RWBY no me pertenece.
Mirando fijamente la taza humeante frente a ella se preparó para cogerla, una acción normal y corriente que cualquier persona podría hacer sin ninguna dificultad, a no ser que solo tuvieras un brazo y te hubieras visto forzada a aprender de nuevo con el lado contrario. La temblorosa taza de té chocó contra sus labios haciendo que exclamara una maldición cuando el líquido caliente se derramó sobre su ropa.
-¡Yang! ¿Estás bien?-
Esquivando la mirada plateada de su hermana asintió mientras limpiaba como podía el estropicio que había hecho. No fue fácil ya que su mano temblorosa más que ayudar entorpecía pero se negaba a admitir que necesitara ayuda para algo tan simple como limpiar. Ruby mordiéndose el labio la miraba debatiendo si ayudarla o no pero sabía que algo así podría destrozar la débil autoestima de su hermana.
-creo que deberías de buscar ayuda-
-gracias, pero aún soy capaz de limpiar sin ayuda-
-no me refiero a eso-
Deteniendo sus movimientos elevó la mirada para encontrarse con la de su hermana que la observaba apoyada tranquilamente en la encimera, su rostro demostraba que tampoco era agradable para ella tocar este tema.
-han pasado meses desde el accidente y aunque parece que lo estes llevando bien ambas sabemos que no es así-
¿Cómo negarlo? Antes solía ser una joven alegre que siempre estaba dispuesta a aprovechar la mínima oportunidad para demostrar su peculiar sentido del humor, hasta muchas veces ella misma forzaba la situación ganándose más de un resoplido y bufido, pero en el fondo sabia que todos se divertían con ella. También solía salir a la calle a correr sin importarle que la gente le mirara, es más le gustaba ser el centro de atención, pero ahora era muy diferente. Odiaba cuando la gente miraba el hueco de su manga donde debería estar su brazo derecho, algunos la miraban con lastima y otros desviaban la mirada, se pensaban que no los veía pero aunque fuera un segundo con ello le bastaba para recordarle lo que no volvería a ser.
-¿y qué quieres que haga? ¿Fingir con una sonrisa que todo está bien?-
-no- los brazos de su hermana la rodearon en busca de un abrazo pero ahora no necesitaba eso, odiaba sentirse tan vulnerable pero más aun que la gente lo viera -todos estamos preocupados por ti- ante su silencio su hermana continuó - Weiss tiene una amiga que te puede ayudar-
¿Ayudar? Dudaba que realmente alguien pudiera… estaba rota y nada ni nadie le devolvería la pieza que le faltaba. Si tan solo no hubiera tratado de ser una heroína en aquel incendio… Sabía que tanto su hermana como Weiss tendían buenas intenciones pero estaba harta de que le intentaran forzar.
-Ruby…- separándose resopló mientras intentaba servirse de nuevo otro vaso con té, por fortuna esta vez consiguió llenarlo son derramarlo - agradezco que queráis ayudarme pero no voy a perder el tiempo yendo a un ver a una psicóloga, solo quieren mi dinero no les importa realmente si te ayudan o no-
Su hermana frunció el ceño ante el despectivo concepto que tenia de los psicólogos pero decidió dejarlo pasar por alto - eres mi hermana y te quiero con todo mi ser, pero no puedo permitir ver como cada vez te hundes más en un pozo - mandándola callar con un gesto prosiguió - es tu elección Yang pero piensa si prefieres ahogarte en la oscuridad o utilizaras la cuerda para salir a la luz-
Esta vez sí que se dejó envolver por los brazos de su hermana en un necesitado abrazo durante varios minutos. Fueron interrumpidas por el ladrido de Zwei que ansioso entró en la cocina en busca de su compañera de paseo.
