.Together with you.
Warning: Este es un fic total y completamente shonen ai y también yaoi, así que ¡homofobicos fuera!, después no se quejen porque yo ya les advertí x)!
Esto es un HoroxRen.
Nos situamos unos 6 años después del finalizado torneo de los shamanes, con nuestros shamanes ya bastante más maduros. En un cálido día de principios de primavera, extrañamente cálido. O... ¿seria que para ciertos shamanes la temperatura se sentía tan elevada por haber estado todo el día corriendo de un lado para otro? Era lo más probable, pues ¿quien no estaría sudando como un cerdo después de cumplir los caprichos (que ahora realmente SÍ eran caprichos) de cierta sacerdotisa con abundante panza?... Bueno pero para entender todo esto mejor volvamos un poco atrás en el tiempo. 5 meses para ser exactos.
... Flash Back ...
Anna caminaba apresuradamente hacia la habitación que ahora compartía con su ya no prometido Yoh Asakura, si no que actual marido. Su semblante se veía serio como de costumbre a los ojos de cualquiera pero para su esclavo... digo amigo Manta, la expresión de su rostro mostraba algo diferente... ¿nervios? . Sacudiendo la cabeza para borrar esos pensamientos Manta siguió con su mirada a Anna mientras seguía limpiando algunos muebles (Sí, deben pensar "pobre diablo, 6 años y aun es un pobre sirviente en esta pensión... xD).
- Anna¿después de terminar aquí puedo descansar? -
Manta la siguió con la mirada notando que la rubia lo ignoraba completamente y entraba de golpe en la habitación.
- Aam... gracias por la respuesta -
Suspiro mientras terminaba de limpiar y recogía algunas cosas.
Luego de azotar la puerta de la habitación, Anna miro a Yoh aun mas seria que de costumbre mientras este recostado sobre el futón ponía cara de no entender absolutamente nada de su actitud.
- ¿Pasa algo Annita? -
Preguntó el castaño para luego reír con su inigualable risita pegajosa.
- Hay algo importante que tienes que saber -
La rubia apretaba sus puños con nerviosismo pero intentaba mantener su semblante serio.
Yoh se levanto perezosamente del futón y la miro de frente. Sonrío y puso sus manos sobre las de ella para tranquilizarla.
- ¿Y que seria? -
- Estoy embarazada -
La expresión relajada del Asakura cambio totalmente a una de desconcierto, pero al instante volvió a cambiar a una de felicidad. De un modo extremadamente rápido abrazo a Anna para que esta no lo rechazase y volvió a reír con su risita.
- ¡Es lo mejor que puedes haberme dicho! -
Expresaba este casi pegando saltitos de alegría y con una voz que desbordaba en la dicha. La rubia suspiro disimuladamente expresando su alivio al notar la reacción de su esposo y guardo silencio.
- ¿Cuánto tienes? -
- 2 meses, recién hoy me entere al hacerme un examen... No estaba en nuestros planes -
El castaño le sonreía con ternura al notar la preocupación de la rubia por los problemas que podría traerles esto.
- No te preocupes Anna, ya veras que todo saldrá bien. ¡Nuestro hijo será muy feliz! Llamare a los chicos para celebrar... y para pedirles un poco de ayuda. Quiero que todo este perfecto para cuando el día de su nacimiento llegue -
Luego de unos días y unas cuantas llamadas. Todos los shamanes amigos del Asakura se encontraban celebrando (o hablando sinceramente, embriagándose)
- ¡Ha pasado tanto tiempo¡No puedo creer lo mucho que han cambiado todos! -
Exclamaba el antes bajito amigo del Asakura. Ahora de una estatura normal para su edad y con el mismo corte de entonces (miren lo que hace el dinero... sí hasta lo hicieron crecer mágicamente jajaja xD)
- ¡Y nos dices a nosotros, mira como has crecido tu! Si antes medias lo mismo que Kororo -
Reía a carcajadas Horokeu, con su mismo cabello bicolor pero ahora sin su infaltable banda en la frente. Sin lugar a dudas era él mas alto de todo el grupo y aunque ahora sus facciones eran mas maduras y atractivas, aun tenia su chispa de inocencia y falta de tino (xD)
- Pues yo no veo que el Hoto haya cambiado mucho Manta, este cuerpoespin sigue siendo el mismo idiota de siempre -
Murmuraba en una mezcla de burla y seriedad nuestro muuuy querido Ren Tao. A quien los años solo le habían ayudado, causando el aumento de su estatura y haciendo que su atractivo aumentara ¡endemoniadamente! (¡WoW! aun más sexy xD baba)
- ¡Tu tampoco has cambiado nada señorito! Mira que aun tus agradables comentarios sobran -
Ambos se miraban con ánimos de pelear. Pero en realidad era su forma de decir "te extrañe imbécil" (xD)
- Vamos, no empiecen que no llevan ni una hora juntos y van a volver a pelear como cuando eran niños¿Estos años no les sirvieron para madurar? -
Cuestionaba Lyserg entrando a la sala con una bandeja de cervezas.
