Las Aventuras de John Smith y el Gran Lobo Feroz.
Por LittleSelene
Capítulo 1: John Smith
Disclaimer: Doctor Who no me pertenece, ni ninguno de sus personajes.
Resumen: ¿Qué tal si El Doctor nunca hubiese existido? Pero en su lugar una gran Time Lady se ha alzado. Estas son las aventuras de El Bad Wolf, la última de los Time Lords y John Smith, un humano que se ve envuelto con ella en la más brillante de las aventuras. Completamente AU. TenDoctor/Rose.
Nota de la Autora: Este es un extraño proyecto que acabo de comenzar y espero seguir a largo plazo, puesto que hasta ahora no he tenido suerte con mis historias "largas". Pondré mucho de mi parte para que esto salga bien y espero sus comentarior al respecto.
John estiró su brazo, aún medio dormido, y apretó el botón que apagaba la alarma despertadora; hora de comenzar un nuevo día, pensó.
Luego de tomar una corta ducha, vestir su típico traje a rayas y arreglar su cabello (como amaba arreglar su cabello cada mañana), rápidamente hizo pasar su tostada por la garganta con la ayuda de su taza de té matutina y, tomando su maletín, se apresuró a la estación de bus cuando alguien chocó con él en el rellano de la escalera.
- ¡Ay, pero qué coincidencia! Buenos días, John.
- Buenos días, señora Tyler. – Saludó él con algo de nerviosismo, ¿cómo era que nunca paraba de toparse con esa mujer? Era cierto que vivían en el mismo complejo de apartamentos, pero la cantidad de veces que se topaban y ella intentaba entablar conversación con él era casi sospechosa.
- Ya te he dicho que me llames Jackie, John, ¿Te gustaría tomar una taza de té juntos? - ¡Agh! Ahí iba nuevamente, ¿es que acaso Jackie Tyler nunca pararía de intentar seducirle?
- Lo siento seño… Jackie, voy algo justo de tiempo.
- Bueno, ya quedaremos luego. – Sí, claro, como si eso fuese a pasar alguna vez. La mujer debía sacarle al menos unos 10 años y definitivamente utilizaba demasiado maquillaje para su gusto y ¡agh! Sólo pensando le causaba arcadas.
El resto de su día transcurrió con bastante normalidad, clases de física a los chicos en la secundaria Deffry Vale, corregir algunos reportes, almuerzo con sus colegas en el casino de la escuela (últimamente siempre servían papas fritas, ¿sería eso sano para los niños?), eso hasta que una bella mujer desconocida se le acercó en la sala de maestros junto con el director, Señor Finch.
- He aquí uno de nuestros maestros, el Doctor John Smith imparte la clase de física en nuestra institución.
- Mi nombre es Sarah Jane Smith, señor. Escribo para el diario Daily Sun ¿Le importaría contestar algunas preguntas sobre la escuela? – La mujer extendió su mano, la cual John apretó con gusto.
- Seguro que sí, señorita Smith, ¿de qué trata su artículo? – Ella pareció ruborizarse levemente.
- Me encuentro escribiendo una columna acera del señor Finch y su trabajo en Deffry Vale, los resultados de los chicos desde su llegada han sido asombrosos, luego de eso ambos se enfrascaron en una animada conversación.
John pasó el resto de la tarde conversando con la periodista acerca de la escuela y los chicos y acerca de sus trabajos, ¡aquella mujer era realmente interesante! Al poco rato se encontró pensando que quizás la diferencia de edad no fuera algo tan importante (mientras no se tratara de una tal Jackie Tyler flirteando con él) y terminó invitándola a cenar cerca de la escuela.
- Bueno, debo admitir que esta ha sido una tarde realmente interesante, señor Smith-
- Oh, llámame John. – Ella le sonrió con dulzura.
