Hola :D Bueno estoy aquí con mi primera historia con los personajes de Kuroko no Basket XD
Bueno en un principio quería hacer algo romantico con mi pareja preferida pero al final (y traicionada por lo mucho que disfruté el arco de Teiko) decidí que agregaría a toda la Kiseki no Sedai ;-; en una idea loca que surgió una tarde aburrida :v
Bueno en fin... Espero que lo disfruten XD
Advertencias: insinuaciones yaoi y lijeramente shonen-ai, bullyng a Momoi y Riko xD, actitudes lo mas propias del personaje que pude lograr (osea no mucho) Y... Me dejé llevar lijeramente por mi amor a Kuroko :v
LOS PERSONAJES DE KUROKO NO BASKET NO SON MIOS (No se para que digo eso si ya es obvio verdad?) PERO ESTA HISTORIA SI XD
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O~ ¿Alguna vez te has imaginado qué pasaría si un día Kuroko apareciera como un pequeño neko? Un Hyuga desesperado, Takao como niñera, el secreto de mamá Taiga y La Generación de los Milagros enfrentada en una batalla que nadie sabe cuando tendrá fin. - ¿Kagami-kun podrías dejar de aplastarme?- ¡Te destruiré Kise-chin! ~O
Kuroko wa Kitidesu
Era una tarde soleada, a la que podrían llamar normal, los pájaros cantaban junto a Kise y sus brillitos y por las calles los autos y bicicletas con carretas adjuntas transitaban como normalmente lo hacían.
En Seirin, las clases ya habían terminado dando paso a las vacaciones, algunos alumnos aún debían ir para clases de apoyo o rendir materias, entre ellos su jugador número diez y as Kagami Taiga, no era secreto para los demás miembros del equipo que el pelirrojo no pensaban en nada mas que su amado basket y comida por lo que sus notas dejaban que desear.
Además debían asistir diariamente a las prácticas en el gimnasio.
Se dirigía junto a su sombra Kuroko Tetsuya a una ardua -casi mortal- sesión de entrenamientos para mejorar su resistencia a la hora del juego, sabían perfectamente que Riko odiaba que llegaran tarde y por el bien de su salud tanto física como mental ambos apuraron el paso.
- Kagami-kun, no vayas tan rápido.- dijo con dificultad el de cabellos celestes forzándose a caminar, se veía cansado y respiraba a grandes bocanadas. Su compañero disminuyó la marcha lijeramente y lo miró intrigado, sabía que la resistencia de Kuroko no era "envidiable" pero tampoco era tan debil.
- Vamos, no exageres, sabes como es la entrenadora.- exclamó esperando a que volviera a encaminarse. Un poco preocupado y sintiendo que algo no iba bien examinó rapidamente con la vista a su jadeante amigo, se veía mas pálido de lo normal y tenía unas casi imperceptibles ojeras bajo sus orbes celestes extrañamente apagadas.- Emm... ¿Algo va mal Kuroko?- interrogó desviando la mirada incómodo.
- To~Todo va bien, Kag~Kagami-ku~- tartamudeó y antes de que pudiese terminar de completar la frase el sexto hombre de la Generación de los Milagros comenzó a caer frente a sus ojos como en cámara lenta.
- ¡Kuroko!- gracias a sus rápidos reflejos pudo atraparlo antes de que se golpeara contra el piso.- ¡Mierda! ¡Llegaremos tarde!- suspiró y resignado lo cargó junto a su bolso dirigiéndose lo más rápidamente que pudo hacia el gimnasio. No es que no le preocupara Kuroko, de hecho estaba muy preocupado, desde la mañana que lo notaba actuar extraño, pero ahora debían organisar sus prioridades y lo más importante de momento era llegar a tiempo y asegurar su vida y también la de su sombra, Aida Riko podía ser muy peligrosa.
...
