Aquí les dejo el primer capitulo

Notas:
Las "palabras en comillas" son los pensamientos
Las"palabras en comillas y cursivas" son recuerdos
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La época de lluvias se avecinaba, y ésta a su vez producía que en el aire una ligera capa de neblina cubriera a la muy imponente universidad, que resaltaba frente a cualquier otra edificación cercana a sus puertas y demás construcciones. Las campanas que anunciaban el comienzo de clases entablaban una melodía que avisaban a los jóvenes estudiantes su pronto ingreso a su recinto de aprendizaje. Todos los salones que adornan la institución daban comienzo a sus clases como era de costumbre.

El salón donde se dictaba historia del arte daba comienzo con una mujer distraída de sus obligaciones más importantes, de las cuales se desligaba últimamente gracias a una persona muy especial, de la que nunca espero empezar una relación mas estrecha.

- Vaya, parece que va a seguir lloviendo así toda la tarde...– Dice una bien abrigada Videl mirando el paisaje que se presentaba muy borrosamente a través de la ventana que tenía en frente. – Probablemente hasta la noche, si es preciso.

A pocas horas de haber comenzado el día, una llovizna ya se había adueñado de toda ciudad Satán, provocando sutiles pero muy débiles ventiscas por todos los rincones de las calles por donde transitaba la gente, las cuales se dirigían a sus respectivos lugares de trabajo y estudio. Astutamente Videl tenía muy claro que, en la condición en la que se encontraba, debía ir prediciendo los cambios climáticos que se avecinaban por la extravagante ciudad llamada por su apellido, ya que su resfriado asechaba por empeorar, por lo cual no debía hacer caso a su muy imponente testarudez, que salía a flote en los momentos, que según ella, eran de mayor debilidad.

"¿Es posible que Gohan se haya quedado dormido otra ves?"

Gohan…

Era la segunda vez en esta semana que no llegaba a tiempo a sus clases por la mañana. Era raro puesto que esta hablando del hombre mas puntual y responsable que pudo haber conocido frente a las cuestiones de estudio. Pero parecía que esta característica daba mucho que pensar estas ultimas semanas que quedaban antes de sus vacaciones.

"Ah…es que…bueno me he quedado hasta muy tarde últimamente y…jeje no me da para levantarme temprano por las mañanas…"

- Se podría decir que esta obra fue calificada como… – La clase ya parecía un eco en los pensamientos de Videl.

"Pero Gohan tu sabes que estas ultimas semanas son las más importantes antes de los últimos parciales…"

"si, lo se, esa es la razón por la cual me desvelo las ultimas noches"

- Señorita Satán…

"si, y también por la cual ya no nos vemos mucho…"

- ¡Señorita Videl Satán!

- La tierra llamando a Videl… – Llamaba muy festivamente la rubia compañera de estudio de Videl – ¡Mira que el profesor te llama, despierta!

- ¡Ah…! – Responde muy aceleradamente la ex-gran sayaman frente a la llamada de atención que acabada de recibir por parte de su instructor de arte – Perdón decano Mitsumoto.

- Más le vale, ya que no es la primera vez en mi clase señorita… Prosigamos.

- Tiene mucha razón ¿no lo crees Videl? – Comenta Ireza muy trivialmente frente a la observación de su profesor – Parece que una jovencita no se a podido bajar de esa nube llamada Gohan…

Este último comentario hizo que Videl se deshiciera completamente de los pensamientos en que recientemente se encontraba. Como era posible que su compañera la conociera tanto, bueno era de esperarse ya que se conocían desde la infancia y Videl era muy evidente frente a sus sentimientos. Pero esto no era solo con ella, Videl también podía decir que la conocía, además que la forma de ser de su amiga era muy predecible, y con este último comentario de parte de la rubia, ella podía proclamar que se aproximaba la Tormenta Ireza.

Puede ser que Ireza no fuera muy lista en las cuestiones de estudio ni nada de eso, pero cuando se hablan de temas de amores y desamores no esperaba un segundo para poder entablar una conversación, de las que siempre llevaba las de ganar, con la cual pudiera sacar sus dotes de "doctora corazón" como ella muy cortésmente se llamaba. Videl podía soportarlo ya que, frente a sus experiencias, podía dar mucho de que hablar, eso en momentos era muy confrontable puesto que ella era muy inexperta y novata en este ámbito, aunque, como bien se sabe, Ireza nunca ha podido sacar a flote la cualidad que se oculta en lo mas entrañable de su ser: Quedarse callada cuando debía hacerlo.