- ¿Tan pasivo como siempre, cierto verdesito? -
Hao entraba detrás de el con mas cervezas en las manos.
- ¡Cierra la boca! Que la única razón por la que te aguanto es porque eres hermano de Yoh-
Dijo el ingles sentándose a un costado de Yoh.
- ¡Ya ya, no peleen! Recuerden que estamos aquí para celebrar-
Manta intentaba calmar a Lyserg y Hao que se miraban con chispas en los ojos.
- Es cierto¡hagamos un brindis por que nuestro gran amigo Yoh que pronto será padre! -
Los vasos de todos se iban a chocar cuando la puerta de la sala se abrió fuertemente dejando ver la silueta de la sacerdotisa al otro lado.
- Espero que disfruten de este día por que a partir de mañana comenzaran a ayudar a Yoh a preparar todo para nuestro hijo¿les quedo claro? -
Mas que una pregunta era una aclaración por parte de la rubia que tenia una venita en la frente al ver todas las botellas que pretendían beber su marido y sus amigos.
- Cla-claro Anna -
contestaron al unísono todos con miedo.
Con un fuerte portazo la rubia cerro la puerta dejando a nuestro grupo de shamanes con una gotita en la frente.
- Su genio sigue igual y peor con los años ¿no? No quisiera verla cuando sea vieja... -
Aporto en burla Horo mientras abría una cerveza y la bebía al seco.
- ¡Ni que lo digas! -
Le respondía el Tao tomando otra cerveza.
La puerta se abrió nuevamente dejando ver a Anna con un florero en la mano dispuesta a tirárselo al interlocutor de aquel comentario.
- ¡AAAAAAAAAAH! -
El grito de dolor de la víctima de aquel florero resonó en toda la pensión... y la cuadra... y la ciudad.
...Fin Flash Back...
- Argh... ¡nunca me voy a casar! Las mujeres embarazadas son lo peor -
Se quejaba Horo tirado sobre el pasto del jardín trasero de la pensión.
- Pues eso no era lo que decía antes, que te morías por una novia -
- ¡Ah ya cállate Ren! Son dos cosas distintas, tener novia no es lo mismo que casarse -
- Es una pareja al fin y al cabo cuerpoespin, pero bueno como eres de tarado dudo que hayas logrado tener al menos una novia en estos años -
Horo miro como el Tao se reía de el y guardo silencio. A pesar de que odiaba que Ren fuera tan frío y molesto para decir las cosas, esta vez tenia razón. Aunque en realidad no le importaba tanto como antes, ya que si no había tenido una novia en estos años era por que el no quería. Pretendientes no le faltaban, pero el nunca sintió nada especial por ninguna. Extraño ahora que lo pensaba.
- Veo que di en el blanco¿no? -
- Si no vas a decir algo bueno mejor deja tu boca cerrada -
El Tao frunció el ceño y se levanto del pasto donde había estado sentado.
- El hecho de que no te guste lo que digo no quiere decir que no sea algo cierto o bueno. Dicen que la verdad duele y veo que es cierto -
Horo suspiro y se levanto al igual que Ren.
- No podemos tener una conversación en la que no peleemos¿cierto? Somos peor que críos -
- Habla por ti Hoto -
- Tu fuiste el que empezaste¿y me lo dices a mi? -
- Nadie te obliga a seguirme la corriente -
- Y nadie te obliga a ser tan insoportable¿o si? -
Antes de que la tercera guerra mundial diera inicio Lyserg se aproximo al lugar donde ambos se encontraban. Al observarlos pudo darse cuenta de que para variar estaban peleando así que los interrumpió.
