Brillante Vendaval

No me pertenece Naruto ni ninguno de sus personajes y elementos.

Capítulo 1

-¡Urgh! Mi cabeza-fue lo primero que dijo una chica de cabello rubio mientras se incorporaba desorientada en la cama en la que reposaba. -¿Eh? ¿Dónde estoy?-dijo ella mientras observaba que se encontraba en una habitación de minimalista decoración.

No paso mucho antes de que la chica en cuestión se diera cuenta que se encontraba en una habitación del hospital general de Konoha. No era la primera vez que ingresaba a tal lugar, pero sí lo era su estadía en una habitación privada.

-Miren quien se digno a despertar. Ya te habías tardado, mocosa-dijo una mujer de avanzada edad que la rubia inmediatamente reconoció.

-¿Ero-majo?-dijo la chica a la mujer de abundante cabello blanco.

-¡Si vas a dejarme ese apodo, al menos mantén el Sennin!-reclamo la anciana. –Mira que llamarme bruja luego de ayudarte tanto con tu entrenamiento.

-Lo siento, Miraiya-sensei-dijo la chica con una leve reverencia de disculpa.

-Dejémoslo así. ¿Qué tal te sientes, Naruko?

-Siento el cuerpo algo pesado, pero creo que me siento bien.

-Eso es bueno.

-¿Por qué la pregunta?

-¿Acaso no recuerdas nada?

-¿Recordar? ¿Qué cosa debería recor….?-dijo Naruko para entonces callar abruptamente. –Satsuki-dijo ella en un tono nervioso, que al mismo tiempo estuvo acompañado de una gran impotencia. -¿Dónde está ella?

-Ella se ha ido, Naruko. Satsuki Uchiha dejo la aldea para ir con Hebiko-dijo Miraiya, provocando que la rubia bajara su mirada.

-Esto es mi culpa.

-¿Cómo va a decir eso? Que esa mocosa haya decidió desertar fue un acto de únicamente su propia responsabilidad.

-Pero yo debí evitarlo. Yo era su amiga y debía evitar que se metiera un embrollo como este.

-Comprendo tu frustración, Naruko. Yo pase por ella hace mucho tiempo, pero debes comprender que a veces uno no puede hacer nada para cambiar a algunas personas.

-Me niego a pensar de tal forma.

-Urgh. Al menos sigues siendo la misma cabeza dura de antes. Es bueno que al menos eso no haya cambiado.

-¿A qué te refieres?-dijo Naruko ladeando la cabeza con confusión.

-¡Miraiya!-reclamo un hombre rubio, de unos veinte, quien entro en la habitación con una expresión bastante seria. -¿Acaso no te dije que debías avisarme de inmediato cuando Naruko despertara?

-Estaba por hacerlo, Tsuna. Pensé que sería bueno que primero hablara con ella, antes de que tú empezaras a interrogarla-respondió la mujer de cabello blanco.

-¿Y qué tal?

-Pues sigue siendo la misma de siempre.

-Aún es pronto para decir tal cosa.

-¿Qué sucede, oji-san? ¿Hay algo malo conmigo?-pregunto la rubia.

-Sí, aparte de tu total irrespeto a los mayores, hay unas cosas que están muy mal contigo, Naruko-dijo seriamente el hombre que vestía en ese entonces con el atuendo de un doctor.

-¿Usted también me re incriminara lo de Satsuki?

-Ciertamente está en mis planes, pero me interesa más lo que te paso en tu reciente enfrentamiento. ¿Recuerdas lo que paso?

-Las cosas están algo borrosas. Lo último que recuerdo fue cuando…..-dijo Naruko llevando la mano a su pecho. –Satsuki uso su Chidori en mí.

-Por eso te digo que debes olvidarte de esa chica, Naruko. Una amiga no usaría una técnica asesina en alguien que le importa-dijo Miraiya.

-Coincido con ello, pero eso no lo es importante. El asunto es que recibiste un ataque directo al corazón, Naruko-dijo el médico. -Uno que bajo cualquier circunstancia sería fatal.