-mira todos tenemos que hacer cosas que no nos gustan, ahora Zwei tiene que ir al veterinario- una pequeña sonrisa se formó en los labios de la rubia por la comparación - prométeme que lo intentarás-
-está bien- encogiéndose de hombros como restándole importancia solo recibió una mirada algo molesta de su hermana - palabra de Yang Xiao Long, ahora vete a tu cita Weiss debe de estar a punto de llegar-
-¡no es una cita!-
Ante el sonrojo de su hermana no pudo evitar sonreir suavemente, estaba claro que esas dos se gustaban incluso había pillado a la heredera de hielo mirar de una forma que derretiría a cualquiera a su hermana, pero por alguna extraña razón ese par era totalmente ajeno a los sentimientos que tenían en común.
-claro, lo normal es que te inviten a comer y pasar el resto del día en un balneario privado donde nadie os pueda molestar-
-solo somos amigas-
-una amiga a la que estas deseando ver en bikini, intenta no ponerte tan roja cuando llegue el momento-
Siendo empujada por la puerta de la cocina enganchó la correa al collar de Zwei mientras le daba unos toquecitos para que le hiciera caso, parecía que sabían perfectamente hacia donde iban. Antes de salir miró por última vez a su hermana que detallaba lo necesario para su "no cita", ojalá su hermana y Weiss terminaran dándose cuenta de lo que sucedía entre ellas y fueran felices. Debía admitir que cuando conoció a la heredera no tuvo buena impresión sobre ella y es que alguien que menosprecia e insulta a tu hermana pequeña no tiene perdón, pero poco a poco vio como cambiaba la relación y lo que se ocultaba tras esa montañas de insultos e indiferencias, les había costado llegar a donde estaban pero tras haber superado el orgullo de la heredera había quedado más que claro la química que tenían. No mentiría si decía que tenía envidia de que su hermana hubiera encontrado ese alguien que te remueve el interior con tan solo una mirada, ella... había renunciado a encontrarla ¿Quién querría a alguien incompleta?
Cuando atravesaron la puerta del veterinario enseguida fueron recibidas por Neón quien no tardo en acariciar la cabeza de Zwei mientras este ofrecido se daba la vuelta para que le rascase la tripa - enseguida avisaré a Velvet, primero déjame dar una galletita a este bichito tan adorable- Yang juraría que apareció el mismo brillo en los ojos de Zwei que en los de Ruby cuando vio la galleta. Bueno una prueba más de que los perros se parecen a sus dueños.
-hola Yang- sonriéndole de forma cálida Velvet le dio un abrazo de bienvenida - ¿Cómo estás?-
-bien- frotándose la mano en el abrigo se encogió sobre sí misma - ¿no funciona la calefacción?- su temperatura siempre había sido un poco más elevada que el resto pero eso no evitó que en el trayecto al veterinario el frío se calara hasta sus huesos.
-hemos tenido unos problemas así que la hemos puesto hace poco- rascando tras la cabeza de Zwei miro la hora del reloj - umm tengo que terminar una cosa ¿os importaría esperar un poco?-
-no hay problema-
Yendo a la sala de espera se preparó para recibir las miradas de la gente sobre ella, curiosamente solo hubo una chica con un libro que no reparó en ella, incluso cuando la gente comenzó a murmurar. Sentándose a su lado dando un par de palmaditas al lomo de Zwei miró nerviosamente al suelo, como odiaba ser el centro de la atención. Tras veinte minutos de espera en total silencio sacó su Scroll para distraerse un poco pero debido a su torpeza termino tirando al suelo el libro de la chica junto a ella.
Las risas no tardaron en salir a flote de algunas de las personas allí presentes y el libro volvió a caerse de su mano varias veces más. Humillada siguió intentando cogerlo con el mismo resultado hasta que una suave mano se puso sobre la de ella y le ayudó a agarrarlo. Era extraño pero por primera vez que alguien le ayudara no le resultó desagradable. Mirando a la dueña de la mano se encontró frente a unos ojos dorados que la miraban fijamente, se vio obligada a contener el aliento ante la hermosa joven que estaba observando. Devolviéndole el libro se limitó de desviar la atención de la belleza de pelo negro para centrarse en Zwei que gruñía a todos aquellos que reían.
