El hijo de ambos.
- Ya llegamos señora.- Anuncio el taxista.- Son cuatro con cincuenta.
- Aquí tiene, muchas gracias.- Serena bajo cuidadosamente del taxi, miro el impresionante edificio que se perfilaba frente a ella y respiro hondo.
Nunca había entrado en el edificio de la corporación Chiba, de hecho nunca pensó en hacerlo, pero las circunstancias ahora la obligaban a hacerlo, tenía que resolver ese asunto cuando, entendía que Darien no hubiese mantenido contacto con ella al principio, pero luego de la muerte de Rei debió por lo menos dar señas de vida, aunque suponía que era porque aún no se reponía de la pérdida de su esposa, pero tenían que hablar y cuanto antes mejor.
- Vamos Serena, solo tienes que entrar, charlar con Darien y ver como solucionan todo esto.- La rubia coloco una mano sobre su abultado vientre y sonrió.- Vamos pequeño.
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- Los informes del negocio en Italia están listos.- Murmuro Malachite dejando varias carpetas en el escritorio de su mejor amigo y socio.- Los reportes de ventas no pueden ser mejores, hemos logrado entrar en el mercado Italiano por fin.
- Fueron tres años de duro esfuerzo, de viajes de allá para acá.- Comento Darien sonriendo al ver las cifras en azules del informe.- Al menos una buena noticia para este día.
- ¿Qué sucede?- Malachite bebió de su taza de café.- Estas más tenso que de costumbre.
- ¿Te acuerdas de Serena?
- Serena. . . Serena. . .
- Serena Tsukino.- Le aclaro el pelinegro.
- Ya recuerdo.- Malachite trono los dedos.- La rubia preciosa, quien por cierto tenía una hermana o primera igual de rubia y preciosa.
- La misma.
- ¿Y es ella que la que te pone tenso?- Le sonrió.- Por favor Darien. . . Nunca una mujer te ha puesto tenso, y no creo que ella sea candidata a hacerlo.
- Llamo hace tres días a mi secretaria pidiéndole una cita conmigo argumentando que tiene algo que hablar conmigo sobre Rei.- Lo corto Darien sabiendo lo que aquello implicaba.
- ¿Sobre Rei?. . . Pero ella lleva muerta más de seis meses, siete según recuerdo bien.- Y por lo que ella misma decía había perdido todo contacto con sus compañeras de universidad.
- ¿Ahora entiendes porque estoy así?
- Es raro, la última vez que vi a Serena fue en tu boda con Rei. . .
- Eso fue hace más de dos años. . . Y hasta donde Rei me decía siempre nunca la volvió a ver.
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- Puede usted pasar señora.- Le anuncio una pelirroja que momentos antes se había identificado como la secretaria de Darien.
- Gracias. . .
Eran extraño estar a punto de ver a Darien, la última vez que lo había visto había sido durante el funeral de Rei, pero él no la había visto, y ciertamente no había querido acercarse a él solo para respetar su dolor, así que en lo estricto no cruzaban miradas desde la boda de él con su mejor amiga.
Rei y ella se habían conocido en el primer año de universidad, junto con su prima Mina habían sido grandes amigas, salían juntas, estudiaban muchas veces pues tenían varias materias similares. Fue al poco de comenzar las clases que conocieron a Darien y a su mejor amigo Malachite, quien por cierto había causado una gran impresión a su prima, pero entre ellos dos nada había pasado.
Muy por el contrario Serena se había sentido atraída por Darien, y durante algún tiempo había pensado que había habido interés también de su parte, pero tras varias confusas situaciones se fue separando poco a poco de Darien y perdiendo por completo el contacto.
- Me casare Serena.- Le había anunciado Rei un día de la noche a la mañana.- Me casare con Darien Chiba.
Si era sincera consigo misma se había sentido devastada con aquella noticia, pero su lealtad con su amiga había sido mayor, se había mostrado alegre por ella, había participado en algunos detalles de la organización de la boda, sintiendo pesar por ver como el hombre al que amaba no la había elegido a ella como su compañera de vida.
- Pasa Serena.- Darien la miro de pies a cabeza, deteniéndose disimuladamente en su vientre.- Toma asiento.
- Muchas gracias por recibirme Darien.- Comento ella en tanto se sentaba frente el gigante escritorio del pelinegro.- Se cuan complicado debes estar de tiempo.
- Dijiste que teníamos que hablar de algo importante, de que se trataba de Rei.