-Lo sé. Ese no fue el único Chidori que recibí-dijo Naruko con desilusión, mientras más recuerdos llegaban a su mente. -En los inicios de la batalla Satsuki me golpeo con la técnica en cuestión, solo que en ese caso fue a un costado. Creo que solo sobreviví por que el zorro me ayudo.

-¿Entonces confirmas que usaste el Chakra del Kyubi?

-Sí.

-La pregunta es en realidad innecesaria, Tsuna. Los rastros que encontramos de tal Chakra confirman esa versión-dijo la anciana presente.

-No hay ningún precedente para este caso, Miraiya. Dificulto que el Kyubi tenga que ver con el actual estado de Naruko. Especialmente si tomamos en cuenta la grave deficiencia de Chakra que ella padece.

-¿¡Que yo tengo que!?-dijo la rubia anonadada por aquella revelación.

-No está feo como suena, mocosa. Simplemente tu Chakra promedio bajo al nivel de Chunin de nivel alto. No es algo reprochable si tomamos en cuenta tu edad y rango actual-aclaro la peliblanca.

-Pero eso no lleva a un asunto más grave y que simplemente no puede pasarse por alto-dijo Tsuna, procediendo a sacar un estetoscopio de su bata. –Póntelos.

-De acuerdo-dijo Naruko poniéndose el instrumento medico en las orejas.

-Ahora úsalo en tu pecho.

Basándose en sus anteriores visitas al médico, Naruko llevo el receptor del instrumento al lado izquierdo de su pecho, lugar donde se suponía que estaba su corazón. Pasaron un par de minutos antes de que ella se diera por vencida y le devolviera el aparato a Tsuna, tras no escucha nada de relevancia.

-Creo que esa cosa no sirve. No escucho nada-dijo la rubia.

-El estetoscopio no tiene nada malo, Naruko. Lo que sucede es que tú tienes nada que él pueda registrar-dijo Tsuna seriamente.

-¿Cómo así?-dijo Naruko confundida.

El médico rubio entonces se acerco al aparato que estaba al lado de la cama de la chica. Este estaba conectado al pecho de la misma, mas ella no le había puesto atención, debido a que aparato estaba apagado. Tsuna conservando su seria expresión, procedió a encenderlo, esperando que la rubia entendiera el punto.

Un largo y ensordecedor pitido inundo el cuarto, sin embargo, su falta de experiencia en una sala de emergencias, llevo a que Naruko emitiera el comentario que Tsuna y Miraiya menos esperaban.

-Oji-san. En serio que apestas como Hokage. Este hospital está lleno de cosas descompuestas-dijo Naruko, provocando que los adultos se golpearan los rostros ante la densidad de la genin.

-Naruko, este aparato funciona muy bien. El problema aquí es que tú no tienes ningún tipo de pulso.

-¿Eh?-expreso Naruko poniendo una sonrisa nerviosa.

-Tu corazón no emite ningún latido. Apenas si te hemos visto tomar una que otra bocanada de aire.

-Tienes que estar bromeando, Oji-san. Tú no puedes estar diciéndome que estoy muerta… ¿O sí?

-Solo mírate-dijo Miraiya acercándole un espejo a la chica.

Naruko entonces se observo en el objeto de cristal. Su piel que antes era de una tez semi-bronceada, ahora poseía un evidente tono pálido, tal como pasaba con su cabello, cuyo color dorado se vio deteriorado. Sus ojos azules una vez llenos de vida, ahora parecían estar apagados, apenas mostrando la evidente sorpresa que tenía su dueña por su desconcertante apariencia.

-Como médico, mi diagnostico es claro. Tú no estás viva. Tu carencia de signos vitales dan por sentando eso-dijo Tsuna con seriedad. -Sin embargo, los conocimientos que tengo como shinobi me llevan a hacer un diagnostico más flexible de tu estado. Aun hay Chakra corriendo por tu cuerpo y ese es un signo de que aun hay vida en ti.

-Esto…. ¿Esto como paso?-dijo Naruko completamente desconcertada.

-No tenemos una respuesta precisa por el momento-dijo Miraiya.

