Hace 5 años, Saori conoció a Sebastián De La Peña en una de las fiestas sociales que ella frecuentaba en Grecia. Sebastián era como casi todos: adinerado, sexy, culto, buena gente, atento, entre otras cualidades que poseía. Claro está que él se enamoró de Saori, y con el tiempo, se hicieron buenos amigos y llegaron a salir juntos en más de una ocasión. Con el tiempo, llegaron a ser algo más que amigos, compañeros sexuales... que diga, enamorados. Hubo un día -si, esos días que uno jamás terminaría olvidando- en que estuvieron caminando por el bosque.

-Amor, ya estamos más de dos años juntos. Y en este tiempo lo he pensado mucho, y decidí que serás la mujer de mi vida.- le decía Sebastián a Saori, que estaba muy complacida de escuchar lo que él decía. Como toda mujer, ya tenía en su imaginación tener una vida perfecta con el hombre que ama, realizar sus metas, tener una familia, entre otras cosas. Pero no fue así para Saori.

-¿Te casarías conmigo, Saori?

Y de la nada, apareció la imagen de una cruz invertida en frente de ellos. A los dos segundos, desapareció Sebastián. Saori quedó sorprendida de lo que justo había pasado. Bueno, no es la primera vez que Saori vería este tipo de desgracias, no imaginaría que más adelante sufriría peores cosas que ver a su amor desaparecer por solo una imagen.