Lealtad

Azize sintió que el suelo se abría bajo sus pies cuando le preguntaron si quería casarse con Tevfik y al momento de contestar, escuchó los golpes desesperado de Cevdet en su puerta, llamándola, implorándole que abriese.

Sintió también que su vida con él pasaba delante de sus ojos. Todo lo que habían compartido, todo aquello por lo que ambos habían luchado, especialmente en su juventud acudió a su cabeza e hizo tambalear sus fuertes convicciones de casarse con Tevfik, no por amor a él, sino para evitar un mal mayor.

El Imán repitió la pregunta, creyendo que el ruido que Cevdet hacía desde afuera no le había dejado escuchar bien a Azize su pregunta.

Azize apoyó una mano sobre su pecho, levantó la vista y sus ojos se encontraron con los de su hija. Hilal la miró con lágrimas en los ojos, comprendiendo el horroroso momento que su madre vivía y Azize asintió, dándole a entender que fuera a abrir la puerta.

-Tevfik…- dijo finalmente, su voz casi desconocida- lo siento… no puedo…

-Pero Azize… no hagas esto otra vez… habíamos quedado…

-Sé en qué habíamos quedado y estaré eternamente agradecida por lo que tú me ofreciste y por tu cariño incondicional, pero no puedo hacerlo, sabes por qué- agregó y se puso de pie.

En ese momento apareció Cevdet desesperado y se quedó mirándolos.

-¿Azize?- preguntó con un nudo en la garganta.

-¿Por qué no puedes dejar en paz a esta familia? - preguntó Tevfik.

-No es a ti a quien debo pedirle cuentas… ¿Azize? - insistió.

-Ven…- dijo Azize y se acercó para empujarlo hacia las escaleras, quería hablar con él.

-Azize…- Tevfik se sintió un tonto, pero no pudo hacer otra cosa que mirarlos subir, la tensión instalada en el ambiente.

-Creo que será mejor que nos retiremos a descansar- dijo mamá Hasibe, incómoda con el ministro y con el propio Tevfik, aunque en el fondo de su corazón, estaba satisfecha de que su hijo se hubiese despertado, o lo estuviese al menos intentando.

Hilal acompañó a todos hasta la puerta y se miró con su abuela, ambas sentían curiosidad de lo que podrían estar hablando Azize y Cevdet.


Azize cerró la puerta de su habitación y giró para mirar a Cevdet, que todavía estaba agitado y no lograba controlar su respiración.

-Estuviste a punto de cometer el error más grande de tu vida, Azize…

-Cevdet…- dijo ella llorando, avergonzada- hoy fui a verte, hablé contigo, te pregunté e incluso te rogué, pero tú me dijiste que entre nosotros no había posibilidad de arreglar nada…

-¿Entonces te casas con Tevfik? ¿Es una cuestión de orgullo?

-¿Orgullo? - dijo elevando el tono de voz- no tienes idea de lo que hablas, Cevdet…

-Explícame, entonces… estoy en mi casa y me entero por una persona totalmente ajena a nosotros que te estabas casando con Tevfik… ibas a traicionarme…

-¿Traicionarte? Tú te divorciaste de mí, ¿recuerdas?

-Y no esperaste nada para salir corriendo a casarte otra vez… casi eres una desconocida para mí… tú no eres la Azize de la que me enamoré.

-Pues no te preocupes, tú tampoco eres mi Cevdet, el Mayor Cevdet de Salónica…

-Bien… ¿entonces? ¿esperarás que me vaya para clavarme un puñal por la espalda y volverás a intentar casarte con quien fue mi hermano?

-Evidentemente no puedo hacerlo, claramente del destino se interpuso y no podré… así que puedes irte tranquilo.

-Entonces ¿no te casarás? - preguntó él con algo de alivio.

-No lo haré, supongo… ¿qué más da? A ti solo te importa lo que se diga, que tu ex esposa se casó con otro.

-¿Por qué no lo harás? ¿qué cambió? - le dijo y se acercó a ella, sus ojos en los de ella, su respiración otra vez agitada.

-¿Qué quieres saber? ¿eh? - dijo ella desafiante, mirando sus labios y luego sus ojos.

-Solamente… ¿por qué no te casarás? - su voz se suavizó, y Azize reconoció en sus ojos el inevitable deseo que aún había entre ambos.

-¿Quieres escuchar que no lo hago por ti? ¿qué sigo enamorada de ti y que no puedo siquiera pensar en estar con alguien más? ¿qué por más que quiero no puedo arrancarte de mi corazón, lleves el uniforme que lleves porque entre nosotros el amor es tan profundo que no hay bandera ni patria que nos separe?