- No empieces de nuevo con eso Ireza. – La heredera de la fortuna Satán no sentía ganas de entablar una conversación con su compañera, y menos si el tema de conversación era Gohan. Esto siempre hacia que Ireza se sintiera con mucho poder sobre Videl, ya que según ella, todo lo que dijera Videl era usado en su contra y sin su aprobación.

- Tú muy bien sabes que tengo razón¿o me vas a decir que estabas mirando como cae la lluvia sobre el pasto? – Videl comprendió que seria imposible con ella si le seguía la cuerda, pero era un error fatal si pretendía seguírsela.

- Pues aunque no lo creas eso hacia. – Fue la única excusa que pudieron sacar sus labios. – Ahora silencio porque el decano me puede sacar del salón si sigo así.

- ¿Así como¿Gohan- hipnotizada?

- Ireza nunca me dejaras en paz ¿cierto? – Esta conversación no iba muy bien para la joven Satán. Ireza se empeñaba en hacer que Videl expresara los sentimientos que tenia guardados en su interior, de los cuales siempre hacían una mala partida para ella, puesto que sentía que la hacían ver débil frente a algún oponente, aunque para su amiga esto era ridículo ya que no representaba nada cuando hablaba con ella. Videl muy bien lo sabia, pero en ocasiones el hablar mucho de Gohan parecía volverse monótono e interminable, así que hacia lo posible por no empezar el tema para que así no hubiera molestia de iniciar una conversación mas tranquila sin ser ella el centro de atención y mucho menos del de su compañero.

La clase estaba por terminar y apenas sonara la campana que daba inicio a su hora de receso, Videl tenía que ir a la tienda más cercana a su universidad a buscar un regalo en particular. Su padre pronto cumpliría años así que no debía perder el tiempo en cosas sin importancia y concentrarse en su objetivo. Pero sabia que debía hablar primero con su pareja ya que no se veían hace mucho como debía ser y debía poner en claro muchas cosas que veía no eran de su agrado.

Es muy comprensible que él quiera sacar adelante su carrera como científico, y Videl lo había comprendido desde el momento en que se ennoviaron, pero ella muy bien sabia que no podía seguir con el capricho de su novio de dejarla con los planes armados cuando salían, o cuando se reunían para alguna situación en particular así fuera para conversar o simplemente verse, ya que siempre al final salía con la misma excusa de "me siento cansado" o "tengo que seguir estudiando" y esto desalentaba a Videl cada vez más en hacer algún intento por verse con aquel al que le había abierto su corazón.

Conociendo a Gohan debía admitir que los estudios son muy importantes para su familia, en especial para Milk ya que el volverse un gran científico, como muy orgullosamente lo decía, los podría sacar de la situación económica en la que recientemente se encontraban. Videl sentía una gran admiración por su suegra, ya que no es muy común encontrar a una mujer que se hiciera cargo de 3 hombres ella sola, y sobretodo si esos hombres eran Sayajíns, y pudiera sacar adelante su familia como lo ha hecho todos esos años. Pero así como aceptaba y comprendía a su familia, también Gohan debía comprenderla y sentir que ya tiene una nueva responsabilidad con la cual apropiarse.

Claro está que para poder tener una relación más amena y sin complicaciones, no era recomendable que se fuera tan recurrente el verse todos los días y a todo momento, puesto que esto se volvía fastidioso y tenso en la relación. Pero esta situación ya se hacia muy repetitiva en Gohan, ya que parecía, aunque fuera muy indeseable, que le importaba mas sus estudios y obligaciones, que su propia relación con Videl, y ella debía cerciorarse de que esta actitud no era como ella suponía.

La llovizna pronto se convertiría en una fuerte lluvia por toda la ciudad, así que Videl tenia que salir del regalo antes de que el clima le hiciera una mala partida y pudiera empeorar su resfriado así que, aunque no le gustara admitirlo, debía posponer su charla con Gohan y marcharse lo mas rápido de ahí, para alcanzar a hacer todo antes de que la lluvia la atrapara.

