ESTE FIC LO HE HECHO SIGUIENDO EL FINAL DEL ANIME, YA QUE NO TODOS LEEN EL MANGA. POR LO TANTO, NO SIGUE LOS HECHOS DE ESTE Y ES COMPLETAMENTE INDEPENDIENTE.
Es una molestia. Una verdadera y gran molestia.
Desde que la rata se debilito ante la pelea con Tsubaki que es una gran molestia, está cada vez más sensible, llora por cualquier estupidez rápidamente. Y no es como si yo lo ayudara a evitar esto. Pase lo que pase no cambiaría mi actitud con él, después de todo soy un ángel y no puedo mostrar ningún tipo de clemencia o compasión con un demonio como él.
Pero el hecho de verlo cada vez un poco más serio, melancólico e incluso se ha atrevido más de una vez a ignorarme. Me irrita más de lo normal, además, por el contrato de eve-servamp sus emociones me afectan en cierta medida a mí también. Prefiero que él sea como siempre. Un idiota loco, un demonio pero, aun así, muy animado. Ahora ni siquiera sale a sus trabajos de medio tiempo. Y eso es bastante raro.
Me encontraba en el departamento donde nos estábamos hospedando. Él estaba recostado sobre la cama en su forma de erizo, últimamente usa mucho esa forma, al parecer dormía, lo cual, me molestaba también, pero no podía reclamarle nada, después de todo, él está débil no porque quiera estarlo.
Bien, solo tengo una opción para que vuelva a ser como lo era antes. Tendré que animarlo a mi manera. Y eso era lo difícil, yo no acostumbro a hacer esas cosas, más bien, diría que una de mis características es que no acostumbro a relacionarme con la gente que está a mi alrededor. Pero es peor escuchar a la rata llorar molestamente todos los días. Así que, no me queda de otra que comunicarme con el de la mejor forma que se comunicarme. Tocando piano.
Próximamente hare un concierto de piano, más específicamente esta noche, y dentro de poco tendré que ir a hacer una prueba de sonido por mí mismo. Bueno, podría hacerlo cualquiera, pero sería una buena oportunidad para animar a la rata, ya que, sé que él no ira al concierto por la noche.
Lo tome, sin la menor delicadeza, y lo lleve en mi hombro, el al principio puso mala cara pero no dijo ni hizo nada, me molesto el solo hecho de que me dedicara esa expresión, pero decidí que por ahora lo dejaría pasar, no quiero empeorar la situación peleando.
Durante el camino ninguno dijo ni hizo nada, me habían ofrecido ir en auto, pero decidí que sería mejor salir a tomar un poco de aire, así que camine hasta el lugar donde sería el concierto. Este era sumamente lujoso y espacioso, aunque, bastante tradicional, era una construcción antigua, pude notar que era claramente de arquitectura expresionista.
Sin pensarlo más entre, el interior era igual de elegante, aunque, ya poco me sorprende este tipo de decoración, más bien, es bastante similar a muchos lugares donde he hecho conciertos. Me guiaron hasta un salón, en cuanto entre pude ver el escenario y el piano esperándome.
Me dirigí hasta el piano, tome a la rata y la deposite sobre este, me senté y espere las indicaciones para que comenzase a tocar. Veía como muchas personas iban de un lugar para el otro, yo me fijaba más en la rata que esta recostada sobre el piano, la cual, miraba hacia la nada.
Me indicaron que podía tocar, y lo hice, tocaba y luego me detenía, hacían algunos ajustes y contaba, luego repetía la acción. Estuve así por casi una hora, hasta que me informaron que ya me podía retirar, pero, solicite el quedarme un poco más solo a ensayar, me concedieron esto, todas las personas abandonaron la sala y cerraron las puertas.
