Es mi primera historia, y espero que os guste. Alguna queja o duda comenten, si les gusta haganmelo saber, estaría muy agradecida, ya ire publicando.

Gràcias.


Capitulo 1

Las historias siempre vuelven a empezar, aunque todas terminan de manera diferente, porque el nudo de la historia siempre cambia.

Cuando una acaba siempre empieza otra nueva, y así sucesivamente.
La mía es la continuación de otras, pero la que solo se centra en mi, empezó cuando nací y terminó cuando morí, esta es la principal. Pero siempre he tenido pequeñas historias en medio. Aún así, puedo afirmar que la más importante de todas ellas comenzó cuando yo tenía 15 años, la edad en que conocí a Edward Cullen.

Desde que tengo memoria he vivido en el mismo orfanato, un caserón de piedra fría, un edificio victoriano que parecía salido de una historia de terror.
Nunca he sabido que les pasó a mis padres. Si estaban muertos o simplemente me abandonaron, pero prefería no saberlo, porque en el caso de que estuvieran muertos, yo ya no podría hacer nada, y si me habían abandonado prefería no saberlo y no conocerlos, claro que puede ser que fuera otra cosa mucho más complicada, otra historia con su inicio y su final. Así que como que nunca sabré lo que realmente pasó prefiero no darle demasiadas vueltas.

Como ya he dicho el aspecto de mi orfanato no era muy acogedor, salvo alguna persona simpática y amable, el resto era una enorme mierda, lo digo ya directamente porque no tengo ganas de centrarme en este sitio.

Cuando fui lo suficientemente madura como para idear un buen plan, me escapé de allí.

En aquella época todo eran esperanzas, no sabía nada de lo que me esperaría fuera, pensaba que la crueldad se había quedado allí, en el orfanato, no pensaba que me pasaría lo que me terminó pasando cuando se hizo oscuro y no tenía lugar donde dormir, ni dinero para comer...

Estaba perdida por las calles de aquella fría ciudad que sólo había visto de día en alguna pequeña salida con el orfanato.

Entonces un hombre de mediana edad todo amable se me acercó, me preguntó si estaba sola y que hacía a esas horas en la calle.

Al principio me pareció agradable, más tarde me hizo sentir nerviosa e intenté marchar, pero él me lo impidió, me violó allí en medio de un callejón mientras yo lloraba y él me cerraba la boca. Nadie pasó por donde estábamos, nadie me pudo ayudar, después empezó a pegarme y quedé inconsciente con uno de los golpes.

Cuando desperté me dolía mucho la cabeza, me toqué y al mirarme mi mano estaba llena de sangre.
Me fijé en mí alrededor, aún estaba en el callejón con aquel desgraciado, ahora sin cabeza, a mi lado.

Me puse a gritar, desde atrás alguien me tapó la boca. Me aparte del que lo había hecho y me volví para dar la cara.

Me encontré con un chico de unos 20 años alto, con los ojos verde esmeralda y el pelo de un color cobre irreal.