Tiempo De Oro
Prologo
"Estaremos juntos por siempre-dattebayo"
Esa fue la promesa inicial.
Desde que comenzaron a salir en plena Escuela Secundaria, esa siempre fue la idea que no cambio o flaqueo en toda la Preparatoria e incluso los primeros 4 años de Universidad.
Sí. Fue luego de esos primeros 4 años de Universidad, que la promesa… fue rota.
"¿Cómo fuiste capaz de hacerme esto?"
"Te equivocas. Esto es un malentendido"
"¡Malentendido! ¡Llamas malentendido que tu familia nos haya robado en la cara!"
"¡No! ¡Mi familia no haría tal cosa, créeme por favor!"
Quería creerle.
Pensar que era cierto y que ella, el amor de su vida no le mentía, sus padres ya la habían sentenciado junto a toda su familia, pero antes de alejarla para siempre, el realizo la pregunta que decidiría el final de todo.
"¿Tienes… tienes alguna prueba de lo contrario?"
"Y-Yo. No, aun no, pero…"
No había prueba que demostrara que era inocente, todo apuntaba a que su familia había estafado a la mía por la espalda.
Las Empresas Uzumaki-Namikaze y Hyuga había firmado un contrato de socios desde que nosotros dos comenzamos a salir a los 15 años, al principio todo fue excelente y las acciones aumentaron.
Fueron años excelentes y radiantes para el futuro de ambas empresas.
Pero… un día, mi padre descubrió que faltaba dinero. No fue cualquier insignificante cifra, no, el dinero que faltaba era tan grande que con dicha cantidad se podrían construir 3 Centros Comerciales por completo.
Se buscó al culpable, se indago hasta el cansancio y al final… todo apunto en una sola dirección.
El fraude fue hecho por la familia Hyuga, las firmas de su Presidente, Hiashi Hyuga estaban en el papel de transferencia.
Ese día algo muy dentro de mí se rompió en miles de pedazos.
"Lárgate de mi vida, y por favor… no regreses o muestres tu cara por aquí nunca más"
"Espera, por favor… Naruto"
¡Fuerza, Hinata… no quiero verte nunca más!"
Y eso fue todo, no hubo demandas ya que ambos eran socios y los abogados llegaron a un acuerdo en donde los cargos no se harían públicos si Hiashi Hyuga traspasaba 1 de los 3 Centros Comerciales y pagaba la mitad de segundo a manos de Minato Namikaze, para que así ambos quedaran a mano, y por supuesto, el acuerdo de socios finalizo en ese momento.
Jamás volvió a saber directamente de los Hyuga, y aunque se lamentara, jamás volvió a ver con sus ojos azul cielo… la mirada perlada de Hinata Hyuga.
Eso sucedió específicamente hace 10 largos años, cuando cursaba su Cuarto año de Universidad y poseía solo 21 años de edad. Ahora, habiendo transcurrido esos 10 largos años, se había vuelto el Presidente de la Empresa Uzumaki-Namikaze y era la cabeza de un Emporio de Fama Internacional.
Naruto Uzumaki, el joven que siempre se caracterizó por ser 100% sociable, agradable y extrovertido… ya no estaba. A pesar de aun conservar esas características anteriores, solo las mostraba a su familia y allegados, porque frente a las cámaras públicas, solo era un hombre.
Solo era… Naruto Uzumaki.
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10 Años Después
Naruto Uzumaki.
El Presidente de las Empresas Uzumaki-Namikaze, el Empresario más joven y rico del planeta de 31 años de edad se encontraba sentado en su elegante silla de cuero negro, mirando de forma serena y meticulosa los documentos sobre su escritorio hecho de fina madera traída de Canadá.
— Esto apesta… — Suspiro Naruto, reclinándose en su silla y mirando con sumo cansancio el techo de su elegante oficina — Parece que hoy saldré tarde… otra vez…
"Brin" "Brin" "Brin"
Al escuchar su teléfono sonar, el jefe de las Empresas Uzumaki-Namikaze tomo la llamada y contesto:
— Diga, ¿Qué ocurre?
— Naruto. Soy Sakura, llamo para recordarte el día que es hoy — La voz de su mejor amiga era inconfundible aunque la escuchara a través del teléfono celular — ¿No lo abras olvidado, cierto?
— Sakura-chan, claro que lo recuerdo — Una gota de sudor bajo por la mejilla del rubio — Pero, ¿Podrías especificármelo?