Tome a la rata y la senté en el banquillo a mi lado, aun en su versión de rata pude ver una expresión de sorpresa. Le indique que se transformara y el obedeció. Su forma humana me dejaba más en claro cómo se sentía. Tenía los ojos ausentes, apenas me devolvió la mirada para luego desviarla hacia el piano en frente de nosotros.
Sin más decidí comenzar a tocar. Interprete una melodía alegre, pues lo que buscaba era devolver algo de la felicidad característica de este tipo, las notas venían por si solas a mi mente, tocaba rápido y cerré mis ojos, centrándome más en lo que hacía. Abrí los ojos por pura curiosidad y mire a Hyde, este tenía una sonrisa en el rostro, me relaje un poco al ver que esto si estaba funcionando y volví a centrarme en la música.
Termine una pieza, que fue bastante larga a mi parecer, y descanse unos segundos, volví a dirigir la mirada a Hyde, su sonrisa estaba volviendo a desaparecer, ¿Qué puedo hacer ahora? Podría tocar, claro, podría pasarme todo el día tocando pero el efecto al parecer es bastante efímero.
Tome una de sus manos y la lleve a las teclas, él no disimulaba para nada su asombro ante mis acciones, y eso me hacía irritar, pero pelear ahora sería contraproducente. Le indique cuando y como debía tocar ciertas teclas, yo tocaba una parte y el tocaba la otra creando una melodía. El obedecía y, para ser un principiante, lo hacia dentro lo que se puede decir bien.
Fuimos aumentando el ritmo y él lo seguía a la perfección, me gire más de una vez para observar si estaba funcionando, y así era. Sentía como el a veces soltaba una pequeña risa, lo disfrutaba. Pero, luego comencé a disminuir el ritmo, me había relajado, la melodía se volvió completamente lenta, entonces me di cuenta de que había cometido un error al hacer esto. Claro que una melodía así de lenta no lo iba a alegrar para nada. Me gire a mirarlo a mi lado, tenía una mirada melancólica y algo fría.
Termine de tocar y vi como él se puso en pie de inmediato con la clara intención de marcharse, pero en vez de eso, volvió a transformarse en un erizo. Me sentí tan irritado que también me puse en pie de forma violenta, tome a la rata sin la menor delicadeza y me fui caminando rápidamente. Un ángel como yo no debería pasar por todo esto.
No funciono. Pero aun así no entiendo ¿Por qué debería afectarme el cómo se siente la rata? Es un demonio, no merece la ayuda de un ángel como yo. Debería dejarlo con sus penas y yo continuar como lo hacía normalmente, a pero claro, el cómo era normalmente conllevaba a una rata molesta que se la pasaba de un lugar para otro. Me irrite y patee lo primero que había en mi camino, un tacho de basura, muchas personas en la calle se giraron a mirarme, sentí como la rata se tensó ante mi violencia, lo ignore y continúe con mi camino.
En cuanto llegamos a donde nos hospedamos deje a la rata sobre la cama, me dirigí hacia el balcón y lo cerré tras de mí. Apenas mire a Hyde y me sentía tan irritado que con solo mirarlo como respira, pestañea o mueve un solo musculo lo golpearía. Suspire un par de veces, esto de controlar mi ira no se me da para nada bien, diferente seria la historia si tuviese un poco de melón a mi lado, listo para comer y en su mejor punto. Pero no. y no quería entrar de nuevo, pasar por el lado de la rata y dirigirme a la cocina, serian solos unos minutos pero en ese tiempo puedo terminar por explotar y matarlo.
Miro la ciudad, ya casi es la hora de almuerzo y la gente va de un lado para el otro, se ven tan pequeños desde aquí. Me relajo un poco y me siento en una silla cercana, cierro los ojos, me concentro en mi respiración e imagino un piano ante mí, no falta mucho para que empiece a imaginar cómo toco, muevo mis dedos sobre el aire pero puedo escuchar claramente en mi cabeza el sonido que intento producir. Vuelvo abrir los ojos y comienzo a pensar en mi siguiente movimiento con esa rata.
