Kuroo había empezado hace un par de meses con pequeños dolores en la zona de sus muñecas, la primera vez pensó que había hecho un mal pre-calentamiento pero con el tiempo se dio cuenta que no era así.
Sus muñecas comenzaban a molestarle demasiado cuando intentaba tocar algún tema, ni siquiera podía tocar el bajo. Akaashi y Bokuto, antes esto, lo convencieron de ir al médico. La noticia que Kuroo más temía se había vuelto realidad.
—Con este nivel de tendinitis no podrá volver a tocar la guitarra de manera profesional. Por unos meses le recomendaría que siga un tratamiento bastante intensivo y que se aleje de los instrumentos si quiere evitar una operación. — El doctor miró a ese trío y sintió densa la atmósfera, decidió dejarlos solos un momento.
Kuroo buscó un cigarrillo pero Akaashi lo detuvo.
—Kuroo-san, es un hospital.
—Tsk, mierda.
—Hey Bro, no te preocupes. Aún tienes tu voz, podemos buscar un guitarrista. Además es preferible una tendinitis que una fascitis necrotizante.
Bokuto miró expectante a Kuroo, esperando una respuesta. No soportaba ver triste a su amigo.
—Debo admitir que tuviste una buena idea, lechuza ruidosa.
—Búho, el que parece lechuza es Akaashi.
— ¿Q-qué? — El "chico lechuza" los miró sorprendido, sin saber cómo reaccionar. Los otros dos rieron.
Akaashi suspiró, todavía no entendía como había terminado en un grupo con esos dos. Cuando Bokuto le pidió de formar una banda con Kuroo, se negó. Sin entender cómo, terminó tocando el bajo en base a lo que había aprendido de violín y cello.
Atrapado en recuerdos, no escuchó nada de lo que hablaban los otros dos. Probablemente intentaban programar audiciones para guitarrista. Cuando salieron de la clínica, Kenma estaba en el auto esperándolos.
—Kenma, podrías haber entrado en vez de quedarte esperando solo en el auto. — Kuroo se sentó junto a Bokuto en la parte trasera, Akaashi en el asiento del copiloto. Kenma tenía al dúo dinámico sentado atrás cuando conducía ya que, según él, así era más seguro para todos.
—No puedo jugar ahí dentro.
— ¿No vas a preguntar que dijo el médico?
—Vas a contármelo de todos modos así que no veo la necesidad de preguntar.
Kuroo comenzó a narrarle a Kenma el diagnóstico del médico y la decisión de buscar un nuevo guitarrista. Le pidió al más bajo que programara audiciones y acomodara la agenda del grupo, definitivamente esto iba a cambiar muchísimo la vida de todos.
Kenma, como buen manager, hizo todo lo que le fue pedido. Los chicos intentaron convencerlo de que fuera él su nuevo músico pero se negó; nada peor que tocar en público. Definitivamente el papel de manager era lo suyo, lejos de la luz del reflector pero haciendo brillar a sus amigos.
Era tan obvio lo que iba a pasar, Bokuto y Kuroo no iban a estar quietos durante las audiciones y Akaashi solo se resignaría a escuchar a los aspirantes. Kuroo los provocaría y no hace falta decir que los ojos de búho de Bokuto asustan. Nadie podría tocar de una manera decente bajo tanta presión y todo sería un desastre.
Los requisitos para audicionar no eran algo sencillo. Se debía tener un título que avale los conocimientos musicales poseídos y haber estado en un escenario por lo menos una vez. Así la banda no tendría problemas contratando gente que no conocía siquiera las escalas básicas o personas con problemas de pánico escénico.
Realmente iba a ser difícil reemplazar a Kuroo Tetsurou.
Kenma deseaba que el nuevo integrante sumara un poco de razonamiento. Ni Akaashi ni él bastaban para controlar a Bokuto y Kuroo.
—Patético. —Tsukishima miró a Yamaguchi y Akiteru, ambos lo habían arrastrado a la audición de esa estúpida banda. Los idiotas con caras de animales era el grupo favorito de ambos y como él era el único nexo que tenían, lo llevaron.
— ¡No seas así! Es una gran oportunidad poder audicionar para una de las mejores bandas de Tokio. —Akiteru no se sorprendió por el comentario de su hermano menor, después de todo sin sarcasmo u ofensas no sería él. Aun así ese chico debía mejorar sus modales. —Además, si no fuera por mí, estarías aburriéndote en casa.
Tsukishima se colocó sus auriculares, suficiente charla con su hermano por un día. Yamaguchi solo sonrió.
—Mucha suerte, seguro lo conseguirá Akiteru-san —dijo el pecoso.
