La luz del sol brillaba con todo su esplendor a la mitad de ese día, en la Ciudadela la gente paseaba de un lugar a otro con un ambiente alegre y las sonrisas plantadas en su rostro, en el castillo la gente no estaba de un humor diferente, a pesar de estar cumpliendo sus labores simples, el ánimo no se los quitaba nadie porque se acercaba cierto día… Aunque a pesar de la emoción que tienen todos los ciudadanos por ese día, lejos de la población Hyliana, había alguien que no estaba absolutamente feliz, lo único que le mantenía en calma era estar sola.

Se encontraba agachada mientras revisaba cada parte del panel de uno de los Santuarios del Juicio que había encontrado, intentaba averiguar si existía alguna forma de lograr que estos abrieran sin necesidad de que sea el mismo "Héroe" el que lo hiciera, se levantó y con cierta tableta Sheikah en sus manos, la colocó en el panel esperando alguna reacción en el Santuario, mas sin embargo nada pasó, solamente hizo que la frustración siguiera en ella.

─Nada… Como lo sospechaba. ─Murmuró con algo de decepción aunque era algo que ella ya esperaba, paseó sus ojos por el Santuario buscando alguna pista o algo, pero de nuevo sus intentos son en vano.─ Todo apunta a que esta construcción fue diseñada exclusivamente para el Héroe elegido por la espada… Pero encontraré una forma de entrar, o eso espero.─ Bajó la mirada con frustración y decisión mientras retrocedía unos pasos volviendo a admirar dicho Santuario.─ Al fin y al cabo, una puerta es una puerta. ─Dijo para sí misma, hasta que escuchó el sonido de un caballo acercarse, por lo cual volteó y miró a quien menos quería ver en ese momento, y dicha frustración y molestia se dejó ver al soltar un bufido.

Mientras el Caballero Hyliano, ahora guarda espaldas de la princesa de Hyrule, bajaba de su caballo para rápidamente acercarse a la princesa para continuar con su deber de cuidarla, por más que esta no quisiera que la cuidaran, y estaba dispuesta a hacérselo saber; La princesa guardó la tableta y se acercó al caballero.

─Ya te dije que hoy no necesito escolta.─ Dijo deteniéndose frente al caballero que no dijo nada, aunque es normal que él no dijera palabra alguna, esta vez ella no lo dejaría de todos modos.─ Y no me importa que sean ordenes del rey. La decisión es mia, y no requiero de tu protección.─ Dijo llevando sus manos a su cintura y decía esas palabras con afán de grandeza.─ Ve al castillo, e informale a mi padre.─ Dijo para luego caminar pasando por el lado del caballero.

Pero el caballero no podría hacer eso, por más que sean ordenes de la princesa, él solo tenía que cumplir su deber de protegerla independiente de todo, incluso de sus ordenes, por lo cual se apresuró a seguirla y hacer caso omiso a sus palabras, pero esta se dio cuenta y detuvo su andar para dar un sonido de molestia y voltearse a ver al caballero.

─¡Te dije que no me sigas! ─Exclamó con enojo.

─Lo siento Princesa, pero en este momento fui enviado por su padre por que desea hablar con usted con respecto a su compromiso con el Príncipe de la Región Zora ─Finalmente el caballero habló dando a entender su presencia en ese lugar de la manera mas educada posible, aunque sabe muy bien lo que el tema significa para ella, al ser la Princesa y estar obligada a casarse con un Príncipe no era algo fácil, menos para ella que en estos momentos lo menos que tenia era tiempo o interés en un matrimonio, pero ni él ni ella tienen derecho a debatir eso, eran ordenes de nada más y nada menos que el Rey de Hyrule.

Zelda suspiró bajando un poco la mirada, era lo que estuvo tratando de evitar todo el dia mientras se distraía con sus investigaciones, pero ella sabía que tarde o temprano tendría que entrar en la realidad y encarar su compromiso con aquel Príncipe de la Región Zora, aquel compromiso del cual no puede escapar con facilidad, pues es por su reino que debe hacerlo.

