Muy buenas, me presento otra vez con otra historia de Inuyasha y Kagome. Decir que esta la tenía escrita desde hace muchísimo tiempo y que solo he reeditado mi horrible ortografía que por vuestros comentarios voy a volver a editar . (los que con "k" son de hace 8 años, y no no exagero, asique pido disculpas pero es que ni la herramienta de ortografía los reconoce como falta es horrible jajajaja. La idea es la de entonces y la verdad es que no la considero mala del todo. ;)
Espero que os guste mucho y que la disfrutéis tanto como yo mientras vuelvo a reescribirla.
REEDITADO DE NUEVO.
/./:/./:/.
Capítulo 1:
"EL adiós, para siempre te llevare en mi corazón"
La batalla con Naraku había quedado en un momento incierto, en un solo movimiento se decidiría la vida o la muerte de todo grupo. Un grupo incompleto, sin kagome. Nada se podía hacer ya, había sido decisión de los dos. Después de la última pelea, por una simple tontería, por algo tan cotidianano...ya no se podía remediar. Ya habían pasado 3 años de eso, y todavía la echaban de menos, todavía parecía que había sido ayer…
[FLASH BACK]
El grupo andaba buscando un lugar donde pasar la noche. Encontraron uno cerca de un rio, con unas aguas termales.
-WAAAA-dijo Shippo con los ojos iluminados- aguas termales , porque no nos bañamos todos juntos-dijo el niño con su típica inocencia.
PUM! Recibió un puñetazo en la cabeza de Inuyasha- Pero que dices enano- dijo este enfadado.
-Buaaaaa, Kagome, Inuyasha me ha pegadooooo -dijo Shippo mientras se subía al hombro de Kagome.
-Inuyashaaaaa!-se produjo un silencio incómodo y tenso- ¡siéntate!
El medio demonio cayó de bruces al suelo. Y un acto tan cotidiano se convirtió en el detonate de una bomba.
-Se puede saber que haces niña- dijo Inuyasha levantándose del suelo.
-¿niña?-repitió Kagome, pensando que a que venía que la llamara así-lo mismo que tú le hiciste a Shippo-
Se produjo un silencio incómodo, en el que los dos se aguantaban la mirada, Shippo se había bajado del hombro de Kagome y estaba escondido detrás de Kirara, Miroku y Sango se encontraban a medio metro de los dos mirando la situación. Después de ese silencio, que pareció eterno, los dos voltearon la cabeza. Kagome cogió sus cosas para ir a bañarse e Inuyasha se sentó en el suelo con su típica postura.
-ka..kagome-dijo Sango un poco asustada- espérame anda que voy coger las cosas para ir yo también a bañarme-dijo con una sonrisa, intentando aliviar la situación.
-NO-dijo casi gritando y dándose la vuelta con una mirada asesina en los ojos, más tranquila prosiguió-prefiero bañarme yo sola-
-Kagome...-dijo Sango en tono preocupado.
-déjala, a ver si con un poco de suerte se ahoga en el rio-salto Inuyasha.
-CALLATE...QUIEN CREES QUE TIENE LA CULPA- dijo Sango gritando a Inuyasha, quien la devolvió una mirada fría - Kagome...Kagome?-cuando se había dado la vuelta para gritar a Inuyasha, su amiga ya se había ido, ¿porque la notaba tan rara últimamente?, empezó a cambiar desde el último encuentro de Inuyasha y Kikyo, después de aquello Naraku la vio a ella sola un momento y la había propuesto algo a Kagome aunque apenas le dio importancia al tema y Sango sabía que su amiga había declinado la oferta.