- Anna dice que vayan a comprar las cosas para la cena... -
El verdesito se arrepintió al meterse entre ellos en ese momento al ver las duras miradas que ambos le dirigieron y comenzó a sudar frío.
- ¿Y por que no va ella mejor¡Estoy cansado! Todo el día nos ha hecho limpiar cada estúpida cosa que se le ocurre -
- Como si pudiera salir con esa barriga que tiene... -
El ingles era tan inocente que ni molestia sentía en ayudar a la sacerdotisa en estos momentos. (No se da cuenta el muy imbécil que lo esta usando vilmente ;-;)
- Antes tampoco hacia nada. Con o sin barriga es una vaga -
Horo sintió como su estomago rugía de hambre.
- Pero bueno... si no vamos aquí no se cenara -
- Solo piensas en comer -
- Y tu en buscarme pelea¿verdad Ren? -
- Sí, veras que todo el día pienso en como molestarte para sentirme aliviado, no seas tarado -
- Pues a decir verdad, eso parece Rencito -
El comentario de Hao que acababa de aparecerse en el jardín para buscar a Lyserg solo tenso aun mas el ambiente.
- Y tu que te metes -
Hao camino hasta un lado de Ren y le susurro cerca del oído algo que lo hizo fruncir el ceño al tiempo que se sonrojaba.
- ¡Que mierda estas diciendo! -
- Oye, como si no fuera cierto. ¿Crees que no me parece extraño que por cada cosa que el cuerpoespin diga tu saltes a ofenderlo? Para ser solo amigos, creo que es demasiada atención -
- Y yo creo que a ti se te quemaron las neuronas¡déjame en paz! -
- ¡Chicos ya basta! Por favor -
Lyserg les dio un pequeño empujón a Horo y Ren al tiempo que se alejaba con Hao.
- Vayan a comprar rápido, la lista esta en la mesa de la entrada... ¡No tarden! -
- Oye¿porque hiciste eso? -
Le cuestiono el pelilargo a Lyserg mientras entraban a la sala.
- Porque estoy harto de que Ren pelee con Horo y que tu busques como molestar -
- Ay¡pero si en algo tengo que divertirme! No vas a negar que la cara de Ren da para reír cuando le dicen algo de Horo¿eh? -
- Tu y tus extrañas formas de divertirte... mejor ya vamonos, de seguro Anna necesita alguna cosa-
- Veo que te has tomado en serio esto de ayudar, que pena me das... -
El peliverde solo lo ignoro mientras este reía por su comentario.
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Mientras, volviendo con el Tao y el peliceleste ambos caminaban sin muchas ganas hacia la salida.
– Tienes la lista¿verdad? –
Cuestiono el ojidorado mientras se ponía sus zapatos.
– Si si, tan tarado no soy, tiburón -
- En realidad si lo eres por eso prefiero preguntar. Pero en fin hagamos esto rápido -
Horo se puso sus zapatos y salió de la pensión no tomando en cuenta el ultimo comentario del ojidorado y es que¿porque solo debían pelear? Lo estaba hartando, en un principio claro que le divertía pero Ren no conocía la palabra extremo y ahí estaba llegando, al extremo de su paciencia.
Caminaron en silencio hasta la tienda y compraron todo, al volver ya estaba anocheciendo por lo que el cielo estaba bastante oscuro y creaba un ambiente bastante tranquilo para ambos shamanes.
– A pesar de tener que trabajar todos los días, creo que ha sido bueno volver aquí después de tanto tiempo¿no crees? -
El peliceleste observaba al Tao esperando su respuesta mientras alentaba su andar.
– Eso no te lo niego, han pasado muchos años y muchas cosas... -
Una expresión de melancolía inundo el rostro del Tao mientras este miraba en una dirección contraria en la que estaba Horo.
Horo se detuvo y lo observo de manera seria¿acaso algo le había pasado en estos años al Tao? Al menos eso parecía ya que normalmente el ojidorado jamas demostraba sus emociones.
– ¿Pasa algo? -
Ren sacudió su cabeza y miro al ojinegro de una manera seria.
–No, no pasa nada. Mejor apresurémonos o Anna se molestara-
- Como quieras -
En el camino no volvieron a dirigirse la palabra y Horo solo tenia en la mente la imagen de Ren con esa mirada melancólica, era algo extraño... demasiado realmente y estaba decidido, averiguaría que era lo que le sucedía al chino.
