¿Qué cómo conocí a mi humano? Esa, aunque no lo creas, es una parte de mi vida que quisiera olvidar. Pero te contaré que era un humano totalmente distinto al que es ahora, al igual que yo no soy el mismo dragón.

¿Cómo me enamoré de él? Simplemente no conozco otra forma de vida que no sea a su lado, ya que nosotros, SIEMPRE, YO, CON ÉL, UNIDOS, derrotamos a la creadora de otra forma de vida bastante horrible. Una vida en la que tendríamos que vivir separados y, en el peor de los casos, obligados a matarnos. Soy adicto a sus rascadas en "esos" puntos de forma vespertina... y durante el desayuno y después de desayunar, antes de alzar el vuelo... Bueno, vosotros imagináis como sigue. Los vuelos matutinos con sus "kya" cada vez que está contento de volver a cruzar los cielos CONMIGO se ha convertido en algo de tanta importancia como respirar. Sus labios humanos acercándose a mi oreja, que me llaman "amigo" (igual) con tanta consideración y realidad como si estuviera pronunciando su nombre... algo simplemente imposible de describir.

¿Mi mejor recuerdo a su lado? Creí que la vez que luchamos juntos y lo protegi con mis alas, era tan pequeño y apapachable. Deseé que no muriera y que nunca creciera y me dejara y se que él deseaba lo mismo por como se aferraba a mi, un dragón tan niño como él... Pero me equivoque.

Mi mejor recuerdo, sin duda, fue hace poco más de un día, cuando creí que él me había dejado a un lado, rompiendo todas mis esperanzas y, antes de que me diera cuenta ahí estaba él, llorando (sorprendentemente, jamás hasta ese momento lo había visto llorar con tanta naturalidad, sin tratar de ocultarlo, aún por encima estando delante del enemigo que había matado a su padre... Y a estas alturas, ya no se si el culpable de esas lágrimas era yo o Drago. Tal vez los dos.), con 20 años ya bien cumplidos y llorando, rogándome que no le dejara, que yo era su mejor y único Amigo. Mi reflejo de esperanza viéndose en sus ojos aguados que mostraban sufrimiento... Pero también irá, irá y unas ganas de matar que jamás creí que vería en él, tan pacífico, que me dío miedo. Y hacía bien en tenerlo. Aquél día ambos nos habríamos cobrado nuestra segunda víctima, si no fuera porque él me salvó la vida (al repugnante y débil ser que por idiota mató a su padre y podría también haberlo matado a él, a todos...) y el sólo, cegado por la ira, asesino a Drago delante de mis ojos. Por mi. No por la memoria de Stoick. No por Berk. Ni siquiera por los otros dragones, sólo por mí. Me llamaras sádico o monstruo porque el mejor recuerdo que tengo delante del ser que amo sea un asesinato. Pero nada más le puedes pedir al hijo maldito del rayo y el trueno por siempre enamorado de un vikingo que es afable e inteligente, si, pero sólo hasta que le tocan mucho los...

¿Qué si me duele saber que nada es eterno y que él se ira de mi lado? ¡Por supuesto! Pero al igual que a ti seguramente, no me gusta pensar en lo que me causara algo que me destrozara hasta el infinito cuando, por bendición de los Dioses, eso no será dentro de mucho... De momento sólo estoy seguro...

« Todos, menos Valka y Gobber que estaban ocupados formando una gran sonrisa en sus labios y Astrid que se deshacía en injurias, se quedaron con la boca abierta cuando Hiccup artículo un "No" como si le fuera la vida en ello en su propia boda con Astrid. Una, tal vez vil, trampa para que todos fueran testigos de lo que hizo a continuación: correr para volar al lomo de su dragón para jamás volver, no sin antes susurrar un "Te Amo" en su oído pero perfectamente audible para todos los presentes.»

...de que ese día no es hoy.