Nada es mío, solo la idea. Personajes y demás, pertenecen a JK Rowling. Sin fin de lucro alguno.
Las putas también van al cielo:
Esto se me ocurrió viendo un programa bastante entretenido. No les hablaré de él, sino del fic.
Los mortífagos han ganado y muchos son juguetes sexuales para ellos. La "aventura" comienza con Snape que es el "dueño" o como lo quieran llamar, de Hermione Granger. Severus tiene sexo gratis, cuando quiere. Sin embargo, él está decidido a cambiarlo.
"¿Por qué si tienes todo lo que quieres, sexo gratis día y noche, se te place ir y joder el plan?" " ¿Se te ocurre enamorarte de ella?"
Siempre la moral ante todo. ¿O no? Además, es Hermione Granger...
No se lo merece. ¿O sí?
Lenguaje vulgar, adulto.
Sonreía, mirándola en el suelo. Lo cierto de ese asunto, era que resultaba gracioso que por primera vez en su vida, algo estuviera a sus pies. Si era posible, por supuesto, lamiéndoselos. Sostenía en una de sus manos, un largo látigo negro. No le llamaban la atención esas cosas, pero había aprendido de Bellatrix.
Ella estaba allí, echada en el suelo. Apenas con una delgada bata blanca que él se había hecho cargo de casi destrozar a punta de latigazos. Resultaba "idiotizante", ver las marcas de sangre y como esta corría lentamente, a través de los surcos de aquellos golpes que habían dejado graves huellas en su espalda.
— Entonces, ruegas que deje de golpearte.— su voz sedosa y grave, casi excitada durante el momento. La jovencita no dijo nada. Ya no era la niña que había conocido. Quizá así, le hubiese dado lástima y habría parado. Habría dejado de golpearla.
Ya era una mujer. Una hermosa mujer.
— Eso mismo me ha dicho al tercero— respondió ella desafiante, con su voz cargada de ira contenida. Si solo pudiera...si solo pudiera levantarse, lucharía por el látigo. Lo arrancaría de sus manos y tal vez le daría una probada de su propia medicina.
Pero en la posición en la que estaba, le resultaba muy difícil. Permaneció sentada allí, en el suelo frío y duro. En realidad, solo estaba echada. Ni sentarse podía. ¿Quién diría que Severus Snape, sería un amante del sexo anal?
— No puedes mentir, sé que eso te gusta.
— Primero, segundo. No luego de cinco o seis. ¿Podríamos solo parar por hoy?
Tomó sus cabellos con sus manos y tiró de ella, hasta que su cabeza pudiera mirarlo. Dolía, su cuello ardía mientras estaba extendida hacia atrás. Respiraba con dificultad y podía ver, de cabeza, la sonrisa de Snape.
¿Desde cuando el mundo se había puesto así? ¿De cabeza?
— Tú no deberías hablar, no deberías opinar. Ni mucho menos pedir. No eres nada más que un objeto. Un pedazo de papel que puedo escupir y pisar. Me tienes que obedecer y si a mí me parece que sería ideal, partirte la espalda. Lo haré. ¿Entiende, señorita Granger? O debo decir...
Prostituta Granger...suena muy bonito.
Quería llorar.
Hola neninos y neninas que vengan. Esto es un intro corto. Me voy a deshacer de varios fics y continuar otros que están por terminar. Espero les guste, saludos y besos :P.
