Primero que nada quiero aclarar que los personajes de esta historia no me perteneces, son propiedad de Stephenie Meyer y yo solo los utilizo para crear esta historia que ha venido rondando en mi cabeza.

Esta historia tiene bastante tiempo rondando por mi cabeza y por fin me he animado a publicarla. Realmente escribo porque me gusta hacerlo y disfruto mucho armando esta historia, solo espero que no sean demasiado duros conmigo porque soy nueva en esto de poner mis ideas en escrito. Espero disfruten de esta historia tanto como yo y ahora si… a leer!

CAPITULO 1

COLAPSO MENTAL

Llevaba más de seis horas continuas pegada en la computadora y por mas que me exprimía el cerebro no quedaba convencida con el capitulo que estaba escribiendo y era tan frustrante… a veces no podía entender como ciertos día me levantaba de la cama directo a escribir como si la vida se me fuera en ello y otros días como este, simplemente no podía escribir nada decente y eso me molestaba de sobre manera porque a pesar de que aun quedaba tiempo para entregarle el manuscrito a mi editor yo quería terminarlo ya, para poder disfrutar la semana que quedaba de vacaciones antes de comenzar las clases en la universidad, pero al parecer mi cerebro tenia otros planes y por eso decidió tener un colapso mental del que no estaba muy segura de salir pronto.

Me levante de mi silla y casi me voy de espalda cuando sentí que las piernas no me respondían de lo agarrotadas que estaban por la cantidad de hrs. que estuve sentada, si no es por que me alcanzo a agarrar del escritorio probablemente me hubiera caído con todo y silla, espere parada a que se me pasara la sensación y me obligue a ir moviendo parte por parte de mi cuerpo empezando por los dedos de los pies hasta que me pude mover completamente, camine alrededor del estudio y me pare enfrente del enorme ventanal y deleitarme de la hermosa vista que Seattle me brindaba y sonreí porque una de las cosas que mas me gustaban de vivir en un lugar tan lujoso y exclusivo era la vista y mas las hermosas puestas de sol que desde ahí cada tarde podía admirar, siempre me había parecido hermoso ver como el sol se iba escondiendo haciendo parecer que se hundía en el mar.

TOC, TOC, TOC.

El llamado de la puerta me hizo volver a la realidad, me di cuenta que llevaba mas de 15 min. Perdida en el paisaje por que la puesta de sol ya había concluido y dio pasó a que las luces de la ciudad la iluminaran de la misma manera que las estrellas iluminan al cielo.

- Pasa- conteste casi con voz ahogada. Las horas sentada no solo habían atrofiado mis piernas sino también mi voz por falta de uso durante tanto tiempo.

La puerta se abrió para dejar ver a la mujer cuya sonrisa podría hacer que hasta los ángeles mas hermosos cayeran rendidos a sus pies.

- Bella, ya estamos listas será mejor que bajes por que las chicas están llegando al limite de su paciencia y no creo poder detenerlas por mucho mas tiempo, ya las conoces como son…- claro que las conocía y conocía sus alcances pero a mi favor tenia que ellas también conocían los míos.

- Esta bien, no te preocupes bajo en seguida- le conteste con una enorme sonrisa, siempre que ella me miraba sentía tanta paz en todo mi ser- y no te preocupes yo me encargo de calmar a las fieras pero si te vuelven a decir algo diles que recibirán una patada en su hermoso y firme trasero cortesía de mi parte - le sonreí de manera maliciosa y eso hizo que ella soltara una carcajada y eso fue música para mis oídos.

- No lo dudo, OOH poderosa Bella- uso la voz de discípulo de algún culto raro- con esas advertencias probablemente les cierre la boca de por vida, gracias por la recomendación- y me hizo una reverencia la cual yo respondí con otra- ¿que tal va el capitulo?- pregunto y yo me encogí de hombros y puse cara de resignación- ¿tan mal va?- moví mi cabeza afirmativamente con desgana- no te preocupes tu inspiración volverá pronto y podrás terminarlo, claro en cuanto logres escapar de sus garras jajaja- me estremecí pensando en "el"- pero mientras eso suceda será mejor que bajes ya, antes de que nos coman vivas a ambas- Y con esa ultima frase salio de la habitación no sin antes darme una de esas sonrisas que tanto me gustaban, tan maternales. Ella era como nuestra madre, la que cuidaba de todos. No había nadie en esta familia que no la amara con todo el corazón.

Me gire de nuevo hacia el gran ventanal y le di una ultima mirada a la hermosa ciudad y suspire- ¿Cuanto ha cambiado nuestra vida en los últimos 10 años, verdad?- le pregunte a mi reflejo y sonreí y con esa sonrisa salí de la habitación directa a encontrarme con las chicas