Bienvenidos a mi nueva aventura que será algo larga para aquellos que me acompañen, sé que tengo otras historias pendientes pero esta trama se negaba a salir de mi cabeza y fue creciendo hasta que tuve que escribirla, prometo solemnemente terminar aquellas que estén pendientes.
Esta historia es diferente a lo que he escrito, es Yuri (si sigo en esa etapa), es oscura y algo cruda, se desarrolla en un universo alterno (el cual no es tan optimista como lo conocemos), lleva una trama secundaria y, finalmente, lo más importante es que tiene un Beta Reader.
Mil gracias a Nadaoriginal-san por el tiempo y consejos dedicados a esta historia así como tus aportes y los ánimos que le das a esta principiante. Esta historia va para ti.
No los molesto más, que disfruten su lectura.
CAPITULO 1
EL INICIO
En un lugar desolado, rodeado de neblina, donde sólo se podía distinguir un par de pilares a la distancia, se encontraban un par de mujeres discutiendo de manera acalorada
-Es que no me puedes pedir eso! – gritaba la más joven de las dos
La otra mujer, Rhea, sacudió su cabeza y se acerco a ella
-Tú padre ha dicho que es como debe ser y yo también creo que así debe ser – dijo la mujer más grande, de larga cabellera blanca misma que llevaba en un peinado alto, facciones afiladas y grandes ojos de un tono rojizo.
-Pero… es demasiado para una persona… además con todo lo que paso en el Milenio de Plata…
-Sé que es difícil para ti tener que saber todo esto… pero es nuestro trabajo… y así deben ser las cosas para que el futuro que todos esperamos pueda cumplirse – se acerco poniendo una mano sobre su hombro – pero no tiene porque hacerlo sola… puedes cuidarla hija… podrás intervenir en el momento que veas algún suceso que ponga en riesgo su vida o su futuro… ve y vela por ella Pluto.
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Mi vida nunca fue fácil, desde que tengo memoria todo se trató de sobrevivir, de buscar comida y un techo, algunas veces encontrando alguna de estas cosas… otras tomándolas prestadas, arrebatándolas o robándolas. Pero ser de compostura pequeña y con rasgos extranjeros no era de mucha ayuda.
Quienquiera que fueran mis padres me dejaron al cuidado de Mamá Vee, una mujer de color dueña de un hotel-bar del bajo mundo en el cual se daban cita todos los personajes del crimen organizado… desde grandes jefes que usaban los reservados de la parte de arriba hasta los ladroncillos que dejaban en la bolsa de Mamá Vee las pobres ganancias de su día.
El lugar de Mamá Vee les servía de escondite cuando eran buscados por la ley y de punto de reunión cuando tenían algún "trabajo" que planear y necesitaban un lugar neutral… todo estaba perfectamente organizado.
Yo era una de los muchos niños que vivían alrededor de Mamá Vee y que tenían que trabajar para ella para recibir a cambio un lugar seco donde dormir y algunas sobras de comida.
Las "meseras" del bar también eran prostituidas cada vez que algún cliente se lo pedía a Mamá y dependiendo de cuanto pagaran podían acceder a alguna de las habitaciones. Si no les alcanzaba para tanto entonces podían irse al callejón detrás del bar, aunque había algunos que ni esa molestia se tomaban, debido al clima lluvioso de la ciudad, y recibían el "servicio" por el que habían pagado ahí en el bar, frente a todos los clientes que hubiera en ese momento entre risas, rechiflas y crudas palabras de los observadores.
Sabía que si me quedaba mucho tiempo trabajando para Mamá Vee tarde o temprano sería una de esas mujeres, por lo que nunca me quedaba más allá de lo necesario.
Mamá siempre tuvo un uso para todos nosotros, sino trabajabas en su bar al menos 18 horas al día entonces tenías que salir a buscar la manera de poder pagar tu lugar para quedarte.
Pedía o robaba en las calles para poder tener ese dinero a partir de los cinco años (al menos ese era el tiempo que llevaba en ese lugar… creo) y sólo regresaba cuando el clima era demasiado lluvioso y no podía llevar a cabo mis actividades.