Videl recordaba la causa de su resfriado ya que fue el último día que pudo verse con Gohan sin ninguna complicación. Esto venia siendo desde aquel día en el que salio a comer con él para celebrar su nueva beca universitaria. Aunque claro esto no fue novedad para su pareja, ya que su inteligencia era reconocida por las más prestigiosas universidades de la ciudad y era de esperarse que sus esfuerzos fueran gratificados de alguna forma, y el más alto reconocimiento era brindarle una beca completa para sus estudios universitarios. Con esto se podría decir que ya no era un motivo de celebración para Gohan, por lo que era de esperarse, pero como su pareja ya oficial, Videl quería ofrecerle su felicitación con una romántica cena en un restaurante cerca al mar, y esperar lo que el destino quisiera depararles.

Flash back

Era de noche y el clima estaba haciendo de las suyas, por lo que se estaba abriendo paso a la época de lluvias. Videl había salido a la entrada de su mansión para esperar que Gohan la recogiera y fueran juntos al restaurante.

- ¿Gohan porque te tardas tanto? – Decía muy preocupada la joven Satán al ver que ya llevaba más de media hora esperando a que apareciera su novio y pudieran pasar la más maravillosa velada que hubieran podido tener.

Videl tenia planeado todo para esa noche especial, había reservado una mesa para dos en la terraza del restaurante de donde se podía ver la mágica conexión entre el mar y las estrellas. Todo el lugar estaba apartado solo para ellos dos. En ese mismo restaurante había un camino en el primer piso, donde se podía llegar al mar sin ninguna intervención. Ese camino era conocido como "El Sendero Al Paraíso" y parecía encajar con el plan que ella había ideado solo para ellos dos. Gohan no sabía nada de lo que Videl le había planeado, así que todo iba a resultar perfecto para la pareja, aunque ella muy bien sabia que él no era muy listo en esto del romanticismo ya que es un poco despistado frente a los sentimientos de ambos, así que debía guiarlo en todo lo que fueran a hacer. Videl sinceramente no tiene idea de cómo pudo él declarársele, pero agradece a Kamisama de que lo haya podido hacer, ya que ella parecía perder las esperanzas de su amor con Gohan.

En la calle se podía distinguir dos luces de lo que parecía ser un carro. De un momento a otro el carro donde venia Gohan había parqueado frente a la puerta de una imponente mansión donde Videl muy fielmente esperaba.

- Perdón por llegar tarde, es que mi mamá no me dejaba salir antes de terminar con mis deberes. – dice muy apenado Gohan con su típica posición de Son: un brazo detrás de su cabeza. Él iba con un traje azul celeste, como el que llevó a la fiesta de celebración por la destrucción de Majin Buu, con unos zapatos blancos y corbata aguamarina. Ese traje lo hacia ver muy bien, demasiado bien ante los ojos de Videl, que no podía cerrar la boca por lo bello que se encontraba.

No podía creer la suerte que tenía el tan solo presenciarlo ahí, tratando de excusarse. Tan hermoso que era en cualquier situación, con esos profundos pero adorables ojos negros que resaltaban bajo la luz de la luna, sus carnosos labios que ante cualquier movimiento podía causar que se le hirviera la sangre, ese cuerpo glorioso que parecía esculpido por dioses, que el solo apreciarlo hacia que se le erizara la piel. Con todo esto rondando en su mente no pudo evitar imaginárselo sin…

- N-no te preocupes Gohan, – contestó Videl un poco nerviosa tratando de alejar esos pensamientos de su cabeza. – lo que importa es que ya estas aquí. – Nada de esto va a hacer que la noche planeada se eche a perder.

- Así que… ¿vamos?

- Por supuesto – responde muy impaciente la heredera Satán.

- Pero… ¿A donde vamos? – Gohan podía llegar a ser muy tierno sin querer serlo. Videl no pudo contener una risita nerviosa, era cierto, él no tenia idea de nada, tan solo le había dicho que se vistiera algo formal ya que irían a un buen restaurante. – Vamos al Yamadori¿sabes donde queda?

- ¿No es uno que esta frente al mar?

- Si. ¿Vamos hiendo? Es que hice reservaciones así que tenemos que estar pront… – No sabe por que Gohan de repente sonrió, ni tampoco porque la cogió repentinamente de la mano y la llevo al carro. Bueno de pronto es que no quería hacerla esperar más, o simplemente sabía…

Fin del flash back

No supo a que horas llego a la joyería a la que se dirigía a comprar el regalo, ni como termino tan mojada. Los pensamientos y recuerdos en los que se encontraban amenazaban por alejarla de su mundo para transportarla a uno de fantasías. Pero ya no podía perder más tiempo, así que se dispuso a buscar lo que seria el regalo perfecto para su querido padre.