¡Imagina, imagina, imagina! ¿Qué puedo hacer ahora? Pero nada venía a mi cabeza, muy pocas veces, casi nulas, me pasa esto, lo cual, me irrita mucho y siento como vuelvo a ese estado de ira del cual me escape hace apenas unos minutos. Pero entonces suena mi celular, sacando de todos mis pensamiento.
Lo saco de mi bolsillo y en la pantalla está el nombre de Mahiru, conteste de inmediato, la conversación no fue muy larga. Me invito a una supuesta fiesta esta noche, iba a preguntar la razón pero de inmediato él me aclaro que era por Halloween, lo había olvidado. La celebración seria en la mansión Alicein, estábamos invitados yo y Hyde. Teníamos que disfrazarnos, eso lo especifico mucho Mahiru, podía notarlo alegre y escuchar el sufrimiento de Pereza desde atrás.
En cuanto corte la llamada comencé a pensar en el disfraz, bueno, tenía guardado uno de hace algunos años y Hyde, bueno, ni siquiera sé si él quiere ir. Lo más probable es que no quiera y termine por obligarlo.
Deslice la puerta corrediza del balcón y entre al departamento. Hyde estaba, para variar, sobre la cama, en la misma posición de siempre. Me acerque a él, no estaba durmiendo.
Iremos a una fiesta de Halloween en la mansión de Alicein esta noche – él se transforma. Parecía sorprendido.
Pero no tengo disfraz – dijo como si nada. ha estado todos estos días un desastre y le preocupa el disfraz. Contrólate, cuenta hasta diez y relájate.
No te preocupes por el disfraz, tu atuendo normal ya es bastante raro – dije con toda la atención de lastimarlo un poco.
Me lo dice la persona que tiene una mochila con alitas – dijo bastante bajo y entre refunfuños.
Hyde, déjame decirte que si sigues así, vamos a terminar peleando en serio – casi puedo sentir que me vibran las alas en la espalda por la irritación. Esperen. Estamos peleando. Como lo hacíamos antes.
Comencé a buscar de inmediato algún disfraz para la rata. No encontré nada, además de él que tengo planeado usar yo, para Hyde. Tome a la rata, que estaba aún en su forma de humano y salimos a buscar un disfraz estúpido para él. Conociendo sus gustos raros y poco angelicales, sería una tarea difícil encontrar uno que le guste de verdad.
Pasamos horas buscando hasta que la rata escogió uno, yo a estas alturas ya sentía que estaba muriendo. Y lo que más me frustro de toda la situación es que el disfraz que escogió no era para nada algo muy original ni nunca antes visto. Pero al menos se había mostrado más animado.
Al llegar al departamento deje que Hyde se duchara primero, luego entre yo y cuando salí él ya tenía su traje listo, unos pantalones oscuros, una chaqueta negra con pelos del mismo color en las mangas, esta era abierta y me dejaba ver su pecho descubierto por completo, sobre su cabeza descansaban unos cachos de demonio y en su espalda unas alas oscuras como si fuesen de murciélago. Él era completamente lo opuesto a mi disfraz.
Yo, ya debería ser obvio a estas alturas, me vestí de ángel, no digo disfrazar porque en realidad yo soy un ángel, así que, esa palabra seria mal empleada en este caso.
Nos dirigimos hacia la mansión, esta estaba completamente decorada y ambientada de forma tenebrosa, había niños por doquier, todos disfrazados, pero no encontraba a ningún rostro familiar. Ni siquiera a la persona que nos invitó o al dueño de la mansión.
Nos acercamos a la gran puerta y decidí tocar, al no tener respuesta mire a Hyde, el elevo sus hombros en señal de un "no tengo que idea de que pasa", estaba a punta de derribarla de un patada, cuando Mahiru la abrió. Este tenía un traje de vampiro con un gorro de copa, el traje era bastante lindo y admito que la capa me gusto.
