Tú dirás si los sueños son sueños. No yo, ni tampoco ellos, solo tú, rubio idiota. Te veo, y los veo, te dañan, lo sé, yo también puedo sentirlo, sufro, pero por ti.

Días completos, días desbordantes de lo mismo. Falsedad otorgada por sonrisitas y bromillas varias. Soledad.

Amiga de mi alma y razón de existir, soledad divina y sádica, simplemente soledad.

¿Cómo lo haces?, ¿Cómo soportas tanto?, ¿Por qué no puedes odiar?, estúpido y bondadoso humano. Te odio y detesto.

¡¿De verdad solo les darás sonrisas a esos…esos…desgraciados?! Yo en tu lugar los desgarraría uno a uno, hasta sentirme conforme conmigo mismo.

Mocoso estúpido. Estúpido, estúpido, estúpido, estúpido. ¡Llora!, ¡anda!, ¡demuestra que tienes sentimientos y no eres una aberración!...vamos, desahógate…deja de sufrir.

Estúpido orgullo te gastas mocoso del demonio. ¿No lloras frente a los demás?, claro, te derrumbas apenas llegar a casa. Das pena…y asco.

Eres un maldito imbécil cabeza hueca, nunca creí poder estar en alguien tan…tan…exasperante. ¿Qué crees que haces con tu vida?, ¡escapa!, ¡corres y vive!, ¡no te dejes matar por esos bastardos!

Suertudo. Me tienes a mí de forma confidencial. Estoy guardado con recelo y odio, pero aquí estoy, en ti, dentro tuyo, en los más profundos de tus pensamientos, si, ese soy yo, esa parte que te grita constantemente y te incita a terminar con todo de una buena vez, soy esa parte tuya que niegas y marginas, tan marginada como tú en la realidad. Pero aun así, te cuido.

¿Duele cierto?, te das cuenta, ese trato es tan anormal como tu propio ser. Duele. Desconfías y ya no sales. Temes. Pero, odiado carcelero mío, ¿a qué le tienes pavor?, ¿a la muerte que te abraza con fervor?, ¿a la verdad inminente?, ¿o simplemente aceptar el hecho de que ya no hay vuelta atrás?

Estoy volviéndome loco, años hablando al aire sin que me escuches mocoso. Te veo crecer tan chueco como un clavo oxidado tratando de perforar acero, Ja, quisiera ver la reacción de tu padre si te viera, tan dulcemente adolorida y arrepentida, agonizante, así la imagino, y me agrada comunicarte que es un manjar de imagen, es exquisita, anhelante y a la vez, delirante.

Sé que no me escuchas, lo sé tan bien, como…como…que el color del cielo siempre es azul. Ese maldito azul puro de tus ojos, siempre los odie, tan…libres y vivos pero a la vez muertos.

Como quisiera que me escucharas, es mi pequeño pecado placentero, el imaginar que me escuchas en estos momentos…simplemente si me escucharas te dirías cuenta de quien o quienes son los demonios aquí, naruto, solo dormiré. No me importas más. Simplemente te abandonare como todos en este lugar. Ya he sufrido y me he ablandado mucho más de lo que cualquier biju en toda nuestra existencia. Ya no puedo más.

Por qué simplemente me aburrí de tratar, de intentar ser algo que nunca seré, un protector. Pero seamos honestos, mi destino es ser un destructor.

"pero el cielo no siempre es azul, en las tardes es naranjo rojizo, y en la noche es negro, me gusta el naranjo y el azul porque me recuerdan el cielo, son tan puros. Yo soy como esa extensión infinitamente limitada, recuerda, zorro apestoso, el negro también es una parte del cielo, y yo acepto al cielo en todas sus etapas"

Pero kurama nunca logro escuchar eso, se durmió tan rápido que no sintió la presencia de su más grande enemigo entrar cuidadosamente a su celda, su carcelero. Entro y se sentó junto a la cabeza del gran zorro, acariciando las mejillas naranjas del demonio durmiente.

"es irónico, solo puedo hablarte cuando duermes, pero kyubi, siempre el día y la tarde escucharan a la noche, aunque la noche no se entere"