-Acaso…. ¿Esto no es obra de Hebiko? ¿Acaso ella no le había ofrecido a usted revivir a su hermana y novia?-dijo la rubia a Tsuna.

-Ciertamente Hebiko tiene acceso a una técnica que puede traer a los muertos, pero ese no es el caso aquí. Si lo fuera, no tendría sentido que estuvieras con nosotros. Ella te hubiera revivido en su propia guarida.

-¿¡Entonces que!?

-Tenemos una teoría-dijo Tsuna tomando la mano izquierda de Naruko, la cual poseía una brazalete plateado. Uno que tenia grabado una espada adornada con un par de alas y poseía una joya de brillante verde oscuro. -¿Dónde conseguiste este brazalete?

-¿Eh? ¿Qué es esa cosa?-dijo la rubia confundida por la pieza de joyería. Ella jamás había usado algo como eso.

-¿No te habías dado cuenta que lo tenias?

-Lo siento si mis sentidos no están del todo bien. Están revelándome demasiadas cosas sorprendentes-cuestiono Naruko.

-Eso no te quita lo despistada, mocosa-añadió Miraiya.

-En fin. Tengo a varios médicos en cuidados intensivos por culpa de ese brazalete. Posee una tremenda energía en su interior y ha lastimado de gravedad a aquellos que han intentado extraerlo de tu brazo.

-Yo no recuerdo tenerlo en mi pelea contra Satsuki.

-Pues cuando Nanashi te encontró ya lo tenias y presentabas tu condición actual. Por eso pensamos que el responsable de tu resurrección.

-Eso quiere decir que técnicamente Satsuki me asesino, ¿verdad?

-En efecto. Sus acciones no solo llevaron a que varios de tus compañeros salieran heridos, sino que dieron como resultado a tu actual estado-dijo Tsuna.

-Y ni quiera hablemos del otro problema que desencadeno-dijo Miraiya poniendo una cara malestar.

-Te refieres a….

-Como lo podrás suponer, tu otra amiga no ha lidiado muy bien con el asunto de tu "muerte".

-No le hemos dicho nada sobre tu estado en temor a que crea que jugamos con ella. Suponemos que si les hablas personalmente, ella entenderá la situación-dijo Tsuna.

-¡Pero si ni quiera yo puedo entenderla!-expreso la ojiazul.

-Ya sabes que ella es….bastante abierta a cosas fantásticas. Tal vez ella tenga una mejor respuesta que nosotros.

-Eso espero.

[En otro lugar]

-Respóndeme, padre-dijo un chica quien yacía de rodillas frente a un pared, con la mirada hundida en el suelo. -¿Acaso todo lo ocurrido es mi culpa?

-….

-¿Es que todavía no soy lo suficientemente fuerte?

-….

-¿O es que simplemente soy demasiado ingenua y no puedo percibir el mal que esta a mí alrededor?

-….

-Se que no tiene sentido que te lo pregunte, pero yo….

-…..

-Realmente necesito hablar con alguien-dijo la chica levantando su mirada al altar donde solo reposaba una espada con una hoja de color blanco.

La chica era una joven que aparentaba unos 15 o 16 años, su cabello era de un peculiar color rosa y poseía una corta longitud. Estaba hecho un completo desastre, mas era lo de menos pues ella misma y todos sus alrededores estaban en las mismas condiciones.

El apartamento que ocupaba la joven estaba completamente destrozado. Los muebles de lugar estaban hechos añicos y había signos de cortes y golpes por todas partes. La culpable de tal cataclismo también estaba en un estado deplorable, pues su cuerpo estaba cubierto por gruesos vendajes, siendo su actual vestimenta un sencillo atuendo de color blanco con algunas manchas de sangre. Apenas si eran visibles sus ojos de color jade, cuya irritación por las lágrimas era evidente.

-Tonta de mí por confiar en esa miserable-dijo la pelirrosa apretando con fuerza una banda ninja que tenía en sus manos- Debí matarte cuando tuve oportunidad, Satsuki Uchiha. Sabía que tu envidia solo llevaría a la desgracia a nuestro equipo.