- Buenos días señorita Satán. – Le dedico una cálida sonrisa un joven que se encontraba detrás del mostrador – Hace mucho no la vemos por acá¿que se le ofrece? – Para ser un empleado muy joven, tenia buen servicio al cliente, a diferencia de otros que se mostraban indiferentes ante los compradores. Videl solo se limito a devolverle la sonrisa, con este gesto daba a entender de que no tenia algo en mente y solo compraría lo que viera a su agrado. En seguida que el joven entendió el mensaje, se aparto del mostrador y siguió con su labor de abrillantar unos diminutos diamantes que se encontraban sobre un reloj de muy buena calidad y estructura. Videl al darse cuenta de este objeto de gran valor, recordó que una ves su padre, en esos actos de justicia, se le daño un reloj que llevaba desde hace mucho tiempo en su poder, y este fue muy preciado para él, ya que fue uno de los primeros que tuvo después de casarse con su mamá.

- ¿Esta a la venta? – Pregunta la ex-gran sayaman señalando el objeto que sujetaba el joven, con esperanzas de que la pregunta fuera contestada a su favor. No se permitiría irse con las manos vacías y menos si ha encontrado el regalo que hará muy feliz a su padre.

- Lo siento este acaba de llegar como empeñado, por lo que se me hace imposible vendérselo. – No podía creerlo, toda la imagen que tenia de su papá agradeciéndole por el hermoso regalo se había derrumbado ante sus ojos azules. – ¿No hay alguna posibilidad de que después me lo pueda vender?

- Eso solo será bajo la autorización de mi jefe, así que no le aseguro nada, señorita Videl.

La lluvia empezaba a recorrer las calles que se encontraban entre la universidad y la joyería. Videl intentó todas la maneras posibles de poderse quedar con ese reloj tan perfecto que relucía ante sus ojos color cielo. Pero cada vez más sus intentos eran en vano, nada podía hacer hasta después de que el dueño del local tomara una decisión y esto iba a requerir su tiempo. Así que no insistió más y decidió irse del local con las manos vacías hacia su recinto de aprendizaje, ya que si seguía ahí podía perder clase, y no era algo recomendable para los estudiantes que deseen aprobar los últimos exámenes, ni tampoco para alguien que podía, con solo una gota más de lluvia, empeorar su salud.

Su mente se encontraba en un remolino de decisiones, recuerdos y pensamientos los cuales debía organizar antes de que se volviera una tormenta con la que acabara su integridad tanto física como mental. Reconocía que su mayor prioridad era su padre, ya que últimamente no se han visto mucho gracias a los viajes que este había tenido por su fama, por eso quería que el día que llegase de viaje viera a su hija organizándole la mejor reunión de cumpleaños y llevándole un regalo como agradecimiento por todos los años vividos y consejos, alegrías, protección y demás que le ha ofrecido. Pero tampoco podía dejar de lado sus otras prioridades, debía arreglar la situación con Gohan, porque de lo contrario, las cosas empeorarían y no habría vuelta atrás. Y también debía dejar tiempo para sus estudios, porque no tenía excusa alguna para dejar sin importancia este tema, ni siquiera su salud que parecía agravarse cada día más.

La cabeza le dio vueltas al salir de la joyería. Su estado de salud nunca le había parecido un problema, pero con tantos compromisos estas ultimas semanas habían hecho que su fortaleza se debilitara con facilidad, pero Videl tampoco quería rendirse ya que primero debía terminar sus obligaciones antes de sentirse derrotada por el clima. Se le subió la temperatura. Además era incomprensible que su cuerpo que antes era fuerte, resistente ante cualquier adversidad, comenzara a debilitarse, a provocar esa sensación de fragilidad que nunca había gustado en ella. La vista se hizo borrosa. Mientras caminaba por los senderos que conducían a su universidad, a la vez que revolvía su cabeza con pensamientos desgarradores, sintió la cabeza ligeramente pesada y caliente, sus piernas ya no le respondían a su cerebro y la vista empezó a nublarse hasta ver un vacío en sus ojos, no antes de percibir una silueta que parecía acercarse a ella con cierta rapidez. Creyó haber escuchado su nombre antes de caer.