-¿Qué es todo este escándalo?-
Velvet no tardó en comprender la situación y hecho a todos aquellos que tan cómica parecía haberles resultado la situación.
-lo siento mucho Yang - la tristeza se reflejaba en el rostro de su amiga así que se forzó a sonreír restándole importancia.
-no pasa nada- poniéndose de pie incómoda miro a la joven de su lado que seguía atenta cada uno de sus movimientos, le recordó por un segundo a un felino.
-estoy atendiendo a Gambol pero si a Blake no le importa puedes pasar con ella y así no tendrás que esperar más-
Levantándose en silencio a la joven que le correspondía el nombre de Blake entró en la consulta no sin antes dirigir una mirada que distaba mucho de ser amistosa a todos aquellos que habían mirado impasibles la escena, tenia lo mismo de culpa el que no hacía nada por evitarlo como el que lo hacía. Una vez en la consulta en la cama medio adormilado se encontraba un gato totalmente negro con ojos dorados entrecerrados. Blake no tardó en cogerlo entre sus brazos y besarle la cabeza con cariño. Aquella escena saco una sonrisa enternecida en Yang.
-Gambol está perfectamente, solamente tenía un pequeño empacho pero no hará falta que se quede esta noche- riendo ante el maullido del gato Velvet dio a Blake una hoja con algunas anotaciones - dale estos piensos durante varios días y en nada estará como antes ¿has oído eso señorito? Nada de comer atún durante varios días-
Eso no pareció gustarle al gato pero su dueña estaba claramente aliviada.
-gracias Velvet, si tiene algún problema te avisaré-
Desviando su atención nuevamente a Blake se sorprendió a si misma queriendo escucharla hablar de nuevo por lo que se sonrojó levemente cuando la mirada dorada se fijo en ella expectante después de haberla cogido de la chaqueta.
"mierda ¿Qué digo ahora?"
-Yang- reprendiéndose a sí misma mentalmente se sorprendió al ver una genuina sonrisa en el rostro de Blake.
-ya lo sabía- ante la cara de confusión que debió haber puesto se apresuro a aclarar - Velvet a dicho antes tu nombre-
-cierto- riendo ante su torpeza ignoró la divertida mirada de Velvet que parecía disfrutar con tal escena.
-¿Qué querías?-
-yo emm- genial la había detenido por impulso sin pensar en las consecuencias, más le valía pensar en algo y rápido si no quería que Blake pensara cosas que no eran –gracias por lo de antes-
-no tienes que dármelas- sonriendo de forma suave se disculpo cuando sonó su Scroll y tras una breve conversación se despidió diciendo que tenía prisa.
Una vez a solas con Velvet exhaló el aire que hasta ahora no se había dado cuenta que retenía. Zwei la miraba atento ladeando la cabeza pero nada tenía que ver con la veterinaria cuyas orejas de conejo estaban ligeramente contraídas mientras se aguantaba la risa.
-¿en serio Yang? ¿Qué ha ocurrido con la rompecorazones que conocí? Parecía que tuvieras miedo de ella-
Ignorando el leve rubor en sus propias mejillas movió su mano nerviosamente - bueno es solo que quería hacerme la inocente ya sabes, eso les gusta más-
Lo que no se esperaba era que la mirada de Velvet pasara de divertida a feliz en cuestión de un segundo - no te había visto actuar así desde hace mucho-
Sonriendo internamente se alegró de la misma forma, por un momento se había sentido como Yang Xiao Long, no como la incompleta persona que era ahora y con una extraña sensación en el estómago calló en la cuenta de que en toda su interactuación Blake no había mirado su brazo ninguna vez. Quizás a partir de ahora tuviera un motivo más por el que venir al veterinario.
Cuando Velvet terminó de revisar Zwei estuvo tentada de preguntarle más sobre Blake pero lo más seguro es que se tratara de una clienta más de su lista. Así que se sorprendió cuando al despedirse le dejó una nota en la que aparecía un número de teléfono mientras le guiñaba el ojo, menos mal que sabía que estaba saliendo con Coco de lo contrario habría pensado que su fauna amiga quería algo más con ella.