Cuando tenía siete años hubo un temporal lluvioso que hizo que todos los niños volviéramos a trabajar para Mamá. Los más pequeños se encargaban de la limpieza en general y los que podíamos cargar cosas sin derramarlas nos encargábamos de las mesas cuando las mujeres estuvieran "ocupadas"… pero lo peor de ese trabajo no era ver a las meseras siendo abusadas… sino terminar como de una de ellas.
Había días en que varios niños eran "requeridos" por los clientes y algunos de ellos eran llevados a los cuartos privados y jamás volvíamos a verlos.
De nuevo, siempre fui lo suficientemente lista como para no estar cerca cuando se daban esos "requerimientos".
Fue por esa época cuando escuche por primera ocasión sobre los Hogosha.
Estaba limpiando una mesa cuando el bar por completo se quedo en silencio, un hombre alto, de cabello corto negro peinado cuidadosamente, vestido completamente de negro y con un olor fresco que solo en los barrios finos se podía encontrar.
El hombre se encamino hasta Mamá Vee quien presurosa lo llevó personalmente a los cuartos privados y más tarde regresó para llevarle algo de bebida y comida. En cuanto el hombre se retiro las conversaciones recomenzaron y escuche todos los comentarios que se hacían de esa persona.
"No sabía que Chronos estaba por aquí" decían algunos, los más nuevos preguntaban quien era Chronos y porqué hasta Mamá le guardaba respeto. Ese día me enteré que el Hogosha de la zona era ese hombre: Chronos.
A partir de ese día me dedique a conocer todo lo posible de los Hogosha, Cronos no se dejaba ver por el bar y nunca nadie sabía realmente cuando entraba o salía. Sabíamos que seguía en los privados porque cada cierto tiempo otro de los Hogosha lo visitaba, un hombre más pequeño conocido como Black. Durante todo ese año aprendí más sobre los Hogosha en general y de Chronos en lo particular.
Los Hogosha son un grupo bien organizado, ellos tienen un centro con los registros de todos sus asociados en algún lugar de Inglaterra, pero la base de América se encontraba en Quebec, Canadá. Los Hogosha eran muy cuidadosos acerca de donde vivían, con quien hablaban y su zona de trabajo; ya que dos Hogosha no podían operar en la misma zona, a menos de que tuvieran un permiso o fuera una misión especial.
El único Hogosha en Norte América era Chronos.
Cuando salía en el periódico alguna muerte de alguien importante y cuyo crimen estaba sin resolver yo sabía que se trataba de Chronos. Él ocasionalmente recibía algunos paquetes en las mismas fechas y Mamá siempre se los entregaba personalmente.
Pasé casi un año en el negocio de Mamá Vee recopilando información de los clientes, había algo que me hacía querer saber más sobre ellos. Cosa rara: una vez que algo llamaba mi atención no había nada que se me escapara acerca del tema o que llegará olvidar, pasaba días siguiendo a la gente que me podía dar más información o terminaba en lugares extraños escuchando y viendo objetos extraños. Al final de ese año contaba con bastantes conocimientos en casi cualquier campo de estudio.
Pero al llegar a los ocho mi mundo, como lo conocía, estaba a punto de cambiar completamente.
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Era uno de esos días en que no había nada en particular que hacer y la mayoría de los otros niños ya se habían ido cuando Mamá me encontró, inmediatamente me mando a hacer los trabajos de la cocina. Ese día las meseras estaban mas "ocupadas" que nunca así que rápido me encontré sirviendo las mesas.
Ese día durante las horas pico de los clientes me di cuenta que era la mujer más grande en el bar, aparte de Mamá. Uno de los clientes no apartaba su mirada lujuriosa de mí; me di cuenta del predicamento en el que me encontraba, el hombre calculaba si las ganancias del día le alcanzarían para comprarme.
Debí haber corrido… pero hacia donde? Voltee hacia Mamá y le vi la ambición en sus ojos, ella también hacia las cuentas de cuánto podría sacar por mí. Caminé rápidamente hacia la cocina, planeando escapar… pero no tenía a donde ir y siempre terminaba regresando con Mamá. El cocinero me puso un plato en las manos y me envió de regreso al bar, la habitación estaba llena de esos hombres que ahora me veían de manera diferente ya que se habían dado cuenta de que era una "mujer".
