Típicas Situaciones

Kirigaya Kazuto no podía soportarlo más. No, simplemente su larga paciencia había llegado a un límite. Esa mujer. Yuuki Konno, se había robado la atención de Asuna Yukki, su princesa. Tanto en el juego como en la vida real. ¿En la vida real? Pues sí. A diferencia de los tantos años que científicos han buscado la cura de diversas enfermedades terminales, se presentó el descubrimiento del siglo. La cura del síndrome de inmuno deficiencia adquirida. La impactante noticia, llegó, a él ágil oído de Asuna, fue a ayudar a su mejor amiga, por medio de su familia. A la pequeña muchachita no le cabía el pecho de felicidad, y vergüenza. No sabía, que había conocido a una amiga que se preocupara tanto por ella.

Desde ese día, las dos chicas salían a ver la ciudad de Tokio, una hermosa ciudad que Yuuki no había tenido oportunidad de ver. Eran muy felices, claro, exceptuando a cierto espadachín. Kazuto estaba tan enojado con esa mujer, y esa mujer mostraba burla delante de él, eran como perros y gatos. Su infantilidad alcanzaba los límites conocidos por el ser humano, nadie lo creería de Zekken, la mejor espadachína de Alfheim Online, ni de Kirito, el chico que ganó Sword Art Online, el juego donde podías perder la vida. A ninguno le gustaba la presencia del otro, es más, trataron de matarse en Alfheim unas veces. Esa noche, afuera del Dicey Café, Asuna estaba atendiendo su celular, hablando con su madre. Yuuki y Kazuto estaban observándola, embobados, y después chocaron sus miradas, y con superioridad.

—Asuna se quedará en mi casa a dormir—Soltó la de cabellos violetas, con las mejillas sonrojadas.

—¿Y eso a mí qué?—Interrogó con fastidio.

—Oh, nada. Solo pensé que te preocuparías de que estuviera a solas…Conmigo. —Recalcó la última palabra. Kirito la miró con terror, imaginándose a Asuna y Yuuki, en una cama, desnudas, sudadas gimiendo… ¡NO! Es decir, era un adolescente, le gustaba eso del Yuri, ¡Pero no así joder, no así!

—Konno, atrévete y…—

—¿Y qué?— Esperó que siguiera con una sonrisa burlona.

—Espera, ¿Te gusta Asuna?—La miró con horror.

—¿Será…?—Puso una mano en su mentón.

—Asuna Es mía, solo mía. -Bufó

—Por lo que pasará esta noche, no lo creo.—Rió.

—Pero Asuna es mi novia, ella y yo si nos metimos en la cama.—Ahora el soltó la carcajada.

—P-pero, ¡Solo fue una vez! ¡¿No?! ¡Asuna es mía!—Le gritó.

—¡Ella es mía por derecho!—

—¡Mía!—

— ¡No, mía!—

Iba a ser una larga discusión, pero Asuna llegó y ellos se callaron.

—Lo siento, Kirito-kun, pero hoy me quedaré en la casa de Yuuki-chan, a pasar la noche. —Sonrió.

—Lo sé, ella me lo dijo. —Suspiró en derrota, y la pelirroja no ignoró ese detalle.

—Vayámonos ya, ¡Asuna! ¡Hay algo que quiero mostrarte!—Miró de reojo a Kirigaya, que estaba ardiendo de furia.

—No era necesario Yuuki. —Rió.

— ¡Claro que sí! Es la primera vez que vienes a mi casa, debo recibirte de forma especial. —Hizo una pose de sabelotodo.

—Bueno, yo también estoy feliz de pasarla contigo Yuuki. ¡Nos vemos, Kirito-kun!—Tomó la iniciativa, tomándole las mejillas y dándole un beso. Él afianzó su agarre tomándola de la cintura. Miró de reojo a Konno, con burla. –Te amo, Kirito-kun. —

—Yo también te amo, Asuna. —

—Dejen la cursilería, y vayámonos ya, Asuna. —Infló las mejillas, y comenzó a caminar.

— ¿Está molesta? Bueno, nos vemos Kazuto. —Dios, amaba cuando lo llamaba por su nombre. Comenzó la partida hacia la casa de la chica. Konno se detuvo, sacó la lengua, para Kirito. Estaba diciendo: "Hoy me quedaré con Asuna y no dejaré que olvide esta noche, en tu cara Kirigaya" Sí, muy expresiva su carita.

Esa noche Kirigaya Kazuto no logró pegar el ojo toda la noche, pensando que cosas estarían pasando en la casa de Konno Yuuki.


¡Hola! Este es mi primer fic, espero que sea de su agrado. Mi personaje favorito es Yuuki Konno, y, ¡Oye! ¿Por qué no dedicarle un fic? Veo que no hay muchos fics de ella aquí. Que tengan buen día.