Hacía tiempo que no llovía como lo está haciendo ahora, fuerte y sin dar esperanza de que termine antes que las clases; miraba su reflejo en la ventana, su cabello negro como la obscuridad más profunda, y sus ojos verdes como las hojas frescas en los días de primavera, bajo ellos unas discretas ojeras se formaban revelando que anoche no durmió bien.

—Yuu-san, otra vez te la pasante desvelado —escuchó detrás suyo—, tu cara no muestra gran belleza —dijo burlona.

—No es que me la pasé desvelado sino que… —dio un gran bostezo— estuve haciendo… ¿tarea? —se excusó, a lo que recibió una risa de su compañera.

Afuera otra figura caminaba, parecía no importarle que lloviera ya que no llevaba un paraguas o se apuraba como para no mojarse mucho. Arrastraba los pies mientras su mirada se perdía en el suelo, como si esperase que algo interesante pase por ahí, aunque no lo hacía, pero su falta de ánimo ya hizo que perdiera todo sorpresa de lo que lo rodea, podría caer una bomba pero a él no le interesaría.

Sonó la campana que anunciaba el comienzo de las clases, pero aun así no mostró ganas de apurarse, ya estaba dentro, mojado pero dentro; se paró delante de la puerta de su salón dudando si entrar o darse la vuelta, pero ya estaba ahí ¿no? ¿Para qué darse la vuelta ahora?

—Siento la tardanza —dijo con una voz vacía mientras miraba al profesor que con un suspiro le indicó que se sentara.

Las miradas no tardaron, solo por mera curiosidad; no le gustaba el solo las sentía como miradas acusadoras y llenas de burla, se sentó en los últimos asientos. Se pasó la mano por su cabellera dorada y empapada que no paraba de gotear de sus puntas lisas por el peso del agua. No prestaba mucha atención hacia lo que decía el profesor, solo se quedaba mirando su cuaderno en blanco y su lápiz que golpeaba suave contra este.

—Mikaela Shindou, ¿está prestando atención? —la voz del profesor lo sacó de ese profundo pensar en el que estaba.

—¿Ah?, l-lo siento —dijo mientras se enterraba más en el banco tratando de ocultarse de todas las miradas, sus ojos azules comenzaron a picarle, pero no dejaría que derramaran lágrimas, quizá cunado esté solo, pero ahora no.

La campana sonó, anunciando el receso, todos a su alrededor se levantaron pero el solo se quedó ahí sentado como si nada pasara a su alrededor. Cuando estuvo solo en el salón fue cuando salió con gran lentitud como su tuviese rocas sobre sí. Recibía algunas miradas, algunas curiosas otras de simple burla, quizá por su falta de autoestima era tomada como una burla, o quizá sea otra cosa.

—Me da un poco de pena verlo así —comentó una joven de corta estatura mientras estaba con sus amigos.

—No es cosa nuestra Shinoa, el chico no quiere relacionarse, ¿qué más podemos hacer? —comentó desinteresado un chico de cabello rosado—, además, si te da pena, ¿por qué no vas a preguntarle que tiene?

—Ya lo he intentado —dijo entre dientes.

—Ya, ya, chicos, es mejor calmarnos —dijo el joven de cabellos castaños—, ¿no es ciento, Yuu-kun? —preguntó mirando al mencionado que solo se centraba en no caer dormido.

El día acabó normal, seguía lloviendo con fuerza, ya muchos se han marchado con sus paraguas para resguardarse de la lluvia, menos un joven rubio; Mikaela miraba al cielo gris mientras todos pasaban a su lado. Suspiró y salió caminando siendo recibido por el frío viento y el agua que caía como pequeñas piedras sobre él. Alzaba cada tanto la mirada viendo como grupos de amigos se despedían y se iban por caminos separados otros tomaban el mismo camino.

"¿Cómo se sentirá tener alguna amistad?", pensó dejando escapar un pesado suspiro.

Caminaba con tranquilidad, arrastrando los pies y sintiendo el bombardeo constante del agua sobre él. Se detuvo un instante, ya no sentía el agua sobre él, sino que ahora escuchaba como chocaba contra algo sobre su cabeza, alzó la mirada y vino como un chico de gran sonrisa lo observaba mientras lo protegía de la lluvia. "¿Por qué?", era la pregunta que rondaba en la cabeza del rubio.

—No es bueno que estés bajo la lluvia y sin protección, podrías enfermar —dijo con una gran sonrisa mientras.