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En la pensión.
Todos se encontraban en la sala recibiendo las tareas que Anna les había encomendado para el día siguiente. Todos estaban exhaustos y hartos de hacer todo lo que la sacerdotisa les decía. Y es que ¿acaso no tenia nada mejor que hacer? Ese pensamiento reinaba en todas las cabezas de nuestros shamanes... excepto por Yoh, que estaba tan feliz como una lombriz esperando que su hijo pronto naciera.
– Lyserg deberás limpiar las escaleras escalón por escalón hasta que quede reluciente y vea mi reflejo en ella¿esta claro? -
- S-si Anna... -
El peliverde a pesar de estar totalmente dispuesto a ayudar encontraba exagerada esa petición, aunque como todos sabemos es demasiado educado como para negarse... lo haría de todos modos.
– Y tu Hao, que no has hecho absolutamente nada, quiero que limpies con Yoh todo el baño -
- ¡Si Annita! Yo lo haré gustoso –
Sonreía gustoso el castaño menor.
– Habla por ti Yoh¡yo no moveré un solo dedo! Además ¿no había limpiado hoy Manta el baño? –
El pelilargo no estaba dispuesto a ayudar en nada, no soportaba a Anna y no seria otro estúpido mas al servicio de ella, o al menos... eso creía.
- ¡NO VENGAS A CONTRADECIRME! Harás lo que te estoy diciendo y me importa muy poco si no quieres, si quieres permanecer en esta casa deberás obedecer mis reglas¡¿TE QUEDO CLARO?!
La rubia parecía echar chispas por los ojos y se aproximo a Hao dispuesta a golpearlo.
– ¡Bah! Esta bien, esta bien... -
Murmuro Hao mientras se daba media vuelta y se largaba del lugar.
- ¡Venga güerita no te sulfures! Yo te contare uno de mis chistesitos para que te rías un poquito¿Ok? –
Decía Chocolove mientras se ponía un disfraz de payaso.
La mirada de fuego de Anna sobre Chocolove hizo que este guardara silencio y se escondiera en un rincón de la sala.
– Chocolove tiene razón Annita, tranquila. No debes pasar rabias, recuerda al bebe –
Yoh puso su mano sobre el vientre hinchado de Anna y le sonrío.
- Esta bien, per... -
- ¡¡¡¡YA LLEGAMOS!!!! -
Lo que Anna estaba apunto de decirle a Yoh fue interrumpido por el grito de Horo desde la entrada.
– ¿No puedes ser menos chillón? -
Un ruido de golpe retumbo en toda la casa haciendo que todos aparecieran en la entrada y fueras espectadores del "show" que estaban dando Horo y Ren.
- ¿No pueden llegar sin armar un escándalo? Por eso tendrán que hacer la cena y mañana acomodar todas las cosas del cuarto del bebe¿les quedo claro? –
Dijo Anna mientras se iba a ver sus telenovelas en la sala, no esperando si quiera la respuesta de ambos shamanes.
– Pero... ¡No puede ser! No es justo... –
Se quejaba el shaman de hielo mientras iba con la cabeza gacha a preparar la cena.
– ¡Oye! y tu no te quedes ahí como si nada, ven a ayudarme que nos dijeron a ambos que hiciéramos la cena –
Ren camino sin mucho interés hacia la cocina chocando intencionalmente el hombro del peliceleste haciéndolo retroceder.
– ¿y a ti que te pasa? No me busques que me vas a encontrar... –
Murmuro el Ainu mientras sacaba algunas ollas dispuesto a cocinar.
–Como si me dieras miedo hielito, no me hagas reír. Mejor apresúrate con la cena -
- Vamos a hacerla JUNTOS chinito, así que saca la salsa del mueble y prepárala en la sartén –
Horo le extendió un sartén mientras comenzaba a picar unas verduras.
– Si, como sea -
Mientras Ren "intentaba", si digo intentar porque el Tao era pésimo cocinando y estaba dejando un chiquero en la cocina al intentar preparar la famosa salsa que Horo le había pedido. De repente comenzó a hervir y le salto a la cara.
– Auch... maldita salsa, me las vas a pagar -
- ¿Eh? Ren no me digas que ahora peleas con la salsa... –
El ojinegro se dio vuelta para mirar al Tao y no pudo evitar soltar una pequeña risita al ver lo gracioso y tierno que se veía el Tao intentando cocinar y evitar que la salsa lo quemase.