Mientras tanto en las aguas termales…
Kagome suspira y se cruza de brazos- Ese Inuyasha, quien se cree que es, me ha vuelto a llamar niña como cuando nos conocimos, ese cerebro de mosquito…-
Dejo de darle vueltas a la cabeza y se relajó en el agua caliente. Estaba a la temperatura perfecta, y relajaba cada músculo tenso y pensó que en su tiempo, no había aguas termales como esta. Sumergió su cabeza en el agua y se dispuso a nadar un poco. El pelo negro, quedaba en la superficie como una sombra negra hasta que llego a la parte profunda de las aguas, allí en el fondo , que parecía reconfortartante y muy tranquilo y entonces se acordó de la propuesta que Naraku le había hecho, sin previo aviso sus ojos se empezaron a llenar de lágrimas bajo el agua, mientras recordaba sus palabras:
"mi querida Kagome, ¿estas harta de que te traten como a una copia verdad? qué raro yo estoy harto que me traten como a Uniguo, parece que nos parecemos más de lo que tú te crees. Dime querida te gustaría unirte a mi...a no contestes todavía, normalmente no tengo paciencia, pero contigo haré una excepción, y te recordare algo, tu odias a Kikyo y yo también, y aunque no quieras reconocerlo, también sé que estas empezando a odiar a Inuyasha, tu corazón se vuelve a pequeños pasos, negro, y no puedes hacer nada para impedirlo, así que yo pienso así, ¿si yo no puedo ser feliz porque los demás si?...te dejare que lo pienses, no hay prisa, mi querida futura aliada".
Por más que quisiera, no podía no estar de acuerdo con esas palabras, desde la última reunión de Inuyasha con Kikyo, en la que ella había visto a Inuyasha besar a Kikyo por iniciativa propia, se sentía llena de odio, y hasta ahora no lo había soltado, llevaba mucho, demasiado, tiempo reprimiéndose. Había tomado una decisión, se uniría a Naraku, le diría a sus amigos que se iba a su tiempo...y pensaba no volver a verlos más. Era lo mejor.
Cuando se sintió con fuerzas, y con la cabeza en orden, subió a la superficie y saco su cabeza. Sus cabellos lisos hasta las puntas le caían lacios sobre sus hombros, su espalda y su pecho, tapando lo que si tuviera oportunidad Miroku hubiera ido a ver, pero con la actuación de antes estaba segura de que esta vez no se atrevería a venir.
Nadó por la superficie, desde el centro del lago, hasta la orilla, nada más avanzar un par de metros, escucho un ruido detrás de los arbustos.
-¿Quién anda ahí?-silencio-Miroku si eres tu sal, tranquilo que no te hago nada, pensó mientras lo decía. Silencio, ahora ni siquiera se oían a los animales de la noche-no tiene gracia, si es una broma salir-un movimiento tras los arbustos, luego, silencio-ya basta chicos no tiene gracia-dijo con lágrimas de miedo asomando por sus ojos chocolate, pero siguió sin contestación. Suspiro y se dispuso a salir nadando. Entonces de la nada salió un demonio, pudo ver que estaba herido y necesitaba sangre fresca, rujía y Kagome se tapó los oídos. El demonio la visualizó y la enfocó con sus pupilas rojas. Kagome estaba al borde de un ataque de pánico y no podía hacer nada, se sentía impotente y por primera vez se dio cuenta de cuanto dependía de sus amigos y de lo inútil que era sola. Solo pudo hacer una cosa:
-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH-
En el campamento todo se queda en silencio.
-Creo que hay demasiado silencio no te parece Sanguito- dijo poniendo la mano donde no debía.
-PLAF-una marca roja quedó marcada en su cara- me parece raro que haya tanto silencio, estoy preocupada por Kagome, ¿Inuyasha, puedes echar un vistazo?-
-ehhh- dijo el medio demonio vagando de sus pensamientos-¿yo? y una mierda, quieres que me diga uno de sus "siéntate"- dijo haciéndola burla.
-TU ERES TONTO-grito Sango- y si la pasara algo que vas a hacer-prosiguió más tranquila.
-psss no me importaría- repitió Inuyasha en tono sarcástico.
De repente se oye un susurro, parecía la voz de Kagome, después silencio y luego...un fuerte rugido procedente de las aguas termales.
-NO PUEDE SER, KAGOMEEEE- gritó Sango levantándose deprisa del suelo.
-rápido monta en Kirara, ahora te sigo Sango- le indico Miroku para que se tranquilizara un poco.