Enfermarse era lo que menos le preocupaba.

—No tienes que hacerlo, nadie te obliga… puedes irte —susurró bajo poniéndose en marcha paro nuevamente aquel chico lo cubrió de la lluvia. Supuso que iba a ser un caso perdido el intentar que se fuera.

En el camino reinaba el silencio, un poco incómodo para el pelinegro pero natural para el rubio; el único ruido que les recordaba que estaban aún en la calle era la lluvia y algún que otro auto que pasaba zumbando cerca de ellos.

—Aquí es —dijo el rubio rompiendo el silencio y estar quito frente a una casa—, bueno… esto… g-gracias —dijo inseguro y con baja voz.

—No hay de que Mika —exclamó con alegría—, bueno, nos veremos mañana, por cierto si es que no sabes, me llamo Yuuichiro —dijo mientras se despedía.

Mikaela se quedó un rato más parado ahí, desvió la mirada hacia otro lado mientras fruncía el ceño, "debe estar jugando conmigo", pensó, como única opción ante el comportamiento del chico. Tomó sus llaves para abrir la puerta, dentro ni un alma se asomaba todo estaba obscuro y en un silencio fantasmal, parecía una tumba.

"Parece que aún no llega", se dijo internamente mientras dejaba las llaves sobre una mesa, avanzó con suavidad, ahora sus pisadas daban un poco más de vida a ese lugar, subió las escaleras hacia su dormitorio. Una vez dentro dejó sus cosas en un rincón, se dejó caer en la cama con la cara enterrada en la almohada, seguía mojado pero no era algo que le preocupase mucho. Además de su respiración, el ruido del reloj despertador llenaba apenas el silencio de la habitación; cinco, diez, quince minutos pasaron y él seguía igual sin mover un solo músculo, pero ahora sus sollozos se escuchaban. Las lágrimas caían sobre la almohada ya mojada por el cabello de este.

Se sentía más cómodo llorar en su cuarto, por el simple hecho de que él era el único testigo de sus lágrimas.

Pasó un largo rato, dejando que la angustia y nervios, se fueran en esas gotas saladas para mojar más la almohada; se levantó y sentó en la cama con la mirada perdida y sus ojos que le ardían a cada parpadeo. Suspiro.

Bajó con calma hacia la cocina, no sin antes mirar la hora en el reloj de madera colgado, 10:30pm, ya estaba acostumbrado a perder la noción del tiempo cuando su depresión lo consumía más y más, buscó algo que comer, donde lo único hecho eran unas sobras de la noche anterior, un poco de arroz y verduras. Lo calentó y se sentó en la mesa; sostenía el tenedor pero no intentaba pinchar algo del plato, sino que se la pasó tocando y moviéndolo, a veces se sorprendía de lo rápido en que se le iba el apetito.

Acomodó todo antes de irse a su cuarto, no sin antes dar una vuelta por el baño, encendió la luz y contempló su reflejo en el espejo. Cabello rubio casi pálido, ojos celestes tristes y sin brillo como los de un muerto, y su piel pálida, no era sorpresa esa apariencia, después de todo, comía poco, y no pasaba mucho tiempo bajo el sol como para que tome un poco de color. Se pasaba las manos por su cabello, estaba largo un poco más que la última vez, ahora le daba cosquillas en el cuello y cubrió por completo sus oídos.

Pudo notar que algunos moretones se llegaban a ver, no muy bien, pero por suerte el uniforme los cubría muy bien; quería ver que tal estaban, retrocedió unos pasos y se quitó la camisa; ahí estaban en brazos, hombros y algunos en su espalda. El color morado resaltaba como luces de un club nocturno en su pálida piel, ver eso sin duda lo puso de un peor ánimo. Salió y caminó a su cuarto nuevamente, se cambió las ropas mojadas por una remera blanca y un pantalón holgado gris, un pijamas improvisado. Se tiró en la cama fría de espaldas contemplando la penumbra del cielorraso, no pasó mucho antes de que se durmiera esperando que por lo menos mañana sea como todos los días, la gente ignorándolo, el perdido en su mundo, y evitando cualquier contacto como sea posible; ojalá la vida fuese tan sencilla.


Hola n.n

¿Qué tal andan? Yo un poco nerviosa, jeje, s mi primer que fanfic que subo (mi pereza no me deja l3) bueno, esto es más o menos algo que tenía ya en mente hace rato, y al fin me digno a subirlo, etto... espero que les guste ^/^