–A ver... deja que te ayudo -
Horo tomo la mano de Ren donde este tenia sujeta la salsa y lo ayudo a levantar el sartén para revolverlo con la cuchara que tenia en la otra mano el ojidorado.
- ¿Ves? No es tan difícil, solo debes levantar la sartén cuando la salsa empiece a formar burbujas, porque eso querrá decir que esta hirviendo y debes tener cuidado de no quemarte -
Ren no pudo mas que sonrojarse por lo cercano que estaba Horo con él. O sea casi lo estaba abrazando por la espalda y sentía que su corazón estaba pidiendo a gritos salir de su cuerpo. ¿Que rayos le estaba pasando? Era solo Horo... solo su amigo, solo eso... ¿verdad?
- Oigan... ¿Les falta mucho? Anna esta empezado a... -
Lyserg detuvo sus palabras al ver la escena que estaban protagonizando Horo y Ren, que bueno... se veía muy comprometedora si estamos hablando de dos chicos y de dos supuestos amigos también.
Ren se sonrojo a mas no poder y en un intento por alejarse de Horo por la vergüenza de que el peliverde los hubiera visto de esa manera, soltó la sartén y se dio vuelta por lo que la sartén con la salsa les cayo encima a ambos, la salsa al tocar el suelo lo hizo resbaloso y ambos cayeron en una posición mas que insinuante. Horo arriba de Ren.
- ¡AAAAAH¡QUEMA QUEMA QUEMA! –
Chillaba el peliceleste mientras se movía como pez en el agua por el dolor de la salsa hirviendo sobre el.
Ren estaba casi en SHOCK por tener a Horo moviéndose encima de el, es decir... ¡estaba casi refregándose sobre él! Por lo que en un acto reflejo lo empujo con todas sus fuerzas.
- ¡Ay! Y ahora esto¿qué rayos? –
Se quejaba él ojinegro mientras se tocaba la cabeza ya que había chocado contra uno de los muebles de la cocina por el empujón de Ren.
El Tao se levanto del suelo cubierto de salsa y tan rojo como un tomate miro a Horo.
– Este... chicos la cena –
El peliverde los miraba con una gotita en la cabeza y con unas ganas de reír de otro mundo, la escena había sido demasiado chistosa.
- ¡Toda la salsa se arruino y la cocina esta cubierta de ella! –
Lloriqueaba el shaman del norte mientras miraba a Ren con reproche.
- ¡Porque saltaste así! Todo es tu culpa -
- ¿MI CULPA? ES TUYA POR TENERME ABRAZ... –
Ren detuvo sus palabras y desvío su mirada de Horo, sentía su corazón latir demasiado rápido y ya sabia que era por lo cerca que había tenido al peliceleste.
– ¿¡Por tenerte que...¡Termina lo que ibas a decir Ren! -
- ¡Ah! Ya olvídalo, termina la cena, yo no comeré –
El Tao se fue tan rápido de la cocina que parecía estuviera huyendo y... en realidad así era.
– ¡¡Arg!! Claro y ahora yo tengo que terminar la cena y limpiar todo esto¡no es justo! -
- Jeje... si quieres yo te ayudo Horo –
Se ofrecía el ojiverde viendo como su amigo lloriqueaba.
– ¡Graciaaaas¡Tú si eres mi amigo! Pero... ¡Ren me las va a pagar! –
Murmuro lo ultimo Horokeu con cierta mirada maliciosa.
Al final la cena transcurrió tranquila y Horo tuvo que limpiar la cocina si quería irse a su habitación, que por cierto compartía con cierto ojidorado. Por lo que ahí él shaman del norte pensaba vengarse por lo que él chinito había hecho.
Continuara x3
¡He aquí mi fic! espero que les haya gustado porque es de la pareja que mas amo x3 shi shi shi!
Lo escribí de corrido en una noche de insomnio, hasta me había tomado una pastilla para dormir que no me hizo ni cosquillas o.ó!...
weno en fin, háganme saber con un review si les gusto, tengo mUuUuchas ideas así que todo depende de sus reviews para que lo continúe.
Se cuidan! x)
Byex bye
Note: La edad de todos es aprox. 19-18.
Nikiih.