Sango monto en Kirara y partió hacia el lugar y el monje se dispuso a imitarla, pero antes miro hacia tras y dijo algo a Inuyasha.
-espero que sepas lo que estás haciendo ,si no llegamos a tiempo será culpa tuya, y si la señorita Kagome...eso lo dejo a tu conciencia, espero que por esto no la perdamos, Inuyasha- y dejando estas palabras tras de sí, emprendió la carrera, dejando a un medio demonio cabezón que no hizo caso a las palabras del monje.
En las aguas termales…
-¡SOCORROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!-gritó desesperada Kagome, mientras salía del agua, con el demonio persiguiéndola por el lago, era más rápida que ella nadando así que solo la quedaba esperar un milagro.
Noto como algo o alguien a su espalda removía el agua y sacaba al demonio de allí, su primer pensamiento… Inuyasha, nado todo lo rápido posible y llego a la orilla, desnuda, y sin acordarse de ello se dio la vuelta para mirar a su salvador y se encontró...a Naraku. No podía creerlo, la había salvado y por si no se lo creía la sangre del demonio todavía caía del cielo, bañando su cuerpo desnudo con pequeñas gotas de esa sustancia roja.
-Has tomado una decisión, mi querida Kagome-lo dijo con una pequeñas sonrisa maliciosa en su rostro. No era una pregunta.
-si...-dijo tímidamente ella- he decidido aceptar tu oferta, mañana mismo me iré del grupo- respondió con lágrimas en los ojos, el no haberse encontrado con Inuyasha detrás la había supuesto un shock, ya que sabia perfectamente que sus gritos si se habían escuchado en el campamento.
-muy bien, así me gusta- tras una pequeña pausa en la que se dedicó a observar a Kagome en su estado actual, llena de pequeñas gotas de sangre, con el pelo mojado, desnuda y medio llorando, dijo- nos encontraremos en el camino que conduce al sur y que sale de la aldea más cercana en esa dirección, te pasare a recoger allí, tu solo camina- y se desvaneció en el aire.
Kagome seguía en shock, al irse Naraku había dejado caer un velo blanco, que caía suavemente por el cielo y la cubrió cuando se posó suavemente en ella. Sus piernas temblaban, no podía mantenerse en pie, se sentó entre sus pies y su espalda se apoyó en el árbol que había encontrado a su huida.
Empezó a oír los pasos de Kirara en el aire, y después a alguien gritar su nombre.
-KAGOMEEEEEEE-grito Sango- no puede ser...-dijo mientras se tapaba la boca, había oído varios gritos y aquella visión de su amiga la desconcertó.
Su amiga se encontraba recostada en un árbol, más bien parecía un cuerpo sin vida, con la mirada perdida y la cabeza caída, tapada solo con una especie de velo blanco muy fino, y con todo su cuerpo cubierto de sangre.
Bajó de Kirara y fue a coger a su amiga, a lo lejos se veía venir a Miroku, quien reacciono de la misma manera que Sango, no se creía lo que veían sus ojos.
Sango miro a su amiga, la cogió en sus brazos y la levanto un poco.
-¿Kagome, estas bien? contesta-parecía que Sango estaba más nerviosa que su amiga, después de todo ella era su única familia, y una hermana para ella.-¿por favor dime que ha pasado?-
-lo...sien..to- dijo Kagome antes de que sus ojos se cerraran y cayera en un sueño, del que nunca despertaría siendo la misma.
-Sango-la llamo Miroku- que...le... ha pasado...a la... señorita…Kagome- dijo mientras recuperaba el aliento de la carrera y del susto.
-no lo sé-sus ojos se llenaron de lágrimas- me dijo lo siento, pero...porque tiene que sentirlo, el que siente, si Inuyasha hubiera venido-pequeños ríos de lágrimas salían de sus ojos-Miroku no entiendo nada, quien mato al demonio, parece que ha explotado-dijo mirando a su alrededor.
-no lo sé...no lo sé-dijo mientras abrazaba tiernamente a Sango-tranquila, vamos a llevarla al campamento, pero antes vístela, yo te espero allí con Kirara vale-y la beso en la frente.