- Entonces tú llámame Sarah Jane, por favor. – Repentinamente pareció recordar algo. – Supongo que tu compañía me ha distraído un tanto de mi objetivo, debería volver a trabajar en mi artículo… - Entonces una idea pareció ocurrírsele, tomó una de las servilletas y garabateó algo en ella. – Ten mi número. Llámame si deseas hacer algo más, ¿sí? – Él sonrió enormemente y de manera casi impulsiva le dio un fuerte abrazo.
- Claro que sí, ya nos veremos otro día. Adiós Sarah Jane.
- Adiós John, hasta luego.
Camino a la estación de buses John por fin notó el paso del tiempo, ya había anochecido hace algún rato y recordó que aún debía corregir algunos reportes de los chicos de una de sus clases, ya lo haría apenas llegara a casa, entonces pareció notar la ausencia de su maletín.
- ¡Oh, Rayos! Debo haberlo olvidado en la escuela… deberé pasar por él antes de ir a casa. – Dejo escapar un suspiro, ni siquiera sabía si quedaría alguien en la escuela como para poder ingresar.
Efectivamente la escuela se encontraba totalmente vacía y cerrada, debería haber algún guardia o portero para este tipo de situaciones pensó con pesadumbre. Comenzó a rodear el edificio con pocas esperanzas hasta que ojeó una de las ventanas del primer piso abiertas… si tan sólo pudiese saltar la reja exterior… Dio una mirada a la reja y tomó una decisión, si no entregaba aquellos reportes corregidos el día siguiente le fallaría a los niños. Con decisión dio un par de pasos atrás para darse impulso y sin demasiada dificultad saltó la reja exterior (por suerte siempre había sido bueno en atletismo y aún a sus 34 años acostumbraba a correr por las tardes.
- Bien, debo haberlo dejar en la sala de maestros. Me apresuraré y volveré a salir de aquí. – No tenía deseos de ser encontrado transigiendo la propiedad en donde trabajaba, claro que no. Con rapidez trepó por la ventana del laboratorio de ciencias, ahora que lo pensaba era un tanto extraño que la ventana estuviese abierta, pero también una suerte, supuso, y caminó por los pasillos de la escuela rumbo a la sala de maestro. Se hallaba a mitad de camino cuando repentinamente oyó ruido al final del pasillo y se volteó, sólo para hallarse frente a una visión de pesadilla; una criatura de forma humanoide y grandes alas vampíricas se encontraba mirándolo de forma predatoria, dispuesta a saltar en cualquier momento. - ¡¿Qué dem…?!
Pero antes de que pudiese terminar la frase, y justo cuando parecía que la criatura le atacaría alguien tomó su mano y tiró con fuerza de él en la dirección contraria. Su vista se posó de inmediato en una mujer de edad cercana a la suya, cabello castaño oscuro recogido en una coleta alta y ojos azul penetrante, vestía jeans negros desgastados, una sudadera café oscuro y una ajustada chaqueta de cuero. Estaba seguro de no haberla visto jamás en su vida, definitivamente recordaría a una chica tan guapa.
- Corre. – Y así lo hicieron. Corrieron como John nunca había corrido en su vida, sólo cuando se fueron acercando a la puerta principal del recinto John pareció procesar lo que estaba pasando.
- ¡Espera, la puerta se encuentra cerrada! ¡¿Y qué era esa cosa?! ¿Es esto alguna clase de broma? ¿Era alguno de los estudiantes? – Ella pareció sorprendida ante su pregunta.
- ¿Un estudiante? ¿Por qué sería un estudiante? – Él pareció atónito.
- Yo… No lo sé… Es lo que harían ellos, ¿No? Disfrazarse de monstruo para asustar a los maestros de noche… No lo sé… ¡Eso no pudo ser real! – Ella chasqueó la lengua y ocupo su mano libre para buscar algo en el bolsillo de su chaqueta, luego de un momento sacó un extraño objeto tubular que apuntó hacia la puerta, antes de activar el botón que prendió una luz azul en la punta, así como dejó escapar un extraño sonido. - ¿Qué es eso?
