" Me despierto a las cenizas y el polvo
Me limpio la frente y el sudor de mi herrumbre
Estoy respirando en los productos químicos "
Mierda. Mierda. Mierda. El sonido de la alarma despertó a Clarke, las 7 de la mañana, iba a llegar tarde a su primer día de trabajo. Llevaba años soñando con empezar estas prácticas en el hospital, y por fin las había conseguido gracias a su madre, una reputada cirujana, y ella iba a empezar llegando tarde.
Se levanto rápido, busco la ropa que iba a ponerse y justo cuando se disponía a entrar al baño sonó la puerta de su habitación.
- Clarke! Vamos! vas a llegar tarde espero que estés despierta no me hagas entrar ahí y sacarte de la cama.
Era Octavia su mejor amiga y ahora compañera de piso, se conocieron por casualidad en una fiesta de la facultad y desde entonces no habían podido separarse la una de la otra, decidieron irse a vivir juntas.
- Ya voy, ducha rápida y salimos prometido
Mientras Clarke se duchaba, escucho como Octavia, en la cocina, empezó a hacer el desayuno hasta que se escucho el timbre de la puerta. Qué raro. ¿Quién podía ser a estas horas? No solían tener muchas visitas sorpresa y a Clarke le pareció bastante extraño, por eso intento escuchar mientras se secaba y vestía.
Octavia abrió y la puerta y se encontró con una chica alta, morena, ojos verdes un poco avergonzada a la que no había visto en la vida pero que con ese físico no le importaba volver a ver.
- Hola, soy la nueva vecina – dijo la chica un poco roja por la vergüenza que le daba aquello.
- Ah..hola soy Octavia..-se limito a decir mientras miraba a la morena de arriba abajo, joder era guapísima.
- Soy Lexa, el casero me dijo que no podía venir a traerme la llave y..-miraba a la chica muerta de vergüenza y cada vez mas roja- ..que dejaría la copia a las vecinas..
Octavia recordó que su vecino Monty le había venido a traer las llaves del piso, se iba de la ciudad y había alquilado el piso a una chica, por problemas de trabajo al final no podía entregarle la llave y les había pedido el favor de que se la dieran ellas.
- Ah si..cierto, Monty me aviso de que venias un momento..voy a buscar la llave.
Octavia invito a pasar a Lexa pero esta lo rechazo aún muerta de vergüenza por la situación, mientras una buscaba la llave, la otra aprovecho para echar un vistazo al piso de sus vecinas desde la volvió enseguida con la llave y le dedico una gran sonrisa a Lexa, quien cogió la llave.
- Muchas gracias- sonrió y se dio la vuelta caminado hacia su piso-
- De nada vecina, cualquier cosa que necesites no dudes en llamar...- dijo Octavia mientras sonreía y observaba como Lexa caminaba hasta su casa, no pudo evitar mirarle el culo, joder si es que hasta tenía buen culo. Era impresionante.
-Octavia! – gritó Clarke desde la cocina.
Octavia se encamino hacia allí con una gran sonrisa..
-Creo que me acabo de enamorar..-dijo mientras entraba en la cocina y daba un sorbo a su café.
Clarke la miró sorprendida, termino su café y dejo la taza en el fregadero. Le dio un beso en la mejilla a Octavia y sonrió – Sorpréndeme con tu gran historia de amor…pero que sea rápida tienes 5 minutos para llevarme al hospital o mi madre me mata – sonrió y miro a Octavia esperando que esta captase la indirecta.
15 minutos más tarde, ya en el coche y rumbo al hospital, Octavia le contaba a Clarke su gran flechazo de la mañana. Clarke escuchaba a Octavia con atención mientras reía con las descripciones de su amiga. Octavia era así, la chica más alegre y enamoradiza del mundo, si Clarke no recordaba mal en lo que llevaban de mes ya le había contado que se había enamorado unas 20 veces y eso que solo estaban a 15. Era totalmente normal en ella, y lo peor de todo es que la mayoría de esos flechazos eran correspondidos, pero como alguien iba a rechazar a esa increíble morena, con esos ojos y esa sonrisa.
- Eres lo peor O, enserio...solo era la vecina, espero que no te denuncie por acoso...-río Clarke mientras miraba como su amiga conducía, ya estaban casi llegando al hospital.
- Si, si ...tú ríete, pero te has perdido a la chica más guapa que he visto en mi vida.. – Dijo mientras aparcaba delante del hospital.
- Exagerada..pero..¿esa no era con la que te liaste la semana pasada?- agarro su bolso, se dio un vistazo en el espejo y salió del coche mientras se reía - Te veo a la hora de la comida eh! No me cambies por ninguna
- Tranquila a ti te tengo reservada toda mi agenda pero que sepas que te odio! – sonrió mientras se despedía de su amiga.
Clarke llego a la ventanilla de información del hospital y se dirigió a la planta de urgencias. Su primer día consistiría en eso, atender las urgencias más leves que llegasen al hospital. Para ser su primer día no parecía que fuese a ser muy duro. La mañana transcurrió tranquila, sin nada importante hasta que la avisaron de que había llegado una chica con un corte en la mano. Tenía que coserla y venderla, nada difícil pensó. Se dirigió a la sala de curas y al entrar por la puerta saludo al doctor Wells sin fijarse en la chica aún.
-Hola soy Clarke..pon tu brazo encima de esa mesa por favor..-miró a la chica y no supo que más decir, se puso hasta un poco roja.
-Hola.. ¿Así está bien? – Sonrió la chica mientras obedecía su orden.
-Emm...si..así..- No podía parar de mirarla, tenía delante a una chica más o menos de su misma edad, morena, alta, con unos preciosos ojos verdes e increíblemente atractiva. Se puso roja, pero comenzó a desinfectar la herida.
-Au..- Se quejo la chica cuando Clarke le había tocado la mano.
-Lo siento... ¿Cómo te llamas? Puedes hablarme así no estarás pensando en la herida –Sonrió mientras se disponía a empezar a coserle la herida.
-Me llamo Lexa..au..- Volvió a quejarse mientras miraba como le cosían la herida.
-Lo siento, esto dolerá un poco aunque por suerte solo serán un par de puntos.- Clarke termino de coser la herida mientras evitaba mirar a esa chica, joder era demasiado guapa, no podía creerse que esto le estuviese pasando a ella y justo en su primer día. Como todos los pacientes fuesen así su día a día iba a ser una pasada. Termino de coser y vendar la herida mientras seguía mirando a la chica de arriba abajo.
-¿No voy a poder mover la mano en unos días verdad? – dijo la chica con cara de pena.
-No deberías..esto ya está...El doctor Wells hablará contigo ahora y te dirá cuando debes volver- sonrío Clarke mientras la miraba a los ojos, pero su mirada siguió paseando por la cara de la chica hasta sus labios, joder esta chica no tenía un solo defecto, quería su número, quería besarla, quería..Para, para Clarke! Que estas pensando... es tu paciente es tu primer día, por dios céntrate que te lías, te estás comportando como Octavia y eso que siempre estas picándola por comportarse así.
Recogió el instrumental médico y salió de la consulta echando un último vistazo a Lexa, joder necesitaba saber su número pero no podía, maldito destino, ¿No podía habérsela cruzado en un bar o algo así?.
El resto del día en el trabajo se convirtió en aburridísimo, no sabía si era porque no se podía quitar de la cabeza a esa chica o porque tampoco había tenido mucho trabajo. Cuando llego a casa Octavia ya tenía hecha la cena para las dos y la esperaba con unas cervezas bien frías para celebrar su primer día.
