Hola gente en el mundo de , les traigo una historia hecha por mi, la estoy publicando actualmente en otro sitio, así que si la llegan a ver, pues, es mía no es plagio ni nada :), sin más les dejo la historia .
aclaración: Naruto y sus personajes no son míos, son del mangaka Masashi Kishimoto.
Capítulo1: Un Pasado Lejano.
Era una noche fresca en la ciudad de Tokio, era agradable, luna nueva, noche de julio, perfecta sin duda.
Pero en lo oscuro de su habitación una castaña, de nombre Tenten de 24 años, piel canela, ojos color avellana, cabello chocolate algo rizado en las puntas hasta su cintura.
Se encontraba tumbada en su cama admirando la hermosa luna, para ella la palabra "perfecta" hace mucho no existía, dejó de creer en la perfección y en muchas cosas hace tiempo atrás, no sonreía como en antaño, no tenía ese peculiar brillo en sus ojos.
— Ah… —suspiró mientras se daba vuelta en la cama y le daba la espalda a su ventana— mañana será un día largo, nuevamente…te extraño…—y abrazando a su almohada se entregó a los brazos de morfeo—.
La mañana había llegado, en su máximo esplendor, eran las siete de la mañana, y la castaña se encontraba alistándose para ir a su trabajo en la escuela, así es, la castaña era maestra de Jardín de niños en el colegio "Senju" de los más prestigiosos de la ciudad.
A ella le encantaban los niños, pero ciertamente hasta eso ya no le llenaba de la misma manera.
Se dirigía a su coche mientras recordaba….
~Flash Back~
Una adolescente de 16 años se encontraba en la azotea de su escuela, podía divisar el atardecer, le encantaban, siempre que terminaban las clases se dirigía ahí y disfrutaba del paisaje.
— A veces me pregunto ¿porqué eres tan serio? —decía la castaña mientras se volteaba hacía la puerta del lugar—.
— Porque me gusta serlo simplemente, Tenten —dijo una persona mientras entraba por dicha puerta— tu me conoces, no veo porque la duda ahora.
— Pues no es de ahora siempre lo he pensado, Neji —sonrió— siempre te encuentro por aquí—.
— Sé que sueles estar por aquí —dijo mirando el paisaje— además también disfruto de los atardeceres—.
— Lo sé, desde pequeños nos íbamos a la pequeña colina y veíamos el atardecer —dijo sonriendo tiernamente—.
— … —el castaño no dijo nada—.
Ambos se quedaron un rato hasta que el sol se ocultó, en silencio, aunque nadie hablaba para ambos era un silencio agradable, les gustaba estar así.
— Por cierto —comenzó la castaña— ¿Qué tal las cosas con Tayuya? —preguntó sin verlo—.
— ¿las cosas? —preguntó viéndola extrañado— ella y yo no tenemos nada, no sé porque te empeñas en que haya algo—.
— Pues… —ella miró el cielo— a ella le agradas y mucho —sonrió— pienso que ambos se verían bien, acaso ¿ella no te gusta? —preguntó viéndolo—.
— No —esta vez él vio hacia el cielo ligeramente estrellado— hay alguien que ocupa mis pensamientos —la miró y sonrió de lado— pero no es ella—.
— … —se sorprendió— ¿enserio?, y ¿Quién es? —.
— Eso… —pausó mientras daba media vuelta y caminaba hacia la puerta— es algo que no te incumbe, pequeña —sonrió para sí, sin voltearla a ver y abrió la puerta, y al último se giró de nuevo hacia ella— buenas noches—.
— ¡eh!, ¡malo, espera! —y corrió detrás de él—.
Y como de costumbre él la esperaba bajando las escaleras y se dirigían juntos a casa.
Así era su amistad desde hace tiempo, eran mejores amigos desde hace mucho, y en la preparatoria aún lo eran, aún y cuando las enamoradas de Neji la agarraban contra Tenten, y le hacían bromas incluso le declaraban la "guerra", pero al final la castaña no cedía ante las "amenazas" o Neji ponía un alto.