- ¡Videl...!!

No había visto tal velocidad antes, no después de haber conocido a…

-o-o-o-

"¡Que comida tan rica!"

"No es novedad escuchar esa frase salir de tus labios, jaja"

"Ay Videl¡Es que estuvo perfecta!"

"No tanto como esta noche"

"No tanto como tu…"

"Esto ya lo he escuchado antes"

Rápidamente varias imágenes comenzaron a dar vueltas frente a Videl, quien se encontraba en lo que parecía ser un túnel. Cada vez eran más, pero al tiempo parecían ir acomodándose hasta formar una sola, con lo que parecía ser una escena de un restaurante con un hombre y una mujer jóvenes, donde se veían muy felices y enamorados bajo la luz de la luna y las estrellas.

Todo era iluminado naturalmente con las constelaciones que se sobreponían sobre aquella pareja reconocida por Videl. Eran Gohan y ella la noche en la que tuvieron su último y más íntimo momento antes de que todo se volviera tenso en la relación.

"¿Puedes creer que con tan solo una mirada de tus ojos azules puedo hacer que hasta el viento se aparte de mi camino solo para llegar y verificar una vez más que no es el cielo sino el destello de tu corazón?"

"Oh Gohan…"

"Por tu amor bajaría cada una de las estrellas que se encuentran esta noche sobre nosotros, por una mirada tuya bastaría para reunir fuerzas para seguir volando, por una sonrisa lloraría al reconocer que si no la vuelvo a ver moriría ya que por tu querer daría hasta mi propia vida…"

Súbitamente, al ver tal escena, su corazón comenzó a latir cada vez más en ese momento, ya que después de las mágicas palabras que Gohan le expresó, ella no pudo soportarlo más y lo besó.

Sus ojos se ancharon, su boca tembló, sus manos palpitaban y el corazón quería salir de su pecho. Las emociones vividas en ese acto de amor podían sentirse todavía en su cuerpo a pesar de estar solo observando, recordando. Todo fue rápido aunque conmovedor. La brisa comenzaba a moverlos en un sigiloso compás, Videl se encontraba relativamente cerca de él, aunque estuvieran separados solo por una mesa rectangular. Cada palabra provocaba un acercamiento más cercano, su cuerpo ya reaccionaba por inercia. Sus ojos contenían las lágrimas que no querían salir a menos que ella lo quisiera. Lágrimas de una felicidad inquieta, de años compartidos y momentos añorados.

La mujer cerró los ojos, aquellas palabras la habían llevado a un éxtasis que no podía contener. Sus labios se rozaron por un leve segundo antes de desaparecer en un cálido pero apasionado beso que demostraba lo que se había esperado al iniciar la noche. Con fuerza agarró sus ropas y se acercó flotando hacia él hasta caer en sus piernas, las cuales se encontraban inmóviles. Todo alrededor de ellos se detuvo, las personas que se encontraban al otro lado de la terraza parecieron estatuas y el sonido de platos hiendo y viniendo se consideró desaparecer.

Fue torpe al principio, con las emociones alborotadas que no daban paso al entendimiento, transformándose después en una pasión descontrolada y voraz. Eran desde suaves roces hasta la perfecta unión de sus lenguas en una danza de dulces e impulsivos mordiscos, que bastaban para recuperar el aliento.

De repente volvió al túnel en el que se encontraba al comenzar el recuerdo. Todo lo que en ese momento había contemplado, las emociones reprimidas que hacían lo posible por no atormentar su alma estaban desapareciendo junto la imagen de Gohan sonriendo con satisfacción a videl, la cual no podía reprimir el sonrojo de su tez…

-o-o-o-

Una imagen borrosa se formaba frente a ella. Veía todo blanco y con mucha luz, o tal vez era que sus ojos aún no se acostumbraban, pero incluso así, en el fondo podía visualizar una forma negra. Al principio no era reconocible, podía decirse que no le agradaba nada lo que veía a través de la luz, pero aun así sentía una energía muy agradable, se sentía segura con su presencia y deseaba que no se fuera.