- Destornillador sónico. – Fue su única respuesta, entonces abrió la puerta y se apresuró a hacerle salir por ella. – Ahora continúa corriendo y olvida lo que viste.
- ¿Qué…? – Muy tarde, la extraña mujer ya había vuelto a entrar y cerrado la puerta tras de sí. Por un momento se sintió completamente perdido, hasta que ella volvió a asomar su cabeza hacia el exterior.
- Por cierto, ¿cuál es tu nombre? – Él dio un salto de sorpresa pero intentó tranquilizarse.
- John… John Smith. ¿Y el tuyo? – Ella sonrió de una manera que pareció calmarlo algo.
- Oh… Yo soy el Bad Wolf.
- ¿Qué? Ese no es un nombre. – Ella pareció que aquello le causaba gracia.
- Bueno, pues es el mío. Ahora, John Smith, corre por tu vida. Y así lo hizo.
Aquella noche John no pudo dormir debido a las experiencias del día anterior y las interminables dudas que había gatillado en su cabeza, pero tampoco pudo corregir los reportes que había vuelto a dejar en la sala de maestros.
A las 6 AM en punto y luego de una enésima taza de té decidió que llegaría temprano a la escuela e intentaría averiguar más acerca de lo ocurrido.
Pero al llegar a la secundaria no encontró nada fuera de lo normal ni a ninguna extraña mujer de penetrantes ojos azules y ocupó el resto de la mañana como siempre realizando sus deberes para con el alumnado.
Aquella tarde antes de retirarse volvió a ver a Sarah Jane y juntos caminaron por la secundaria. Luego de algunos minutos de haber estado meditando si contarle de su experiencia la noche anterior, repentinamente escuchó a su acompañante dar un fuerte jadeo y dejar caer su bolso al suelo.
- ¿Sarah Jane? – Fue entonces cuando la vio: Una, completamente a tamaño real, caja policial de los años 50 en los jardines de la escuela (vacíos a esas horas de la tarde), lucía exactamente como las que había visto en libros o una vez en un museo, y definitivamente no se hallaba ahí antes. - ¿Qué dem…? – pero las palabras que escaparon los labios de Sarah Jane a continuación lo dejaron boquiabierto.
- ¿Bad Wolf…? - Pero entonces otra voz le hizo saltar del asombro.
- Ha sido un largo tiempo, ¿eh, Sarah? – John observó el intercambio entre su nueva amiga y la extraña de la noche anterior con asombro.
- ¿Ustedes se conocen? – los ojos de Sarah Jane parecieron dolidos y llenos de asombro.
- ¿TÚ la conoces? ¿Dónde has estado todo este tiempo? ¡Te esperé por años! ¡Pensé que habías muerto! – Lágrimas parecieron formarse en los ojos de Sarah Jane, pero parecía intentar no dejarlas ir bajo ningún costo. La mujer llamada Bad Wolf jugueteó con algunos de los cabellos que escapaban su moño con nerviosismo.
- Si bueno… He estado algo ocupada. Cosas por hacer… Mundos por salvar, ya sabes. - ¿Mundos por salvar? ¿Había oído bien?
- ¿Quién rayos son ustedes? ¿Y qué era esa cosa ayer por la noche? ¿Alguien me va a explicar qué está pasando? – Bad Wolf pareció relajarse ante su presencia, y la irrupción en la emotiva reunión.
- ¿John, no? – Él asintió. – Verás, ayer por la noche convenientemente salvé tu vida de un Krillitane. Terribles criaturas. En un principio no lo reconocí pues han cambiado mucho desde la última vez, son una raza carroñera y toman partes de las especies a las cuales conquistan…
- ¡Espera un momento! ¿Estás intentando decirme que esa cosa era un alienígena? – Ella pareció divertirse ante su respuesta.