- Bueno sí. . .- ¿Por qué Darien la trataba de esa forma tan fría? En ningún momento le había preguntado como estaba, como se sentía.- Era importante de habláramos hace mucho tiempo, pero decidí esperar a que pasaras tu duelo, sé cuánto debió afectarte la muerte de Rei.
- Fue una muerte repentina, creo que nadie está preparado para algo así.
- Lo sé, por eso también no me importo que no te pusieras en contacto conmigo y decidí esperar, pero el tiempo se acaba, pronto daré a luz y necesito que nos organicemos Darien.
- No creo estar entiendo lo que me dices.
- De tu hijo Darien. . . Del hijo que estoy llevando en mi interior.
- ¿Qué?- Darien se la quedó mirando complemente confundido.- ¿De qué diablos estás hablando?
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Malachite no acostumbraba a usar Facebook aunque tenía cuenta desde sus años de universidad, pero en ese momento era la mejor herramienta para buscar a la rubia preciosa que era Mina, desde año y media tras no sabía de ella, en algún momento escucho que tenía un pequeña empresa, pero nada más, desde que había hablado con Darien momento antes la imagen de esa rubia no se iba de su cabeza.
- Veamos. . .- Tecleo el nombre de ella.- No creo que hayan muchas Mina Aino en el mundo.
Su nombre estaba en el primer lugar de la lista, abrió su perfil y sonrió al ver que seguía siendo igual de atractiva que antes, por lo que leyó su empresa se dedicaba a organizar eventos, había muchas fotografías de ella en elegantes fiestas, tanto privadas como públicas.
- Así que trabajas con Serena.- Había una foto de ambas en los que parecía una boda.
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- Hablo de tu hijo Darien, no me digas que la muerte de Rei te dejo tan devastado que olvidaste que me inseminaron para que tú y ella pudiesen ser padres.
- No creo entender. . .
- Darien no te hagas el tonto. . . Tú lo sabes todo, le encargaste a Rei buscar una mujer para poder inseminarla y que así tu pudiese tener el hijo que tanto deseabas.- Darien seguía mirándola con perplejidad.- Al menos eso me dijo Rei.
El pelinegro se quedó en silencio largo rato, tratando de entender palabra por palabra lo que había dicho Serena, estaba embarazada de él, pero con una inseminación, toda esa historia era absolutamente extraña, pero había algo que lo hacía dudar, en especial si Rei estaba metida en todo ese asunto.
- Puedes explicarme desde un comienzo.- Comenzó a decir lentamente.
- Rei me contacto hace unos meses atrás, desesperada por que no podía darte un hijo, la vi tan dolida y herida que accedí a su loco plan, acepte inseminarme para ayudarla, ella me dijo que la muestra de semen era tuya, que estabas al tanto de todo, pero que no querías que te contactara yo, que todo lo tendría que ver con Rei.
- Ya veo. . .
- Por lo visto no tenías ideas de todo esto, Rei me mintió.
- Pues obviamente nos mintió a ambos, por lo que yo sabía ese tema de tener hijo lo dejamos pospuesto debido a mi exceso de trabajo.
Lo cual no hacía más que confirmar lo que ya sabía desde hace mucho tiempo de su fallecida esposa, aquello no era una novedad, tras su muerte poco a poco se había ido enterando de cada uno de sus embustes, y este era el más grande de todos.
- Serena lo que me dices es increíble. . . No me lo tomes a mal pero me cuesta creerlo y mucho.
- Lo entiendo. . . A decir verdad esto aún sigue siendo confuso para mí.
- Mira, tengo una reunión en poco, como te habrá dicho mi secretaria. . .
- Lo sé, tranquilo.- La joven se levantó de su asiento.- Tu secretaria ya tiene mi número, puedes contactarme cuando quieras.
- Ten por seguro que lo hare.- Miro de reojo su vientre.- ¿Te has sentido bien?
- Si. . . A decir verdad él bebe es muy tranquilo, solo me mueve de vez en cuando.- Le sonrió ella tímidamente.- El médico me dijo que es niño. . . Por si quieres saber.
- Yo. . .- Darien vacilo durante varios segundos.
- No te preocupes.- Intento sonreír.- Espero que puedas llamarme Darien.
- Lo hare.
El pelinegro espero varios segundos después de que la puerta se cerrara tras la partida de la rubia, aquella historia parecía irreal, sin embargo habían muchos detalles que lo hacían dudar, de modo que tomo el teléfono y marco el anexo que daba a la oficina de su amigo, generalmente Malachite lo ayudaba a despejar la mente en algunos casos importantes, y este en especial tenía una urgencia del cien por ciento.