─Bien… Entonces vamos al castillo.─ Dijo Zelda para luego caminar hacia su caballo y montarse en este, Link hizo lo mismo y ambos partieron directo al castillo, durante todo el trayecto ninguno dijo ni una sola palabra, ambos no tenían ni una sola relación mas allá de princesa y siervo, aunque al menos eso eran lo que aparentaban, Zelda no tiene un cariño por Link ni nada, aunque a veces disfruta que él esté a su lado, pues es la única compañía que tiene con el cual dialogar, aunque a veces le obstina, y Link, él no tiene derecho de voz, todo lo que ha hecho desde que fue nombrado caballero fue servir a la familia real, y hacer lo que sea con tal de que la princesa esté bien, incluso hizo cosas vergonzosas por ella poniendo su orgullo en segundo plano, cosas de las cuales ella desconoce, aunque si las conociera tal vez su imagen de Link cambiaria para bien o para mal.

Cuando ambos llegaron al castillo bajaron de sus caballos y dejarlos en manos de los sirvientes que los llevarían al establo y los alimentarían, mientras el caballero y la princesa caminaron por los inmensos pasillos del castillo hasta que ambos llegaron a la Sala del Trono donde se encontraba el Rey de Hyrule, que con aquella mirada de grandeza miró a su hija y a su escolta.

─Hasta que por fin has venido Zelda.─ La voz fuerte del Rey se hizo sonar intimidando un poco a la princesa pero se mantuvo firme con tal de que su padre no viera lo que le provocaban esas palabras.

─Si padre, ya me avisaron que querías hablar conmigo con respecto a mi compromiso.─ Murmuró lo suficientemente alto como para que su padre la escuchara.

─Si, Link, Puedes volver y seguir con tu entrenamiento.─ Dijo mirando a Link el cual asintió e hizo una referencia antes de irse dejando solos. ─Muy bien Zelda, ahora como sabes necesito hablar contigo sobre tu compromiso con el Príncipe de la Región de los Zora, o más bien, necesitamos hablar sobre ti.─ Dijo mirando fijamente a su hija.

─¿Sobre mi? ─Preguntó, se extrañó ya que el tema principal era su compromiso con el Príncipe, ¿En que momento el tema se desvió a ella solamente?

─Si, Zelda, Cuanto te cases con el Príncipe Sidon, ¿Qué harás? ─Preguntó. Zelda se extrañó con esa pregunta, pero conociendo a su padre, era una pregunta que traía detrás de sí varias cosas, era una pregunta trampa, y se lo hacía notar con ese noto de superioridad que solo él poseía.

─¿Q-Que haré? Pues, cumpliré con las nuevas obligaciones que se me inculquen como Reina de Hyru-…─Iba a continuar pero su padre la interrumpió.

─¿Y Crees que escapándote para investigar cosas absurdas y no ocupándote de tu puesto como princesa cumplirás tus cometidos como reina? ─Sentenció, él estaba harto de que su hija no se enfocara en sus deberes como princesa, simplemente se mantiene investigando sobre los dispositivos antiguos y no enfocándose de cuál es su verdadero deber, era una princesa, no una investigadora.

─Padre…─ Iba a excusarse, pero como siempre, sus palabras no fueron escuchadas.

─Zelda, sé muy bien cuanto te importan las reliquias divinas, pero a los ciudadanos de Hyrule le importa su princesa, ya que la necesitan para mantener su vida estable y en paz sabiendo que tienen a una princesa que les importa, ¿Pero cómo pueden vivir en paz sabiendo que su princesa no cumple siquiera sus deberes?

─Si los cumplo, solo que-

─¿Solo qué? Escucha Zelda, tus deberes están aquí en tu castillo, tu corona no es un accesorio más, simboliza lo que tú eres, y tu eres una princesa cuyo único deber es interesarse en su pueblo, esas maquinas están para nuestros investigadores, así que ahora dejarás de escaparte y hacerle perder tiempo de entrenamiento a Link y te pondrás a cumplir tus deberes.─ Y esa fue su palabra final.