- ¡¿Dónde estan Bakagami y Kuroko?! ¿¡Acaso estarán pensando en faltar!?- interrogó enfurecida, Hyuga y Teppei temblaron "lijeramente" aterrorizados, realmente preferían enfrentarse a la Kiseki no Sedai junta antes que soportar un verdadero castigo de la entrenadora. Mitobe, Koganei, Izuki, Furihata y Tetsuya 2 inteligentemente se habían mantenido quietos y callados mientras Fuwahara, Tsuchida y Fukuda optaban -luego de recibir una mirada enfurecida de la castaña- por hacer lo mismo.
Antes de que el bueno de Teppei abriera la boca para soltar alguna excusa para salvar a sus jugadores estrella acompañado como siempre con una sonrisa estúpidamente amable -en opinión de Hyuga- para lograr que la chica se calmara, la puerta del gimnasio se abrió con un estruendo y un alto pelirrojo -al que reconocieron como Kagami- se abrió paso cargando a lo que supusieron era su jugador número once.
- ¡Ba-Ka-Ga-Mi! ¿¡Qué le hiciste a Kuroko!?- vociferó Riko siendo envuelta por un aura oscura y aterradora, el ambiente se había vuelto asfixiantemente tenso y pesado. Nigou instantaneamente corrió hasta los pies de Kagami intentando treparse por su pantalón para alcanzar a su dueño, los demás solo lo miraron expectantes.
- ¡Mierda! ¡No me culpen! ¡Yo no eh hecho nada! Solo parecía cansado y luego se desmayó y vine aquí lo más rápido que pude.- explicó el pelirrojo rápidamente sujetando más fuerte a su adorable sombra y moviendo su pierna desesperado por quitarse al insistente perro de encima, Teppei asintió comprensivo dedicándole a Mitobe una mirada significativa y acercándose al jugador fantasma para examinarlo.
- Quizá solo necesite descansar, dejemoslo dormir, no parece tener fiebre quizás se desveló anoche.- propuso sonriendo conciliador, Riko asintió viendo de reojo a Mitobe llevar junto a Koganei dos colchonetas hacia los vestidores, podía ser una entrenadora dura, pero sintió un terrible miedo cuando vió a Kuroko inconciente, por sobre todo, siempre estaría el velar la salud de su equipo.
- Esta bien, Bakagami vé a dejar a Kuroko y luego 20 vueltas alredor del instituto.- ordenó la chica, el pelirrojo asintió resignado.
...
Luego de dejarlo -y de paso encerrar a número 2 con él- siguieron el entrenamiento como de costumbre.
Ya estaba atardeciendo cuando los ladridos de Nigou se volvieron casi insoportables para el muy cansado equipo, apenas y si podían mantenerse de pie sin que les temblaran las rodillas, el sudor caía por sus rostros y humedecía sus uniformes, sus pulmones demandaban cada vez más aire del que era posible.
- ¿¡Qué le pasa a ese perro!?- exclamó el as de Seirin irritado, al parecer el día iba de mal en peor. Riko dió por finalizada la práctica, un suspiro colectivo se escuchó fuerte y claro, se dirigieron a los vestidores mientras Teppei, Fuwahara y Fukuda guardaban los balones en la bodega.
Hyuga fué el primero en lograr arrastrarse hasta los vestidores, abrió la puerta y se encontró con Nigou ladrándole a un uniforme amontonado, se acercó cuidadosamente, estaba seguro de que había algo debajo, algo capaz de poner de esa forma a un perro que era tan inmutable y tranquilo como su dueño, además de que el montón de ropa se movía así que eso ya le daba una pista. Levantó exagerádamente lento la camiseta, todo a su alrededor parecía haber quedado en segundo plano, sus ojos estaban fijos allí, los murmullos de sus compañeros no se oían como más que zumbidos y debajo de la prenda, abrazándose a unas negras muñequeras estaba... ¿¡Kuroko!?
El grito escandalizado -y extrañamente agudo- del capitán de Seirin se escuchó por todo el gimnasio e incluso pueden asegurar que fué mas allá ya que algunos perros del barrio empezar a ladrar alertados.
- ¿¡Qué sucede!?- interrogó Koganei apareciendo a un lado del de anteojos junto a Mitobe y Izuki, sus rostros se deformaron en una mueca de sorpresa y curiosidad, bueno... En unos se notaba mas que en otros.