- Malachite ven a mi oficina ahora.- Hablo a penas se tomó la línea, sin esperar que el peliplateado hablara.- Es urgente. . .
- ¿Tan mal te ha ido con Serena?
- Está embarazada.
- Ya veo. . .- Malachite sonaba tranquilo.
- Y dice que es mío.- Lo corto inmediatamente
- Voy para allá.
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Serena entro en el apartamento con deseos de ponerse a llorar, había esperado otra reacción de Darien, ciertamente estaba confundida, era obvio que el pelinegro no tenía idea de todo aquello, sin embargo Rei le había dicho todo lo contrario.
- Darien está al tanto de todo.- Le había dicho poco antes de morir Rei.- Siempre me pregunta por tu estado y sobre todo por el estado del bebé, está ansioso por que nazca, naturalmente no ira al parto, es muy duro para el saber que otra mujer que no soy yo le está dando el hijo tan deseado, quizá por eso no quiere verte.
Empezaba a dudar de todas y cada una de las palabras de Rei, sobre todo por la reacción de Darien, lo conocía bastante para saber que su confusión ante la historia era sincera, no dudaba de que se pondría en contacto con ella, pero dudaba del cuándo, le quedaba poco tiempo para dar a luz y aunque el trato con Rei era que entregaría a su bebe nada más naciera, después de la muerte de ella había optado por otra decisión y ciertamente ante la actitud de Darien estaba segura de que su idea sería bien aceptada por el pelinegro.
Quería quedarse con el bebé, durante todo el embarazo y a pesar de saber que ese niño no le partencia se había encariñado con la criatura que llevaba dentro, cuando comenzó a moverse había sentida una dicha absoluta, se había cuidado a conciencia solo para que el bebé no tuviera ninguna dificultad en su desarrollo, a decir verdad hasta su mismo ginecólogo le había dicho que el suyo era un buen embarazo.
- Querida ya llegue.- Su prima Mina, a pesar de que no vivía con ella tenía llave del apartamento dado que eran muy cercanas y trabajaban juntas.- ¿Cómo te fue con Darien?
- Bueno no como yo esperaba.- Murmuro la rubia acomodándose en el sofá de la sala de estar para que su prima se sentara junto a ella.
- Sabia que diría algo así.- Mina le mostro algunas bolsas.- Por eso traje helado de chocolate para ambas, y así me cuentas todos.
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- No bebas tan rápido.- Malachite miro a su amigo y se sorprendió al ver que Darien bebía un vaso de whisky de un solo trago.- Sé que todo esto parece una locura, pero debe tener una explicación.
- Una maldita explicación que está veinte metro bajo tierra.- Murmuro el pelinegro desplomándose sobre la silla de su escritorio.- No dudo de la historia de Serena, dudo de Rei, de toda las intenciones que pudo haber tenido con esto.
- Darte un hijo.- Sugirió el peliplateado ganándose una mirada de odio.- Tu lo dijiste.
- Voy a tener un hijo con una completa extraña.
- Bueno ni tan extraña.- Comento Malachite.- Cuando estábamos en último año de la universidad saliste frecuentemente con ella. . . Incluso pensé que te casarías con ella. . . Te mostrabas de forma diferente con ella que con el resto de las chicas.
- Si estaba interesado en ella pero después le perdí el interés al saber que era como todas, solo le interesaba el dinero de mi familia.
- Pues a mí Serena nunca me pareció una chica interesada en el dinero, solo en ti y no hablo precisamente de tu billetera.- Agrego.- A decir verdad el que te alejaras de ella me impidió acercarme más a Mina.
- ¿Su prima?- Pregunto Darien.- ¿Por qué nunca saliste con ella? Sé que te gustaba mucho.
- Porque cuando me arme de valor para invitarla a salir ella me dejo claro que nunca saldría con el mejor amigo del hombre que le había roto el corazón a su prima.
- Comprendo.
En un principio nada más conocer de vista a Serena se había impresionado con su belleza, antes de que otro le robara la atención la había invitado a salir, al principio se había negado argumentando que no lo conocía, pero al poco pasar acepto salir con él, fueron a cenar, al cine, al parque de diversiones, antes de conocerla había salido con muchas chicas, todas interesadas en su billetera, pero Serena no había sido así, al principio.