Solo el tocar de una puerta evito que la chica deshiciera la banda de metal, cuya estructura fue levemente doblada por la fuerza de su actual portadora.

-Largo-ordeno la dueña del lugar, no queriendo atender visitantes en ese momento.

-Sakura. Soy yo, el Gondaime. Necesito hablar contigo en este momento-se escucho al otro lado de la puerta.

-No tengo nada que discutir contigo. No luego de lo que provocaste.

-Sabes muy bien que me arrepiento de no haberte enviado a la recuperación de Satsuki Uchiha, pero debes entender que aun bajo las circunstancias dadas, tal objetivo era una prioridad. De haberte enviado, tú simplemente te hubieras ocupado de eliminarla.

-¿Y acaso no hubiera hecho un favor al mundo con ello? Con ese simple acto le hubiera evitado ese trágico final a la que fue mi compañera.

-No puedes culparte por ello.

-Lo hago en la misma forma en que le culpo a usted y a todos los necios que ven esa Uchiha como algo valioso, cuando es todo lo contrario.

-Te doy la razón, pero no vine a discutir tal tema. Vine para que hablemos de algo más importante.

-Dudo que tenga algo que sea de mi interés. A menos que sea la ubicación de Satsuki Uchiha, le recomiendo que de la media vuelta.

-Es sobre Naruko.

-Ya es suficiente con el hecho de que retengan su cuerpo por sus tontas medidas de seguridad. Preferiría que no me molestaran con ese asunto hasta que se le pueda dar el debido funeral que ella merece.

-Ese es el asunto, Sakura. No habrá funeral.

-¿Cómo?

-Veras. Ella esta…

-Sakura. ¿Podemos hablar?-se escucho de una voz que hizo un desastre en la mente de la joven en vendas.

-Ustedes… ¿¡Como se atreven!?-reclamo una iracunda Sakura, para entonces tomar la espada del altar. -¿¡Como osan burlarse de mí de esa forma!?-dijo ella para entonces arrojarla contra la puerta.

La repentina acción provoco que el arma punzo cortante de la pelirrosa quedara limpiamente clavada en la lamina de madera, impresionando aquellos que estaban tras estas.

A algunos más que a otro.

-¡Ahhh! ¡Acabo de ser atravesada!-se escucho de una alterada Naruko.

-¡Tranquila, mocosa! No estás sangrando, así que no puedes estar tan mal-dijo otra voz presente.

-Miraiya. Naruko tiene una espada atravesándole el estomago y no esta derramado ni una gota de sangre. Tiene razones de sobra para alterarse-dijo Tsuna tratando mantener la mente fría en tal situación.

-Tienes un buen punto, pero igual creo es necesario señalar que otro hubiera caído de inmediato a tal herida. La condición de Naruko es ciertamente interesante.

-Ciertamente. Dime, Naruko. ¿Esa herida te molesta?

-¡Por supuesto que me molesta!...Bueno, realmente no es tan dolorosa como parece, pero igual…. ¡Es claro que ustedes eran compañeros de la serpiente! ¡Están igual de locos!-reclamo la rubia. – ¡Ahora ayúdenme a sacarme esto!

Manteniendo su actitud agresiva, Sakura se dispuso a dirigirse hacia la puerta que daba a la salida de su hogar. Estaba segura que el Gondaime y Miraiya les estaban jugando algún tipo de treta le estaban jugando, pero igual debía saciar la curiosidad que le causa aquella irregular situación.

La pelirrosa halo su arma del agujero que ella misma había provocado, sin tomar en consideración que tal acción provoco que la "atravesada" emitiera un chillido de incomodidad. Acto seguido Sakura abrió la puerta, encontrándose con el trió de personas que estaban haciendo un escándalo.

Ya con la espada removida del estomago de Naruko, Tsuna y Miraiya no resistieron la curiosidad de comprobar el estado de la herida en cuestión, provocando que Sakura encontrara una escena ciertamente incomoda.

De ninguna forma era normal encontrar a dos adultos revisándole el estomago a una joven de 13 años, cuyo aspecto era poco mejor que el de un cadáver. Especialmente cuando ella era alguien con un absurdo parecido con una persona que había fallecido recientemente.