- ¿Ese es...-
- ¿¡KUROKO!?- completó Kagami acercándose rápidamente, allí sobre la colchoneta en la que lo habían dejado estaba un pequeño Tetsuya, y por pequeño se refería a que parecía un niño de unos dos años aunque... Esa era ¿¡Una cola de gato!? ¿¡Orejas!?- ¡Waaaa!- el pelirrojo cayó al piso inconciente bajo la asustada y un poco llorosa mirada cian de su sombra, realmente había sido un día duro para él, lo comprendía. Los demás chicos entraron también quedando sorprendidos al ver la escena.
- ¡Es adorable!- chilló Koganei acercándose a levantarlo, el mini-Kuroko se aferró a él soltando lagrimones y mirando asustado a Número 2 que no paraba de ladrarle, los demás estaban demasiado shockeados como para reaccionar.- ¡Ey! ¡Chicos!- llamó el castaño moviendose para levantar la camiseta del peliceleste y envolverlo con ella.- ¡Ya! ¡Respondan!- exclamó sacándolo de su estupor.- Saquenlo de aquí, está asustando a Kuroko.- dijo apuntando al perro que intentaba treparse por sus piernas mientras el peliceleste se acurrucaba en su camiseta.
.
Una vez que Teppei sacó a Nigou y llamó a Riko que empezaba a alertarse por todo el alboroto pero que no se atrevía acercarse, empezaron a analisar la situación "tranquilamente".
- ¿¡Cómo puede ser Kuroko!? ¿¡Por qué es tan pequeño!?- exclamó la entrenadora desesperada y caminando de un lado a otro sujetándose la cabeza, nadie respondió, todos se preguntaban lo mismo ¿Acaso era eso posible?. En ese momento Kagami empezaba a despertar lentamente, mirando a su alrededor confundido y sujetándose la cabeza justo en el lugar que se había golpeado -rebotado como pelota de basket- contra el piso cuando se desmayó.
- Tuve un sueno rarísimo, había llegado tarde a la práctica y luego Kuroko tenía cola y orejas de gato y parecía un niño, que sueño más loco.- rió suavemente y se levantó, tenía unas tremendas ganas de ir a comer hamburguesas al Maji Burger con su sombra como de costumbre, al no recibir ninguna respuesta fijó su vista en su queridísimo equipo.- ¡¿Era un sueño cierto?!- inquirió.
- Pues... No.- respondió Hyuga levantando en sus brazos a un dormido Tetsuya chibi y acercándose para entregándoselo.- ¿Tienes alguna idea de porqué o cómo pasó esto?- preguntó, el pelirrojo negó sin entender pero más calmado que antes sujetandolo torpemente, ya que le parecía muy pequeño y delicado, nunca había sujetado a un bebé...- ¡Debes saber algo! De nuevo estas causándoles problemas a tus superiores.- exclamó furioso y dejando salir una sonrisa sádica, Teppei se apresuró a calmar a su capitán lo último que necesitaban eran más problemas.
- ¿Y si llamamos a alguno de "ellos"? Quizá sepan algo sobre esto.- sugirió Fukuda, Kagami le miró como si tuviera tres ojos y estuviera bailando el lago de los cisnes bajo la lluvia vestido de policia con tutú. Riko en cambio consideró los pros y los contras de la idea.
- Sería una buena idea pero no tenemos el número telefónico de ninguno.- recordó la chica.
Además de que algunas actitudes de ese grupo le molestaban y las consideraba insoportables, ¿A quién deberían llamar? ¿Kise Ryouta? No parecía una persona apta para cuidar a un niño, ni a una mascota... Ni a una planta... Pero parecía un buen chico. ¿Mirasakibara Atsushi? Eran un gigante y se comportaba como un niño pequeño, además de que cuando se enfadaba realmente podría aplastar a Kuroko o matarlo por una sobredosis de dulce a la cual no creía que estuviera acostumbrado, definitivamente no. ¿Midorima Shintaro? Podría ser pero ¿Aceptaría? No estaba segura, nunca se sabía que esperar con los meganes tsunderes -lo sabía por experiencia, Hyuga no era una persona facil de tratar-. ¿Aomine Daiki? Parecía una buena opción, él conocía a Kuroko desde hacia mucho y habían sido amigos, además de un notable interes de otro tipo en su ex sombra, lo que le preocupaba era que ese chico -según kuroko- vivía solo y era bastante flojo, dormía la mayor parte del día, comía casi lo mismo que Kagami -osea mucho- entrenaba pero... La última opción era Akashi Seijuuro, sin duda habría sido perfecto, obviando que era un chico con doble personalidad y con unas tijeras peligrosamente afiladas siempre a su alcanse, no era algo conveniente para un niño... Ni para un adulto... Ni para nadie, pero estaba lo del ojo del emperador, eso debería servirle para mantener vigilado a Kuroko ¿Cierto?