Al llegar a casa sintió una sensación de agobio recorrerle el cuerpo al verla vacía pero al ver la nota en la nevera recordó que su hermana volvería por la noche.
"Tranquila Yang, Ruby no te abandonará nunca"
Por más que se repetía aquellas palabras no lograba convencerse. Quizás sí que tuviera razón su hermana y debería de ver a esa psicóloga después de todo Ruby tenía una vida, no podía obligarla a atarse a ella para siempre.
-ha sido una salida algo movida eh Zwei- acariciando suavemente su cabeza este lamió su mejilla como muestra de apoyo. Puede que fuera un perro pero era capaz de detectar su estado de ánimo más rápido que cualquier persona. Mientras esperaba a que se calentara la comida que había dejado preparada Ruby miró el número de teléfono con una leve sonrisa, lo cierto es que no recordaba la última vez que había sentido interés por conocer a alguien pero dudaba que Blake tuviera interés en ella. Desde que había tenido el accidente no había salido con nadie porque dudaba ser del interés de alguien, pero esa chica con su aura de misterio había conseguido despertar en ella una ligera esperanza. Tampoco pensaba que Velvet le diera el teléfono de Blake si no supiera que tenia opciones, confiaba en su amiga y sabia que no se arriesgaría a poner en juego la poca autoestima que aun poseía.
¿Sería muy extraño si la llamaba? Tras debatirlo internamente arrugó el papel y lo lanzó a la basura, no valía la pena hacerse ilusiones.
Entrada la madrugada Ruby entró con sigilo en la casa, no quería despertar a su hermana pero todos sus intentos fueron en vano cuando Zwei ladró contento de verla allí - oh chico así no habíamos quedado que era el sigilo- entrando al comedor el olor a queso inundó su nariz por lo que cogiendo la caja de cartón donde quedaba media pizza negó con la cabeza. Quería a su hermana pero se estaba echando a perder.
-pensaba que pasarías la noche con Weiss-
-no, es solo que se nos hizo tarde pero parecía que no quería que me fuera incluso había reservado una habitación para las dos-
Con la mano sobre su frente Yang se compadeció de la pobre heredera que seguramente habría terminado sola en una habitación lujosa después de haberse hecho unas expectativas algo calientes.
-¿Por qué no te has quedado con ella? Quería pasar la noche contigo-
-¿conmigo? ¿Por qué?- de verdad que su hermana podía llegar a ser inocente cuando quería, pese a tener diecinueve años en ese aspecto era más inocente que un niño pequeño - no quería dejarte sola-
Aquello terminó de golpe con toda la diversión, se había terminado convirtiendo en un estorbo para su hermana como tanto temía. Ruby no se merecía aquello y si seguía por ese camino solo conseguiría que se hartara de ella y terminara abandonándola como había hecho su madre y la mayoría de las personas que consideró cercanas a ella. Debía empezar a sacrificarse por los demás.
Tampoco había pasado por alto la mirada de decepción de Ruby cuando entró por la puerta.
-he estado pensando…-
-¿sobre qué?- recogiendo el desastre que había dejado por toda la casa detuvo sus movimientos para encentrarse en lo que le tuviera que decir Yang.
-creo que iré a ver a esa psicóloga-
No había terminado la frase cuando un abrazo de su hermana la derribó al suelo mientras la miraba con una gran sonrisa, hacía tiempo que no la veía tan feliz.
-no sabes cuánto esperaba oír eso-
Si tenía alguna duda de si lo que iba a hacer era lo adecuado ver la felicidad de su hermana las despejó rápidamente.
Sentada en el cómodo sofá de piel negro su cuerpo distaba mucho de estar relajado, es más se podía notar un ligero temblor en sus hombros. Recorriendo con su mirada los distintos diplomas que colgaban de la pared y los cuadros que había esperó a que la mujer enfrente de ella iniciara la conversación. Pero al ver qué pasaba el tiempo y no decía nada se vio forzada a romper el silencio.