— ¡Serás idiota! — Esa oración le confirmo el futuro golpe que recibiría cuando viera a la peli rosa — Hoy es el cumpleaños de Sarada, eres su Tío y Padrino, tienes que venir sea como sea, ¡¿Queda claro?!
— Claro que lo sabía, incluso ya le compre el juego de cocina que quería — Rebatió el rubio Uzumaki a su amiga peli rosa.
— Naruto, ¿Puedo decirte algo?
— Claro, dime lo que desees.
— Ese juego de cocina… — Sakura guardo silencio unos segundos — Se lo regalaste a Sarada en su cumpleaños del año pasado.
El Uzumaki no respondió a eso de inmediato. Solo se dejó caer por completo en la silla y se tocó la sien.
— Sakura, yo… lo lamento — Solo pudo disculparse a través del teléfono — He estado muy atareado y estresado, ni siquiera tengo tiempo para mi… soy un fracaso como tío y padrino de Sarada-chan.
Quizás Naruto no podía verlo, pero en el otro lado de la línea, su amiga solo sonrió de forma comprensiva.
— No te culpes, te entiendo un poco — Reflexiono Sakura ante las palabras de auto culpa pronunciadas por su mejor amigo — Estas semanas deben ser horribles para ti, con eso de la boda y… con la estrellita con la que te casas… creo que te entiendo.
— Debo hacerlo, ya es hora que siente cabeza y forme una familia — Dijo el rubio Uzumaki reponiéndose un poco — No me hare más joven, necesito tener un heredero al cual pueda ver crecer y cuidar, no quiero ser padre a los 50 años de edad.
— Naruto, soy Doctora y Directora de una Clínica. Créeme cuando te digo que los mejores años en la contextura física de un hombre es desde sus 25 o 28 años hasta sus 35 o 40 años… aun te queda mucho camino por recorrer.
— Gracias, creo. Pero mírate a ti y al teme, tiene mi misma edad y ya tienen una princesa de 10 años… envidio eso.
— Jejeje. Sí, somos afortunados… aunque no fue planeado, estoy agradecida de que sucediera.
"Brin" "Brin" "Brin"
Un segundo teléfono celular comenzó a sonar, este era el celular fijo de la oficina.
— Sakura, lo siento mucho… pero tengo que atender esa llamada.
— Lo entiendo, si te sientes bien… te esperamos, Naruto.
— Gracias.
Cortó la llamada y atendió a través de la segunda línea.
— Soy Naruto, ¿Qué ocurre? — Ya no atendía por su línea personal, ahora tenía que usar la línea de la empresa y eso implicaba volver a ser el de siempre, el frio y sereno Naruto Uzumaki Namikaze.
— Mi amor, soy Shion — Y esa melosa voz era inconfundible también para el — Te recuerdo que hoy iré a probarme el vestido con mis amigas, así que no me esperes temprano en el departamento.
— Es verdad… es hoy — Murmuro en silencio — Me alegro, me dices como te fue cuando nos veamos.
— Sí. Ya verás lo hermosa que se vera la top-model más bella del momento, si antes eras la envidia del país, ahora lo serás mucho más — Bromeo su prometida a través de la línea telefónica — Es verdad, iremos a ese lugar nuevo, ¿Cómo se llamada? Ah sí, "Vestidos Perlas", vi en una revista un vestido diseñado ahí y créeme, es el vestido de novia más espectacular que he visto en mi vida.
— No me digas — El rubio movió los ojos, queriendo ya terminar dicha conversación — Pero estoy seguro que si una mujer cualquiera se vio hermosa, en ti se verá espectacular — Sí. Un alago de vez en cuanto no le caía mal a nadie.
— Gracias, aunque con tu insistencia de querer tener un bebe, temo que mi lindo cuerpecito se estropee un tiempo.
— Oye, ¿Acaso te molesta ser madre?
— No es eso, solo que para una modelo su cuerpo es todo, vivimos de la belleza exterior y no será fácil para mi ver en mi vientre unos o varios kilos de más… se me va el aire con solo recordar eso.
— No seas dramática, Shion. Fácilmente puedes ejercitarte uno meses y quedaras igual, eres hermosa después de todo.
— Es verdad. Además, nada le ganara al hecho de ser la señora Uzumaki-Namikaze… todas morirán por querer ser yo — Añoro sonriente la prometida de Naruto — Bueno mi vida, debo colgar… te amo y nos vemos.
— Sí… yo también… — La llamada finalizo antes de que fuera capaz de decir la última palabra, decir ese "Te amo" que no había pronunciado en unos largos 10 años — Definitivamente… — Naruto tomo nuevamente los documentos sobre la mesa y miro el reloj de la pared que marcaba las 3:45pm — Esto apesta…
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Hinata Hyuga.