Sango se tranquilizó al escuchar la voz que había puesto Miroku y al recibir su cariño, no pervertido por una vez. Se dispuso a coger la ropa de su amiga y a vestirla, antes de eso lavo un poco su cuerpo, pero la sangre de demonio es muy difícil de quitar, y le quedaron pequeñas manchas rojas en su piel, después de eso se reunió con Miroku y emprendieron el viaje de vuelta al campamento. Una vez que llegaron Inuyasha miró para ellos y Shippo hecho a correr hacia allí pensando en que no había pasado nada, pero vio a Kagome desmayada y manchada de sangre de demonio. Apestaba a demonio.
-Ka...Kagome-en seguida se puso a llorar- ¿qué le ha pasado? ¿Se va a poner bien?- lloraba Shippo desconsoladamente.
-si solo está durmiendo- le tranquilizo Miroku, mientras Sango sacaba el saco de dormir de Kagome y lo extendía en el suelo.
-¿Miroku me ayudas?-pregunto Sango, a lo que él fue y la ayudo a meter a Kagome en el saco, después de acabar todo el procedimiento, Sango se giró hacia Inuyasha.
-Que, ni siquiera vas a preguntar qué fue lo que paso-casi gritó Sango hacia él.
-si lo supierais ya se lo habríais dicho a Shippo cuando preguntó, me equivoco-dijo en tono burlón.
-Que raro si sabe pensar-dijo hecha una furia.
-ya vale-se interpuso Miroku antes de que contestara Inuyasha-vais a despertarla, y tu Inuyasha no me digas que te da igual, así que por lo menos si no es por ella hazlo por educación-
-JA- y el medio demonio se subió a lo alto de un árbol, mientras observo las manchas rojas en la piel de Kagome, giro su cabeza negándose a sí mismo que le daba igual aquella niña, y que si hubiera muerto hubiera sido mucho mejor para todos.
A la mañana siguiente…
La primera en despertar fue Kagome, que empezó a recoger sus cosas, por el ruido, porque no lo hizo con cuidado, despertó a los demás, y a Inuyasha quien había bajado del árbol en mitad de la noche, por motivos aun desconocidos. Todos miraron hacia ella, y se dieron cuenta de que algo malo pasaba, no era la...misma, parecía seria, y sus ojos no brillaban, por lo que todos habían imaginado que algo muy grabe la había pasado ayer. Sango tomo la iniciativa de preguntar lo que todos los demás estaban pensando.
-Kagome-tanteo el terreno, como no obtuvo respuesta prosiguió-¿Qué te paso ayer?- la pregunta fatal estaba hecha.
-a nada-dijo muy tranquila- fui atacada por un demonio mientras me bañaba, alguien lo mato pero no le vi la cara, y me salpico la sangre del demonio cuando este exploto, eso es todo… así una cosa más-silencio-me voy.
Todos abrieron mucho los ojos, incluido Inuyasha.
-¿cómo que te vas?-pregunta Shippo angustiado.
-Shippo-se da la vuelta Kagome, y muestra una mirada fría y sin sentimiento-a ti eso no te importa-
-oye tú-dijo Inuyasha-te ordeno que te quedes aquí, tu eres la buscadora de la esfera, y como tú la rompiste, te quedas-
-buscadora de la esfera-repite Kagome ocultando sus ojos-yo la rompí- una sonrisa maliciosa se forma en su cara-YO NO SOY TU JUGUETE-grita- ¿Y SI LA ROMPÍ POR CULPA DE QUIEN CREES QUE FUE EH?-
-TU NO ERES QUIEN PARA GRITARME NIÑA-respondió Inuyasha.
-Y YO NO TENGO QUE OBEDECERTE, NIÑO MAL CRIADO, IDIOTA, ESTÚPIDO, METOMENTODO, MEDIODEMONIO-la última palabra fue pronunciada con todo el desprecio que pudo poner en ella, sabía que eso era lo que más le dolía.