Deje el plato en la mesa donde lo habían pedido y de reojo vi como uno de los viejos clientes le entregaba un fajo de billetes a Mamá Vee, intenté regresar a la cocina pero unas sucias manos me detuvieron y me hicieron ver de frente una cara llena de arrugas y una barba mal afeitada.
Una sonrisa tosca mostro la dentadura incompleta de su dueño y por la manera en que me jalaba hacia él comprendí que no le había alcanzado para pagar uno de los cuartos… o quería que todos supieran que él era el primero. Trate de soltarme pero él era más fuerte que yo… alcance a oír a los demás clientes pidiendo el segundo o tercer "turno". Patalee como nunca lo había hecho pero eso parecía encenderlo más, sabía que ese día era el fin de la vida como la conocía, sabía que si eso pasaba jamás podría dejar el negocio de Mamá Vee.
-Alto
Una sola, simple orden se escucho sobre todo el ruido… para mí fue la palabra más dulce que había escuchado en mucho tiempo, hasta la entonada voz que la dijo me pareció hermosa.
Esa palabra hizo que todos los que se encontraban en la habitación se callaran.
Mi cara, a unos cuantos centímetros de los labios de quien sería mi violador, se encontraba de espaldas de la persona que había hablado. Pero algo detrás de mi cabeza me decía que yo sabía quién era capaz de lograr ese efecto.
No se escuchaba ningún ruido y sin embargo de repente había alguien a mi lado, de reojo alcance a ver de quien se trataba… y reafirme quien era… uno de los más grandes Hogosha de todos los tiempos.
Él con su 1.80 de estatura, su cabello negro bien peinado, una cara perfectamente afeitada y sus grandes ojos rojizos. Él vestido completamente de negro y con botas negras de piel. Yo sabía que entre sus ropajes escondía al menos media docena de armas.
Él me miro directamente a los ojos y después dijo – déjala ir
El viejo ladrón, que pensaba que ya me tenía, me liberó y se alejo rápidamente, tan rápido que parecía que iba a salir volando.
Chronos me miro nuevamente de arriba hacia abajo… estudiándome. Por primera vez en mi vida me sentí avergonzada de cómo me veía; era pequeña para mi edad, vestida en sucios y rotos pantalones que encontré en el basurero, una sucia playera que me quedaba demasiado pequeña y que ya había perdido todo color. En contadas ocasiones había tenido la oportunidad de darme un buen baño, había pasado demasiado tiempo desde la última vez. Mi piel y mi cabello estaban oscuros debido a la mugre, en ese momento sentí que lo único limpio en mí eran mis ojos azules… los que él miraba fijamente. En su mirada no encontré la lujuria que antes había visto en los otros hombres, era algo que nunca había visto antes, que no conocía. Me sentía la cosa más sucia en el planeta cerca de él, tan limpio y fresco… en esa ocasión él olía un poco a canela… justo como el color de su piel.
-Vamos
Solo dijo esa palabra y se dio media vuelta y camino hacia los cuartos privados… que otra cosa podía hacer más que seguirlo?
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Él guió el camino a través de los pasillos y por primera vez pude ver lo largo que era en realidad el hotel de Mamá Vee. Eso o era parte de alguna red de conexiones entre otros locales de la calle que por medio de pasillos subterráneos formaban una gran ruta de escape.
Eventualmente llegamos a un área fresca y limpia, con buena luz, las paredes y el piso eran de madera a diferencia del camino de cemento que había en el local de Mamá Vee. Chronos caminó hasta un pasillo sin salida y se acerco a una de las paredes
-Mira
Manipulando una pequeña ranura en la esquina de la pared se abrió una pared y apareció una escalera circular y comenzó a subir… yo lo seguí. Pero por primera vez comencé a cuestionarme para que me quería ese hombre. Si quisiera lo mismo que los hombres del bar no me estaría enseñando como entrar a sus habitaciones, me forzaría hasta llegar a ellas. Fue cuando me di cuenta que él no me había forzado a nada.