Luego del terrible acontecimiento que cayó en su familia hace 10 años, las cosas nunca regresaron a ser como antes. Si bien no hubo demandas a voz publica por el aparente fraude hecho por su padre, al romper contrato con las Empresas Uzumaki-Namikaze, una voz pareció regar el rumor y los socios se retiraron de las Empresas Hyuga al acabar contratos.
Sin socios no había dinero, sin dinero no había producción, y sin producción… ya no había Empresa.
Sí, así es. Los Multimillonarios Hyuga… cayeron en bancarrota un año después de que cortaran contrato con las Empresas Uzumaki-Namikaze, si la cosa hubiera terminado solo ahí estaría bien.
Pero no, todo empeoro más luego de eso.
Los impuestos e indemnizaciones que su padre tuvo que pagar terminó por agotar el poco patrimonio que poseían de reserva, es increíble como un maldito malentendió acabo con el Emporio que sus abuelos habían construido hace más de 70 años.
La familia dejo la enorme mansión en donde vivían y tuvieron que mudarse a una modesta casa de clase media, si bien el lugar era acogedor, tenían que admitir que los lujos que habían tenido todos esos años si hacían mucha falta.
Mayordomos adiós, servicio de limpieza adiós, personal y cocinero adiós, familia adinerada que era considerada parte de la Trinidad de los más adinerados del país… adiós.
Todo se fue más rápido que una refrescante brisa en un día caluroso en pleno desierto.
El tiempo pasó, las heridas no sanaban por completo, pero iban cicatrizando lentas pero seguras.
Un día ella se despertó con náuseas y fuertes dólares de cabeza. Al pasar tres días más con las mismas molestias, no tuvo que ser doctora para saber que pasaba.
Compro una prueba de embarazo y el resultado que espero era cierto, estaba embaraza y tendría un hijo del hombre que junto a su familia le arruinaron la vida a la suya.
Tuvo miedo de contarles a sus padres, ¿Cómo aceptarían el hijo que ahora llevaba en su vientre? ¿Acaso verían de buena forma que su sangre se cruzara con la de la familia que los dejo el bancarrota?
Pero al final tuvo que decir la verdad, y contra todo pronóstico y sorpresa, sus padres… solo sonrieron y la abrazaron.
No hubo regaños, insultos o gritos.
Solo hubo abrazos, risas y lágrimas de felicidad.
A pesar de lo que cualquier persona hubiera pensado, ese bebe fue la luz de la ya casi acabada familia Hyuga.
Un bebe que hoy en día poseía 10 años de edad, era un niño sano y fuerte que poseía un cierto grado de interactividad, pero también la calma y serenidad que caracterizo hace años a los Hyuga.
Boruto Hyuga fue la luz que la ayudo a salir del oscuro túnel en donde el amor de su vida y parientes la arrojaron.
Era su razón de ser, su batería ilimitada para crecer y esforzarse, pero sobretodo eso… era lo más importante que poseía en la vida.
— Ka-chan — Hinata salió rápidamente de sus pensamientos al oír la voz de su adorado hijo — ¿Sabes dónde está mi traje?
— Sí. Lo lleve a la tintorería hace una semana y lo traje ayer tarde, búscalo en mi salón de costura, lo olvide ahí ayer cuando llegue a casa — Respondió amablemente Hinata — Casi lo olvido, hoy es el cumpleaños de tu amiga, ¿Cierto?
Actualmente se encontraban en la sala de la casa, sus padres y hermana menor estaban sentados cerca de ella.
— Así es, pero no quiero ir — Respondió de forma poco positiva el pequeño rubio — Intente evitar que Sarada me invitara, pero al final falle y recibí esa invitación.
— ¿Por qué no quieres ir, Boruto? — Pregunto Hinata extrañada — ¿Paso algo malo con Sarada-chan?
— No es eso. Sarada es increíble, pero los amigos de sus padres son personas de mucho dinero y llevaran a sus hijos, la última vez que estuve en una fiesta de Sarada solo escuche como esos niños hablaban de tonterías — Explico aburrido el rubio de ojos azules — Es cansado solo escuchar eso.
— Boruto, es verdad que no eres millonario como esos niños, pero tenemos una fuente de ingresos muy buena, no tienes por qué sentirte menos — Dijo Hinata, pensando que eso era lo que molestaba a su hijo.