- Mi amiga desgraciadamente solo busca un novio rico.- Le había comentado Rei en muchas ocasiones.- No te engañes Darien si encuentra a un chico más ricos que tú te dejara eso tenlo por seguro.
Pero había quedado demostrado que Rei había mentido en muchas cosas, bien pudo haber mentido respecto a la rubia, bien pudo haber dicho aquello para que él se alejara de Serena, dejara de frecuentarla y se interesara en ella, pues sorprendentemente después de cortar todo con ella había comenzado a salir con Rei y echa había dejado de hacer ese tipo de comentarios sobre Serena.
- Detén esa cabeza pensante y dime que tienes en mente.- La voz de Malachite lo saco de sus pensamientos
- En todo en que lo Rei pudo haberme mentido, en especial sobre Serena.
- Lo cierto es, y tú siempre has sabido lo que opinaba de tu esposita.- Dijo aquella última palabra con ironía.- Yo que jamás confié en ella y te lo dije muchas veces, incluso te rogué mil veces que no te casaras con ella.
- Ni me lo recuerdes, debí hacerte caso.
- Pero no lo hiciste.- Malachite se levantó del cómodo sofá donde había estado sentado escuchando por casi una hora a su amigo.- Pero vayamos a lo concreto, tiene a una chica embarazada de ti, sean como hayan sido los hechos, tienes como decirlo, cierta responsabilidad para con ella y él bebe que espera y si todo es como ella dice estaba todo este tiempo de embarazo preparándose para entregarte el niño a ti y a Rei, ahora que ella no está, debo suponer que Serena busco ponerse en contacto contigo para ver como lo hacían para cuando él bebe nazca.
- Voy a tener un hijo.- Murmuro Darien aun sin poder creerlo, siempre había esperado que al momento de ser padre estaría al lado de su mujer, esperando a su bebe desde el primer día de embarazo no así de esa forma tan abrupta.
- Déjame decirte algo, por lo que averigüe Mina trabaja con Serena en una agencia que organiza eventos, esta vez iré con todo por Mina, agradecía que trataras de llevar la fiesta en paz con Serena.
- ¿Ellas organizan eventos?- Darien se quedó pensando largo rato.- Tengo una idea, mandare a investigar a Serena, pero tú puedes hacer lo tuyo con Mina y también sabiendo más cosas sobre Serena, ella y Mina son cercanas.
- No prometo nada.
- Tranquilo, por ahora solo nos queda organizar algo.
- ¿Algo como qué?
- Lo que sea inventa algo, ponte en contacto con Mina, ahí tienes la mejor forma de volver a verla, ya lo demás fluirá.
- Estas cometiendo una locura.
- Lo sé, pero estoy dispuesto a arriesgarme.
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- Vaya es un gran problema.- Mina suspiro después de escuchar toda la historia de su prima.- Bueno al menos contamos con algo, si Darien no tenía idea que estaba gestándose un hijo suyo no creo que te ponga muchos problemas si te quieres quedar finalmente con el bebé.
- Quiero pensar eso, pero si Rei le mintió a su propio esposo, bien pudo haberme mentido a mi diciendo que la muestra con la que fui inseminada era de Darien.
- ¿Dudas de que el padre sea Darien?- Le pregunto la rubia mientras ambas tenía una cuchara de helado cerca de sus bocas.- Déjame preguntarte algo Serena y dime la verdad. ¿Aun amas a Darien?
- Yo. . .- Serena dudo, no había esperado que al volver a ver al pelinegro sintiera lo que sintió hace tantos años por él.- Creo que el volver a verlo me afecto más de la cuenta.
- ¿No estarás pensando en que puedes convertirte en su esposa verdad?
- Claro que no.- Serena se levantó lo más rápido que pudo del sofá y comenzó a caminar desde un lado de la habitación al otro, evidentemente presa del pánico.- No digas tonterías. . .
- Serena. . . ¿Qué pasara contigo si Darien decide quedarse con el bebé?
- Rogaría porque al menos me dejara verlo, mal que mal yo lo estoy gestando, es parte mía también.
- Sabes que este loco plan nunca me gusto, pero sabes que te apoyo.- Mina la abrazo.- Si tienes que ir a los tribunales por tu bebé estará ahí contigo.
- No seas tan dramática Mina, estoy segura de que Darien será razonable a mi petición, él siempre fue así.