— Entonces, ¿no me dirás quién es? —preguntó la oji- miel con esperanza—.
— No —respondió él—.
— Grosero, ¿Qué te cuesta? —dijo fingiendo enfado al mismo tiempo que inflaba sus mejillas infantilmente—.
— Infantil —se burló mientras sonreía de medio lado— no seas insistente, no lo diré —.
— ¿por qué no?, ¿Qué tiene de malo? —insistió la pequeña castaña—.
— Entonces, dime tú —ella lo miró sin comprender— ¿alguien te gusta? —.
— … —le sorprendió la pregunta— mmm —meditó un poco— ciertamente, no por el momento, o no siento lo que debería de sentir—.
— ¿Cómo es eso? —la miró curioso—.
— Pues, no siento mariposas en el estómago con alguien —comenzó, utilizando sus dedos para enumerar lo que decía— no me pongo nerviosa, no se me acelera el corazón y no anhelo estar las 24 horas del día con alguien —.
— Mhn —el rió levemente— eso no significa que alguien te guste, eso solo son mitos —.
— ¡ah!, entonces he vivido engañada todo este tiempo —dijo ella con algo de drama—.
Siguieron caminando hasta llegar a la esquina de la cuadra en donde vivía Tenten, se despidieron y tomaron caminos separados.
~Fin Flash Back~
Regresó al presente ya que un coche le tocaba la bocina encolerizado gracias a que no se movía, de nuevo había estado perdida en su pasado.
— ¡Je! —se rió amargamente— debí haberme dado cuenta desde el principio cuanto te quería —estacionó el coche en el estacionamiento del colegio y descendió del él, cerró su coche con la alarma y caminó hacia la sala de maestros, su primera parada rutinaria— pero ya de nada sirve lamentarse, ¿cierto? —hablaba para sí misma—.
Llegó dando los buenos días automáticamente, como era la rutina diaria, y cuando dejó sus cosas en su locker, vio a su amiga de años atrás, Hyuuga Hinata, una chica dulce, de ojos grises y cabello negro con destellos azules, y como siempre ella la miraba con cierta "pena" podría decirse.
— Tenten —la aludida volteó— no has dormido bien, ¿cierto? —.
— Ah… —suspiró— no, estuve organizando las listas y las nuevas clases, y se me fue el tiempo —mintió—.
— Debes de descansar, si no cuando inicie el curso estarás cansada—.
— Lo sé, no te preocupes —le sonrió débilmente—.
Por supuesto que no le creyó, la conocía de hacía mucho tiempo, la conocía, nuevamente se estaba atormentando por el pasado, tristemente la azabache miró el cielo despejado y suspiró… "Si tan solo pudieras ver hacía el futuro Tenten" y un segundo suspiró secundó su pensamiento, miró algo preocupada a la castaña y solo optó por hacerle creer que le creía.
— Por cierto, Tenten —le llamó de nuevo— esta noche nos veremos en el club, con las chicas y los chicos —.
— Oh, gracias, veré que puedo hacer —dijo en forma de evasiva—.
— No —la miró seria— tienes que venir, hace mucho que no salimos, y siempre te niegas, esta vez vendrás si o si —.
— Ah… —suspiró derrotada— bien, nos vemos en la noche —.
Su día y tarde se pasaron entre papeleos e ideas para las nuevas clases, al ser maestras de jardín de niños, tenían que tener mucha creatividad para que sus clases fueran más interactivas, aunque por ser colegio privado tenían ciertas materias algo "pesadas" como el inglés, pero de eso ella no se encargaba gracias al cielo, solo mantenía entretenidos a los niños con las demás clases lo básico y eso lo disfrutaba, o bueno, antes….
