Confesiones
Confesión número uno:
Odio tu sonrisa.
La utilizas solo para engañarnos a todos y para ocultarle a los demás el daño que me has hecho. ¿Quién te crees? ¿Por qué no eres sincero? Me tienes harto. Harto de los chistes que haces sobre mí, de tus palabras, de que me manipules, de que me utilices…
Confesión número dos:
Odio tu voz.
Esa que me llama por las mañanas para que me levante, con la cual comparto mis líneas en las canciones. Es horripilante y cada vez me canso más de ella. No me gusta que la uses para burlarte de mí, y al final pedirme disculpas cuando todos se hayan ido... Me dejas como un tonto.
Confesión número tres:
Últimamente te he estado llamando idiota.
-Minho, Taemin te llama -me aviso mi hermano.
-Dile al idiota que me espere -le respondí.
Tal vez suene raro, ya que yo no uso ese lenguaje, pero ha servido bastante. Ayuda a que todas las ganas de gritarte lo que causas en mi se vayan. Incluso cuando me quedo solo en la casa empiezo a tirar los pocos objetos que tiene mi habitación exclamando esa palabra, me hace sentir mejor, mucho mejor.
Confesión número cuatro:
Odio tu cabello.
Rubio, negro, pelirrojo... No importa cómo te lo tiñas, siempre se verá horrible. Lo peor es que cuando me preguntas cómo te ves, tengo que mentirte y, aunque tú lo hagas siempre, no me gusta hacerlo. Me hace sentir culpable.
Confesión número cinco:
Odio que me digas amigo.
¿Acaso lo haces apropósito? Sabes lo que siento por ti y sigues diciendo que soy tu mejor amigo. ¿Estás jugando conmigo o tratas de molestarme? Pues lo estás logrando. Siento que me estas lanzando una indirecta de que lo nuestro nunca podría pasar, pero yo sé que si.
Confesión número 6:
Odio como me tratas enfrente de los demás.
Ni me tratas, me ignoras. Solo te burlas de mí. Las noticias te han dejado mudo, lo sé, pero a mí me dan igual.
¿Te es tan difícil confesar tu sexualidad? Ni siquiera aceptas mi ayuda, y también estas evitando a tus amigos. Ya no eres el mismo de antes y todos lo saben, pero tú lo niegas.
Confesión número 7:
Odio tus caricias.
Me dan asco y ganas de correr. Todavía te atreves a hacer eso después de todo, parece que soy un juguete sexual para ti. Tal vez parezcas el más inocente del grupo, pero no lo eres.
-Minho, ¿podemos hablar?
Confesión número 8:
Cuando oí tu voz mientras tocabas la puerta mi corazón salto y sentí que estaba en llamas.
-Como sea, pasa.
-Amor, perdóname –me dijiste-. Nunca quise ser así, pero tenía miedo de lo que pensaran los demás. Tu sabes que te amo -cuando sentí tus manos en mis mejillas no pude controlarme y te abracé.
-Taemin, te extraño -mis ojos se aguaron y las lágrimas comenzaron a salir.
-Minho, igual yo –pusiste tus labios sobre los míos y me estremecí.
Confesión número 9:
Todas las confesiones anteriores son mentira. En realidad amo todo sobre ti.
-Minho… –tomaste mis manos-. Extrañaba tus caricias, tus abrazos, tus besos... Todo. Pero ya estoy cansado de evitarte. Quiero estar contigo, no me importa lo que digan los demás. Te amo. Siempre lo he hecho.
Confesión numero 10:
Yo también te sigo amando.