- Si tú lo dices.- Mina tomo su Tablet, había pasado el día entero de un lugar a otro ultimando los detalles de una fiesta programada para mañana, necesitaba revisar su correo.- Mira Serena, nos contactaron para organizar una fiesta de aniversario para una gran empresa.
- ¿De verdad?- Serena de acerco a la Tablet de su prima.- Vaya es cierto. . . Wow mira lo que están dispuesto a gastar. . .
- El correo lo manda una mujer llamada Esmeralda, es la secretaria del gerente de finanzas de la empresa, y quiere reunirse mañana mismo con nosotras. . .
- Tendrás que ir tú, yo me quedare a supervisar lo del evento de mañana.
- Dice que quiere reunirse a primera hora de la mañana, la llamare y confirmare una cita ara las nueve de la mañana.
Serena sonrió, hace más de dos años había instalado con Mina Milenio, la empresa de eventos, al principio no había sido fácil, pero poco a poco se habían hecho de un nombre en la ciudad, ahora su empresa era solicitada de todas las partes de la ciudad, para eventos pequeños y grandes, lo cual le daba cierta seguridad económica, podía decir que vivía cómodamente y que podía ofrecerle mucho a su bebé, naturalmente tendría que comprar una casita cerca de los suburbios, quería que su hijo tuviera lo mismo que ella, una vida familia tranquila.
- Bien entonces iré a la cita, en tanto su coordinas la llegada de las mesas y sillas, los meseros quedaron de llegar a las once y los cocineros y sus ayudantes a eso de las doce.
- Lo se tranquila.
Por la noche Serena se metió a la cama aun con muchas dudas en su mente, Darien no la había contactado, y cierto casi cerca de las diez de la noche dudaba de que fuera a hacerlo ese día, esperaba poder llegar a algún entendimiento con él, no dudaba de que fuese a ser un buen padre, pero un niño necesitaba también a su madre y ya que no estaba Rei, ella bien podía ocupar ese lugar, pero dependía de como Darien iba a tomarse aquello, amaba a ese niño desde que le habían confirmado el embarazo, reconocía que había estado loca al pensar que podía dar a luz y entregar a la criatura, día a día soñaba con tenerlo en sus brazos acunarlo, darle de comer y sobre todo amor.
- Ya verás mi pequeño Endy.- Ya hasta le había puesto nombre y no dejaría que Darien lo cambiara.
Su hijo se llamaría Endimion Tsukino, o Chiba, en el caso que Darien quisiera ser parte de la vida del bebé, aunque no lo juzgaría si no quisiera serlo, mal que mal se había enterado de pésima forma sobre su futura e inminente paternidad.
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Darien abrió lentamente su caja fuerte, habían pasado meses desde que no la había abierto, allí guardaba papeles de suma importancia, como los títulos de demonio de todas las propiedades que tenía, pero en aquella ocasión estaba buscando algo de más importancia, al encontrar el pequeño sobre blanco sonrió, al abrirlo sonrió al ver que la fotografía estaba intacta, como si los años no hubieran pasado por ella a pesar de las condiciones de guardado.
- Serena.- Murmuro al ver la fotografía.
Se la habían tomado en su primera cita, durante el tiempo que habían salido juntos la había conservado como su mayor tesoro, y a pesar de que se distancio de Serena y de su relación y posterior matrimonio con Rei nunca había querido deshacerse de aquel recuerdo, naturalmente su esposa nunca había conocido el contenido de aquella caja fuerte. Siempre había notado ciertos celos de parte de Rei hacia todo lo que hacía Serena, de hecho en el último tiempo su esposa hablaba pestes de la rubia, lo cual no hacía más que confundirlo, si tanto la odiaba no comprendía entonces que había llevado a Rei a pedirle a Serena que llevara un hijo suyo.
Todo era confuso tratándose de Rei, poco antes de la muerte de ella había comenzado desconfiar de muchas cosas en el actuar de su esposa, y tras su muerte habían estallado un cumulo de cosas que parecía nunca acabar. Había descubierto que ella tenía no solo un amante sino que dos a lo menos, su querida esposita tenía prácticamente una triple vida a sus espaldas, en el accidente había muerto junto con uno de sus amantes y el otro había llegado poco tiempo después reclamando por ella, sin saber que Rei estaba casada y con la sorpresa de la muerte de ella junto a su amante.
Estaba harto de las mentiras de su esposa, de hecho el mismo día del accidente de ella había decido divorciarse de ella, su matrimonio estaba más que acabado, si en el último tiempo ya ni toleraba toca a su esposa, no soportaba más sus mentiras, dudaba de todo lo que ella le decía, de todas sus promesas de amor, todo era falso en ella.