Sakura guardo un incomodo silencio, que estuvo acompañado de una impetuosa mirada a los presentes. Si bien los adultos, supieron disimular la incomodidad que les provoco esta, Naruko no pudo y dijo lo primero que se le vino a la mente. Cosa que estaba relacionada con la imagen que obtuvo de su compañera.

-¿Te encuentras bien, Sakura-san?-dijo la rubia.

-¿Eh?-dijo la ojiverde no sabiendo exactamente a qué se refería la chica con gran parecido a su antigua compañera.

-Tienes todas esas vendas encima, algo bastante inusual en ti debo decir, por lo que debo preguntarte si te encuentras bien-dijo Naruko con cierto nerviosismo

-Mi estado se debe a que subestime el poder del Amaterasu, pero este resulta irrelevante en este momento-dijo Sakura posando su mirada en Tsuna. -¿Qué significa esta retorcida broma?

-No es una broma, Sakura-dijo el hombre de cabello rubio.

-Entiendo que me quieran devuelta en mis deberes shinobi, pero tomar la imagen de mi compañera caída para sacarme de mi hogar esta más allá de lo que puedo tolerar.

-No malinterpretes la situación. No estamos usando un Ninjutsu o Genjutsu para hacerte ver a Naruko. Esta es ella.

-Eso no puede ser posible-dijo la pelirrosa apretando los puños. –Yo estuve allí. Yo presencie cuando dio su cuerpo dio su ultimo respiro.

-Y no dudamos de tus palabras, pero sucede que te omitimos algo cuando hicimos la extracción de su cuerpo del lugar-dijo Miraiya.

-Cuando un shinobi muere, el Chakra contenido en su cuerpo no desaparece de golpe. La cantidad de este empieza a decrecer a partir del momento en que las funciones vitales se detienen. Con un jinchuriki este fenómeno es más evidente y por eso es esencial que la aldea lo retenga aun cuando este haya fallecido. No se puede permitir que un enemigo se haga de tal Chakra-explico Tsuna.

-Yo era quien se encargaría de que en el cuerpo de Naruko no quedara ningún tipo de Chakra del Kyubi para asegurarme de que personas inescrupulosas no intentaran robarlo. No era un trabajo que quisiera hacer, pero esto llevo a que descubriera un hecho sin precedentes.

-Pasado un punto, el cuerpo de Naruko dejo de perder Chakra. Este llego a un nivel que sería normal para un chunin y se quedo fijado allí.

-Fue entonces cuando las cosas se pusieron extrañas-dijo Tsuna con una mano recargada en el rostro. –El cuerpo de Naruko entonces empezó a mostrar algunos movimientos. Los propios de una persona dormida.

-No habían latidos, ni respiros. Pero ella actuaba de la misma forma que una persona con vida.

-Inmediatamente le pusimos en observación y esperamos a que despertara para tener una mejor idea de lo que pasaba con ella. Existen múltiples Kinjutsu capaces de revivir o manipular a los muertos, pero Naruko no muestra señales de estar sometido a alguno de ellos.

-…. ¿Por qué no me dijeron esto antes?-dijo Sakura, procesando con recelo la información recibida.

-¿Acaso debo recordarte que mandaste a varios de mis hombres al hospital por la rabieta que tuviste? Hasta tener una respuesta clara, no queríamos molestarte.

-¿La tienen?

-No. Nuestra única pista es el extraño brazalete que porta Naruko consigo.

Con eso dicho, Naruko se acerco a su compañera y le mostro el artefacto que estaba pegado a su muñeca.

La pelirrosa abrió los ojos con gran impresión, a la vez que sujetaba el artefacto y escudriñaba cada parte visible de él.

-No te molestes en removerlo. Varios han resultado heridos por ello-comento el médico presente.

-Hela-menciono Sakura.

-¿Disculpa?

-Hela. La diosa de la muerte.

-Discúlpame si todavía no te entiendo-dijo Miraiya con una ceja alzada.