— ¿Qué? No, para nada. Eso no me molesta — La respuesta de su hijo la sorprendió a ella como sus padres y hermana — Me cansa escuchar cómo hablar siempre lo mismo: "Mi papá me compro esto", "Mi padres hicieron esto", "Mi padres ganaron esto". Es casando escuchar como solo hablan de sus padres, es como si solo estuvieran ahí para hablar de los logros de sus padres y no los de ellos mismos.
Toda la familia Hyuga guardo silencio unos largos segundos, tiempo que fue roto con una risa honesta de parte de Hiashi.
— Lo eduque bien, ese es mi querido nieto.
— Disculpa — Hana Hyuga interrumpió a su esposo y rebatió — Querrás decir, lo educamos bien.
Hiashi llego frente a Boruto y puso su mano en el pequeño hombro del niño y dijo:
— Jamás cambies, siempre debes saber que no vales por lo que tus padres poseen, sino por lo que tu logras — El hombre señalo el corazón del chico y sonrió amablemente — Estoy orgulloso de ti.
— Gracias, abuelo… creo — A pesar de que sus palabras anteriores poseían sin saberlo mucha sabiduría para su edad, el pequeño seguía siendo eso, un niño que decía lo que pensaba de forma honesta sin saber bien lo que era bueno o malo, solo decía lo que sentía desde el fondo de su corazón.
— Lo siento por los dos, pero creo que la que se lleva el mérito soy yo — Hinata sonrió orgulloso y corrió hacia su hijo para abrazarlo con fuerza — Es mi hijo y lo eduque muy bien — Restregó su mejilla con la del pequeño que en esos momentos solo se dejaba mimar por sus adorada madre — Boruto, sin importar que tanto escuches, tu sabes que es lo correcto y sobretodo, tú vas porque Sarada-chan personalmente de entrego la invitación a ti, aunque suena un poco pretencioso viniendo de mi… eres como su invitado de honor ya que esos niños son llevados por sus padres, pero tú eres invitado personalmente por la cumpleañera.
El pequeño rubio de ojos azul cielo y tiernos bigotes en ambas mejillas lo pensó durante más de 10 segundos y sonrió de forma espontánea.
— Es verdad. Soy increíble, ¿Cierto? — La sonrisa orgullosa que estaba usando era algo que si había heredado de su padre, esa sonrisa que Naruto a veces usaban cuando se sentía levemente superior a otro — Jajaja, aunque no puedo culpar a Sarada, soy un niño muy agradable.
— Jejeje — Hinata rio divertida antes los ánimos renovados de su primogénito.
Sí. Boruto había heredado lo bueno de ambas familias.
— Nee-sama, si lo deseas yo puedo ir a buscarlo cuando salga de la Universidad — Dijo su hermana menor — Me gustaría llevarlo a la Universidad, pero no habrá tiempo.
— Gracias, Hanabi — Agradeció Hinata a su hermana menor — Pero, ¿Por qué quieres llevarlo a la Universidad contigo?
— Bromeas, ¿Cierto? Les conté a todos lo que paso la última vez. La vieja bruja que me da matemáticas quedo encantada al ver a mi lindo sobrinito y cancelo el examen solo para jugar con Boru-chan — La castaña sabia como usar sus cartas luego de eso, solo tenía que llevar a su sobrino para que la vieja bruja que tenía como profesora cancelara el examen — Es el plan perfecto.
— Hanabi… — Hinata miro fijamente a su hermana menor, realizo con su perlada mirada una advertencia — ¿Qué te dije sobre usar a Boruto para esquivar tus materias?
— Pero, Nee-sama. Boru-chan me adora, con gusto me ayudara.
— Aun así, presenta tu exámenes para que te gradúes cuanto antes, solo te queda este semestre, ¿Cierto?
— Está bien, no hare trampa.
— Oye, Ka-chan — Boruto llamo a la atención de los presentes mientras con su dedo apuntaba el reloj sobre la pared de la sala — ¿No es algo tarde?
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1 Hora Después
Hinata Hyuga había salido de su hogar, tenía que llegar a su lugar de trabajo lo antes posible, tenía actualmente 30 minutos de retraso y según su agenda, dentro de aproximadamente 15 minutos llegarían un grupo de amiga para ver el vestido de novia que le pertenecía a una de ellas.
— Amo mi trabajo, pero hoy… esto apesta — Casi 5 minutos después, la mujer Hyuga arribo a su tienda y entro rápidamente en ella — Okey, ¿Dónde estará…?
— Hinata — Ahí estaba la persona que buscaba — ¿Dónde estabas? Te restan menos de 10 minutos para atender a las clientas.