- Serena.- Susurro dejando de lado la segunda botella de licor.
Reconocía que estaba absolutamente ebrio, pero era un ebrio sabio, al menos eso pensaba, antes de llamar a Serena para concertar una cita iría al laboratorio donde había tomado su muestra de esperma, solo ellos estaban autorizados para utilizar su muestra y solo con su firma, de modo que estaba seguro que Rei había orquestado alguna cosa con ellos.
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Mina entro en la lujosa cafetería, estaba ansiosa de conocer a su siguiente cliente, por los detalles que le habían dado en el correo tendría que organizar una fiesta de aniversario para cerca de quinientas personas, en su mente ya estaba planeándolo todo, el lugar, la decoración todo.
- Buenos días.- La recepcionista la detuvo en la entrada, mirándola de pies a cabeza
- Buenos días me citaron aquí, mi nombre es Mina Aino.- Murmuro orgullosa
- Por favor.- Noto inmediatamente que la mujer cambiaba de actitud, ahora era más amable.- Sígame, la están esperando.
La rubia admiro el lugar, obviamente era un sitio para gente con dinero, seguramente su cliente era un rico empresario, esperaba estar a la altura el evento, que todas sus ideas fuesen bien recibidas por parte de él o ella, pues aun no tenía idea de quien se trataba.
- Mina buenos días.- Una voz masculina le hablo.
Aturdida por todo el ambiente no noto que la recepcionista se había detenido, de modo que ella siguió caminando yendo directamente a los brazos de un hombre, pero lo que si la dejo más impactada fue que reconoció el aroma masculino.
- Nunca espere que llegaras directo a mis brazos Mina.
- Malachite eres tu.- Hablaron los dos al mismo tiempo.
- Muchas gracias señorita.- El hombre le sonrió a la recepcionista.
- Les traeré la carta.- Murmuro la chica antes de irse
- Yo.- Intento zafarse de los brazos del hombre.
- Tranquila, hace tanto tiempo que no nos vemos que no tiene nada de malo que te abrace cariño.
- Malachite suéltame por favor.- La joven logro soltarse.- Así que tú eres el cliente.
- Exacto.- El hombre le tomo el brazo.- Ven cariño siéntate.
Malachite siempre la llamo cariño en la época de universidad, por lo que no era extraño escucharlo llamarla así, se sentó cuidadosamente frente al hombre, le parecía increíble tenerlo delante de ella, había cortado todo contacto con él después de que Darien había roto con Serena, aunque en aquella época se moría por él, sin embargo había solidarizado con su prima y casi hermana.
- Es un placer verte Mina.- Le hablo él.- Son muchos años lejos el uno del otro.
- Si, muchos años.- Murmuro ella.- Hablemos de negocios, según entendí bien Esmeralda es tu secretaria y. . .
- Mina dejo los negocios para la oficina y otros placeres para otros lugares.
- ¿Eh?
- Digo que desayunemos y luego hablamos del evento de la empresa.
- No tengo mucho tiempo. . . tengo una fiesta esta tarde, y tengo mucho que arreglar.
- Comprendo. . . En ese caso hablaremos mientras desayunamos.
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- Lamentamos mucho la situación señor Chiba.- Hablo el director del laboratorio.- Investigaremos que fue lo que ocurrió, evidentemente hubo un fraude, creímos que la firma presentada en los papales por su esposa era la suya. . .
- Solo respóndame lo que necesito saber.- Darien lo corto mirándolo preocupada.- ¿Es Serena Tsukino la mujer que lleva a mi hijo?
- Si señor Chiba, la receptora de su muestra es ella, la señorita Tsukino fue quien fue inseminada.- respondió el hombre mostrándole todos los papales donde figuraba el nombre de Serena.- Le reitero que buscaremos. . .
- Es todo lo que necesito saber.- Comento el pelinegro mientras se levantaba del escritorio.- Muchas gracias por todo.
De modo que Serena si estaba embarazada de él, iba a ser padre, pronto tendría un hijo, aun toda la historia era increíble, pero lo cierto es que tenía que hablar con Serena y lo antes posible, había mucho que arreglar, tenían mucho de que conversar.
Hola a todas, aquí después de mucho, mucho tiempo, espero que esta nueva historia que les traigo. Muchos cariños para todas.
