¡Hola a todos!

Bueno, soy nueva por aquí pero tenía ganas de publicar algo, espero lean y les guste. Den comentarios, sugerencias, más no insultos con mis preferencias en cuanto a las parejas.

Bien, he aquí las aclaraciones:

-Es Universo Alterno.

-Neji y Hinata no soy primos, es sólo una coincidencia que tengan el mismo apellido (suena tonto, pero si fuesen familia, la historia no concordaría. En fin, es mi imaginación, muy mi rollo).

-Como esta historia no se relaciona con el manga/anime de Naruto (salvo por los personajes), Sasuke no le tiene rencor a su hermano, por lo tanto no es tan frío (seamos realistas, cuando era pequeño era demasiado alegre y tierno; sólo será reservado y un poco inexpresivo con sus sentimientos).

Naruto no me pertenece, es de entera propiedad de Masashi Kishimoto, porque si lo fuera, ya la hubiera regado con la historia.

Sin más ni menos, el primer capítulo. Espero lo disfruten.


Capítulo I.

Había pasado ya mucho tiempo desde la última vez que lo vio. En todo ese tiempo se había dedi cado a recordarlo y esperar a que en este nuevo semestre ocurriera un milagro y él la volteara a ver. Con ese pensamiento en mente durante todas las vacaciones, decidió que ya era tiempo de empezar desde cero y ser un poco más femenina. Si quería saber cuál era el tipo de chica para él, debía probar con distintas cosas hasta dar en el clavo.

Antes de salir de vacaciones habían quedado de ser amigos y aunque ella le mando un mensaje de texto pidiéndole su e-mail, él no respondió. Creyó que era una molestia para él, razón por la cual no volvió a intentar nada. Tampoco quería verse desesperada. Trataba de encontrar una excusa que le ilustrara porqué no le había devuelto respuesta, que fuera lo suficientemente lógica y que no hiriera sus sentimientos. Pero aun muy en el fondo, sabía que a él no le interesaba para nada.

Desechó tales pensamientos, sólo quería aferrarse un poco más.

Suspiró.

Dio otra vuelta en su cama, tratando de encontrar la mejor posición para dormir.


Despertó con la melodía de su móvil. Rápidamente se incorporó, y fue hacia el tocador. Ayer había decidido hacer un cambio; llevaría su cabello suelto sujetado hacia atrás, dejó su fleco sobre su frente y comenzó a ponerse algo de rubor en las mejillas, delineó sus ojos y se puso lápiz labial. Cuando terminó de vestirse, desayuno algo ligero y se fue rumbo al colegio.

Una vez que entró, esperó un poco a que los alumnos se dispersaran para lograr ver el horario.

Miró alrededor buscándolo entre la multitud, pero no dio con él.

—Tiempo sin verte, Ten-chan —la aludida se sobresaltó un poco, pues estaba ensimismada con sus propios pensamientos, pero luego de reaccionar sonrió y se acercó a abrazar a la chica que le había llamado—, ¿cómo has estado?

—Muy bien, Hina-chan. Ya estaba ansiosa por regresar... ¿y tú? —sonrió igualmente—. ¿Has lo grado que tu padre te compre un móvil?

—No. Parece que tiene miedo a que si tengo teléfono me distraiga del colegio.

—Vaya, que mal caso... —dijo Tenten, rápidamente buscó otra cosa para decir antes de que ter minara por desanimarla—. ¿Y ya has visto a Gaara? Cuando llegué intenté encontrar a Neji, pero no di con él, parece ser que aún no llegan.

Hinata desvió un poco la mirada por detrás de ella. Y al ver su cara de asombro y su leve rubor en las mejillas, supuso que venían hacia ellas... trató de mantenerse tranquila, buscando algo de qué hablar con Hinata antes de que la invadieran los nervios, pero fue tarde. Miró por el rabillo del ojo, suspiró, sólo era Gaara. Se relajó de repente, como si le hubiesen quitado un gran peso de encima.

Hinata no hacía más que mirar a Gaara, cada movimiento, hasta que sus ojos se cruzaron con los de ella; y como de costumbre, se sonrojó más de lo usual, mientras que él por su parte simplemente volvió a girar como si nada.

Esa reacción la decepcionó un poco, sin embargo Tenten le tomó el hombro dándole a entender que eso no era nada, y que este semestre, sería su oportunidad con él.

—Recuerda, el día de san Valentín es pronto —faltaban sólo dos semanas.

—Tienes razón, Ten-chan —sonrió—, ¡daré mi mejor esfuerzo!

