Llegó de pronto, ni si quiera me avisó, lo juro. Mis manos escribieron y ¡Pum! esto nació.

Espero le agrade.

Disclaimer: SnK no me pertenece, solo sigo sufriendo la muerte de Marco.

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-Marco…- Como un lamento, aquel nombre escapa de los labios temblorosos de un pequeño niño de apenas 3 años de edad quien entre violentas sacudidas intenta controlar el llanto que de un momento a otro y sin ningún motivo aparente le ha atacado sin compasión.

La oscuridad de la habitación no hace más que incrementar el dolor y vacío que en su pecho habita, es un infante, no entiende porque gruesas lágrimas salen de sus ojos desahogando un dolor que no sabía existe en un lugar muy cercano a su corazón, por ahí por donde imagina vive su alma. Sus sollozos no paran, solo bajan su volumen hasta convertirse en un murmullo constante y triste.

La puerta de la habitación se abre dejando ver a una mujer con los ojos llenos de preocupación, angustia y un poco de impotencia. Odia ver como su hijo despierta bañado en lágrimas añorando algo (o alguien, porqué también lo ha considerado) que ni si quiera tiene idea de qué sea o cómo conseguirlo, sin poder ayudar en lo más mínimo.

Se acerca a su hijo y se sienta en la orilla de la cama y con cariño y paciencia comienza a acariciar el cabello castaño del menor, esperando que este pare de llorar y pueda volver a conciliar el sueño, rutina que al parecer han adoptado desde que comenzaron a aparecer esos episodios tan angustiosos en sus vidas.

Una tonada suave y conciliadora emerge desde lo más profundo de su garganta con ritmo alegre y cálido, haciendo que el pequeño comience a sentirse adormilado y mucho más tranquilo. Poco a poco solo la melodía se escucha dentro de la habitación junto a la pausada respiración del menor quien al parecer se ha rendido al sueño.

Jean duerme, sin embargo el vació dentro de su corazón permanece ahí.

-*-*-*- 3 años después-*-*-*

-Mucho gusto, mi nombre es Marco Bodt y es un placer conocerlos –Se presenta casi de último un niño con pequeñas manchitas cafés y una sonrisa plasmadas en su rostro cuya presencia irradia calidez, y Jean no puede evitar sentirse abrumado por una gama de sensaciones y sentimientos que se arremolinan y acaparan su aun pequeño ser.

Sus ojos escocen, sin embargo se siente feliz, al fin ha encontrado aquello que le hacía falta desde que nació, y por el brillo emocionado y alegre que toman los ojos negros del pecoso, sabe que no es el único que se siente de esa manera.

"Qué bueno es encontrarte de nuevo, mi viejo mejor amigo."

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Espero les haya gustado aunque sea un poco.

Un beso.

Bye bye.