─¡P-Pero padre!

─Pero nada, y espero que a partir de mañana cuando vayas al Dominio Zora, te comportes como la princesa que eres.─ Dicho eso, se levantó de su trono y desapareció por los pasillos dejando atrás a una Zelda cuyas palabras no fueron escuchadas, ahora si estaba frustrada, se sentía inútil, sentía que hiciera lo que hiciera la falló a la gente, porque su padre tiene razón, pero no es su culpa que ella quisiera hacer algo por su pueblo pero si era su culpa por descuidar su tarea tan sencilla que era simplemente atender su reino, pero la desesperación de hacer algo de mayor magnitud como investigar las funciones de aquellas reliquias lo era más, pero sin duda se metió en terreno peligroso.

Mordió sus labios mientras su respiración se aceleraba mientras las lagrimas amenazaban por salir de sus ojos y una adrenalina la recorría de pies a cabezas, tal fue esa adrenalina que decidió irse corriendo, tenia deseos de estar sola en ese momento por lo cual corrió hacia la biblioteca del castillo donde se encerró mientras agradecía internamente que ese lugar sea solitario.

Tragó duro mientras limpiaba las pocas lágrimas que se deslizaron para intentar olvidar todo con una buena tarde con un buen libro, y así lo hizo.

(…)

Había pasado la tarde entera leyendo todo tipo de libros, ahora se encontraba rodeada de estos, aunque la mayoría de estos libros son los que escribieron sus ancestros sobre las reliquias, simplemente era algo que no podía evitar, la curiosidad de saber que era y su funcionamiento, como podrían aprovecharlas, todo la llenaba de curiosidad y quería investigar más de ellas, y recientemente había encontrado información que no había visto antes y le llenaba de curiosidad. Había leído de lugares donde podría saber más sobre aquellas reliquias e inmediatamente quiso ir en busca de aquellos lugares, pero las palabras de sus padres la golpearon de golpe y el recuerdo de su compromiso con el Principe Zora la hizo desmotivarse.

¿Qué iba a hacer? Tenía a su disposición la garantía de tener mucha más información de aquellas reliquias y ahora no podría por su compromiso.

Pero realmente el debate era otro, ¿Su lugar como princesa o los miles de conocimientos que se podría tener de aquellas reliquias? Se imaginaba las miles de cosas que se podrían hacer, todo un mundo lleno de posibilidades, todo eso está a la vuelta de la esquina pero para poder cruzar esa esquina tendría que hacer caso omiso a las palabras de su padre, aquellas duras palabras que le dejaron en claro que un error como ese no se le sería perdonado fácilmente…

Pero dejar ir una oportunidad de destacar, la oportunidad de demostrarle a su padre que ella no era una inútil y que podía ser como su "caballero favorito" o incluso mejor que él, su padre siempre la comparaba con Link, y es que no era para menos, su padre tiene muchas expectativas impuestas sobre él y se notaba a leguas que él estaba a solo un paso de cumplirlas todas, pues tiene una gran devoción por hacer los sueños de la familia real sus mandatos, estaba segura incluso que si Link fuera el príncipe de Hyrule su padre no tendría palabras para decir lo mucho que valdría, y todos los pobladores tampoco, mientras ella, que tiene ese título clavado en su nombre, no podía hacer nada sin acabar decepcionando a alguien, pero tenía al alcance la oportunidad de destacar, definitivamente no la desaprovecharía…

(…)

─¿Princesa? ─Preguntó una de las sirvientas extrañadas al no escuchar una respuesta de parte de Zelda al ir esa mañana del día siguiente a despertarla a su cuarto, pero por más que tocaba la puerta y la llamaba, Zelda no respondía, así que tuvo que abrir la puerta pero lo que vio fue algo que la asustó, nada. ─¿Princesa? ¿Dónde está? ¿Princesa? ─La llamó mientras miraba a todos lados buscando algún rastro de Zelda pero no encontró absolutamente nada, solo una carta encima de su cama destinada al Rey de Hyrule.