-¿no deberíamos de empezar?-
-¿eso es lo que quieres?-
-es lo que debemos hacer, por algo te estoy pagando-
-no creo necesario tener que recordarte que esta sesión también es gratuita-
-porque la ha pagado Weiss-
-no, me comentó tu caso y me pareció que tenía un gran potencial- negándose a creerlo adopto una postura defensiva -eres libre de creerme o no pero solo quiero ayudarte-
Reclinándose hacia delante la analizó mentalmente, hoy llevaba su largo su largo cabello rojo recogido en una coleta alta contrarrestando con su camisa blanca y falda negra, pero lo que más le llamaba la atención eran la calidez y confianza que desprendían sus ojos siempre que la enfocaban. Pyrrha Nikos era una mujer hecha para esta profesión.
-háblame de cómo te has sentido desde que empezamos-
-mejor, no es tan malo como pensaba-
Aquello dibujó una sonrisa en la cara de Pyrrha.
-me alegro de oír eso pero tus progresos son demasiado lentos, aun no hemos tocado el tema de tu accidente-
-ni falta que hace-
Solamente sabían la verdad ella y su hermana, ni quiera su padre al que veía con poca frecuencia sabia como lo había perdido exactamente.
-en los informes del hospital pone que fue en un incendio pero no hay detalles-
Le incomodaba en exceso hablar sobre ese tema pero sabía que tarde o temprano deberían llegar a él.
-no quiero hablar más sobre ello-
-está bien pero tengo una tarea asignada para ti-
-¿una tarea? ¿Como los niños pequeños?-
-sí, tienes que ampliar tu círculo de amistades para cuando nos volvamos a ver-
Eso no le gustaba, le sobraba con los amigos que conservaba al menos ellos le habían demostrado que estarían allí para ella incluso en los malos momentos. Ese miedo al abandono era uno de los trastornos que postraumáticos del accidente que tarde o temprano tendría que solucionar pero aún no estaba lista.
-se que te puede resultar difícil Yang pero tienes que ampliar tus amistades o incluso intentar buscar pareja, no te abandonaran-
Enfocando su mirada en el elegante movimiento que hacía con el bolígrafo al anotar algo en el cuaderno Pyrrha esperó a que pasara el tiempo. Pensaba que si hacia como que no había escuchado cedería pero no fue así, finalmente tuvo que acceder y le prometió que la próxima vez tendría a alguien en su lista de contactos. Por su mente como un destello oscuro apareció la chica que vio en el veterinario, si tan solo hubiera conservado su número en lugar de tirarlo podría haber la añadido y conseguido cumplir la tarea, aunque algo le decía que Pyrrha no se lo habría creído tan fácilmente.
Pensando que un poco de aire le vendría bien fue hacia el parque más cercano. Fuera como fuere su vida empezaría a cambiar y tenía dos opciones o iba en la misma dirección o acabaría perdida. Tan sumida estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta de la chica que andaba en su dirección y terminó tirando el libro que esta llevaba en la mano. Recogiéndolo rápidamente formuló una disculpa que se perdió en el aire al encontrarse de nuevo con esa mirada dorada que la hipnotizó semanas atrás.
-tienes una costumbre un tanto extraña de saludar-
-normalmente no suelo ser tan torpe-
-eso espero-
Sin apartar la mirada durante unos segundos finalmente Yang carraspeó un poco y le tendió la mano a modo de saludo - Yang Xiao Long para servirla- ¿Por qué le resultaba tan fácil hablar con ella? Era como si la conociera de toda la vida.
-Blake Belladonna-
Notando una ligera descarga eléctrica cuando sus manos se estrecharon señaló con la cabeza hacia un puesto donde vendían café, y pensar que al principio le pareció una tontería esos puestos andantes dentro de un parque.
-como compensación por interrumpirte dos veces en la lectura te invito a un café-
¿Se estaba precipitando? ¿Lo tomaría como una ofensa o algo repulsivo viniendo de ella y huiría de allí? No se dio cuenta de en qué momento su respiración se empezó a acelerar pero la genuina sonrisa de Blake logró calmarla lo suficiente para calmar su seguramente ataque de ansiedad.