En cuanto entramos me di cuenta de que ya estaban todos reunidos, bueno, no me sorprendí al no encontrarme a Mikuni, el eve de Jeje, pero en realidad no era ningún secreto que él y su hermano no estaban en buenos términos. Apenas entramos vi como la rata salía prácticamente corriendo hacia su hermano mayor.
La verdad es que no le di importancia y me quede con Mahiru hablando, pero la siguiente vez que me voltee a mirarlo este se encontraba como si nada, de vuelta a su estado de ánimo normal, animado y enérgico. ¿Qué? Me he pasado días pensando y pensando en cómo animarlo, incluso toque el piano a su lado y le enseñe como hacerlo, eso no lo animo, pero ahora esta como si nada, reparado, todo de vuelta a como era antes, y no veo que pereza se haya esforzado en lo más mínimo para hacer eso.
Sé que son muy inmaduras e infantiles estas reacciones, pero de verdad me siento molesto al verlo así. No, en realidad me alegra que haya vuelto a como era antes, aunque no quiera admitirlo, lo que me molesta en verdad es que, después de todo lo que he pensado y hecho, yo no sea la principal razón de que su ánimo haya vuelto a como era antes.
Suspire. He decidido que ya no me importa, ya no me preocupare por él ni nada más. Que haga lo que quiera. Sí, claro.
No hizo falta mucho tiempo para que volviese a fijar mis ojos en la rata y volver a irritarme, mis reacciones no están pasando desapercibidas para Mahiru. Él me sonrió, claro que se había dado cuenta, tendría que ser ciego para no hacerlo o de verdad despistado como su servamp.
No lo resistí más y decidí salir un rato a tomar aire. Los jardines de la mansión contaban con algunos bancos de cemento, el lugar estaba lleno de pasto y árboles, me sentí bastante cómodo ahí, me senté y me fije en la gran luna. Estaba hermosa.
Le daba una y otra vez vueltas al asunto. Pero aun así no lograba llegar a una conclusión que fuese medianamente aceptable para mí. Vamos que ahora acabo de pasar por celos y ese no es un sentimiento muy de ángeles, más bien, diría que es algo típico de un demonio, lo sabía, la rata me está contagiando su maldad y por eso paso por este tipo de cosas ahora. ¿Qué pasa si termino por convertirme en un demonio? Me niego. Pero eso no quita el hecho que sentí y sigo sintiendo esos celos, los cuales son bastante estúpidos, ¿Por qué sentiría celos del hermano mayor de la rata? ¿Por qué sentiría eso por la rata? Más que nada.
Volví a mirar hacia el cielo casi buscando que me golpeara un rayo o que me llegase la respuesta a todo esto. Tal vez, espero que me salgan las alas que me permitan volar e irme de este lugar pero luego pienso que eso sería huir. Y nada podría odiar más que la sola idea de huir.
Entonces siento como alguien se sienta a mi lado en la banca. Antes de girarme y clavar la vista en esa persona ya sabía quién era, Hyde. Quería controlar mi boca y no decir nada pero termine por hablar de todas formas.
¿tu hermano ya se aburrió de ti y decidió escapar? – termine por decir. Con cada minuto de la noche que pasa me siento más inmaduro, y mucho menos angelical. Sabía que pereza no se había aburrido de él, se cuanto lo quiere en realidad, pero aun así dije esas palabras.
¿a qué viene todo eso ahora? – me dijo, podía ver que mis palabras lo habían sorprendido – tú me trajiste primero que todo.
Porque te la pasas desanimado y eso también afecta mi estado anímico por el contrato – dije dando a entender lo evidente de la situación.
No te creo que sea solo eso – dijo de inmediato, creo que ni siquiera se tomó el tiempo de pensar las palabras que diría.