— Lo lamento, Tenten — Se disculpó la Hyuga con su empleada y amiga cercana desde hace ya varios años — ¿Has visto a Akane?
— Hoy no vendrá, su padre está un poco enfermo — Informo la castaña de peinado en forma de bollos.
— ¿Cómo está el señor Yusuke? — Hinata mostro preocupación. Si bien Akane no era precisamente su amiga más cercana, si le preocupaba la salud del padre de ella.
— Tranquila. El señor se encuentra bien, fue solo un pequeño susto que ya se solucionó.
— Me alegro.
— Sí, yo también — La castaña miro su reloj y señalo la carpeta que llevaba en manos — Pero ahora me preocupa nuestro horario, jefa.
— Ya voy, Tenten… ya voy… — Y así, entro a su oficina para esperar a las mujeres que pronto llegarían.
Minutos Después
Tres jóvenes mujeres en total ingresaron a su tienda, cada una poseía una belleza notable.
La primera era la prometida Naruto Uzumaki, Shion.
La segunda se trataba aparentemente de la mejor amiga de Shion, Karin.
La tercera, aunque parecía unos años mayor que las dos anteriores, aún era una belleza de mujer donde sea que se parara, Kohan.
— Es aquí, pensé que sería un poco… más grande — Kohan miro el lugar en donde su amiga insistió hasta el cansancio de hacer su vestido — Pero es como dicen, el tamaño no significa calidad.
— Es cierto — Karin hablo luego de la peli azul — Yo solo aprobare el mejor vestido para la futura mujer de mi primo.
— Ambas tranquilas, este lugar es el mejor de toda la ciudad e incluso ha tenido el honor de salir en la revista Empire… es lo mejor de lo mejor — Argumento Shion sonriendo — La diseñadora de aquí es joven como nosotras, pero ha sido destacada por poseer mucho talento.
Sus amigas asintieron e inmediatamente la puerta detrás de ambas se abrió.
— Agradezco sus palabras, señorita Shion, ¿Verdad?— La persona que emergió de la puerta trasera se trataba de la dueña de la tienda, Hinata Hyuga — Me alga que piense así del lugar que empecé desde cero, ya sabe, los enormes Emporios siempre opacan a la minoría, pero creo que hemos podido resaltar aun frente a las grandes Industrias del Mercado Actual.
— Algo he escuchado sobre eso — Dijo Shion.
— Bueno, pasemos a lo principal — Hinata se acercó a su escritorio y tomo la primera hoja que ahí resaltaba — ¿Cuánto posee como presupuesto a gastar? Dependiendo de eso se pueden varias la calidad de las telas o pequeños detalles en el diseño inicial.
— Por el dinero no se preocupe, mi esposo me dio monto ilimitado para el vestido — Respondió orgullosa la rubia — Así que espero lo mejor de lo mejor.
— Ya veo, esposo con dinero — Hinata sonrió un poco — Bien para usted y excelente para mi negocio… es bueno saberlo.
— Disculpa — Karin llamo directamente a Hinata — ¿Nos hemos visto antes? Tu rostro se me hace, no se… algo conocido.
— Me pasa lo mismo. Pero lo siento, no te recuerdo en lo absoluto, quizás nos cruzamos hace un tiempo y no fue casual — Respondió la peli azul, examinando los posibles modelos a mostrar.
— Ya veo… — La peli roja acepto aun no muy convencida — Bueno, ahora pasemos a tu vestido.
— Es verdad, escoge el más costoso y elegante que encuentres — Dijo Kohan sonriendo — No escatimes en gastos.
— Lo sé. Pero no quiero quedar como interesada frente a mi suegra, ya saben cómo es — Les recordó Shion el carácter de su futura suegra legal.
— Es cierto. Mi tía Kushina a veces exagera un poco cuando se trata de su hijo — Rio Karin levemente, sacándole rápidamente unas risas a sus amigas.
Sí. Ella reía… mientras otra sudaba nerviosa.
— Kushina… — Hinata nombro el nombre de la suegra de la rubia — Disculpa, ¿Pero tu tía no será Kushina Uzumaki?
Estaba comenzando a sentirse mareada y nerviosa, francamente no quería escuchar la respuesta que próximamente saldría de los labios de la pelirroja.
— Sí. Es mi tía materna, Kushina Uzumaki — Respondió Karin positivamente — Es la madre del futuro esposo de mi cuñadita, mi primo Naruto Uzumaki.
Okey, eso fue suficiente.