—Ambas lo haremos... está decidido.

—Por cierto, Ten-chan... ¿has hablado con Neji-san?

Esa pregunta le hizo recordar el mensaje de texto que no le respondió. No quería preocuparla, así que sólo se limitó a responder:

—E-Eh... no, perdí su número de móvil. Así que nada a pasado...

—Entiendo —pensó en algo rápido, entonces miro a Neji llegar, este se acercó a Gaara y lo saludó con el puño—. Mira, allá está él, ¿por qué no vas a saludarle? —la animó.

—I-Imposible... estoy muy nerviosa como para poder atinar a decirle algo coherente —trató de excusarse, aunque de cierta manera, era cierto.

—Vamos, Ten-chan... puedes hacerlo.

Era verdad, ella podía hacerlo... nada perdía con intentarlo. Tragó saliva, y poco a poco se fue acercando; Gaara, que observaba a todos lados con expresión neutra, le hizo una señal a Neji, este instintivamente giró, justamente cuando Tenten había llegado a su lado. Titubeó un poco, pero si ya había llegado hasta ese punto, era hora de hablar.

—B-Buenos días, Neji-san... —éste siempre tenía un semblante serio, y parecía estar siempre analizando las cosas, pero a pesar de lo que aparentaba, no era grosero.

—Buenos días —se limitó a responder. Tenten supuso que había olvidado su nombre, y su pre gunta poco después se lo confirmó—. Disculpa, ¿cuál era tu nombre?

—Tenten. Supongo que aquella vez olvide mencionarlo —sonrió nerviosamente, no se le ocurría nada que decir.

—Uhm... —dijo haciendo una mueca con los labios, eso la desanimó un poco—. ¿Has pasado bien tus vacaciones? —preguntó, intentando sacarle plática.

—¿Eh...? Sí, me he divertido... ¿y tú, te la has pasado bien?

—Sí —hubo un silencio incómodo, ninguno tenía nada que decir, pero tal silencio se rompió al instante que tocó el timbre anunciando el inicio de clases, los alumnos comenzaron a abandonar el lugar retirándose a su aula correspondiente—. Bien, creo que me tengo que ir, nos vemos en otra ocasión.

—E-Eh... sí, claro... adiós.

Poco a poco se acercó a Hinata, quien la miraba maravillada. Ella, por su parte, estaba que no lo creía, esa había sido la conversación más larga que había tenido con Neji, a pesar de sonar cortante, no detuvo su conversación, sino que contribuyó a ella. Se dedicó a verlo alejarse.

—¡Ten-chan, tienes que contarme! —exclamó Hinata emocionada. Tenten sólo se limitó a asentir.


Una vez terminada la primera clase, llena de presentaciones y formas de evaluar, su horario mar cada la segunda como libre, así que decidieron ir a desayunar. Ino y Temari las acompañaron, comen tando como se la habían pasado durante vacaciones.

—Así que hemos quedado de vernos nuevamente... —comentó Temari muy animada.

—Pero, vas en preparatoria, Temari, salir con un universitario es...

—¡Realmente asombroso! —dijo Ino, animándola.

—¿Cuál dijiste que era su nombre?

—Uchiha Itachi.

—Y es hermano del chico lindo de la clase, Sasuke —concluyó Ino, comenzando a sonrojarse—. Si tan sólo se nos hiciera de andar con ellos, aparte de amigas, seríamos concuñas.

—I-Ino-chan, ¿por qué no le hablas? —comentó Hinata intentando incluirse en la conversación.

—Si tan sólo fuera así de sencillo. Cada que lo veo me paralizo y no sale palabra alguna.

—¿Quieres que te ayude? —ofreció Tenten—. Soy buena para eso.

Ino sonrió. Esperaba que fuera así, Sasuke le gustaba muchísimo.

—¡Cuento contigo entonces! —Ino se fue hasta su silla y la abrazó en forma de agradecimiento.

—C-Claro...


El tiempo libre se les pasó rápido con tanta charla. Tenten buscó en el horario la clase siguiente, era Física en el laboratorio. Ciertamente, aunque sus compañeros fueran los mismos que los del se mestre pasado, no les hablaba lo suficiente. Buscó a Sasuke con la mirada y lo encontró en la mesa de la orilla junto a Jugo y Suigetsu. Como el maestro aun no entraba considero comenzar con el plan para ayudar a Ino, así que se acercó intentando entablar conversación con él. El semestre pasado pudo sacarle unas cuantas palabras —su objetivo principal era conocer más a sus compañeros—, no podía negar que sentía cierta atracción hacia él, pero como lo veía como un imposible decidió dejar atrás esos sentimientos, ahora, Neji era de quien estaba interesada.