Kagami y su falta de tacto o delicadeza estaban descartados por el momento pero tenía sus puntos buenos, el chico sabía cocinar muy bien, no es que ella no supiera, pero admitía que Kagami tenía talento, además ultimamente él y Kuroko estaban mas raros de lo normal y pasaban mucho tiempo juntos... ¿Tendrían algo?. Luego estaba esa chica molesta... La que se creía mucho por tener pechos grandes y que la menospreciaba por ser copa B ¿Satsuki Momoi? Si, ella definitivamente no, estaba demasiado enamorada de Kuroko como para no llegar al punto de ser más peligrosa que Kise.
- ¿Kuroko no tiene una agenda o celular?- preguntó Izuki a Kagami, él pareció pensarlo durante un rato pero finalmente asintió.- Si, debe estar en su bolso.
Efectivamente el celular de Kuroko estaba allí, Riko fué quien lo revisó, ya que Kagami parecía particularmente enfocado en toquetear curiosamente la cabeza y el rostro de su dormida sombra.
La entrenadora miró la pantalla del aparato sorprendida, el buzón de mensajes estaba lleno y tenía varias llamadas perdidas de las que pudo reconocer como varios miembros de la Generación de los Milagros, ella creía que Kuroko ya no tenía contacto con su anterior equipo, pero al parecer era completamente lo contrario o eso pensó hasta que revisó que casi todos los mensajes y llamadas perdidas eran de ese día.
- Creo que deberías dejar de hacer eso Kagami...-
- Parece ser que todos intentaron contactarse con Kuroko...- comentó a los demás sorprendida.
- ¡Ellos sabían que esto pasaría hoy!- aseguró Koganei y a su lado Mitobe asintió pensando lo mismo.
Un suave llanto desvió la atención de todos hacia Taiga, que sostenía las mejillas del peliceleste y las estiraba, Teppei se acercó a él antes de que Riko pudiera lanzar uno de sus habituales gritos.
- Deberías ser un poco más cuidadoso, los niños pequeños se molestan con facilidad.- comentó acariciandole la cabeza a la pequeña sombra y recibiendo algo parecido a un ronroneo de su parte.- Bueno... Es casi como un niño pequeño, pero sigue siendo muy adorable.
- ¡Chicos! ¡Está vibrando! ¡Es una llamada!- dijo Riko con pánico evidente mostrándoles el teléfono donde en la pantalla cláramente decía: "Llamada entrante de Akashi-kun" - ¡¿Qué debería hacer?! ¿¡Contesto!?- interrogó desesperada, de entre todo el arcoiris ¿¡Por qué él!? No estaban preparados ¿Deberían mentirle? Hyuga rápidamente le quitó el teléfono de las manos, contestó y lo puso en altavoz para que todo el equipo pudiese oir.
- Habla Hyuga, el capitán de Seirin, Kuroko no puede contestar en este momento.- dijo con voz imponente y segura, del otro lado de la línea se escuchó una risa discimulada.