Cuando Karin pronuncio ese nombre que ciertamente era casi tabú en su casa, todo signo de vitalidad y color abandono el rostro de Hinata en menos de 0.05 segundos.
Naruto.
Naruto Uzumaki, su ex novio, el padre biológico de su hijo y el hombre que junto a su familia arruino a la suya… se casaba. Peor aún, ella le diseñaría y haría el vestido de la mujer que se casaría con el hombre en hace 10 años… fue el amor de su vida.
Era mucha información para procesarla por completo.
Tenía que sentarse y meditar un poco antes de continuar.
— Disculpe, debo salir un momento — Lo menos que quería era desmayarse ahí mismo — Te dejo los diseños sobre el escritorio, cuando decidas cinco de ellos dile a mi asistente que me llame, debo hacer una llamada de inmediato.
— Sí… claro… — Acepto Shion algo extrañada — Yo la llamo.
Luego de eso, Hinata salió por completo de su oficina.
Fue de inmediato hacia el primer filtro de agua y tomo más de un solo vaso. Se encontraba sudando a mares y prácticamente estaba sufriendo un pequeño ataque de ansiedad.
— Definitivamente… — Hinata miro la oficina en donde ahora se encontraban las tres amigas eligiendo el futuro diseño del vestido de la rubia — Esto apesta…
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Boruto Hyuga, el pequeño niño rubio de 10 años se encontraba en la fiesta de su amiga, Sarada.
¿Tenía apellido?
Pues ahora que lo pensaba, no conocía el apellido de su amiga.
Incluso cuando se conocieron fue algo apresurado. Ese día su tía Hanabi lo estaba cuidando en el parque y fue ahí cuando conoció a Sarada que estaba en compañía de su madre, una señora muy elegante de cabello rosa.
Luego de eso, ambos niños comenzaron a frecuentar mucho en el mismo parque hasta que se convirtieron en buenos amigos. Peleaban como cualquier amistad, pero se querían mucho en el fondo, era algo extraño, es como si algo dentro de ellos les dijera que siempre debieron ser buenos amigos, pero que se habían conocido muy tarde.
— Esto apesta… — Boruto se encontraba sentad en una silla que se encontraba algo apartada del evento central — Fueron unos buenos 15 primero minutos.
Sí, así es. Cuando llego Sarada lo saludo con un enorme abrazo y beso en la mejilla, todo bien hasta ahí, pero cuando los otros niños invitados vieron la clara preferencia hacia el rubio de parte de la cumpleañera, hicieron de todo para llamar la atención de Sarada la cual al ser la anfitriona tubo que acceder y eso lo aprovecharon los niños para apartar al rubio que según muchos de ellos… no era de su categoría.
— ¿Te diviertes? — Una voz adulta pero femenina le pregunto al lado — Disculpa a esos pequeños, se pusieron algo celosos cuando vieron lo cercano que eras con mi hija.
— Haruno-san — Boruto llamo por su apellido a la madre de su amiga — No. Eso no me molesta, ella es la cumpleañera después de todo.
— Me he dado cuenta que eres un niño algo serio, ¿Lo heredaste de tus padres? — Sakura quiso empezar una conversación con el pequeño. Para ella fue claro la envidia que los hijos de sus socios sintieron por el pequeño rubio al ver como su hija lo recibió de forma tan expresiva y amigable — Me gustaría conocer a tu padre, solo he visto a tu tía y he hablado con tu madre.
— Ah, sobre eso… — Boruto evito el contacto visual directo — No sé quién es mi padre.
— Yo… lo lamento — Sakura entendió de inmediato su error — No sabía, perdón.
— No importa. Después de todo, yo no tengo interés en saber sobre una persona que jamás ha estado a mi lado — Nuevamente, sin darse cuenta de sus palabras, el niño hablo con mucha madures aunque dichas palabras fueron pronunciadas con honestidad e inocencia, pero no por eso dejaban de ser ciertas.
Sakura se dio cuenta de eso y solo pudo sonreír mientras veía al niño, Sarada definitivamente se había encontrado un buen chico con el cual empezar una bonita amistad.
— Sabes. Mi mejor amigo y mi esposo se parecen mucho a ti y a Sarada — Comento animada la peli rosa — Incluso tienes el mismo color de cabello, el mismo color de ojos… y marcas en las mejillas — La peli rosa guardo silencio luego de esa última palabra. Quizás fue porque jamás los comparo, pero ese pequeño tenía muchas similitudes con su mejor amigo, Naruto — ¡Es verdad!
Boruto se sorprendió ante la exclusión hecha por la madre de su amiga.