Se preguntaba una y otra vez que era ese lugar, y lo más importante que hacia ahí, pero por más que lo intentara nada salía de sus labios, su boca parecía estar desconectada de su cerebro y de sus pensamientos. Intenta cerrar sus ojos para alejar la luz que tanto le impedía formar una imagen concisa en su cabeza, pero aun con los ojos cerrados, esta penetró a través de sus parpados que la obligaron a volver a mirar lo que tanto se movía a su alrededor. Vuelve a ver esa sombra acercarse a ella. Ya le molesta el no entender lo que pasaba cerca de ella. Ruido, no…voces. Varias voces se escuchan cerca de su persona. Parecen hablarle, pero se le dificulta comunicarse, su boca ni su cuerpo responden a lo que ella mandaba a hacer.

"¿Que estará pasando? Esas voces…"

- Videl…

Es el primer sonido que reconoce y esta llamándola. Esa voz le es muy familiar. Era profunda y gruesa, reflejaba años vividos y batallas ganadas.

- Videl, respóndeme por favor… - Esta vez sonaba suplicante, solicitante. Cualquier prestigio de su voz grave había desaparecido para dar paso a una débil y de sentimientos estremecidos. Exigía una respuesta de parte suya para calmarse, aquella que Videl también exigía. De alguna forma trataba de hacerla reaccionar, lo cual resultó ya que reconoció aquella sombra que la sujetaba de la mano muy nerviosamente. Lo que parecía ser una sombra se transformo en un hombre, de contextura robusta, rostro de facciones serias y poblado bigote.

-Pa-pá…

- Si hija soy yo. – En su rostro se encontraba una mezcla entre angustia y felicidad. Por lo menos su hija ya respondía y reconocía quien le hablaba.

- ¿y esa cara? – Videl reaccionó al ver la preocupación que reflejaba la cara de su progenitor. – ¿Te encuentras bien?

- Eso debo preguntarte yo a ti, – Su semblante sufrió un cambio de una angustia sin precedentes a una mueca de disgusto – Me tenias preocupado.

"¿Donde me encuentro?"

Su pregunta fue respondida en un santiamén. Conocía ese color de pintura, los adornos que se encontraban colgados en las paredes, el librero que se encontraba frente a ella y al lado de una mesa de estudio muy particular. Era su cuarto, de eso estaba segura además, sobre la mesita de noche, que se encontraba al lado de su cabeza, se encontraba inmóvil un portarretrato donde los protagonistas de la foto eran Gohan y ella muy tiernamente abrazados.

- Papá… ¿Por qué estoy aquí?

- Parece que te desmayaste por la fiebre que tenías hace poco. – No podía creerlo, su resfriado había llegado a mayores. Le ganó, lo que en semanas había evitado, combatido y hasta impedido había ganado contra ella. La había debilitado hasta el punto de perder el conocimiento, y lo más grave es que no estaba con compañía como para sentirse más segura al caer. Pero aun así alguien la había rescatado y traído a casa. Pero ¿Quién?

- ¿No llegabas mañana? – Ahora que se acordaba, el regalo que le iba a comprar hoy a su padre, era para la fecha de su cumpleaños, que seria el mismo día que él supuestamente llegaría. Y eso era dentro de dos días.

- Se me adelanto el viaje, y lo agradezco mucho puesto que encontré a mi hija sin conocimiento, para completar con fiebre, en su cama. – Ahora se entera de que su padre no tiene idea de cómo resulto así. Prefirió no decirle nada de que ella tampoco estaba al tanto de la situación. Es increíble como una simple lluvia puede cambiar la situación en la que se encuentra una persona con el resto del mundo. En el momento no tiene todo muy claro de lo que paso antes de su desmayo, lo único que tiene claro es que después de caer inconscientemente en la acera alguien, no se sabe quien, la recogió y la llevó sana y salva a su casa. "¡Pero como es esto posible!" Alguien la había llevado a su casa, exactamente a su cuarto y la había depositado en donde por el momento estaba pasando el malestar, su cama. Esto no da muchas posibilidades de quien la había llevado hasta su residencia. Los únicos que pudieron haberla llevado hasta la casa, y con mucha confianza hasta su habitación, eran su padre, Ireza, Shapner y… Gohan.

