Naïveté: ingenuidad; Si hubiese sido menos ingenua sabría que él jamás correspondería sus sentimientos…Si hubiese sido menos ingenuo sabría que ella no se lo perdonaría…Si hubiese sido menos ingenua lo habría descubierto antes de que destruyera su vida…

CAP 1 Valer la pena.

-ahh, sasuke – no podía negarse a ese hombre por más que lo intentara.

Realmente no es que no pudiera, simplemente no quería hacerlo, él era un sueño, un adonis, un chico por el que cualquiera besaría el piso por el que caminaba, incluso si eso implicaba botar su dignidad a la basura.

Cabello azabache, unos ojos ónix que sentías que podrían ver hasta el lugar más recóndito de tu alma, un cuerpo perfecto que en ese momento se encontraba sobre el suyo, sin contacto, a excepción de su pene que entraba y salía de ella con brutalidad, casi con violencia. Lastimándola.

No podía tocarlo, sabía que le molestaba, no había caricias, el las detestaba, por lo menos si venían de ella.

El sólo venía a saciar sus necesidades para después marcharse.

Dejándola con ese dolor punzante en el pecho.

¿Pero que podría hacer ella si lo amaba con locura?

No quería alejarse de él, aun sabiendo de la existencia de su novia, una chica a la que él decía y juraba amar, una chica dulce e ingenua, una chica virgen, una chica con la que ella no se podía comparar, porque eran polos opuestos.

Mierda.

Sintió como el aumentaba el ritmo de sus embestidas, iba a eyacular, y ella solo podía morderse el labio intentado acallar sus gemidos, sus padres no debían escucharla, estaba en su casa, en su habitación, igual que siempre, el jamás permitía que fuesen a su casa, y cuando se atrevió a preguntarle el porqué, el sólo le dijo que si invitara a su cama a una chica, sería una que valiera la pena. Dejándole claro que ella no lo hacía. Le dolió, mas no le sorprendió.

Su cuerpo vibraba de placer, sin ser del todo consciente clavó sus largas uñas en sus fuertes hombros. Grave error.

Él le apartó los brazos con brusquedad y salió de ella, alejándose.

-¿Acaso eres estúpida?- su voz sonaba molesta, mientras observaba sus hombros, examinando la gravedad de a lo que sus ojos no era más que unas pequeñas zonas rojizas, pero entendía él porque estaba tan escandalizado.

Miedo.

Temía que ella viera sus "heridas", descubriera su traición, y lo abandonara, Porque él amaba a su novia, ella diría que estaba cerca de adorarla.

Lo vio vestirse rápida y bruscamente, estaba furioso, lo vio acercarse con ese paso felino que poseía, tomó su mandíbula con dureza para que lo mirara a los ojos, esos ojos que podría jurar ahora estaban enrojecidos por la furia, se sentía tan pequeña cuando la miraba de esa manera.

-Si en los siguientes días aparece alguna marca, te juro que olvidaré que eres una mujer y me las pagarás – soltó el agarre en su mandíbula con la misma rudeza con que la había tomado, y lo siguiente que supo fue que salió de su habitación e igualmente de su casa dando un portazo.

Ese escozor en los ojos fue aumentando con cada recuerdo de las veces que la había tratado así.

Y las lágrimas cayeron libremente con los recuerdos de como trataba a su amada novia.

Esa estúpida, sólo había llegado a quitarle al único hombre que había amado.

Se puso de pie aún con todo su cuerpo temblando por la brutalidad con la que la trataba Sasuke, pero se detuvo cuando vio su reflejo desnudo en el espejo.

¿Qué la hacía tan diferente a ella?

Se acercó un poco más al objeto para observarse fijamente, no se podía quejar del reflejo que le brindaba el espejo. Era hermosa.

¿Entonces porque… ¿Entonces porque si ella podía notarlo, él no lo hacía?

Su cabello… si tan sólo no fuese de ese rojo vivo, sino de un color rosa, si no cayera liso hasta sus hombros, sino debajo de su cintura, con unas pequeñas ondas al final… sería un rival para ella.

Sus ojos… en esos momentos hinchados y algo irritados por el llanto, si tan solo no fuesen de ese marrón rojizo, sino verdes ¿tal vez? , sino destilaran sensualidad, sino inocencia, ingenuidad, pureza…sería competencia para ella.

Sus labios… cuarteados y secos, no por los besos, el jamás la besaba, ni permitía que ella lo hiciera…si tan sólo no estuvieran disponibles para cualquiera que se acercara por un beso o algo más, sino que estuvieran reservados sólo para él, de ese tono rosado natural, siempre sonrientes…sería una buena contrincante para ella.

Su piel… ahora manchada por el maquillaje corrido por el llanto anterior, de un tono canela, escondiendo las pocas imperfecciones de esta con algo de base…si tan sólo fuese de ese tono blanco perfecto, adornado constantemente con inocentes sonrojos… sería un digno contrincante para ella.

Se alejó un poco del espejo para ahora detallar su cuerpo desnudo…

Si tan sólo sus pechos no hubiesen sido vistos en tantas ocasiones…sino fuesen un misterio, incluso para el hombre que amaba, esperando el momento adecuado para fascinarlo con ellos…sería una gran adversaria para ella.

Si tan sólo su complexión fuese un poco más delgada, una cintura más pequeña, un vientre más diminuto del que ahora poseía, si sus caderas fueran algo más angostas, sus piernas fuesen más delgadas y largas…podría considerarse siquiera una oponente para ella.

Dio media vuelta aún frente al espejo observando su trasero… si tan solo fuese más grande, más firme… sería un posible contendiente para ella.

Y su personalidad… no podía si quiera soñar con parecerse a ella, a ella la había criado una madre soltera que le había inculcado el auto respeto, la paciencia, la educación, los valores de una dama ¿y ella? Unos padres cumpliéndole sus caprichos, salir todos los fines de semana gastando cantidades impresionantes de dinero y tiempo en estupideces, en fiestas, teniendo sexo con chicos… si tan sólo fuese más educada, más responsable en el instituto, si fuese más deseada por ser la dueña de un hermoso cuerpo que nadie ha explorado y no por estar disponible a cualquiera que quisiera hacerlo, si tan sólo fuese más inocente, más ingenua, más pura… podría estar al nivel de ella.

Pero no podía, no podía devolver el tiempo y obedecer las reglas que le ponían sus padres desde pequeña, no podía regresar el tiempo y pedirle a su primo Pein que le devolviera lo que por derecho le pertenecía, lo que por una noche de borrachera había perdido, no podía devolver el tiempo y olvidad todas las perversidades que habían en su mente..

No podía ser como ella, por lo tanto no podía competir contra ella.

No podía competir contra ella, así que su única opción era resignarse.

Resignarse a ser el segundo plato.

Un juguete.

Pero tal vez, si se quedaba con Sasuke, así fuese solo para darle sexo, tal vez el empezaría a quererla, o al menos tener algún afecto hacia ella, tal vez se iría olvidando de ella, tal vez empezaría ocupar el lugar que ella tenía en su corazón.

Tal vez estaba siendo ilusa.

Tal vez estaba siendo crédula.

Tal vez estaba siendo tonta.

Tal vez estaba siendo ingenua.

Y su parte racional se lo decía una y otra vez cada vez que él la buscaba.

Pero su corazón le decía que no importaba…porque estar con Sasuke Uchiha valía la pena.