— ¿Ocurre algo, Haruno-san? — El niño comenzaba incomodarse un poco.
— Ah, no. Tranquilo pequeño, es solo que recordé que mi amigo dijo que esta vez sí asistiría al cumpleaños de su ahijada y debo llamarlo — Sakura marco de inmediato el número de teléfono de Naruto y le hablo rápidamente — ¡Apresúrate flojo de segunda!
Incluso Boruto sin conocer a la persona tras la línea, tubo pena ajena por lo que la peli rosa le haría.
— Tengo que irme a esperarlo, lamento que no podamos hablar más — Se disculpó la madre de Sarada — Disfruta la fiesta, Boruto-chan.
Cuando Sakura se levantó, el silencio volvió a reinar sobre la zona en donde Boruto residía, podía ir a buscar a Sarada, pero si lo hacía estaba seguro que esos niños la apartarían nuevamente.
— Así que tú eres el famoso niño del cual mi hija habla tanto — Esta vez fue una voz masculina quien le hablo — Soy el padre de Sarada, ¿Cómo te llamas, niño?
— Definitivamente… — El pequeño rubio de ojos azules se dejó recaer sobre la silla en donde se encontraba sentado — Esto apesta…
Horas Después
Habían pasado ya varias horas desde que el cumpleaños empezó, ya se habían realizo los bailes y cantos que se tenían planeados, la comida fue deliciosa y cuando se cortó el pastel, Sarada insistió que Boruto estuviera cerca de ella, específicamente a su lado derecho mientras le cantaba cumpleaños.
Cabe decir que eso solo aumento más los celos de los niños, pero francamente al pequeño rubio ya le daba igual, era su amiga y tenían que aceptarlo quieran o no.
Pero dejando al pequeño rubio de lado un momento, nos centraremos en su tía, Hanabi Hyuga quien en dicho momento se encontraba ingresando alegremente en el hogar de Sarada.
— Es mi primera vez aquí — Hanabi admiraba atentamente el enorme campo principal — No. El de la mansión Hyuga era mucho más grande — Si bien ahora era clase media, no por eso iba a olvidar su época de multimillonaria — Pero, ahora solo debo concentrarme en buscar a Boru-chan.
La peli castaña se adentró mucho más en el hogar de la pequeña amiga de su sobrino, incluso vio un extraño símbolo en forma de abanico rojo y blanco que creyó haber visto antes.
Decidió dejar ese detalle de lado y continuar su camino, no fue difícil, solo le pregunto a dos persona y de inmediato llego al salón principal. Ni un minuto entero paso cuando vio a su lindo sobrino a lo lejos, lo que si la extraño fue verlo conversar con un apuesto hombre adulto de cabello negro y mirada ónix.
— Ese hombre… — Hanabi poso sus dedos sobre su barbilla y comenzó a pensar en donde había visto a ese señor — Sé que lo he visto antes, pero era más joven y yo era una niña. También esta ese símbolo raro en la entrada, ¿Dónde fue que lo vi? Cierto, el mejor amigo del novio de Nee-sama usaba ese mismo símbolo en sus… ¡Demonios! — Al darse cuenta de lo que ocurría, la castaña corrió rápidamente hacia su sobrino.
— Tía Hanabi — Boruto saludo a su tía al verla llegar frente a él — ¿Qué ocurre?
— Nada. Nada de nada, Boru-chan — Su tía intento cambiar de inmediato el tema de conversión — Que modales los míos, usted debe ser el padre de Sarada-chan, ¿Cierto?
Pero Sasuke, el padre de Sarada no respondió. Es más, solo se quedó viendo fijamente los ojos color perla de la recién llegada y luego dijo su mirada en el niño con el que anteriormente hablaba.
Esa fue la razón por la que hablo directamente con el niño. Ciertamente, era la primera vez que lo veía ya que poco sabia de las amistades de su hija, era un hombre de negocios y su esposa Sakura era la que se encargaba de eso.
Pero ese niño llamado Boruto le llamo inmediatamente la atención, ¿Por qué? Pues se tenía que tener tapado los ojos para no ver el enorme parecido que existía entre ese niño y su mejor amigo.
Quizás la única diferencia era su tono de piel, su amigo era de piel bronceada mientras que el pequeño era de piel blanca como la leche. Pero, ¿No había alguien con ese mismo tono de piel que conoció hace años?
Esa era la duda que llevaba en su cabeza unas cuantas horas, pero con la llegada de la tía del pequeño rubio que poseía una mirada perlada, mirada que solo tenían los miembros de esa familia. Eso, y que también no ayudaba mucho que la tía se encontraba sudando a mares al darse cuenta donde estaba y que ocurría en esos momentos.