-...-Inuyasha no se contenía de ira-MALDITA NIÑA, HAS SIDO UNA CARGA DESDE QUE VINISTE A ESTE MUNDO, NO SABES NI TIRAR BIEN CON ARCO, NO TIENES PODERES ESPIRITUALES LE LLEGAS NI A LA SUELA DE LOS ZAPATOS A KIKYO, NO VALES NI COMO SU TRISTE IMITACIÓN-
-...-el silencio de todo el grupo era palpable, y si alguien hubiera extendido la mano hubiera podido coger la tensión del ambiente, lo que se habían dicho era muy grave, esto ya no tenía vuelta atrás.
-ahora esta dicho todo, me voy-dijo Kagome, sin mostrar sus ojos recogió la mochila del suelo, se la puso al hombro, se dio media vuelta y marchó. Nadie vio su expresión en aquel momento, menos Kirara, que vio el rostro de Kagome con ojos llorosos apunto de desbordarse, hasta que después de medio camino dio rienda suelta y el agua salada corrió por su cara, y cayó al suelo dejando pequeñas gotas invisibles para todos los del grupo menos para ella.
Así, después de eso, Kagome siguió las instrucciones de Naraku, algo que sus amigos desconocían...
[Fin del flash back]
Ahora en el campo de batalla la situación era critica, todos estaban allí con sus heridas.
Inuyasha: estaba herido por todo el cuerpo y sostenía a duras penas colmillo de hierro.
Miroku: estaba muy mal después de utilizar el vórtice para absorber varios demonios y haber absorbido demasiadas abejas venenosas.
Sango: estaba llena de cortes, y había recibido varios impactos de su propio bumerán.
Shippo: estaba escondido, pero aun así estaba lleno de magulladuras.
Kirara: había tragado veneno y estaba muy grabe en el suelo tirada.
Koga: estaba lleno de agujeros por todo el cuerpo provocados por los remolinos de Kagura.
Ayame: casi no tenía alma, se la había arrebatado Kanna con su espejo.
Seshumaru: después del cuerpo a cuerpo con Naraku estaba casi muerto, lleno de heridas sangrantes y envenenadas.
Rin: estaba agonizando después de un ataque directo de Kagura mandado por Naraku.
Kikyo: quien se les había unido después de la marcha de Kagome, casi no le quedaban almas y su cuerpo de barro estaba a punto de volverse añicos resquebrajándose por sus hombros.
En el bando de Naraku:
Hakudosi: no tenía casi ningún rasguño y mantenía al bebe, el corazón de Naraku, dentro de una barrera.
Kanna: su piel blanca estaba manchada por su propia sangre, llena de cortes.
Kagura: había recibido varios ataques directos de Inuyasha y estaba al límite.
Naraku: estaba con su cuerpo en trozos, lleno de veneno y a punto de colapsar dentro de la esfera que formaba su protección.
¿.¿.¿-estaba completamente descansado viendo la batalla desde el árbol más alto de los alrededores, sin ningún rasguño.
Todos estaban a sus límites, y todos estaban descansando, nadie lo había pedido pero era como un acuerdo silencioso por parte de todos y de nadie.
-creo...que deberías rendirte Naraku-el agotamiento casi no dejaba hablar a Inuyasha-te...superamos en número...-
-ya pero nosotros estamos en mejores condiciones que vosotros, además...-una sonrisa se dibujó en su rostro- nosotros tenemos un arma secreta-
Todos se sorprendieron ante las declaraciones de Naraku y sobre todo del que hubiera esperado a que el combate estuviera tan avanzado para mostrar su As en la manga.
-un arma secreta-dijo con desprecio Inuyasha-otra de tus "magnificas creaciones" supongo-.
-ja ja ja JA JA JA JAJAJAJAJAJAJAJA- se rió Naraku- NO SABES LOS QUE TE ESPERA INUYASHA-.
De repente de su lado derecho se le abalanza corriendo Koga, en un último esfuerzo por matarle. Pero...
-vas a morir- gruñó Koga.
