Dumbledore & McGonagall

1.- Impredecible situación.

Había sido un día agotador en el castillo, estaban a finales del primer semestre y se aproximaban las tan ansiadas vacaciones de invierno, es decir, las vacaciones de navidad. Pero como toda escuela debían tener todas las notas para poder mandarlas al ministerio de magia, para hacer el balance del semestre de la escuela Hogwarts.

Como había sucedido tantas cosas en el colegio, para McGonagall era difícil llevar el colegio y mas encima ser profesora de transformaciones, una materia complicada y extensa. McGonagall debía ocupar el puesto de Dumbledore cuando el salía, que era por lo general salidas de varias semanas.

McGonagall era la persona, quien más se ocupaba de los deberes de Dumbledore, ella ordenaba su agenda de salidas, la mayor parte del tiempo estaba pensando en él. McGonagall sentía un gran cariño por Dumbledore, pero a veces dudaba si solo sentía cariño nada más.

Mientras estaba en el despacho de Dumbledore podía pasar largo rato pensando en el, pero en su interior trataba de evitarlo porque en unas de las repisas del despacho de Dumbledore se encontraba el gran sombrero seleccionador, el cual podía saber lo que estaba pensando la gente con el solo hecho de mirarla.

Una noche de tormenta, mientras se encontraba en el despacho escuchando música romántica, llego su adorada lechuza. Tenía una carta en su pequeña patita derecha, reconoció al instante la letra, era de Dumbledore.

Profesora Minerva McGonagall

Despacho del director

Hogwarts

Abrió el sobre con dificultad, ya que estaba temblando, no había recibido ninguna carta de hace tiempo, todas las noches suplicaba que el amor de su vida estuviera bien y llegara a salvo. Dumbledore estaba fuera del colegio tres semanas, en una misión hasta ahora desconocida. Saco el pergamino, esta decía:

Querida Minerva:

Espero que este bien, nuevamente le doy gracias por las continuas suplantaciones que ha hecho por mi.

Le comunico que en un momento mas, yo estaré de vuelta al colegio, ya haber terminado mi largo viaje.

Albus Dumbledore

Con alegría acaricio su lechuza y se dirigió lo más rápido posible a su dormitorio para cambiarse de ropa y le subió el volumen a la música.

Al llegar a el, abrió de par en par las puertas de su armario, y sacó un hermoso vestido de color esmeralda, se lo puso, y busco un sombrero que fuera con el color del vestido. Al encontrarlo se dirigió a su tocador y empezó a maquillarse y a tararear una de las canciones que estaba escuchando.

¡Si tú me amaras te haría sentir que yo soy digna de ti, que eres lo único que importa para mí, si tú me amaras detendría el tiempo para darte amor eterno!

Cuando termino de maquillarse apago por arte de magia la música y se dirigió al despacho del director.

Al llegar, en la puerta se encontraba Dumbledore con una hermosa túnica de gala. McGonagall se ruborizó al verlo y este lo noto.

-¡Se encuentra bien Minerva!- pregunto Dumbledore

McGonagall no sabia que decir estaba impresionada nunca había visto tan buen mozo a Dumbledore.

Dumbledore le extendió uno de sus brazos y la invito a pasar al despacho. Sorprendida por este gesto ella accedió a la invitación y lentamente se dirigieron al despacho.

Al entrar, el despacho estaba en penumbras, había solamente una pequeña mesa alumbrada por dos velas, y en ella había dos copas y una gran botella de champagne.

Y una canción en el aire que hacia mas acogedor el despacho y que Minerva reconoció de inmediato. Dumbledore la sujeto por las caderas y empezó a bailar al compás de la canción y a cantársela al oído a Minerva.

Una noche de pasión, tu inocencia y mi pudor, se encuentran. Yo de paso y tú

soñando iglesia. No te quiero herir, tengo que partir, no me detengas. Cuánto quisiera, ser el príncipe azul que tú esperas. Soy tan sólo tu huella. Seré para ti una noche fugaz, el agua del río que no vuelve a pasar. Y seré para ti un sueño sin terminar. Ámame hoy, mañana empiézame a olvidar.

Minerva no podía creer lo que estaba viviendo, en su mente había un caos total

¿Qué significa esta actitud de su director, ¿Es real o solo uno de sus sueños?

Pero todo era tan real, no podía ser mentira.

A mitad de la canción se volteo para mirar mas de cerca a Dumbledore, pero este no alcanzo a mirarla y el la beso, por primera vez en su vida.

Los ojos de Minerva se llenaron de lágrimas, pero no de pena sino de alegría, se estaba cumpliendo uno de sus más deseados deseos.

Ella no lo rechazo al contrario cuando Dumbledore termino ella le dio otro que duro el doble del anterior.