Para empezar su padre acaba de decir que al momento de llegar a su vivienda lo primero que encontró fue a ella y que la halló ya desmayada. Segundo quedan sus amigos Ireza y Shapner, que pudieron muy fácilmente llevarla hasta su casa. Al llegar probablemente obtuvieron las llaves de la puerta principal buscándolas en el bolso que ella cargaba en la mañana, ya que ellos saben que siempre las trae consigo. El último que queda es Gohan, no hay que dar explicación alguna, era Gohan. Pudo haber entrado por la ventana, o abierto una puerta a la fuerza, o quien sabe que mas posibilidades, ya que con los sayajíns nunca se sabe, pero este en particular no daba señas de haberlo hecho, ya que por cortesía se habría quedado hasta que se despertara.

Su padre ya había salido de la habitación sin que lo notara, reparó que estaba muy perdida en sus pensamientos. Ya era la segunda vez que le pasaba. Se dio un último vistazo a su cuerpo y percibió que tenía puesta otra muda de ropa. Apagó la luz que tanto le molestó para mirar al principio, al recobrarse un poco del desmayo. No era de noche, a la tarde le faltaba tiempo para marcharse y dar paso al sol para ocultarse, pero para que esto ocurriera se requerían unas horas, pero era de costumbre prender las luces en las habitaciones por lo oscuras que eran antes de que llegara la noche. Las criadas que ayudaban a su cuerpo a recuperarse también se habían marchado acompañadas de su progenitor y con esto ya quedaba sola en la habitación para hacer lo que le viniera en gana. O eso creía. Trató de apoyar un pie fuera de la cama, pero con solo levantarse para poner el pie en posición, su cabeza le dio vueltas y cayó de nuevo en la almohada sin ninguna salida a su dolor de cabeza que ya tomaba forma.

"¿Y ahora que haré, estar tumbada todo el día en la cama?"

En un centello de segundo su mente se lleno de imágenes de su reciente sueño. Las palabras, las estrellas, sus ojos, el beso. Todo el remolino que en su cabeza se encontraba, se centró en lo que aparentemente fue su sueño. Muy pocas veces, o más bien casi nunca, "soñaba" un recuerdo, y este en particular la había sacado de sus casillas. Su mente ya estaba jugando sucio con ella, y no podía impedirlo. Se puede decir que esa noche fue mágica en todo sentido, pero ahora esto no era más que un recuerdo desvaneciéndose en su mente, en sus pensamientos. Todo lo que en esa noche se planeó se llevó a cabo y resultó como se deseaba, pudieron haberlos llevarlos a una relación mas estrecha en el futuro. Pero con los últimos inconvenientes que han tenido en su relación, se consideraba que lo vivido ese día, las palabras dichas, los actos realizados, no hicieran mayor cosa en el presente y solo se quedaron en sus bocas y en su memoria.

- Como pudiste hacerme esto Gohan. – Ya su voz salía en susurros, pero con suficiente resonancia como para que alguien cerca los escuchara. El cuerpo se volvía a debilitar, y ella muy bien sabía que si su mente no trabajaba al par con su cuerpo, este se desgastaría y perdería contra lo que siempre ha mantenido, su integridad. Ahora era una muñeca de porcelana a quien cuidar, y la situación en particular no gustaba en nada a Videl, y aunque sus intenciones fueran buenas, pero un poco ineficaces, sus intentos no bastarían para que su mente correspondiera a su corazón. Que por si ya estaba desgastado por su amor.

- ¿Hacerte qué?

No puedo olvidarte
No puedo no pensar en ti
Tu voz, tus ojos, tu mirar
Tu sonrisa que no esta


Comentarios de CaHo:
Bueno aquí estoy yo con mi primera historia.
Fue un arduo trabajo comenzar puesto que no soy experta en esto de expresarme por medio de palabras, ni mucho menos expresar los sentimientos y visiones de los demás, .U así que no sean tan duros conmigo en los reviews, (si es que llego a tener jeje), y pues ahí les dejé el fic para que opinen ustedes.
El camino a este primer fic lo comencé la vez que leí R e s i l i e n c i a y me inspiro al punto de ponerme frente al PC y escribir una historia de Gohan y Videl que son mi pareja favorita en todo dbz, y aprovechando de que los fics de ellos son escasos, me dispuse lo mas que pude para empezar mi historia, mi aventura, y dar lo mejor de mi. ( No creen que de parejas y eso lo que mas hay es de vegeta y Bulma?). Al final puse una cancion que va a seguir el resto de la historia, es TU de Kudai, y me parecio encajar completamente con el final de la historia y todo lo que viene. Bueno sin decir más, me despido.

CaHo...
Haneko-chan