-ooh de verdad lo crees-dijo medio riéndose Naraku- sal queridaaaa-
Todo se queda en silencio, Koga corre cada vez más rápido contra Naraku, no pasa nada, Naraku no se aparta, Koga se dispone a lanzar su ataque, pero algo o alguien se interpone en su camino, algo le sorprende y le hace caer al suelo, una persona se ha puesto en medio a una rapidez asombrosa.
-Hola querida- la saluda Naraku. Así que esta era su arma secreta, una chica de estatura alta, para ser una chica, con un pelo largo, castaño oscuro, con grandes ondulaciones y vestida con lo que parece un kimono muy corto , rojo, con escote en forma de pico muy profundo, y dibujos de flores blancas de cerezo, piernas largas y nada en sus pies, muñequeras que se atan al dedo índice blancas, y una especia de colgante de una estrella de seis picos dentro de dos esferas en su cuello, su cara oculta por su pelo, y una sonrisa asoma por sus labios.
-¿quién es?¿ una creación de Naraku? No hueles a él.- pregunto Koga.
-no puede ser- dice Kikyo tapándose la boca con las dos manos.
-que pasa la conoces-dice Inuyasha dándose la vuelta hacia ella.
-ese...ese colgante- Kikyo no salía de su asombro-no puede ser...-
-quieres decirlo de una vez, odio cuando haces eso, si sabes algo dilo joder-dijo Inuyasha perdiendo los nervios.
-ese colgante es la firma de la casa de magia más peligrosa-poderosa-estricta y no puede ser quien yo pienso quien la lleva-
-así...y quien según tú la lle..-alguien no dejo terminar a Inuyasha.
-valla-dijo la misteriosa chica- parece que estas bien informada.
No puede ser, todo el mundo se había quedado perplejo, ni Kanna ni Kagura ni Hakudoshi conocían sobre esto, ellos estaban igual que los otros. Entonces Naraku tomó de la cintura y la acerco hacia si a la chica desconocida.
-¿parece que les has dejado un poco descolocados no querida?-dijo Naraku.
-parece que si-dijo la desconocida mientras levantaba su cabeza dejaba al descubierto sus facciones. Cara alargada, labios gruesos, ojos fríos del color del chocolate oscuro, sonrisa burlona, y en conjunto una cara angelical aunque condenadamente fría. Enfrente de ellos se encontraba Kagome.
Todos...no se podían simplemente creer lo que veían sus ojos, no podían, Kagome aliada con Naraku, dejándose coger por el de esa manera, dejado que la llame querida y sobre todo no estando en su tiempo, todo era un absoluta locura. El primero en reaccionar fue Koga.
-MENTIRA, esa no es Kagome, has transformado a un demonio con su aspecto-dijo intentando mas convencerse a sí mismo que a los demás.
- ¿a sí?- dijo Naraku levantando una ceja-entonces porque no compruebas su olor. –
En efecto todos los demonios con el sentido del olfato tantearon el aire y lo que encontraron fue...su olor, el de Kagome, todos incluido Inuyasha y Shippo que había estado mirando, no había duda, era Kagome.
-qué tal si empezamos y dejamos el descanso para los muertos-sentencio Naraku.
Koga atacó directamente a Naraku pero Kagome se interpuso y levantando un dedo lo mando con una descarga de electricidad, contra un árbol que se rompió detrás de él.
-déjalo querida, tu ocúpate de Kikyo-le dijo Naraku a Kagome.
-muy bien-le respondió esta con una sonrisa. Callo al suelo desde su posición en el aire y se dispuso a ir donde estaba Kikyo, quien la estaba mirando con terror en sus ojos como se acercaba lentamente , mientras que nadie se lo impedía, de repente alguien se interpuso en su camino.
Inuyasha había conseguido reaccionar.
-yo que tu no me acercaría más Kagome-le dijo amenazante.
-quien me lo va a impedir...¿tú?-le respondió Kagome- siéntate- Inuyasha cayó al suelo de bruces por el rosario sagrado.
Su camino hacia su objetivo estuvo otra vez despejado llego junto con Kikyo.