La sirvienta enseguida reconoció la letra que tenía escrito el nombre del rey así que rápidamente salió de la habitación y corrió hacia la sala del trono donde se encontraba el rey hablando con el caballero Link, al parecer estaban hablando de algún asunto importante como sería la escolta de Zelda hacia el dominio de los Zoras donde debería cuidarla pues aquellas tierras eran desconocidas para él y para ella, Pero su charla se vio interrumpida cuando la voz de la sirvienta hizo eco en la sala y le entregaba la nota al rey que inmediatamente al igual que la sirvienta reconoció la letra y la abrió leyendo cada palabra, y a notar por su rostro no estaba feliz con lo que decía esa carta.

─¡Guardias! ─Exclamó el rey con fuerza haciendo notar su enojo por lo cual rápidamente los guardias acudieron a su llamado rápidamente.─ ¡Encuentren a la princesa Zelda, tal vez ahora esté lejos pero quiero que la encuentren a toda costa! ─Exclamó fuerte, los guardias rápidamente asintieron y con una reverencia fueron corriendo a avisar al resto sobre la búsqueda de su princesa.

Mientras el Rey intentaba calmarse, Zelda había lo había desafiado de nuevo y justo el día en el que ella iría al dominio Zora a conocer al príncipe Sidon, no quedaba tiempo y aseguro su hija había salido de madrugada por lo cual estaba bastante lejos de sus alcances y no la encontrarían a tiempo, dio un suspiro y volteó su vista a Link que inmediatamente supo las palabras que el rey le diría.

─Link, necesito que reemplaces a Zelda de nuevo, irás al Dominio Zora en su lugar mientras los guardias establecen su búsqueda.─ Dijo.

Cualquiera en su lugar diría que el rey estaba loco, y pensarían que Link diría que no, pero él ya ha hecho bastantes cosas por la princesa Zelda desde que empezó a servirle a la familia de real…Y no era la primera vez que reemplazaba a la princesa, ambos tenían un cierto parecido aunque no era muy notable porque nadie ponía mucho interés en el caballero de la familia real salvo el mismo rey que fue el único que noto los parecidos entre él y su hija, por lo cual cada vez que su hija se volvía necia para alguna actividad, ahí estaba Link fingiendo ser ella con una gran naturalidad, una cosa eran Link con sus trajes y su personalidad con la que creció, otra era cuando él usaba un vestido y portaba la corona de la princesa, acompañado de un suave maquillaje y una peluca, en ese momento se encontraba la copia exacta de la princesa de Hyrule.

Esas sin dudas eran una de las razones por las cuales tenía ese aprecio por el caballero, era muy útil cuando se trataba de proteger la imagen de la familia real.


¡Bueeenas!

¡Muchas gracias por leer esto! Aunque se que casi nadie lo leerá porque no conozco nadie en español que le guste esta pareja ; v ;

Por esa razón quise ser la primera en subir un fanfic español de esta parejita, que sé muy bien que a la gente le encanta (Tumblr me lo demostró con esa bomba de imágenes SidLink (?)

¡Y bueno! Si alguien lo lee espero que le guste mucho ^^ En este capitulo apenas vimos algo de Link y menciones de Sidon, pero había que comenzar por un lado y se me vio mejor esta idea, ya solo será este capitulo, al siguiente ahora daremos un pov Link y aparecerá Sidoncito 3 (?)

La idea se me ocurrió gracias a que para mi Link se viste de mujer con mucha naturalidad como si fuera algo de todos los días (?) no se porque pienso eso la dvd pero lo pienso, y nada mas xd eso es todo (?)

Por cierto, si, ya es pasarse de verdura el shippear un Hyliano con un Zora pero... Vamos, este no es solo un Zora, es EL Zora 7u7r (?

¡Bueno espero que les guste muuucho! w

Me gustaría saber su opinión con un review plzzz ; v ;