Podría en cualquier momento devolverme y correr hasta Mamá Vee? O mejor aún podría correr por los pasillos y encontrar otra salida de este laberinto? Se me ocurrió entonces que esa podría ser la razón por la que nunca volvimos a ver a algunos de los niños. Yo, por supuesto, que llevaba en cuenta cada vuelta y cada dirección que tomábamos en ese laberinto, pero podrían los otros llevar estas cuentas? Temblé al pensar que tal vez en algún lugar en esa maraña de caminos se encontraban los restos de aquellos niños que se perdieron en la oscuridad.
Continuamos subiendo por las escaleras algún tiempo y me pregunte qué tan alto nos encontraríamos. Seguramente unos cuatro o cinco pisos sobre la planta baja.
Chronos se detuvo de repente y en esta ocasión apunto a una pequeña marca en el centro de la columna que detenía a la escalera. Luego fue a la pared exterior y removió el panel una vez más. Un pequeño ruido y se abrió una puerta en frente de él, la abrió y reveló una gran habitación. Él entro y yo lo seguí silenciosamente.
No tuve tiempo de revisar la habitación, en cuanto entre la vista de su ventana fue lo único que pude observar, ventana? No, no era una ventana… toda la pared era de cristal y en ese momento se veía el mar revuelto iluminado por la luz de la luna.
El bar de Mama Vee estaba en las orillas de la ciudad, lejos del mar, de verdad recorrimos esa distancia? Para mí no lo parecía, sentía los pies cansados pero los había estado usando todo el día en el bar entregando las órdenes de comida.
Chronos camino hacia una puerta a la izquierda y apenas tuve tiempo de notar otra puerta hacia la derecha. Entramos a la habitación la cual claramente era un dormitorio, aunque nunca había visto uno antes.
La idea de que Chronos me quería para lo mismo que los hombres del bar regresó a mi cabeza con más fuerza, pero el continuó caminando hasta otra puerta al fondo de la habitación. Cuando entramos nuevamente me encontré con una habitación que nunca había visto antes, que sólo había escuchado, incluso soñado con ella.
Una habitación completa solo para bañarse!
Era una habitación blanca, en el fondo estaba una regadera con paredes de cristal y una gran bañera en la que fácilmente cabrían dos personas adultas. A un lado la taza del baño enfrente un gran lavabo y a su lado un mueble lleno de toallas. Todo adornado con intrincados diseños en azul que llamaban mi atención y me hicieron olvidarme de Chronos por un momento.
Cuando finalmente mis sentidos me regresaron a la realidad y note a Chronos de nuevo él dijo algo que reavivó mis miedos
-Desvístete
Ante esta orden mi cerebro se reveló, mis brazos se envolvieron frente a mi pecho para ofrecer la mayor resistencia posible y mis pies trataron de encaminarse hacia la puerta
-No – le conteste lo más firme que pude
Por primera vez Chronos sonrió
-Bien, tienes tus limites… aquí no tienes que preocuparte por tu seguridad. Esto es tan sólo parte de mis reglas, quienes vivan en esta casa deben estar limpios y frescos, de la misma manera que sus ropas.
Mi cerebro no alcanzaba a procesar sus palabras
-Deberás bañarte y limpiarte a conciencia y usaras la ropa que elija para ti – al terminar de decir esto se salió del baño y me dejo con la cabeza dándome vueltas
-Quienes vivan en esta casa? – repetí de manera automática
Duré más de media hora en el baño, lo cual era necesario para remover la capa de mugre y grasa que por tanto tiempo habían estado en mi piel y cabello, en mi mente construí varios escenarios sobre lo que estaba pasando. Mi primer idea, y la más probable, era que él estaba buscando una mujer de tiempo completo, una que estuviera siempre dispuesta para cuando él la quisiera.
Pero él me había dicho que yo no necesitaba preocuparme por mi seguridad. Y ser su mujer definitivamente entraba en todo lo concerniente con mi seguridad. Una sirvienta entonces? Una que limpiara y cocinara para él? Pero eso se veía más lejano, lo que había alcanzado a ver de la casa estaba tan limpio como debería estar. Además yo no sabía cocinar, mi trabajo en el bar era llevar platos no prepararlos, lavar pisos y cristalería y hacerlo todo de manera rápida.