-¿últimas palabras?-la preguntó
-no serás capaz de hacerlo-la respondió está muy segura de sí misma.
-poco originales-de repente Inuyasha se levantó y fue hacia ellas- siéntate-le volvió a pasar lo mismo que antes. Kagome ni siguiera se había dignado a mirarle para decírselo.
Kikyo se abalanzo encima de Kagome y esta respondió desenvainando, mientras Kikyo todavía estaba en el aire, la espada que llevaba colgada de su cinturón. Kikyo se le abalanzo...Kagome giró sobre sí misma para al final levantar el brazo que sostenía la katana.
La espada atravesó a Kikyo por completo dejándola suspendida en el aire. Inuyasha bajo los efectos del rosario no se podía mover, y Kikyo se desvanecía en polvo y almas ante su mirada incrédula. De repente se oyen aplausos de Naraku.
-muy bien, ahora dejemos de observar y vamos a pelear-dijo mientras se abalanzaba contra Shesumaru- Kagome querida vete a por quien quieras-
Todo el mundo empezó a pelear de nuevo, Kagome fijo un objetivo, Ayame, y fue a darle el golpe de gracia, Koga lo vio y fue a impedirlo pero llego tarde.
Cuando llego a su lado Kagome ya había hundido la espada en su garganta y la última palabra de Ayame fue...
-Koga-seguido se su último suspiro.
Koga se abalanzo contra Kagome, no quería hacerla daño, con los ojos llenos de lágrimas la cogió por los hombros y esta le rodeo con sus brazos para así propinarle una descarga que lo mataría y lo convertiría en una figura humeante.
Su siguiente victima...Rin, lo que Shesumaru no vio hasta que fue demasiado tarde, Rin tenia la cabeza cortada y la causante fue Kagome, Shesumaru se distrajo y gracias a esto Naraku puedo quitarle su corazón del pecho y matarlo.
Kanna y Hakudoshi fueron los siguientes, los mato Inuyasha con su viento cortante mientras intentaban huir con el bebe, quien también murió, al morir Naraku se retorció de dolor y quedó al borde de la muerte.
Kagura fue absorbida junto con algunas abejas por Miroku que sobrepaso su limite y se enveneno sin remedio antes de morir le confeso a Sango que estaba a su lado estas palabras.
- te quiero, eres lo más importante para mí, sálvate tú, te lo ruego salgo, te amo-dijo antes de que la luz se fuera por completo de sus ojos.
Sango rompió a llorar y dejo la pelea por perdida, el siguiente fue Shippo a manos de Kagome quien simplemente lo petrifico y lo rompió en mil pedazos junto con sus lágrimas.
Kirara antes de morir lamió a Kagome, quien la hizo consumirse en sus propias llamas. Ya no había compasión en su corazón,
Ya solo quedaban Inuyasha, Naraku Sango y Kagome, esta fue a por Sango quien la miro y la dijo:
-por favor llévame con él, no te guardo rencor amiga-par después cerrar sus ojos y que Kagome la partiera por la mitad.
Inuyasha y Naraku siguieron su pelea hasta que Inuyasha mató a Naraku con su onda explosiva. quien después de eso de apoyo en su espalda y levanto la cabeza creyendo que todo había acabado para encontrarse a todos sus amigos muertos, Shesumaru, su hermano con quien por fin se llevaba bien, sin corazón, Rin, la que iba a ser su cuñada sin cabeza, Koga humeando como la ceniza, Ayame con la garganta atravesada, Miroku envenenado, Sango partida por la mitad, Shippo partido en mil pedazos, Kirara consumida, Kikyo ni siquiera estaba su cuerpo.
Miro hacia delante y allí estaba la causante de todo.
-TU, PORQUE LO HAS HECHO-grito explotando en lágrimas-SINO HUBIERAS ESTADO AQUÍ HUBIÉRAMOS GANADO-
-de verdad piensas eso-dijo sin la menor expresión- sino me hubiera tenido a mi hubiera buscado otra "arma secreta"-rio fríamente.