Al terminar tan hermosa experiencia, Dumbledore la guió a la pequeña mesa y saco su varita para que mágicamente los vasos se llenaran de champagne. Minerva no podía reaccionar y estaba pensando si el sombrero seleccionador había visto todo, se dio vuelta para ver al armario y vio claramente que el sombrero estaba con la boca abierta…

-No es de esperar- Dijo calmadamente el director.

Dumbledore tomo su copa y le dijo unas palabras a Minerva:

-My Dear Minerva, se que esto puede tenerte un poco asombrada e incluso sorprendida.

Pero en este viaje me eh dado cuenta de que la única persona que a estado realmente junto a mi durante estos largos años de mi vida, eres tu. Y me di cuenta que te amo sin saber como ni cuando. Te amo con pasión, porque no se amar de otra manera. Incluso te puedo amar con locura.

No se como desmotrarle que la amo.

McGonagall estaba anonada no sabia que pensar, de su bolsillo saco un pañuelo y se cubrió la cara. Sentía que un calor muy intenso le recorría por toda la sangre.

Se sumergió en su mar de pensamientos tratando de averiguar si todo lo que acababa de escuchar era real y no era producto de su imaginación. Se imaginaba a Dumbledore como tantas veces lo había hecho, pero ahora lo recordaba como cuando lo veía en su vida real, siempre sereno, educado y respetuoso. Nunca le había insinuado nada a ella. Ella siempre lo miraba con cara de preocupación porque siempre hablaban de algún problema o de un tema por el cual preocuparse del colegio o de Potter.

Después de pensarlo por un largo rato se destapo la cara y miro a su alrededor al frente de el se encontraba Dumbledore que la miraba fijamente. Y dijo:

-Minerva creó que estas muy sorprendida por esta repentina declaración…- pero mientras decía esto McGonagall lo interrumpió.

-Profesor Dumbledore necesito hacerle una pregunta, todo lo que me acaba de decir es verdad o esta bajo algún hechizo o algo.

Dumbledore asombrado de esto dijo:

-Me sorprende que dude de mis palabras, pero todo esto es verdad, nunca haría bromas con nadie de esto, sobretodo a ti, y tampoco si estoy bajo algún hechizo para confundirme jamás la haría sufrir. Pero le repito todo lo que dije viene desde el fondo de este corazón que a vivido tantos años. Ahora que le dije todo esto, necesito saber ¿que siente usted por mí, ¿hay alguna posibilidad o solo estoy haciendo el ridículo? Si es así le pido mil disculpas, y la escoltare hasta su habitación y haremos como si esto nunca hubiera pasado.

-Por supuesto que no, yo siento por usted lo mismo que usted siente por mi, he pasado todos estos años tratando de armarme de valor para decirle lo que siento por usted. Pero sentía vergüenza de no ser correspondida. Lo amo siempre lo eh amado desde el momento que empecé a trabajar en esta escuela- y con estas palabras fueron acompañadas por unas pequeñas lagrimas.

Al decir esto Dumbledore agito su varita nuevamente y entre un leve susurro dijo: ¡flowersnow, y en sus manos apareció un gran ramo de rosas rojas y las puso entre los brazos de McGonagall.

-creo que ha sido bastante por hoy- Dijo Dumbledore

Le extendió uno de sus brazos y la guió hasta su habitación, al dejarla en la puerta el la beso por última vez en esa noche y ella cerro la puerta detrás de ella.

Saco su varita y conjuro ¡Accio Florero, y en sus manos se poso un gran florero de mármol y en el coloco las rosas y volvió a conjurar un hechizo ¡aqua! Y este se lleno de agua cristalina y lo dejo junto su velador. Se desprendió de su vestido y se dispuso a colocarse su camisa para dormir y se recostó en su cama.

-Gracias Merlín, esta noche ha sido la mejor de todas- y diciendo estas palabras, cerro los ojos y concilio el sueño.

Mientras Dumbledore se dirigía a su dormitorio, en el camino se encontró con Snape, que lo miraba con una mirada sospechosa pero Dumbledore no lo noto así, confiaba plenamente en el.

-Buenas noches, Severus –Snape no respondió nada. Dumbledore con paso ligero entro a su despacho, entro en su habitación y se durmió pensando en Minerva, en el día siguiente, y en su misión que lo hacia desaparecer largas semanas del colegio.

Lupina-Cornamenta-Lunática: esperamos que les guste esta nueva historia basada por la idea original de Lupina, pretendemos hacerla romántica, pero también habrá dolor, sufrimiento, envidia, celos, etc.

En este capitulo nuestras intenciones fueron buenas, hasta ahora…

Esperando sus comentarios, sean buenos o malos, se despiden las

LCL

¡Travesura Realizada!