—Hola, Uchiha-kun —su saludo ciertamente asustó un poco al Uchiha, rápidamente giró hacia ella, quien tenía una enorme sonrisa en el rostro.

—H-Hola... —le extraño que le hablara tan de repente, sonó algo cortante, como queriendo za farse de esa conversación, puesto que estaba comentándole algo importante a Suigetsu.

—¿Cómo te va, has pasado bien tus vacaciones? —Tenten insistía en conversar, a Sasuke no le quedó más remedio que responder a sus cuestionamientos e intentar ser más amable como se lo había prometido a su hermano mayor.

—Bien, eso creo... ¿se te ofrecía algo?

—¿Tendría qué? —preguntó Tenten, Sasuke no respondió sólo la miro atento—. Bueno sólo he querido venir a saludarte y preguntarte algo.

—Pues, adelante.

—¿Cuándo es tu cumpleaños? —preguntó sonriendo.

—Eh... 23 de julio —le pareció una pregunta algo absurda y fuera de ocasión, pero no le reprochó, sólo le siguió—, ¿y el tuyo?

—9 de marzo —respondió Tenten—. Espera, ahora regreso...

Fue hasta con Ino, repitió su cumpleaños y ésta emocionada le pidió que preguntara el número de su móvil. Tenten accedió sonriente. Se dirigió a donde estaba hace un momento, Sasuke la estaba esperando, no porque le interesara mucho, sino porque le dijo que regresaría y no quería que le inte rrumpiera nuevamente.

—E-Este... Uchiha-kun, ¿podrías darme tu número de móvil? —le preguntó algo apenada, pero sin perder su habitual tono de voz. Sasuke suspiró, ya suponía que pasaría algo como eso. Sin em bargo, accedió y le pidió su teléfono a Tenten para anotarlo él mismo.

—Listo —le devolvió el aparato.

—Gracias. Ahora, disculpa...

Y se fue sin más a la mesa de enfrente. Sasuke sólo la observó alejarse... se le ocurrió algo para evitar malentendidos. Así que la llamó nuevamente, ésta al escucharlo se acercó rápidamente.

—Ahora que tienes el mío, ¿por qué no me das el tuyo? —preguntó algo avergonzado, escon diéndolo muy bien. Si recibía algún mensaje de texto o una llamada sería mejor saber de quién era, aparte, si se perdía alguna clase, sería útil para preguntarle las tareas.

—Claro, préstame tu móvil.

Francamente no tomaba mucha importancia a sus demás compañeros, tenía a Suigetsu y Jugo, a los demás les había tocado el grupos distintos, pero seguía viéndolos, tampoco era como que quisiera hacerse amigo de alguien más, pero aquella muchacha era un tema distinto, no podía olvidar que el semestre pasado lo saludaba de vez en cuando, pero a diferencia de las otras, ella parecía sólo querer su amistad. Tal vez debería considerar ser algo cortés, simplemente porque es... diferente.

—Aquí tienes —le tendió su móvil sonriendo. Sin más que decir Tenten se alejó. Poco después, Kakashi-sensei llegó y la clase dio inicio.


El día se le fue muy rápido, dicen que el tiempo vuelva cuando te diviertes y de cierta forma lo es taba haciendo, estaba tan contenta de volver a ver a todos. Había salido de vacaciones con su familia y no había contactado a nadie, a falta de dinero, claro, y ahora era el tiempo de contarse todo.

Cuando se terminaron las clases, Hinata y Tenten se fueron juntas, vivían por el mismo rumbo, mientras que Temari e Ino se fueron por el lado contrario.

—No he podido ver a Gaara-kun más a que a la entrada, me hubiese gustado encontrármelo en el almuerzo —decía Hinata un poco deprimida.

—Anímate, Hina-chan... apenas es el primer día de clases, tendrás todo el semestre para verlo —le respondió Tenten con una sonrisa—. Y claro, para animarte a hablarle.

—Quisiera ser más como tú, Ten-chan, tú si has podido hablar con Neji-san —dijo Hinata tran quilamente, elogiando un poco a su amiga. A ésta se le cayó el ánimo al recordar la conversación que había tenido con él. Había ocasiones en las que se decepcionaba demasiado y creía que no valía la pena, pero era más grande su deseo conocerlo y poder ser parte de su vida, que sus desánimos al no poder actuar naturalmente frente a él—. ¿Sucede algo?