-Hablo de un ser del mismo índole que la deidad que ustedes denominan Shinigami. Mi padre me conto historia sobre ella y los suyos. Hela en particular, tiene un control total sobre los muertos y existe la mínima posibilidad de que ella esté relacionada con este brazalete.

-¿Por qué?

-Este metal…..-dijo la pelirrosa sosteniendo el brazalete de Naruko. –Es el mismo del que esta hecho mi espada-dijo tomando y sobreponiendo el mencionado objeto. –Dudo que sea una casualidad.

-Yo no puedo verlo de otra manera. De momento solo me estás hablando de cuentos de hadas-dijo Tsuna.

-¡Yo digo la verdad!-reclamo Sakura.

-¿Entonces quieres decir que fui revivida por una diosa o algo así?-pregunto Naruko.

-Podría afirmar que de eso no hay duda-dijo la ojiverde para entonces fijar su mirada en el rubia.

-¿Qué?

-Entonces en verdad eres tú-dijo la pelirrosa aguantando un cumulo de sentimientos encontrados.

-Pues sí. Yo tampoco me lo creo, pero en verdad estoy aquí-dijo Naruko con una sonrisa.

-Eso es lo que hemos tratado de decirte todo este tiempo-dijo Miraiya.

-Discúlpenme si no puedo confiar en ustedes. He sufrido suficientes engaños últimamente-sentencio Sakura.

-Pues temo que ahora te veras involucrado en otro. Arréglate y ven con nosotros. Tenemos un asunto importante que discutir.

-De acuerdo.

[Minutos después, en un lugar secreto]

-Naruko tu ya debes entender que tu fama en la aldea no es la mejor. A pesar de que se supone que es un secreto, muchos en Konoha saben que eres o eras la jinchuriki del Kyubi-dijo Tsuna a la rubia, quien como la primera, Sakura y Miraiya, caminaban por un pasillo oscuro.

-Lo sé-dijo la chica con desilusión.

-Por eso no sería bueno que añadiéramos más controversia a tu existencia. Mantendremos tu condición y "supervivencia" en secreto. Para todos tus conocidos, tu estas muerta.

-Por favor. Quisiera que dejáramos de mencionar esa palabra. No me siento nada bien con ella.

-Me parece bien, ya que en lo posible debes evitar decir o hacer cosas que llamen la atención.

-Siendo más claros, te desharás de ese ridículo traje naranja en cuento puedas-dijo Miraiya.

-No entiendo. ¿Por qué?

-Tú y Sakura permanecerán en la clandestinidad por un tiempo.

-Comprendo que Naruko deba ser puesta a salvo, ¿pero porque yo?-pregunto la pelirrosa presente.

-No solo Naruko es una persona de interés en la aldea. Tú también dejas mucho que hablar Sakura-dijo Tsuna con seriedad. –Que una kunoichi de origen civil tenga el nivel de un jounin a tan corta edad ha despertado el interés de muchos. Un interés que da a lugar planes que ciertamente no me agradan.

-¿Qué quiere decir?

-La versión corta es que quieren casarte el heredero de algún clan. No hay nadie definido, pero el primogénito Hyuga es una opción potencial.

-El llorica de Hisen. Por favor, ni loca me casaría con él.

-Lastimosamente tu opinión no tendrá mucha relevancia si llevan a cabo tal propuesta.

-¿Acaso no puede detenerla?

-Incluso el Hokage la tiene difícil cuando los peces gordos de la aldea conciben ideas absurdas como esta. Mi pensamiento era tomarte como mi pupila para liberarte del compromiso, pero considero que es mejor idea que acompañes a Naruko al lugar a donde irán.

-…. De acuerdo-dijo Sakura con determinación. -Naruko salió lastimada porque no estuve presente cuando más lo necesitaba. No repetiré ese error de nuevo-dijo la pelirrosa, provocando que Naruko se sintiera apenada por varios motivos.

Primero, porque sentía que estaba por debajo de su compañera en términos de fuerza y segundo y mas importantes, las palabras de la pelirrosa eran fáciles de malinterpretar.

-¿A dónde nos dirigiremos?-pregunto Naruko, para pasar por alto lo dicho por Sakura.

