¡Hola gente increíble! Que bueno que se hayan decidido a darle una oportunidad a este nuevo fic :) De género fantasía/medieval.
Aclaraciones:
-Sin guiones y letra cursiva: narrativa.
-(palabras entre paréntesis): voz en off.
Disclaimer: Los personajes de "Hetalia Axis Powers" nunca me han pertenecido, porque de ser así, países como Rumanía y las micronaciones tendrían más protagonismo, y obvio los latinos aparecerían más. Este fic participa en dos retos del foro "Yo amo Hetalia ¿y tú?", el "Reto trimestral Enero-Abril: Héroes y villanos" y el reto "11 meses; 11 fanfics"; este es del mes de febrero, dedicado a un amigo.
Este fic esta dedicado, no solo a un amigo, sino a tres; a Lizzie, porque a pesar del trabajo y los problemas, ella está presente como amiga. A Reino Inquieto, quién tiene buenas ideas y debería recordarse cada día lo fantástica que es. Y a Yas, que es una de las primeras personas que me ha hecho creer que mis ideas valen la pena (y las suyas también). Para las tres que no he podido ver, gracias por su amistas.
Con mucho gusto, ¡empieza la historia!
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Introducción
En esos tiempos la vida era diferente; los mares eran el hogar de sirenas y criaturas marinas; los bosques el resguardo de las hadas y elfos; las cuevas recónditas, de los enanos mineros y los gigantes; y el cielo era surcado por las grandes alas de los dragones, reyes de las brisas y de las nubes, proyectado una sombra que hacía sentir seguridad y respeto por ellos, por todos estos seres.
Era el respeto de los seres diferentes con los humanos.
Pero decir que la convivencia de las especies fue un éxito sería idílico, ya que sus propias diferencias llegaron a converger, y por eso, decidieron vivir lejos, los unos de los otros.
Había deseos de conflicto, apaciguados por un grupo de los mismos hombres, decididos a no derramar sangre inocente.
Construir una muralla entre ambos mundos fue la solución que para ellos les pareció más correcta.
("¿Para quién?")
Luego de terminarla, varios emigraron a distintas partes, pero gran parte quiso quedarse. El grupo de hombres tomó la decisión de que uno de ellos fuera el líder de esas personas; escogieron al más joven, suponiendo que sería el que más años viviría.
Su primer acto fue llamar a su pueblo, el Reino "Homines"; él, su Rey.
El resto de sus compañeros, formó la "Orden de los hombres", protectores de su raza, de su majestad y su linaje.
Por el otro lado del muro, las cosas no eran distintas, ya que las criaturas hicieron un pacto de protección contra los humanos. La perspectiva de ellos, era que los humanos construyeron la Muralla para evitar sus propias ansias de destruirlos.
No había rey, pues las hadas eran demasiado retraídas para hablar con otra especie, las criaturas marinas solo vivían para el mar, ríos y sus lagunas; los enanos preferían concentrarse en las joyas de sus minas; los elfos vivían para ellos mismos y su eternidad.
Los dragones, se fueron cuando vieron la fragmentación; se decía que regresarían para cuando los humanos y las criaturas lo necesitarán.
Pero eso jamás ha pasado, porque ningún conflicto mayor ha ocurrido.
Las décadas pasan, al igual que los siglos, y, a pesar de la presencia del muro, las razas se encuentran en el sigilo de la noche.
Porque al encontrarse gigantes y enanos con humanos, nacen los hombres hechos para la herrería, enormes y resistentes al fuego; de la unión entre hadas y mortales, los mejores granjeros y herbolarios.
De los elfos, que eran muy pocos casos por no estar mirando nunca al reino humano, nacieron los poderosos hechiceros.
Para ellos era difícil adaptarse, porque no podían pasar desapercibidos sin rechazar su esencia.
Tenían miedo a ser perseguidos, por ser descendientes de estas uniones de una noche.
La Orden, diferente a la original, cumplió los temores de éstos.
Una matanza silenciosa con excusas de proteger a los no-hechiceros.
(Siempre hay excusas para lo desconocido)
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Espero les haya gustado la lectura, mis queridos lectores~
No olviden dejar sus reviews o favs ;)
Sayonara! Goodbye! Tschuws!