-Azize…- dijo y la tomó de la cintura, necesitaba estrecharla contra su cuerpo y no pensar.

-No puedo decirte todo eso, aunque sea lo que siento porque no quiero sufrir más tus maltratos, estoy muy cansada de ser la que ama y no ser correspondida…

-¿Qué te hace pensar que no eres correspondida? - le dijo con la mirada en sus labios.

-Me lo dijiste hoy mismo en tu despacho griego, Cevdet…

-El hecho de que lo nuestro sea difícil no implica que no te siga amando tanto que me duele el cuerpo de recordar nuestros momentos juntos, nuestro amor y el sacrificio que hicimos para llegar hasta donde lo hicimos como familia.

-Cevdet, no quiero que me digas estas cosas… mi corazón no lo soporta más….

-Azize… mi Azize… no podría soportar verte con nadie más…

-Estás celoso… eso es lo único…- dijo ella sin poder moverse del abrazo de él, pero visiblemente incómoda por la cercanía, temía no poder controlarse.

-¿Quieres escuchar que te amo, que no puedo vivir sin ti? ¿qué desde que volví a verte no he podido quitarte de mi cabeza y que deseo olvidar nuestras diferencias al menos por un momento y poder recordar lo que era tenerte en mis brazos sin dar explicaciones?

-Ya lo has hecho, ¿acaso lo olvidas?

-No, no puedo olvidarlo… ¿entonces? ¿qué quieres escuchar?

-La verdad… quiero que seas sincero conmigo…

-Intento serlo, hasta donde puedo…

-Sin embargo no puedes prometerme nada, no puedes pedirme que te espere… y mientras… mientras…

-¿Mientras qué? Dime, tú me acusas de mentir y de ocultar, pero yo sé que tú también lo haces ¿o estoy equivocado?

-Quizá no… puede que tengas razón, pero en todo caso, si yo lo hago es porque siento que no puedo confiar en ti…

-¿Entonces, cuál es la solución?

-Yo creo que sería mejor que ambos intentáramos hacer nuestra vida, yo no quiero seguir sufriendo y tú… claramente no estás interesado en mí, por más sentimientos que digas tener…

-Es tan complicado… no tienes idea…

-Quiero tenerla, por favor, explícame…

Cevdet lanzó un suspiro casi de fastidio, sabía que no podría decirle nada a su mujer sin ponerla en peligro y eso lo incomodaba tanto que no sabía qué excusa inventar, y es que había errado su accionar desde que había llegado dispuesto a impedir el matrimonio de Azize y Tevfik.

-Lo único que puedo hacer ahora es decirte que te amo, más que a mi vida, y aunque me veas actuar raro, distinto a lo que esperas, eso no cambia el sentimiento que tengo hacia ti. Azize, yo te elegí hace más de veinte años y te sigo eligiendo, todos los días, incluso durante los años que estuvimos lejos… tú eres la última persona en quien pensaba cada vez que me iba a dormir y la primera en quien pensaba al despertarme…

-Cevdet… por favor…- dijo y cerró los ojos cuando sintió que los labios de él atrapaban los suyos con intensidad, pero también, si fuese posible, con dulzura. No era una novedad que él supiera como besarla, lo había aprendido bien durante sus años compartidos y era casi doloroso sentirlo otra vez, recordarlo, casi con nostalgia porque ella sabía que eso no era una reconciliación sino un impass en esa guerra que venían manteniendo…

Cevdet la apretó contra su cuerpo y ella se quejó un poco, permitiéndole ahondar el beso. Perdieron la noción del tiempo hasta que escucharon que alguien tocaba la puerta de calle.

El general interrumpió el beso y la miró de cerca. Sonrió con ternura y su sonrisa se amplió cuando ella se la devolvió.

-Algún día hablaremos tú y yo y podrás entender todo… pero eso no puede ser ahora…

-¿Por qué no?

-Es difícil, confía en mí… y supongo que tú también me contarás tus secretos, ¿tenemos un trato? - le dijo y la miró con complicidad.

-Tenemos un trato…- sonrió ella y él se quedó mirándola, por un momento el tiempo volvió atrás, a cuando estaban juntos y felices.

-Te amo, Azize, nunca lo olvides…- dijo y besó sus labios antes de irse.

-Yo también, tanto…- dijo en voz baja ella a la puerta que se había cerrado y acomodó su ropa y se recompuso, dispuesta a salir.


Bueno, hasta aquí llegamos. Quizá podría seguirla un par de capítulos ¿qué opinan? Necesito asegurarme de que alguien me lee! Gracias por haberse pasado por aquí!