¿Qué quieres decir? – dije de inmediato y me sentí como si hubiese sido completamente atrapado. El no dijo más pero yo no quería que esto terminase así, ya estaba cansado de toda esta situación – dime que es lo que me quieres decir claramente – dije de manera lenta y seria.
Por favor, tocar el piano conmigo, traerme a esta fiesta y últimamente no me golpeas e insultas tan seguido – dijo – ¿de verdad crees que hiciste todo eso solo por mi estado de animo?
No dije nada, no sabía que contestar ni siquiera yo conocía cuál era la principal razón de todo esto. El tampoco volvió a hablar. Entonces comencé a pensar, y llegue a una conclusión, no me mentiría más a mí mismo, tampoco le mentiría él, no lo haría.
He hecho todo eso porque me preocupabas – termine por decir en voz baja, sabía que el si me había escuchado, sin embargo no dijo nada – no me agrada que estés tan desanimado y todo eso – dije y volví a tomar un tiempo antes de tomar de nuevo la palabra – y admito que sentí algo de celos ahí adentro – él no decía nada y sentí ganas de golpearlo, no me mira a la cara y ¿me estará escuchando? Me costó mucho decirle todo esto y puede que el este hasta dormido ahí sentado a mi lado – oye rata ¿me estás? – no termine la oración, me había levantado rápidamente, me pare frente a él con la intención de golpearlo, pero en cuanto vi su rostro me detuve.
¿Está llorando? ¿Es mi culpa? ¿Dije algo tan malo? No. él no está llorando, está a punto pero se niega a soltar las lágrimas. Baje de inmediato mi puño.
¿Qué te pasa? – termine por decir. Él se puso en pie rápidamente y me abrazo, mentiría si dijese que no sentí calor, estaba sonrojado y nervios, muchos nervios, como la primera vez que subí a un escenario a tocar el piano, no me extrañaría si ahora tuviese todo mi cabello blanco.
Gracias, ángel-chan – dijo y termino por sellar mis labios con los suyos, y al parecer esto lo único que hizo fue empeorar mi condición de ángel, porque no me desagrado y termine por buscar más.
Sus labios se sentían suaves contra los míos, su boca era claramente dulce, de seguro por todos los dulces que ya ha consumido, y se movía lentamente, con cuidado. Entonces, pensé que lo mejor sería terminar ese beso y alejarme, pero claramente no lo quería hacer, asique, solo lo intensifique pasando mis brazos por sus hombros, el me atrajo más hacia sí, manteniendo el abrazo antes compartido. Esto es tan impuro para un ángel como yo.
Me separe de sus labios pero solo de estos.
Sé que puede que esto no nos lleve a nada, pero quiero hacerlo de todas formas. Me estas contagiando tu ambición de demonio – dije volviendo a probar sus labios, pero esta vez de un forma rápida.
Eres el eve de avaricia después de todo, es inevitable – dijo él y volvió a besarme rápidamente, yo fruncí el ceño - "por este pecado cayeron los ángeles" William Shakespeare – dijo, volvimos a besarnos, en cuanto terminamos el beso él acaricio mi cabello y se acercó a mi oído – mi ángel - susurro
Entonces decidí ya no evitarlo ni darle vueltas al asunto, me permití ser todo lo avaricioso que quisiese, aunque eso ponga en riesgo mi condición de ángel, después de todo, los ángeles pueden caer en el pecado de vez en cuando. Y puede que por ahora me limite a quedarme ahí abrazándolo y reclamando sus labios, pero por el momento con eso me bastaba, además, pude ver que sus ojos volvían a ser los de antes. Él volvía a ser como siempre. Y eso me agradaba.
Entonces sentí como algo se habría paso en mi interior. Un sentimiento que no había sentido antes. Algo completamente nuevo o que, tal vez, hace mucho que estaba ahí, pero ahora podía verlo más con claridad.
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° "por este pecado cayeron los ángeles". William Shakespeare. Enrique VIII, Acto III, Escena II
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GRACIAS POR LEER.