- ¿Y qué si no? Pero más importante que eso. Llevan meses aquí, están utilizando a los niños para algo y debo detenerlos. Sarah, ¿has recabado algo de información útil? – Ella asintió con dificultad.
- Hace algunos meses la mitad del personal de la escuela fue remplazado; el nuevo director, el señor Finch trajo consigo a 13 personas, entre maestros y personal de enfermería y cocina, tengo la impresión de que ellos son los únicos alienígenas en la escuela, pero aún no logro averiguar qué le hacen a los niños. – Suspiró. – Anoche me escabullí en la escuela y obtuve una muestra de este aceite que utilizan en las cocinas y que parece hacerles un gran daño, pero K-9 no se encuentra disponible y no he podido analizarlo. – Bad Wolf sonrió enormemente.
- ¡El viejo K-9! Esto es increíble, ve por él y lo repararemos, bueno, YO lo repararé. En el intertanto podemos analizar ese aceite en la TARDIS, vamos. – Sarah Jane asintió y corrió en dirección al aparcamiento, Bad Wolf sacó calmadamente una llave de su bolsillo y comenzó a abrir la extraña cabina azul.
- ¡Hey! ¿Qué… Qué es lo que está pasando? ¿Quién eres tú? – Ella le miró sorprendida.
- Ya te lo dije…. El Bad Wolf. – Entonces traspasó el portal dejándolo atrás. - ¡Puedes venir si quieres!
- ¿A esa cabina? ¿Por qué querría entrar ahí? – Pero a pesar de sus palabras John dio un paso adelante, y luego otro, para cuando finalmente traspasó el portal lo que vio lo dejó sin palabras. - ¿Qué…? – La mujer sonrió de manera satisfecha mientras comenzaba a apretar botones y mover palancas con rapidez. - ¡Es más grande por dentro que por fuera! ¿Cómo es eso posible? – Mientras volvía a salir y rodeaba la cabina policial al menos tres veces para comprobar que no fuese ningún tipo de truco, comenzó a hacer uso de todos sus conocimientos en física para poder explicar el extraño fenómeno frente a sí. – Espacialmente trascendental… Es como si… Como si la puerta fuese un portal a una dimensión diferente en la cual se encuentra el verdadero interior, es… Asombroso… - Ella le miró algo molesta ante su explicación.
- Prefiero cuando se quedan en el "es más grande por dentro" ¿sabes? Pero sí… Aquella explicación se acerca bastante a lo que es. Bienvenidos a la TARDIS, T-A-R-D-I-S, eso es Tiempo y Dimensiones Relativas en el Espacio, es mi nave.
- ¿Nave? ¿Quieres decir que… Tú también eres un alien? – La voz de Sarah Jane le contestó desde la puerta.
- Bad Wolf es una Time Lord, una de las más fascinantes razas en el espacio. – El pecho de la extraña mujer pareció hincharse ante la afirmación.
- ¿Y eso tú lo sabes porque…?
- Solíamos viajar juntas…. Cuando yo era mucho más joven, claro. – Sarah Jane bajó la mirada algo apenada. – La conocí en los 70's cuando estaba varada en la Tierra y luego viajamos juntas por un tiempo, finalmente me abandonó y ni siquiera en mi propia ciudad. – Bad Wolf pareció algo culpable ante su afirmación.
- Bueno…. Lamento eso Sarah, pero sabes que debía irme… Y en ese entonces no aceptaban humanos en Gallifrey y yo… lo siento. – Para su alivio Sarah Jane le sonrió.
- Bien, entonces. Krillitanes.
- ¡Krillitanes! ¡Y K-9! ¿Cómo has estado, mi amada mascota? – Bad Wolf corrió hacia el perro de metal y comenzó a trabajar en sus circuitos con entusiasmo, entonces John se acercó a Sarah.
- ¿Es verdad que viajaste con ella? – Ella asintió animadamente - ¿…A otros planetas? – Ella sonrió feliz.
