Cuerpo de Mujer…

Te miras al espejo intentando reconocerte. Hallarte. Pero no puedes. Estas vacía. Rota.

No entiendes como fue que te dejaste utilizar, tú precisamente. Siempre dijiste ser independiente, no necesitar de nadie y poco a poco fuiste creando una coraza que te alejaba de todos. En cierto modo te sentiste segura.

Pero jamás pensaste que ibas a odiar y amar con tanta intensidad a la vez. Lo sé

No. No permites que tu cerebro siga pensando lo mismo, lo prometiste y estas dispuesta a cumplirlo.

¡Merlín sabe que difícil es hacerlo! Pero tú no eres débil y así como pudiste ser feliz antes de mi llegada, lo serás después.

¡Pero duele! Jamás pensaste que amar se sintiera así, que solo un recuerdo te pudiera torturar de esta manera.

Caminar, hablar, dormir. Cosas que hacen que parezcas vivas, pero tú sabes que son solo banalidades. A pesar de que tú cuerpo este en saludables condiciones tu alma esta rota y habita otro lugar. Todo es oscuro. Todo es frío. Tu voz ya no es la misma, ahora siempre tiene ese matiz triste. Tus ojos que siempre mostraban aquel brillo peculiar han cambiado y ahora solo noto ausencia en ellos.

Regresas tu mirada nuevamente al espejo y te desprendes de la toalla. Eres bella lo sabes. No hace falta que te lo digan. No hace falta que te lo diga, aun así lo sientes tan necesario como respirar.

El espejo te devuelve la imagen de una mujer blanca y puedo apreciar el contorno de tus piernas, tus muslos, la forma de tu cintura, la curva de tus senos blancos como la leche. Blancos como tú. Blanco símbolo de pureza, como tú.

Y yo…

Yo simplemente soy oscuridad. Como un túnel sin salida .Oscuro.

Todos me temen, todos huyen lo sé y no me molesta. Sé que soy superior a los demás, pero tú nunca fuiste de esas personas, siempre valiente… siempre tan orgullosa como una leona.

Quizás fue por eso que te utilicé, te destruí y reconstruí nuevamente. Serias solo lo que yo quisiese que fueras…

Te hice dependiente.

Te hice adicta a mí.

Te hice parte de mí.

Te hice mía.

Hice de los dos uno solo.

Una sola identidad que no puede coexistir sin el otro a su lado.

Y caí…

Caí en mi propio juego y el juego se hizo una realidad y tú lo sabes. Ahora me odias me desprecias y me lo merezco.

Sé que se acerca la hora de la venganza…. Pero Te Amo.

Amo tu inocencia.

Amo tu niñez.

Amo tu valentía.

Amo tu Fortaleza.

Amo tus Bucles.

Amo tus ojos chocolates

Amo tu mirada. Esa que solo es para mi.

Amo todo lo que odié.

Te amo a ti.

Y a pesar de que me odies. Sabes que eres mía. Sabes que me perteneces.

Persistiré hasta que regreses a mi. Espero con ansias que cures este dolor infinito.

Por que los dos somos uno solo, nos necesitamos.

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