La noche llegó y con ello el recuerdo de la "amenaza" de su amiga "…esta vez vendrás si o si" eso había dicho, suspiro nuevamente, se dirigió a su casa con ninguna pizca de ánimo y subió a su alcoba, eran las 7pm aún era temprano, se reunirían a las 9 o 10 de la noche para alcanzar una buena mesa, dormiría una hora y después se arreglaría y se iría al club.
La hora se le había pasado volando y con pesadez se dirigió a su baño a darse una merecida ducha que solo la haría recordar más el pasado pero ya nada podía hacer, más que ser miserable cada día que pasara. Rápidamente se arregló fue hacía su coche y se dirigió al club.
Divisó a Hinata, Temari, Ino, Sai y Shikamaru, ellos al verla llegar le hicieron señas y se dirigió hacia ellos.
— ¡Qué bueno verte amiga! —saludó una efusiva rubia de coleta alta y ojos celestes—.
— Jajaja —rió divertida— de vez en cuando hay que hacer una aparición —bromeó un poco—.
— Qué bueno verte con buen humor —esta vez fue la otra rubia—.
— ¡sí! Creo que es el cansancio, trataré de dormir más —mintió un poco— y ¿los demás? —.
— Aún no llegan, Naruto y Sakura no tardan —esta vez fue Hinata—.
— Está bien, porque no pedimos algo de entrada por mientras que llegan —sugirió el chico con peinado de "piña" —.
— ¡vaya!, hasta que se te ocurrió algo vago —se burló Temari, causando la risa de los presentes—.
— Bien, entonces iremos a pedir Shikamaru y yo y ya volvemos —dijo Sai mientras se ponía de pie junto con Shikamaru—.
Trajeron unos riquísimos dedos de queso y nachos con frijoles, guacamole y queso.
Justo después llegaron Sakura y Naruto con un invitado.
— ¡Hola!, lamentamos la tardanza —habló el rubio—.
— Si, lo sentimos es que Naruto se perdió —descubrió la peli-rosa—.
— ¡No fue mi culpa que hubiera una desviación! —se defendió el oji-azul—.
— ¿Cuál, la que lleva como un mes? —se burló el moreno que venía con ellos, recibiendo una mirada asesina del rubio—.
— Bueno ya, el asunto es que es tu culpa Naruto —la oji-jade posó su vista en los presentes— ¡Tenten, que bueno verte! —saludó junto con un efusivo abrazo mientras recibía una sonrisa de ésta—.
— "si que había estado ausente…" —pensó la castaña— si, decidí hacer una aparición —le guiñó su ojo derecho—.
— Qué bueno —Sakura sonrió tiernamente en respuesta— ¡oh si!, chicos, el es Uchiha Sasuke, amigo de Naruto y mío, y primo de Sai —.
— Yo ya lo conocía —dijo Temari—.
— ¡Oh, sí! Es cierto, la empresa de la familia de Sasuke, es socia de la empresa de tu familia, lo había olvidado— recordó la recién llegada—.
El azabache solo sonrió de medio lado y posó su vista en la castaña.
— Nosotros también ya nos conocíamos —le dijo a ella—.
— ¡eh!, ¿enserio? —preguntó Tenten confusa—.
— Si, en el metro, cuando me aventaste gentilmente —dijo en tono de burla—.
— Ah… —se sonrojó— si, lo recuerdo —dijo sin mirarlo—.
— ¿eh?, ¿Cómo es eso? —curioseo Ino—.
— Ah… bueno… ¿recuerdan que mi carro se averió hace unas semanas? —los presentes asintieron excepto el Uchiha— bueno tomé el metro…
~Flash Back~
Una castaña iba corriendo escaleras abajo en la estación del metro que ella solía tomar, iba tarde.
Su carro se había averiado por lo tanto debía usar otro medio de transporte, detestaba usar el metro, a esas horas había demasiada gente, te aventaban, se te pegaban y nunca faltaban los viejos pervertidos buscando cualquier momento para aprovecharse.