-Primero dejaran la aldea por este pasadizo y luego se dirigirán a la costa este del país. Allí hay un puerto bastante concurrido en donde encontraran transporte a un continente lejos de este. Alakitasia-explico Miraiya. –Según mis fuentes, un barco partirá hacia tal lugar en un par de días y ustedes deben interceptarlo antes de que zarpe.

-¿Por qué ir tan lejos?

-Es algo circunstancial-dijo la peliblanca deteniéndose, junto con el grupo. -Mira, Naruko. Yo tenía planeado llevarte en un viaje de entrenamiento. Tienes un gran potencial y con el trabajo adecuado es posible sacarlo a flote.

-¿Entonces que le detiene?

-Yo tengo una red de información que mantener. Si bien iba a poder gestionarla mientras andaba contigo, tu condición hace las cosas se compliquen y se dificulte cualquier labor que pudieras efectuar.

-Tsk. Lo que quiere decir es que conmigo cerca no podrá fastidiar a jóvenes apuestos como seguramente lo hará-bufo la rubia.

-¡Mas respetó a tu sensei!-reclamo la anciana con evidente vergüenza en su rostro, para luego hacer como si tosiera para recobrar la compostura. – Otra razón de mi decisión es esto-dijo la mujer haciendo aparecer un pergamino que Naruko reconoció. –Tu nombre ha sido tachado del contrato de invocación de los sapos. No es que ellos te repudien, sino que el contrato ya no te reconoce como una persona con la capacidad de invocar.

-Eso es injusto.

-Lo sé. Tal vez con otros animales no hubiera ocurrido, pero los sapos tienen un contrato bastante estricto y no contempla casos como este-se lamento Miraiya para guardar el escrito. –Sin embargo, debes interpretar este suceso como una oportunidad para que te aísles del estilo que pudiste haber aprendido conmigo. No digo que sea malo, pero puede que lo tuyo sea diferente. Especialmente con las habilidades que adquiriste.

-Tendré que tomarle la palabra.

-Además presiento que podrás tomar la ocasión para aprender algunas cosas de tu compañera. Según recuerdo, una vez me dijiste que querías usar una espada.

-¡Eso era un secreto, Ero-majo!-reclamo la rubia apenada.

-Miraiya me ha explicado que Alakitasia es un continente que difiere mucho de este. Tal vez el Ninjutsu de esos lares sea muy distinto al que practicamos, por lo que deben aprovechar de este viaje para aprender todo lo que puedan-dijo Tsuna. –Es pronto para decirlo, pero tal vez nuestra aldea establezca relaciones con esas tierras, así que también actuaran como nuestras primeras embajadoras. Ciertamente deberán mantenerse bajo perfil, pero asegúrense de tener eso presente.

-Comprendo-dijo Sakura.

-Tengan-dijo Miraiya facilitándole a cada una de las jóvenes un par de pergaminos de almacenamiento. –Son unas cuantas provisiones que le servirán para mientras tanto. Hubiéramos querido darles más, pero es esencial que se muevan cuanto antes.

-La gente a mi cargo no hablara, sin embargo no quiero que la información sobre Naruko se filtre hacia cierta momia-dijo Tsuna con molestia. –Por eso no podemos esperar a todo sobre la condición de Naruko, ni tampoco a que Sakura se recupere por completo.

-Yo no tengo ningún problema. Esta es una misión que si estoy dispuesta a cumplir-dijo Sakura.

-Me parece injusto tener que dejar la aldea luego de literalmente haber escapado a la muerte, pero supongo que tengo que hacerles caso-dijo Naruko con desanimo.

-Tranquila. Te aseguro que todo esto tendrá su recompensa-dijo Miraiya.

-Eso espero.

-Ahora váyanse. Nosotros tenemos mucho que hacer y no podemos ausentarnos por mucho tiempo-dijo Tsuna.

-¿Cuándo nos veremos de nuevo?

-En un par de años me dirigiré a Alakitasia. Cuando ese momento llegue, usted sabrá cómo encontrarme.

