Isabella Swan era completamente feliz, a punto de casarse con el mejor hombre del mundo, todo era perfecto hasta que en el día de su boda descubre a su perfecto futuro esposo besando a su hermana, ahora completamente devastada, deberá rehacer su vida lejos, y más importante, sin hombres, después de todo, las estúpidas no van al cielo, y ella, no es ninguna estúpida.