Estaba a punto de terminar las escaleras cuando escuchó el pitido de las puertas a punto de cerrarse, con un esfuerzo sobre humano saltó los cuatro escalones faltantes y corrió lo máximo que sus tacones le permitieron, apenas alcanzó a pasar cuando las puertas se cerraron detrás de ella e incapaz de detenerse con sus tacones se estrelló sin ningún tipo de "amabilidad" con un chico.
— Lo siento mucho, no era mi intención —sintiéndose abochornada se inclinó y sin querer mirarle a los ojos suspiró con la cabeza gacha, sencillamente no era su día—.
Al no escuchar respuesta levantó la vista encontrándose con dos orbes negras y profundas, sintiéndose más nerviosa aún se disculpó mirándolo, cuando esté simplemente respondió con su ceja levantada viéndola como si estuviera loca, lo cual la enfadó un poco sin poder ocultar su enojo el solo sonrió.
— No hay problema —contestó al fin—.
Ella sonrió de nuevo, y al ver las manos de éste notó un libro que ella recientemente había terminado de leer, y así comenzaron una breve plática que duró hasta dentro de unas estaciones más en donde ella bajó, y se despidieron.
~Fin Flash Back~
— Vaya, si que sabes cómo llamar la atención de un desconocido —se burló Temari—.
— ¡Cállate!, fue un accidente — se defendió ella—.
Seguido de eso la castaña posó su vista en la pista, estaban Ino y Sai bailando, Hinata sonrojada intentando seguir el paso de un tomado Naruto, y por último Sakura y un obligado y fastidiado Sasuke, sonrió, los extrañaba, hace mucho que no salía con ellos.
La noche siguió su curso y con ello las bebidas, algunos ya con estragos del alcohol, su reloj marcaban las 2am, si que el tiempo volaba.
Volteó al sentir que alguien tocaba su hombro, era Naruto.
— Y dime Tenten, ¿ya lo superaste al fin? —preguntó el rubio como si nada, atrayendo la atención de los demás en la mesa mientras lo miraban con odio, menos ciertos azabaches, uno sin comprender y el otro permanecía imperturbable—.
— ¿eh? —contestó ella sorprendida—.
— Naruto, cállate —sentenció seriamente la peli-rosa—.
— ¿qué?, ¿por qué? — preguntó el chico hiperactivo sin comprender—.
— Naruto está muy ebrio, no sabe lo que dice —intentó calmar Temari—.
— Si, Temari tiene razón —apoyó la oji-gris—.
— Claro —comentó la castaña con desgano y una sonrisa amarga— bueno, ya es tarde debo irme —se excusó, no se sentía bien, quería irse—.
— ¿acaso sigues con lo mismo?, ¿aún no lo superas? —hizo su aparición el rubio de nuevo—.
— ¡Naruto, ya basta! —le gritó la rubia oji-celeste—.
La castaña miraba al rubio, no le enfadaba lo que decía, de hecho, todo lo que dijo era real, ella seguía estancada sin avanzar, mientras los demás avanzaban en su camino, incluso "él" ya había avanzado, y ella seguía donde mismo, recordando un pasado que no volverá y anhelando algo que no se cumplirá.
— Nos vemos —fue lo último que dijo la oji-miel antes de marcharse con la cabeza gacha sin mirar atrás, ignorando aún más la insistente mirada del Uchiha que no era más que un espectador—.
— ¡Naruto eres un idiota! —regañó la oji-jade dándole un certero golpe en la cabeza—.
— ¡Sakura, lo siento! —se disculpó con la cabeza gacha—.
— A mí no, a Tenten —contestó Sakura—.
— Y tanto trabajo que nos costó traerla —está vez habló Shikamaru—.
— ¿"Nos"?, tu ni hiciste nada vago —se burló la Sabaku No—.
Triste y aceptando que era verdad todo lo que escuchó, la castaña llegó a su casa tirando las llaves en cualquier lugar, adentrándose a su alcoba a paso desganado se tiró sin cuidado alguno a su cama y con una última y fugaz mirada a la luna se durmió con una cristalina lágrima en su rostro.