Que era lo que Chronos quería entonces? Qué era aquello que yo había visto en sus ojos?
Al llegar mi elegante baño a su fin seguía sin saber o imaginarme para que me quería Chronos, cuál era mi propósito en su casa.
Me seque y envolví en una toalla y salí a la habitación, para encontrarme a Chronos esperándome sentado en la cama, con ropas limpias, nuevas colocadas cuidadosamente sobre la cama, él señalo la ropa con su barbilla y me dijo:
-Vístete
Como él no mostro señales de retirarse, y en esta ocasión claramente esperaba que yo siguiera sus órdenes no tuve más opción que cambiarme enfrente de él. Tomé lo que él me había preparado y tuve un poco de problemas con la primera pieza, nunca había usado algo así… pero luego recordé algo que había visto en un aparador hacia algunos años…
Brassier. Que concepto tan interesante.
Después de batallar con la primer (y muy intima) primera pieza me puse unas pantaletas rápidamente, seguido por unos suaves pantalones de algodón color negro y una camisa del mismo color. Un par de calcetines negros y encontré a un lado de la cama dos pares de zapatos! Para alguien que nunca ha tenido la oportunidad de encontrar un buen par de zapatos en la basura tener de repente dos pares era todo un sueño!
Uno de los pares eran unas pequeñas y cómodas pantuflas, como para usar dentro de la casa; el otro par eran unas botas de piel, una pequeña versión de las que Chronos usaba.
Pensándolo bien, todas las prendas que él usaba eran una versión más grande de lo que yo llevaba ahora, excepto por el brassier claro está, me pregunte si el sólo busco las tallas más pequeñas entre su ropa y por eso me quedaban… pero creo que las pantaletas que ahora usaba eran demasiado ajustadas para un hombre.
Me puse las pantuflas y espere por la aprobación de Chronos… o alguna reacción de su parte. El rostro de Chronos seguía siendo la misma mascara de siempre, la estoica cara que nunca revelaba sus pensamientos, comencé a pensar que la sonrisa que creí ver en su rostro yo me la había imaginado.
Asintió de nuevo y con su cabeza se señalo hacia una de las paredes. Por primera vez mire realmente la habitación, el cuarto contaba, aparte de la cama, con un par de buros, un escritorio con su silla, un pequeño closet y un espejo de pared. Eso era lo que Chronos me estaba señalando.
Me pare frente al espejo y quede congelada con lo que vi.
Mi cabello, corto por necesidad, había retomado su verdadero color azul y se veía suave y limpio. Mi piel se había aclarado y su tono ahora era de un crema pálido. Las ropas que Chronos me había dado me quedaban perfectamente. Me di cuenta de que él debió haber planeado todo esto por algún tiempo. La única pregunta que me quedaba: exactamente qué es lo que él había planeado?
Voltee a verlo nuevamente y el asintió una vez más. Salió de la habitación y yo lo seguí. La habitación principal tampoco estaba decorada ostentosamente, tenía un toque diferente que atraía. Había una pequeña sala alrededor de una chimenea cercana a la puerta de las escaleras y pude ver una cocina pequeña hacia el fondo, en la pared opuesta a la de las escaleras. La puerta enfrente de la habitación de la que habíamos salido continuaba cerrada. Cerca de la pared de cristal estaba una mesa servida para dos… con todos los utensilios.
Lo seguí hacia la mesa y me senté en el lugar opuesto al de él. Chronos me señalo los platos que estaban cubiertos y al destapar uno de ellos encontré una ensalada. Obviamente trataba de alimentarme antes de empezar con los negocios.
La ensalada y el platillo principal fueron deliciosos y llenadores. Debido a que solo me alimentaba de sobras en el bar de Mamá Vee o de lo que me encontraba en la calle no pude comer tanto como él, aunque lo intenté.
Cuando terminó de comer se recargo en su silla y miro al océano por la ventana. Yo esperé, aún preguntándome que era lo que él quería de mí.
