un lugar para que hagamos nuestras bromas allá arriba – le digo con una sonrisa.

- No te preocupes Gred, tenlo por seguro – me dice – Nos vemos George.

Y siento que se va, y por primera vez en 14 años en este día sonrío, una sonrisa que empieza a cubrir mi cara de hoy en adelante, ya que se Fred nunca se fue y nunca se irá.