Estaba asustada, mi mente no podía procesar exactamente todo el dolor que sentía mi cuerpo, me clavaban una y otra vez esos pequeños pedazos de metal en todas partes. Ya ni siquiera podía gritar, las lágrimas no salían porque se habían acabado, lo peor era que tenía hambre, no me importaba si comía aun humano, aunque yo también fuera uno.
–Ya no lloras –esa voz era la que me torturaba todos los días –te daré de comer si sigues así.
–Jodete –murmure, mi estado mental era un asco, no sabía quién era, porque estaba siendo tortura y lo más importante, ¿la CCG se había olvidado de nosotros? Estaba segura que habían muchos más investigadores, además podía escuchar el llanto y gritos de un hombre, posiblemente sufriría mucho peor que yo.
–Esa es mi niña.
Gruñí, ya había sido suficiente, no me podrían tratar como su mascota siempre que quisiera, yo era una humana que los mataría, unas cuantas lágrimas salieron al recordar lo que en realidad era, un monstruo, ellos me convirtieron en uno, implantándome células de un ghoul para que yo también fuera uno de ellos.
Desearía decir que no pudieron conseguirlo, pero como es obvio no fue así. Hace dos semanas aproximadamente que desperté con un hambre que ninguna comida humana podía satisfacerme, fue ahí cuando supe que era un ghoul de un ojo, cuando libere un poco de poder, alguien del árbol de Aogiri me llevo aparte y me han mantenido encerrada en este escalofriante lugar, con un maniático que se la pasa torturando, en definitiva ya no podía soportar más.
Había decidido que esto se tenía que acabar, en ese momento acepte en lo que me había convertido, yo era en realidad un ghoul ahora, mi parte humana se había esfumado.
Con mis manos rompí la cadena que las mantenía atrapadas, me levante rápidamente y también rompí la de los pies. Todavía tenía puesta esa túnica-vestido color vino, con la que me había despertado, estaba demasiado sucia y enojada.
–Ya lo has conseguido pequeña –Naki, así era el nombre de quien me había torturado todo este tiempo, él se reía de mi cara y presionaba frenéticamente un botón –el estará orgulloso de mi, he creado buenas mascotas.
–Tu, imbécil –corrí para golpearlo, solo quería venganza.
Alguien se interpuso entre nosotros, tenía puesta una máscara que cubría solo la mitad de su rostro, era claramente un hombre. Sus cabellos entre morados y azules resaltaban, tenía puesto una sudadera, playera y jeans de color negro. Me pare en seco y lo mire con intensidad, diciéndole que se apartara.
–Idiota ya has hecho lo suficiente con esta –el chico me seguía mirando –ve con tus otros juguetes.
–Eres tan aguafiestas, yo quería divertirme un poco más con ella.
–Largo de aquí, ahora me encargo yo.
Naki salió de la puerta y me sonrió antes de marcharse, apreté los puños y casi lo alcanzo si no es por el chico que me detuvo de nuevo, ¿Qué le pasaba? ¿Era tan malo querer castrar y hacer sufrir al hombre que te torturo de la peor manera? Sacudí la cabeza unas cuantas veces, esta no era yo, ellos me habían cambiado, desde un principio habían intentado hacerlo. Quisieron que mi instinto asesino despertara; me solté de su agarre y me senté en el suelo, esto era una locura, yo siempre quise matar Ghouls porque ellos se encargaron de arruinar mi vida, ahora yo era uno de ellos, no pida pasarme esto, yo era humana, siempre lo seria, pero mi instinto también me decía que comiera carne para saciar mi hambre.
–No tengo todo tu tiempo, ¿decide, te quedas o me sigues? –alce la mirada, me tenía que ir de ese lugar, yo no podía pertenecer a esa organización, pero para eso primero tenía que cooperar.
–Solo si me prometes que la próxima vez que vea a ese bastardo lo pueda golpear.
–Por mí no hay problema.
– ¿Cuánto tiempo ha pasado desde la operación? –pregunte, sabía que el me entendería.
–Un mes y medio.
Él se quitó la máscara, en realidad era joven, tal vez yo le ganaba por un año.
La CCG me acepto con tan solo 17 años porque había demostrado una gran habilidad y destreza física impresionantes para mi edad, por solo dos meses me había entrenado Arima kishou, del cual había aprendido unas cuantas técnicas y mejorarme físicamente, nadie se había enterado que éramos compañeros, decidieron mantenerlo en secreto. Todo iba bien hasta que ocurrió que tuve que ir junto a los demás escuadrones a matar al Búho de solo un ojo, en batalla me había herido un tipo de cabello blanco y mascara roja.
Todo esto era horrible, yo no quería perder mi humanidad, había resistido lo más que mi cuerpo aguantaba. Mire mis uñas, eran de color negro, mi cabello estaba blanco y lleno de sangre, podía haber cambiado un poco, pero un poco de mi antiguo ser estaba aquí y no se iría tan fácil, pudieron cambiarme, pero no me controlarían.
–Deja de estar descansando –el chico bufo –no estoy para esperar a ghouls recién salidos del cascaron.
Me levante, tomaría venganza contra todos ellos.