" - A menos de que Tetsuya esté durmiendo desnudo a tu lado o en "esa" situación no veo porqué no podría contestar y en su lugar lo hiceras precisamente tú.- habló la voz tranquila de Akashi, Hyuga se sonrojó al instante sin poder evitar hacerse una imagen mental.- Aunque claro, en el caso de que sea lo primero puedes considerar la idea de buscar o un nuevo país o de rendirte a tener mis queridas tijeras clavadas en una parte importante de tu anatomía, digo, en caso de que quieras tener descendencia. - dijo un poco amenazante pero sin perder su tono formal, el chico de anteojos tembló al igual que Kagami que por cierto estaba muy muy pálido.- Interpretaré tu silencio como un "Nunca haría eso Akashi-sama" y supondré que estan en la situación 2 y que tienen en su poder a un Tetsuya pequeño y adorab~ - tosió.- ... Y no saben que hacer con él.- Riko y los demás no se sorprendieron, ya lo suponían, el Emperador lo sabía todo, era "absoluto" como decía y al parecer no era la primera vez que Kuroko estaba así.- No podré ir yo a cuidarlo ya que me encuentro con mi familia fuera del país pero intentaré llegar en mas o menos una semana. Bueno el punto es advertirles que durante estos dias mis queridos ex compañeros y equipo del cual era capitán irán tras Tetsuya, en cuanto uno de ellos se decida a ir a buscarlo será solo cuestión de tiempo para que la batalla comiense, se formarán alianzas y empezarán a caer uno a uno, claro si es que ustedes no rompen el ciclo, mientras tanto -ya que estoy seguro de que no podrán protegerlo de esas bestias- se encargarán de cuidarlo adecuadamente. En caso de que Tetsuya salga lastimado estando bajo su cuidado me ocuparé personalmente de elegir un castigo apropiado a mi regreso.- aseguró con voz firme y luego colgó sin darles tiempo de hacer preguntas o siquiera procesar sus palabras.
- ¿Qué se supone que debemos hacer con Kuroko? ¿Dónde dormirá? ¿Cómo hay que cuidarlo? ¡¿Por qué no nos dió algo de información en lugar de amenazarnos y decir cosas que no nos interesan!?- interrogó Hyuga desesperado mirando al techo del gimnasio como si este pudiera darle la respuesta, mientras caía al piso de rodillas y sujetaba sus cabellos. Los demás solo bajaron la cabeza derrotados, incluso Riko sintió un lijero escalofrio, todos respetaban a Akashi, había sido un muy duro rival y aún más aterradora persona, sabían que era mejor no hacerlo enfadar. El ambiente siguió tenso durante unos segundos y para colmo la luz de un relámpago destelló seguida de cerca por un trueno y luego el sonido de el agua cayendo furiosamente.
- ¡Auch!- se quejó adolorido Teppei.- ¡Kuroko me mordió!- efectivamente, de la boca entreabierta del once de Seirin se asomaba una dentadura blanca y con colmillos pequeños pero afilados.
- Parece que las orejas y cola no son lo unico que tiene, ¿Qué creen que debamos darle de comer?- inquirió Izuki quitándo a Tetsuya de los brazos de Kiyoshi y acariciandolo como a un gatito, cosa que al peliceleste, no pareció molestarle en lo absoluto.
- Pues... ¿Comida de bebé?- sugirió con obviedad Fukuda.
- Pero ahora él también es como un gatito, y si no le gusta la comida de bebé podríamos darle alimento para gatos ¿Cierto?- rebatió Koganei.
Kagami se mantuvo al margen de la conversación con el teléfono de Kuroko en sus manos, empezó a revisar los mensajes, entre los cuales se podían ver unos cinco "Kurokocchi ¿Dónde estas?" y "Kurokocchi salgamos a cenar." de Kise, algunos "Kuro-chin ¿Vamos mañana a tomar un batido? Responde rápido porfavor." de Murasakibara, "Tetsu, ¿Vamos a practicar mañana? Luego podrias quedarte a dormir en mi casa." de Aomine, unos dos o tres mensajes de Midorima "Tu objeto de la suerte para mañana es una tortuga, yo te ayudaré a conseguirla, nos vemos en el centro comercial a las 7am."... ¿¡Una tortuga!? Bueno algo si que era obvio, tendría que proteger a Kuroko y quedarse con él en cada momento, él era su luz, y su deber era proteger a su sombra.
