Capítulo 1: Una Nueva ciudad.


En la avenida Franklin, alrededor de las 10 de la noche, una turba furiosa, con antorchas, bidones de gasolina, rastrillos y palos estaba merodeando por la calle, detrás de ellos, estaban los escombros en lo que antes estaba una casa, la casa Loud.

Tras dejar los cuerpos de un matrimonio, totalmente agredidos y golpeados, con la sangre escurriendo, pero la turba no estaba satisfecha, su furia parecía no parar hasta que acabaran con las responsables, 9 de 11 hermanos.

-¡Tienen que estar por aquí!

-¿Y si escaparon en su van?

-Imposible, destruimos su vehículo antes de que pudieran usarlo, no debieron ir lejos.

-Sigan buscando, ellas deben pagar por todo lo que han hecho, con las personas a su alrededor, y especialmente a su propio hermano.

-Si fueron capaces de hacer todo ese tipo de cosas, entonces son capaces de ser peligrosas.

-¡Separence, formen grupos y acaben con ellas en cuanto las vean!

Mientras la multitud se dispersaba para abarcar más terreno, no iban a parar hasta que encontraran a quienes estaban buscando para darles una muerte dolorosa como castigo.

Mientras, desde un arbusto, un pequeño de blancos mechones, con su ropa un poco magullada salía de su escondite y se dirigió a lo que quedó del sótano de su hogar, al descender, estaba acompañado de 10 chicas en total, todas estaban asustadas, la mayoría sollozaba, les aterraba que las encontraran y les hicieran lo mismo que a sus padres, todas habían suspirado aliviadas al ver a su único hermano.

-Se separaron, ahora estarán más divididos.-Dijo.-Chicas, tenemos que salir de aquí.-dijo también aterrado.

-T-Todo esto e-e-es n-nuestra culpa.-Dijo la menor de las gemelas, la que estaba vestida de rosado, con el maquillaje totalmente escurrido por las lágrimas que dejaba caer.-S-Si hubiéramos sido mejores n-no estarían todos intentando matarnos.

-Que vamos a hacer.-Dijo la tercera mayor, con la voz totalmente destruida.-Esto es nuestro fin. Yo no quiero verlos morir, por favor.-Dijo mientras la siguiente, la comediante, cubría su rostro con sus rodillas hecha un ovillo.

-Tenemos que salir o tarde o temprano nos encontrarán aquí y nos matarán.-Dijo Lincoln.-No quiero perderlas chicas, tenemos que buscar un lugar más seguro, por nuestra seguridad, sé que es difícil.-Dijo conteniendo también el sus lágrimas.-¿Pero acaso quieren vivir a escondidas por siempre?

-Lincoln tiene razón.-Dijo la mayor de todas.-Ya no podemos quedarnos aquí.

-¿Pero adonde iremos?-Dijo Leni, secándose las lágrimas.

-Cualquier otro lugar es mejor.-Dijo Lincoln.-Vamos...y con cuidado.

Los hermanos salieron con cuidado mientras podían oír como la policía comenzaba a acordonar la zona, pero ninguno miró hacia atrás, adentrándose en el bosque, Leni cargaba a Lily mientras el resto avanzaba, a nadie le importaba el rumbo, solo querían escapar de la muchedumbre.

-¡Ahí están!

Todas junto con Lincoln comenzaron a correr entre los árboles, mientras las luces se aproximaban, Luna cargó a Lana, y Lincoln a Lola cuando estas se agotaron, a pesar de que esas personas no tenían intención de lastimar a Lincoln, con sus hermanas era todo lo opuesto, pero el mechones blancos no iba a permitir que les hicieran nada, no por nada era el hombre del plan, gracias a el, pudieron esconderse de esa muchedumbre enfadada, pero sus padres, especialmente su padre, no corrieron la misma suerte.

Los hermanos Loud tenían que escapar si querían vivir.

Luego de correr un poco, las luces comenzaron a distanciarse, hasta que lograron perderlos.

Llegaron a una carretera en el bosque.

Caminaron por 2 horas, a la salida del pueblo, Las menores eran cargadas por Lincoln y sus hermanas mayores, viendo el cartel del pueblo, pero poco les importó, siguieron avanzando, de pronto, una camioneta Lima, que salía también del pueblo se detuvo frente a ellos, dejando ver a un hombre de tes morena, amerindio, cabello negro, camisa azul y pantalones blancos.

-¿Se perdieron?-Preguntó reflejando cierta preocupación al ver a los Louds en ese estado, sucios, magullados y con moretones particularmente en las mayores.

-Estamos bien.-Dijo Lori, claramente reflejando temor y desconfianza.

-¿Y sus padres?

Dicha pregunta hizo que varias de las chicas bajaran la mirada.

-Muertos.-Dijo Lola con la voz quebradiza.

-Si...Si quieren puedo llevarlos al pueblo, quizás sea posible...

-No.-Pidieron al unísono, asustados.

-No nos lleve a Royal Woods, por favot.-Pidió Lori.-Nos matarán.

Entonces aquel hombre vio que estaba cerca de una estación de gas y decidió llevarlos allí, una vez en ella y de pedir algo de gas para el camino, sacó de su equipaje unas mantas y sábanas y se las dio a varios de los hermanos Loud, también sacó algo de agua y les ofreció un poco, Preguntó que es lo que les había pasado.

Lincoln y sus Hermanas le contaron como, de alguna forma, alguien expuso a su familia como un montón de monstruos ante las cosas que pasó Lincoln un par de veces, como la mala suerte, el protocolo, también en caso de Lincoln, el video o la Limusina, entre otras, fue suficiente para que las personas juntaran una rabia inconmensurable contra las chicas particularmente, así que le prendieron fuego a la casa y apalearon a sus padres, intentaron hacer lo mismo con las chicas, pero Lincoln tuvo un plan que logró esconderlas a tiempo, así que, una vez terminado con éxito el plan, procedieron a escapar por el bosque, donde casi los hubieran atrapado.

-Cielos...-Dijo conmocionado.-No...no voy a mentirles chicas, todo lo que hicieron estuvo mal, pero lo que estuvieron intentando hacer esas personas es Doblemente Inhumano.

-No quisimos darle molestias señor.-Dijo Lori.-Nos iremos para no dar más problemas, ¿si?

-No, no es molestia.-Dijo el Hombre.-verán, si quieren puedo llevarlos a donde vivo y realizar un par de trámites para ver donde quede algún familiar cercano suyo, vivo en Toronto.

-Pero eso es en Canadá.-Comentó Leni.

-No se preocupen, chicos.-Dijo.-Seguramente debe haber alguien a quienes le importan.

-De verdad, muchas gracias señor.-Dijo Lori por todos.-Realmente no sabemos como pagarle.

-Pueden llamarme Elijah Wayne.-Dijo.-No se preocupen, mi casa tiene más que espacio, tendrán tiempo para reorganizarse cuando encuentren a sus familiares.

Los Louds realmente estaban e Deuda con el Señor Wayne, lo veían como su salvador en medio de una ciudad que quería verlas muertas a las hermanas de Lincoln, solo era cuestión de tiempo para que prepararan todo para llegar a Toronto, el comienzo de una nueva vida para Lincoln y sus hermanas, aunque con el tiempo sería aún más.