No pertenecía a la familia Uchiha, familia que era líder de la fuerza policial y también dueñas del bufete de abogados más prestigioso del país por nada.
Ese niño… estaba definitivamente emparentado con su mejor amigo.
Sakura no se había dado cuenta porque ella jamás frecuento a esa mujer, ella lo conoció a él y a Naruto en plena Universidad, un mes después de lo que paso hace 10 años.
— Bueno, Boru-chan. Ve a despedirte de tu amiga para irnos — La castaña comenzó a mostrarse un poco más nervioso — Ahora, Boru-chan.
Hanabi le dio la espalda a Sasuke y apresuro a su pequeño sobrino a despedirse. Ella no era tonta, el silencio de Sasuke y la mirada analítica que el señor Uchiha uso tanto en ella como en su sobrino fue prueba suficiente para saber lo que pasaba.
— ¡Sasuke! — Una nueva voz masculina se escuchó detrás de la espalda de Hanabi — Al fin llegue, aunque tarde… pero llegue-dattebayo.
Dattebayo.
Ese simple tic verbal hiso sudar mucho más a la joven Hyuga, ¿Por qué? Pues sabía que curiosamente su querido sobrino también poseía uno, y su hermana y padre le platicaron hace años de quien lo había heredado.
— ¿Dattebayo? — Boruto repitió extrañado dicho tic verbal, se soltó del agarre de su tía y miro curiosamente al hombre recién llegado — Tiene un tic verbal como yo-dattebasa.
Sinceramente, Hanabi Hyuga solo quería que la tierra la tragara en ese preciso momento.
Ambos rubios se vieron fijamente, visualizaron sus claras semejanzas y enorme parentesco, incluso el pequeño parecía un clon del adulto si de apariencia física se trataba.
— "Lo siento mucho, Nee-sama" — Se disculpó en pensamientos la joven Hyuga al saber lo que vendría a continuación — "Esto se acabó…"
Fue en cámara lenta, los pensamientos de ambos rubios de ojos azules y bigotes en las mejillas procesaron la misma duda y de forma unísona, pronunciaron la misma pregunta al mismo tiempo:
"¿Tu… quién eres?"
.
.
.
Hola a todos soy ReyEvolution…
¿Qué les pareció el Prólogo?
Algo largo para ser un Prólogo, pero sé que mientras más largo mejor (El tamaño si influye aquí, jejeje) así que lo hice con mucho gusta para ustedes.
Un gusto, como todos ustedes soy un Fans de Naruto y por supuesto, de las parejas canon: NaruHina, SasuSaku, ShikaTema y muchas más, así que me anime y dije: "Vamos a hacerlo", y listo, aquí tienen mi historia.
Soy amante del romance, pero me gusta hacer que el romance nazca de forma realista o hacer revivir el romance como si de las cenizas del Fénix se tratase.
Aquí tenemos a Naruto Uzumaki y Hinata Hyuga, una pareja de enamorados que rompió su amor por un malentendió, y seguimos la línea, Hinata termina embaraza y nace Boruto.
No quise hacer esta comedia romántica cuando Boruto fuera un bebe, yo quería que fuera una historia donde el pequeño pensara y supiera (De forma superficial, es un niño después de todo) lo que pasa alrededor de su familia.
Creo que me quedo bien, me gusto el Prólogo y espero que ustedes piensen lo mismo de mi humilde historia que fue hecha únicamente para entretener y agradecer al Fandom que me ha dado para leer cientos de historias al pasar del tiempo, y bueno… ya era hora de devolverles el favor, ¿Cierto?
Este Fanfic lo publique anoche en una Segunda Cuenta que me cree hace unos días, pero luego me dije: "Publicalo en tu Cuenta Principal", así que lo borre de ahí y hoy temprano publique aquí.
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Espero contar con su apoyo de aquí en adelante (Claro, sino es molestia) contar con su opinión en los Reviews y ayudarme a crecer.
Me gustaría saber qué piensas de la historia, ¿Les gusta cómo empezó? ¿Tienen ideas para el desarrollo de la trama? ¿Acaso desean aportar alguna sugerencia?
Créanme, tomare todo en cuenta siempre y cuando ayude al bien de la trama.
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Bueno, se me cuidan mucho y esperen el Capítulo 1 que vendrá muy pronto (Si veo muchos Reviews vendrá mucho más rápido, jejeje), los quiero.
¡Nos Leemos Pronto!