-De acuerdo-dijo Naruko para entonces dar unos cuantos pasos antes de detenerse y dirigir su mirada a los adultos. -Gracias por toda esta ayuda. Ero-majo. Oji-san.

-No tienes nada que agradecer-le dijo la peliblanca.

-No. Ustedes aun me siguen tratando como alguien normal a pesar de que ahora claramente no lo soy. Eso significa mucho.

-Sigues siendo la misma chica irrespetuosa, escandalosa e impetuosa y eso nos basta para reconocerte como la misma Naruko que en principio conocimos. Tu condición no cambia nada-dijo Tsuna con prepotencia. –Ahora, no nos interesa saber si tus glándulas lacrimales también sirven. Pónganse en marcha de una vez.

-De acuerdo-dijo Naruko para empezar a trotar junto a Sakura, quien opto por no decir nada ante la emotiva escena.

No obstante. Tras largos minutos de recorrido, cuando Miraiya y Tsuna ya habían desaparecido por completo de la vista de las jóvenes y estas habían alcanzado la salida del túnel, la pelirrosa se vio en la obligación de contestar la pregunta que le hizo su compañera.

-¿Qué te parece este viaje, Sakura?-pregunto Naruko. Disfrazando la tristeza que sentía con una sonrisa de alegría. -¿Te emociona tanto como a mí?

-Ciertamente lo hace. Hay muchas razones por las que en verdad valoro este emprendimiento-dijo la pelirrosa.

-Pensar que iremos a otro continente-dijo la rubia viendo el horizonte. - Alakitasia. Suena como un sitio interesante.

-No te ilusiones, Naruko. No iremos allá.

-¿Eh?

-Yo también he leído sobre las distintas tierras de este mundo. Alakitasia es un buen destino, pero tal vez Ishgar nos proporcione un mejor nuevo comienzo que buscamos.

-Pero…

-No lo discutamos ahora. Te lo explicare luego.

-Si tú lo dices.

Con esas palabras dichas, el par de jóvenes se alejaron definitivamente de la región perteneciente a Konoha. Sin saber que destino les depararía y que estaban siendo observadas por una figura envuelta en una capa negra con nubes rojas.

Nunca sabrían de tal vigilante, pues este desapareció en la nada cuando la oportunidad se le dio.


Deadpool: No tengo absolutamente nada que hacer aquí, pero tengo que hacer un cameo innecesario para preguntarte algo hombre. ¿Qué **** te fumaste para sacar esto?

Yo: Mereservare el derecho de no contestar esa pregunta.

Deadpool: Al menos dime si planeas hacer una historia llena de Genderbender. Ya es suficiente ****** con el asunto de una Naruko zombi como para que también añadas toda esta ******.

Yo: El Genderbender es algo importante porque de allí parte la premisa original de la historia, pero dado que esta no es del tipo parodia y que hay casos donde las versiones femeninas de los personajes son demasiado difíciles de crear, no verán un Genderbender de todos los personajes del mundo shinobi.

Deadpool: Menos mal. Espero que eso aplique con gente como Samui. Sería un pecado que hicieras semejante cochinada con ella.

Yo: No estoy loco como para hacer algo así.

Deadpool: De igual forma espero que no te pases con los de Akatsuki. Tolero una FemDeidara, pero por razones obvias quiero si saber que el par zombi también está fuera de tus planes.

Yo:…

Deadpool: ¡Hey! ¿A qué viene ese silencio?

Yo:…

Deadpool: ¡No te calles con algo tan importante! Hay niños leyendo esta ****** y hay que prevenir que salgan traumados o algo peor.

Yo:…

Deadpool: ¡Que no cortes el capitulo! ¡Tengo mucho que decir sobre todas esas actualizaciones retrasadas! Para empezar que paso con…

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Nota final: Por si es necesario que refresquen sus memorias para ponerle algo de contexto a esta historia, hagan un pequeño repaso a El Remolino Relampagueante. También existen conexiones con otros de mis fics, pero eso ya es tarea de ustedes. De cualquier forma, la historia tomara un rumbo completamente distinto a lo que se podría esperar, pues como se denota esto también es un crossover con FT.