—Si no lo consigo Kei podría audicionar.
El rubio simuló no escuchar, lo cierto es que el volumen de sus auriculares no estaba tan alto. Se dio cuenta de que la fila avanzaba increíblemente rápido para una audición ¿Qué estaría pasando ahí dentro? De todas formas, entre más rápido se alejaran mejor para él.
"Candidato número 2763, su turno" dijo una voz femenina. Se distrajo un segundo y ya habían avanzado bastante. Su hermano era el número 2765 y ya se lo notaba extasiado, era obvio que no lo conseguiría ¿Por qué insistía en emocionarse tanto?
Patético, definitivamente patético.
La chica que estaba antes de Akiteru entro, difícilmente llego a durar diez minutos adentro. Salió llorando, tenía plumas atoradas en el cabello ¿Qué demonios estaba pasando ahí? Akiteru tragó saliva, se estaba poniendo muy nervioso. Una hermosa joven de cabello oscuro y anteojos lo llamó.
—Candidato número 2765, su turno.
—S-sí. —Akiteru respiró profundo, prácticamente abrazaba su guitarra. — ¿Puedo preguntarte que pasó con la chica que acaba de salir?
—No lo sé, es un misterio lo que pasa ahí dentro.
El auditorio era enorme, las piernas de Akiteru flaqueaban de los nervios. Yamaguchi no podía creer lo cerca que estaba de sus ídolos ¡Realmente eran ellos! Por otro lado, Tsukishima no compartía la emoción. Solo quería irse de una maldita vez.
—Kei, no puedo tocar. Estoy muy nervioso ¿Y si no lo logro?
—Si no tocas no vas a lograrlo. — Akiteru sonrió, era el máximo apoyo que iba a tener de su hermano.
Cuando salió al escenario vio a los tres músicos sentados, definitivamente debían darle un premio a los peluqueros del baterista y el cantante. Sus miradas lo intimidaban, aun así habló.
—M-mi nombre es Tsukishima Akiteru, soy el candidato 2765.
—Bienvenido al pandemónium, ¿Qué vas a tocar? —Preguntó Kuroo con su sonrisa ladina.
—Reapers.
— ¡Wow! Bro, Akaashi quiero que hagamos un cover de ese tema.
—Bokuto-san, el candidato. — Bokuto se disculpó y Akaashi hizo una seña para que Akiteru comenzara.
Akiteru comenzó a tocar, intentó ignorar los gestos de ese extraño jurado. Se equivocó un par de veces pero inmediatamente lograba recuperarse. Con la mitad de la canción bastaba para que el jurado viera sus habilidades.
Akaashi miró a Kuroo, indicándole algo. Bokuto solo se dedicaba a tararear la canción y a golpear la mesa con un lápiz, su ritmo era tan constante que bien podría ser un metrónomo.
— ¿Quién es el chico que te acompaña? —preguntó Kuroo.
—Uno es mi hermano y el otro su mejor amigo, vinieron a acompañarme.
—Que suban contigo.
Tsukishima y Yamaguchi intercambiaron miradas ¿Qué se supone que quería ese sujeto? Muy tembloroso, el pecoso fue detrás de su amigo. Nunca pensó que uno de sus ídolos iba a decirle que suba a un escenario. Sentía su corazón latir muy rápido.
Respiró profundo, debía calmar sus nervios. No es como si él fuera a audicionar, además Tsukki estaba ahí con él.
Ambos muchachos fueron examinados por los extraños jurados, Akaashi no lograba comprender las intenciones de Kuroo. Bokuto siquiera entendía que debía permanecer en silencio durante las audiciones.
—Son los primeros que vienen a acompañar a alguien, valoro eso ¿Tocan algún instrumento?
—No. — Tsukishima fue rápido y cortante con su respuesta. Esas cosas no eran para él. Además no podía arriesgarse a que le hicieran algo tan atroz en su cabellera.
—Así que la falta de talento es asunto familiar, lástima.
Si había algo en lo que Kuroo era experto era en ser un genio de la provocación. Muchas veces la gente más calmada y mente fría caía ante él, y este caso no iba a ser la excepción. Tsukishima estaba con el ceño fruncido, Yamaguchi temblaba, Akiteru no sabía si sentirse ofendido o huir corriendo de ahí.
—Tsk, como si supieras algo de música.
—Lo suficiente como para saber que tu hermano no tiene talento y que estas bastante acobardado como para no tocar.
Bokuto decía "ohhhh" entre cada comentario, avivando el fuego. Yamaguchi y Akiteru hacían señas a Kuroo para que se detuviera. Akaashi solo observaba, había entendido todo.