- ¡Sí! No puedes creer lo emocionante que fue, y no sólo eso, la TARDIS no sólo es una nave espacial…
- ¡Listo! – Bad Wolf dio una vuelta satisfecha alrededor de K-9, quien comenzó a moverse alegremente.
- Bienvenida, ama.
- Ahora, ¡Krillitanes! – Corrió alegre hacia la consola para verificar los resultados del escáner sobre la muestra.
Horas más tarde John podía afirmar que estos habían sido los dos días más extraños de su vida y que ahora tendría que buscar un nuevo empleo, luego de que él mismo hubiese ayudado al Bad Wolf y a Sarah Jane a volar la escuela para impedir los planes de aquellas criaturas, algo relacionado con el "Paradigma Skasis". ¡Aliens! ¿Quién lo diría?
- Bien. Supongo que esto es un adiós entonces. – Sarah Jane extendió su mano, la cual él tomó firmemente, pero luego le abrazó casi por impulso, nuevamente. – Recuerda que aún me debes esa cena.
- Cómo olvidarlo luego de un par de días como estos. – Él le sonrió.
- Y Bad Wolf…. Ha sido un gusto verte nuevamente. Durante mucho tiempo pensé que podrías haber muerto y realmente me alegra saber que no fue así. – Sarah sonrió con pena.
- Sarah… Sabes… Podrías venir conmigo nuevamente si lo deseas…. Actualmente no viajo con nadie. – Sarah sonrió ampliamente pero negó con su cabeza.
- No lo creo… Ya han pasado muchos años ¿Sabes? No soy la misma, he envejecido y ya tengo una vida aquí. Ir contigo sería como huir de ello, y… Creo que por fin he encontrado mi lugar. – Bad Wolf sonrió enormemente.
- Eso me alegra mucho, Sarah. Defensora de la tierra, te lo mereces. – Ambas se dieron un último abrazo antes de que la mujer se alejara camino a su auto. Él la siguió con la mirada un momento, hasta que un carraspeo de Bad Wolf lo trajo de vuelta a la realidad.
- Entonces… - Él arqueó una ceja con curiosidad.
- Entonces…
- ¿Te gustaría venir conmigo? – Su corazón comenzó a latir más rápidamente.
- Yo… No puedo… También tengo una vida aquí, un empleo… Bueno, supongo que eso ya no… pero debo encontrar otro. Niños a quienes enseñar, adoro ser un maestro y… No puedo simplemente escapar de esto y recorrer el universo contigo, por muy tentador que suene. – Los ojos de ella, de ese perfecto azul claro penetrante parecieron oscurecerse ante su respuesta.
- Está bien. Lo entiendo. Que tengas una fantástica vida, John Smith. – Y sin decir más desapareció tras las puertas de la TARDIS, la cual comenzó a emitir un sonido extraño y en segundos desapareció dejando una marca en el suelo en su lugar.
John tuvo poco tiempo para pensar si había tomado la decisión correcta cuando volvió a oír el sonido de la máquina y esta se materializó en el mismo punto en donde estuviese segundos antes. La cabeza de Bad Wolf se asomó con una nueva emoción en sus ojos; absoluta decisión, y entonces dijo sin más.
- ¿Mencioné que además viaja en el tiempo?
Y aquello fue todo lo que tomó para que él corriera hacia ella y traspasara ese portal, dejando su vida atrás para viajar juntos por el tiempo y el espacio. John Smith y el Gran Lobo Feroz, siguiente parada: en donde y cuando fuera.
Nota de la Autora: Bueno… ese sería el primer capítulo de esta bizarra historia que decidí comenzar, ¿qué opinan? ¿Bien? ¿Mal? ¿La aman? ¿La odian? Espero sus opiniones y estaré trabajando en cómo sigue.
Por cierto, para la apariencia del "Bad Wolf" estaba pensando en Billie Piper pero con el pelo castaño oscuro, me "inspiré" en esta imagen… . aunque sería algo mayor y con los ojos azules… eso.