—Eh... no, n-nada...

—Bien, creo que aquí nos separamos, nos vemos mañana, Ten-chan.

—Adiós, Hina-chan.

Tenten siguió caminando, demasiado ensimismada con sus pensamientos que no escuchó la voz de alguien llamándola, aunque tampoco era como que la llamara con voz fuerte, puesto que le pa recía absurdo tener que gritar.


Tenten estaba terminando sus deberes y una vez que concluyó se fue a duchar, quería relajarse un poco en la tina de baño así que se tomó su tiempo, después de todo era temprano. Sólo se dedicaba a recordar lo que había acontecido el semestre pasado; cómo fue que conoció a Neji, la vez que habló con él en la biblioteca y lo mucho que le había costado decirle una palabra. El día de hoy solamente había podido verlo antes de comenzar las clases, y eso sólo le dejaba pensamientos absurdos en la mente, como que la evitaba o simplemente se escondía porque le molestaba su presencia. Se había vuelto muy paranoica, pero qué más daba...

Después de haberse relajado como quiso, salió de la tina y se fue a la cocina a haber que había de comer, preparó un par de emparedados y tomó algo de jugo. Como no había nadie en casa decidió ir a comer a la sala mientras veía televisión, fue hasta el buro donde había dejado su suéter y sacó su móvil para ver la hora. Tenía esa costumbre de estar mirando su celular a cada rato para saber la hora, aun teniendo un reloj enfrente. Pero se llevó una gran sorpresa al verlo. Había recibido un mensaje de texto y lo único que ansiaba era saber de quién.

Quería suponer que era de Neji, pero era muy poco probable. Existía una posibilidad aún mayor: que fuera de alguna de sus amigas invitándola a salir a caminar o simplemente para saludarla o preguntarle los deberes... prefirió dejar de adivinar, no quería llevarse una desilusión así que sólo abrió el mensaje:

"Hola, buenas tardes... has sido algo descortés, ¿sabes? Me dejaste a la mitad del camino con la palabra en la boca".

En realidad lo que decía el mensaje le importaba muy poco, sino quién se lo había mandado, era nada más y nada menos que Uchiha Sasuke.


Después de haber estado pensando toda la tarde desde que llegó a su casa si mandarle el texto o no, se decidió al fin y lo hizo. Y poco después se arrepintió de haberlo hecho. ¿Y si tal vez tenía una idea equivocada de él y creía que quería algo con ella? Lo que menos le faltaba en estos momentos eran chicas fastidiando y que anduvieran atrás de él. Pero tampoco tenía nada de malo, ¿o sí? Sólo era un texto. No era para tanto. Y entonces, ¿por qué le preocupaba tanto lo que le respondería? Y en todo caso, si es que lo hiciera. Estaba pensando demasiado...

—¿Sucede algo, Sasuke? —preguntó su hermano mayor llegando de la universidad, yendo a la co cina por algo de agua.

—No es nada, es sólo que... estaba pensando en hablarle a una compañera —respondió el menor algo pensativo.

—¿Una compañera... solamente eso? —insinúo Itachi con un tono que sacó a Sasuke de trance.

—E-Eh... ¡no es lo que te imaginas! —exclamó algo exaltado—. Es sólo que... he olvidado que teníamos de tarea, y ella me ha dado su número, no tengo el de nadie más.

Itachi no insistió más, ya que de alguna forma le creyó. Y justo en ese momento, el móvil del me nor comenzó a sonar con el tono que había programado para los mensajes.

—Supongo que no tendrás que llamarla primero, al menos te has quitado ese peso de encima...

Y sin más Itachi se dirigió a su habitación y hasta que Sasuke no comprobó que la puerta se hubiese cerrado no miró el mensaje. No entendía por qué, pero las manos le habían comenzado a temblar levemente. Quizás sólo le importaba lo que le contestaría porque él había iniciado esto, y sentía que había sido apresurado y eso es algo que no iba mucho con él. Y más por las palabras que expresó en el mensaje de texto. No esperó más y abrió lo que había recibido.

"¡Buenas tardes, Uchiha-kun! Lo lamento, no había visto el mensaje antes, pero... ¿a qué te refieres?".

Sonrió un poco, esa chica era bastante rara, casi parecía que la escuchaba. Comenzó a escribir, respondiendo a su pregunta; una vez que terminó, envió el mensaje y guardó el móvil en la bolsa de su pantalón. Esperando respuesta.

Y así pasaron el resto de la tarde.