Él volteo a verme y asintió a su manera, nuevamente.
-Qué estas pensando? – pregunto
Pensé mi respuesta por un momento
-Me estaba preguntando cual es el propósito que usted tiene para mí, señor
-Y eso es todo?
Me di cuenta de que mi respuesta, aunque acertada, no tenía un fondo
-Usted vino y me salvó cuando yo no podía hacer nada para salvarme. Usted me trajo a su casa y me enseño como entrar a ella. Usted me dio la oportunidad de asearme y además me dio ropas nuevas y comida. Todo esto pagado por usted – me detuve un momento, no sabía si debía continuar – al principio pensé que usted quería lo mismo que ellos querían, pero luego me prometió que no me dañaría. Luego pensé que usted podría querer algo más… como una sirvienta o cocinera. Pero su casa está limpia y la comida la tiene usted aquí… preparada mucho mejor de lo que yo podría hacerlo jamás. Lo que me deja preguntándome que es lo que usted quiere de mi como para invertir tanto tiempo en mi?
Por segunda ocasión Chronos sonrió, y sentí que le había dado la respuesta correcta esta vez.
-Quieres la respuesta a corto plazo o a largo plazo?
Lo pensé, largo plazo?
-Creo que por el momento la de corto plazo, señor
Asintió, de nuevo
-Quiero que tú te conviertas en mi aprendiz
Acaso escuche bien? Aprendiz? Él podría convertirme en una de esas misteriosas personas que decidían sobre la vida y la muerte de quienes se acercaran a ellos?
Mi mente se disparo, mi boca se activo automáticamente
-Porqué? Porqué yo?
Chronos asintió una vez más
-Por que había puesto mis ojos en ti desde hace tiempo, porque tú eres la que ha pasado todas las pruebas que te he puesto
Él se detuvo y tuve la sensación de que estaba tratando de detener una sonrisa antes de que apareciera en su cara
-Por que tú tienes tus límites… pero yo intentaré de que los sobrepases
Espere unos momentos, tratando de organizar mi mente
-Qué pasaría si yo me rehúso a ser su aprendiz?
Chronos suspiro
-Entonces te pondría al cuidado de un hogar adoptivo donde te enviarían con una familia que yo elegiría y me aseguraría de que nadie de los que has conocido puedan encontrarte jamás
Parpadee confundida
-Porque hace esto por mi? cualquier opción, su aprendiz o una – mi voz se quebró en este punto – una familia? De verdad? Porqué? – finalice tratando de que las lagrimas de mis ojos no cayeran.
Él se inclinó hacia adelante y me hablo con voz clara
-Escúchate, escucha como hablas. Tú vocabulario, gramática y dicción sobrepasan a la mayoría de los adultos con estudios. Todo lo que tienes es tu bella y dinámica mente, es todo lo que necesitas.
Él se adelanto un poco más y con un dedo toco repetidamente mi frente
-Incluso si tú decides no quedarte conmigo, no puedo ver como tan bello cerebro se pierda entre las drogas y la brutalidad de este ambiente – sonrió ligeramente – es por eso que tuve que intervenir antes de estar completamente preparado
Recordé la escena en el bar de Mamá Vee
-Tú no querías que yo fuera…
Sus ojos se entrecerraron y habló de manera enojada, como si recordara algo al tiempo que me interrumpía
-Una cosa como esa mataría una mente tan joven más rápido que cualquier droga. De haber dejado que sucediera hubiera sido una desgracia
Nos quedamos en silencio por un rato, se escuchaban las olas romper en la playa en el fondo.
Finalmente hable
-Deudas
Chronos enfoco su atención en mí
-Hay deudas que debo y otras que me deben a mí y hay una deuda que le debo yo… yo… yo quiero pagar esas deudas – me detuve un momento, las siguientes palabras eran la base de mi futuro por completo – yo me convertiré en su aprendiz
El sonrió ampliamente, su humor cambio por completo, para bien claro. Levanto una de las copas y me hizo señas para que hiciera lo mismo. Confundida lo imité y choco mi copa con la suya. Entonces él dijo algo que me dejo sorprendida
-Por la salvación del mundo