- Ya es tarde, me llevaré a Kuroko a casa.- impuso, Izuki se lo entregó envuelto en su camiseta de Seirin y con sus muñequeras negras en sus pequeños brasitos, tomó el bolso sacando la campera y tapándolo también con esta, la lluvia parecía caer mas fuerte que antes, con gotas grandes y pesadas.
- Bien Bakagami, te lo dejamos, pero llama si tienes problemas o preguntas. Tienes en tus manos el futuro de nuestras vidas.- dijo Riko, todos los demás aintieron seriamente.- Mañana será el día, trae a Kuroko al entrenamiento, estoy completamente segura de que se aparecerán y si no te ven será muy obvio que tu lo tienes e irán a buscarte a tu casa, mañana será el día en que nos enfrentaremos a casi toda la Generación de los Milagros.
- ¿Pero... No sería mejor no traerlo?- sugirió Hyuga.
- ¿Con quién más podríamos dejarlo?- interrogó Teppei.
- ¿Y si se lo dejamos a su familia? ¿No crees que ya es tarde? ¡Deben estar preocupados!- expuso Furihata.
- Los padres y la abuela de Kuroko viajaron hace unos dias y no se cuando volverán, él me lo dijo cuando le pregunté porque ah estado viniendo muy seguido a mi apartamento.- comentó el diez de Seirin, su sombra no sabía cocinar por lo tanto había optado como medida de supervivencia instalarse en su casa cada mañana y noche para desayunar y cenar respectivamente ya que almorzaba en el instituto, y él no tenía ningún problema con ello, de hecho era un poco divertido y menos solitario el pasar casi todo el día con el chico.
- Debemos traerlo y esconderlo durante la práctica, discimular si es que ellos vienen y tener mucho cuidado con Tetsuya 2 porque parece que en este estado Kuroko no le agrada.- expuso la castaña entrenadora, ¡Ella podría cuidar a Nigou! ¡Le cocinaría todos los dias y jugarían en el patio! Sabía que su padre no tendría ningun problema con que se quedara con él unos dias.
- Bueno ya se esta haciendo tarde asi que ¡Adiós chicos!- se despidió Teppei preparándose para salir con su bolso deportivo y un paraguas que había guardado en su casillero, los de primer año también se despidieron eufóricamente de Kuroko antes de salir, Koganei y Mitobe los siguieron y finalmente el padre de Riko la recogió en su auto junto con Nigou.
- Cuídalo bien Kagami.- dijo Hyuga poniendo una mano sobre su hombro antes de salir.
...
Abrió con dificultad la puerta de su apartamento, en el camino la lluvia se había calmado hasta convertirse en una suave llovizna, había pasado por una tienda cercana para comprar algunos alimentos, pero aún no había conseguido ropa para Kuroko y lo mantenía envuelto en la camiseta, para ser un niño se mantenía bastante tranquilo, no es que se quejara, pero creía que sería más dificil, lo dejó en el sillón casi dormido y se dirigió a la cocina para preparar un poco de leche y la una cena como para quince personas que seguramente lo dejaría satisfecho.
Más tarde -y luego de calentar la leche para Kuroko unas tres o cinco veces ya que su pequeña sombra no hacía más que dormir un poco, despertarse, pedir comida y antes de terminar volver a caer dormido- decidió ver una película, el de cabellos celestes estaba dormido en su regazo. Le tenía una particular fobia a los perros pero los gatos no le molestaban, aunque tampoco es que fuera fanático de ellos, se dió el tiempo de detallarlo, Kuroko siempre le había parecido pequeño, pero ahora se veía aún más y sus ojos resaltaban, siempre le había gustado el color de sus ojos y su cabello suave, su rostro palido y su piel... Bueno, se podía decir que Kuroko "le gustaba" admitió con un lijero, muy lijero rubor en las mejillas. Con respecto a esas nuevas emm... "extensiones" pues en su cabeza se veían extrañas pero de alguna manera adorable pensó cuando sintió la colita fina y suave envolverse en su brazo, ese nuevo Kuroko se veía aún más protegible que el normal y eso le encantaba.
Irrumpiendo cualquier clase de pensamiento el "calorcito" sobre su regazo le hizo palidecer y casi clavar las uñas en el sillón completamente rígido...