-PERO LA HUBIÉRAMOS GANADO-estaba llorando como nunca lo había hecho.
-¿y porque no me habéis ganado a mí?-pregunto
-PORQUE...PORQUE...NADIE QUERÍA MATARTE TE QUERÍAN-no podía soportarlo.
-me querían- pronuncio en tono de niña buena.
-SI TU NO SABES NADA , NO ENTIENDES NADA-
-el que no entiende nada eres tu-dijo fríamente-y esto no ha acabado-dijo escondiendo sus ojos
-kehh-dijo desconcertado.
-queda alguien, tu-dijo levantando su cara
-JA, ¿piensas matarme?-dijo en tono burlón.
-no te a quedado claro verdad, para mi ninguno de los que estabais aquí significaba nada, porque vas a ser diferente-
Inuyasha no sabe que decir, eso quiere decir que ella nunca lo amo, hizo bien en pasar de esa niña, mira ahora lo que ha hecho. Pero una pequeña voz en su interior decía otra cosa, esto era por su culpo, si él no se hubiera comportado con ella así ese día quizá, solo quizá, nada de esto hubiera pasado.
-es hora de terminar con esto-dijo Kagome fríamente.
Inuyasha se preparó para su ataque, su espada se dispuso en combate, ella se abalanzo sobre él, el estiro su brazo, noto como la espalda se clavaba en algo blando y noto como unos brazos lo abrazaban, abrió los ojos, miro hacia bajo, vio a Kagome completamente atravesada por la espada, y
¿abrazándole a él?
-Ka...Kagome-dijo, no sabía que hacer o que decir.
Kagome lo apretó con las fuerza contra sí y de ella surgió un resplandor de luz seguido de unas ondas de luz de las que salieron rallos que fueron directos a Inuyasha, que al contacto con ellos, se desplomó en el suelo. Kagome se separó de él y se empujó para salir de la espada, hasta que quedo liberada de ella herida de muerte. Se desplomó en el suelo a un metro de Inuyasha quien por las descargas no se podía mover y iba muriendo poco a poco al mismo tiempo que ella. Inuyasha la miro, y encontró a quien creía seria, llorando como una niña asustada, las lágrimas brotaban de sus ojos sin fin, que ahora parecían llenos de pena y de dolor. Él tenía las marcas de las lágrimas cayendo por su cara, entonces vio mover los labios a la chica que estaba a su lado.
-todo ha terminado-lloraba, la voz no la temblaba, era como si cientos de veces antes hubiera llorado y se hubiera acostumbrado a hablar sin hacer temblar su voz-aquella vez dijiste que me odiabas-sonrió-supongo que ahora si que lo harás-Inuyasha la miraba, no sabía cuál era su expresión, simplemente noto como si en sus labios se formara una pequeña sonrisa para reconfortarla, entonces ella apretó la mano que tenía en su estómago, tapándose la herida y le dedico una mirada de profundo cariño que a Inuyasha le tomó por sorpresa, y antes de que pudiera decirla nada sus ojos poco a poco se cerraban y su respiración de hizo más lenta, y de de pronto ella dijo algo tan bajo que él no entendió, para después cerras sus ojos para siempre.
Inuyasha sentía como poco a poco se le iba la fuerza del cuerpo, le costaba respirar, sus parpados le pesaban, todos estaban muertos y el pronto también lo estaría, miro por última vez a su contrincante a quien una lagrima traviesa todavía le caía por su cara angelical, entonces Inuyasha tuvo un recuerdo en el aparecía ella moviendo los labios igual que antes, le había dicho que...
Cerro sus ojos y respiro por última vez.
Todo queda en el olvido, todo queda en la nada, un campo de batalla en el que no hay vencedores ni vencidos, en el que solo hay muertos, confesiones, sentimientos reprimidos y dolor, odio y esperanza, todo esperando un nuevo comienzo, todo esperando a la nada.
[fin capítulo 1]
/./:/./:/.
Bien, hasta aquí el primer capítulo. ¿Largo eh? jajaja bueno es para meternos en situación no os preocupéis ;)