¡No no no, porfavor eso NO definitivamente NO!
- ¡Kuroko! ¡Noo!- a pesar de sus ruegos y negativas el Tetsuya terminó despertando con lágrimas en los ojos y se abrazó a su pecho asustado por el grito, Kagami lo levantó desde los hombros, obligándolo a soltarle, con una mueca de asco y lo dejó sobre el piso para correr hacia su habitación y cambiarse de ropa, los llantos de su sombra inundaron el lugar a pesar de los muchos, muchísimos intentos fallidos del pelirrojo para calmarlo, aunque claro, era dificil intentar calmar a un niño sin tocarlo, porque sí, Kagami Taiga por más cariño que le tuviera a su amigo no iba a acercársele.
Una hora, una hora de escucharlo llorar intensamente, el rostro de su sombra estaba rojo al igual que sus ojos y parecía que le faltaba el aire, estaba empezando a desesperarse, ya había cedido con eso de "no tocarlo" incluso lo había cargado, le había dado comida ¡Incluso había echo el intento de cantarle! Pero seguía como al principio, ¡No era su culpa! ¡Nunca había cuidado a un bebé! Estaba a punto de largarse a llorar cuando divisó, bajo la mesa de la sala una bolsa que estaba seguro, él no había dejado allí.
Se acercó y la tomó rápidamente, reviso dentro y milagrosamente encontró ropa que estaba seguro le iría a Kuroko además de una carta dentro de un sobre celeste.
" Kagami-kun:
Si estas leyendo esto probablemente yo esté en una situación un poco complicada, por eso eh decidido dejarte una pequeña ayuda y además algunas recomendaciones, supongo que Akashi-kun los habrá puesto al tanto de la gravedad de esto asi que:
1ro: Porfavor no dejes que Kise-kun ni Momoi-chan me lleven, sabes como son y la verdad no quiero morir asfixiado por kilos de ropa, un abrazo muy apretado, o en un caso peor morir de intoxicación.
2do: No creo que sea peligroso estar con Murasakibara-kun, de hecho me encantaría quedarme con él, y por supuesto que no lo digo porque él me alimentará con muchos dulces. Midorima-kun también estaría bien.
3ro: Si tienes problemas puedes llamar con mi teléfono a Aomine-kun, él lo entenderá, sé que no se llevan muy bien pero si es una emergencia te ruego que pongas como prioridad mi bienestar que equivale al de ustedes.
4to: Enserio Kagami-kun, si tienes problemas llama a Aomine-kun!
5to: Comida para bebés, no alimento para gatos ò.ó
6to: Me disculpo de antemano por todas las cosas vergonzosas que haya hecho/haré hasta volver a la normalidad.
7mo: Ten cuidado con Akashi-kun, se pondrá un poco sobreprotector.
Además esto, no sé si pasará o no, pero tengo el presentimiento de que no estaré así por mucho tiempo, asi que de ser posible me gustaría que evitaras el conflicto entre mis compañeros de Teiko.
Gracias por aceptar cuidarme, sabía que podía confiar en ti, trata de controlar tu temperamento y nuevamente gracias.
Kuroko Tetsuya, tu fiel sombra.".
Terminó de leer la carta con alivio y un sentimiemto cálido en el pecho, Kuroko lo conocía lo suficientemente bien como para predecir que iba a ofrecerse a cuidarlo, por lo menos se había tomado el tiempo de ayudarlo.
Tomó el teléfono de su sombra de mala gana, ¡No quería llamar a Ahomine! Los llantos parecieron volverse aún mas fuertes, resignado y con un poco de celos marcó el primer número de la agenda teniendo en mente que, ahora que tenía el teléfono de Kuroko en sus manos podría revisar casualmente los mensajes que el amante de la vainilla intercambiaba con su antigua luz.
" - ¿Tetsu?
...
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... O.O Bueno espero que les haya gustado (a quien sea que esté leyendo XD) Cómo dije antes surgió de un momento a otro y se me hace bastante facil escribirlo .-.
Si tienen recomendaciones, críticas o cualquier cosa(? Serás bienvenidos en los Reviews ;D
Apple Dark Love ^w^