-solo si prometes no tirar mis libros otra vez para tener una excusa-
Con la boca ligeramente abierta la siguió hasta el puesto mientras miraba su forma de andar, esa chica era realmente atrayente sin proponérselo. Sentadas en un banco de vez en cuando daban sorbos a su bebida, no es que fuera una conversación muy fluida si se tenía en cuenta que Blake estaba leyendo un libro y ella estaba sumida en sus pensamientos pero el ambiente era cómodo. En ocasiones no hacía falta decir nada para valorar la presencia del que tienes al lado.
-mira mama esa chica tiene el abrigo raro-
-cállate Byron- cogiendo de la mano al niño lo aparto de allí no sin antes dar una disculpa a Yang por el desafortunado comentario de su hijo. Se había dejado la manga suelta para que la gente no reparara tanto en la ausencia de la mitad de su brazo pero por lo visto no era suficiente.
-¿no te molesta que te juzguen antes de conocerte?-
-me he acostumbrado-
Lo cierto es que desde que iba a las sesiones con Pyrrha esa clase de comentarios y actitudes habían dejado de molestarle tanto… quizás le debía una disculpa a Pyrrha por haberla prejuzgado de esa forma.
-no deberías, nadie debería de juzgarnos por lo que parecemos ser sino por lo que somos-
Aunque tenía razón le pareció extraño que una chica que aparentemente era totalmente normal hablara de ese modo, como si supiera demasiado bien de lo que hablaba. Examinándola detenidamente mientras volvió a la lectura del libro se percató de que las dos veces que la había visto llevaba un lazo negro en la cabeza. La mirada fija que mantuvo en su lazo pareció incomodarla y rápidamente se levantó del banco mirando nerviosamente a los lados ¿Dónde se había metido esa joven que desprendía seguridad y misterio?
-creo que debería de irme ya-
-¡espera!- mierda no debería de haber sonado tan ansiosa pero sentía que si la dejaba ir así no la volvería a ver, incluso las probabilidades de verla de nuevo eran ínfimas a no ser que le pidiera el teléfono y dirección a Velvet pero la pondría en un compromiso legal -perdona si he hecho algo que te haya molestado-
Blake suspiró antes de hacer el amago de algo parecido a una sonrisa, por lo menos no parecía tan nerviosa como antes -no has hecho nada soy yo- parecía debatir internamente con ella misma así que Yang busco algo con que distraerla.
-¿eres escritora?-
-¿Qué te ha hecho llegar a esa conclusión?-
Encogiéndose de hombros miró su libro -bueno no conozco a muchas personas que les apasione tanto leer hasta el punto de chocarse con desconocidos-
-oye te has chocado tu conmigo- riendo un poco negó con la cabeza para darle una mirada enigmática -eres algo curiosa Yang-
-¿gracias?-
Escuchando la suave risa de Blake se contagió y ambas terminaron riendo hasta que consiguieron parar -hacia mucho que no me reía-
-no pareces una persona con falta del sentido del humor-
- no lo soy pero últimamente no tenía ganas-
No sabía porque estaba hablando con ella de esa forma si acababa de conocerla pero esa extraña sensación de comodidad solo hacía que aumentar. Sacándola de su ensoñación el sonido del Scroll de Blake esperó terminara de hablar pero antes tan siquiera poder a decirle algo más se marchó de allí rápidamente. Era extraño que cada vez que sonara el teléfono se esfumara a toda prisa pero suponía que tenía sus misterios.
El trayecto a casa por primera vez se le hizo tan ameno que no recayó en su falta de brazo hasta que al entrar en su habitación y desnudarse de torso para arriba se vio reflejada en el espejo. Tendría que estar acostumbrada a la imagen que le devolvía pero su mente se divertía haciendo que en ocasiones inconscientemente apareciera el resto de su brazo en su reflejo, aun tenía mucho camino que recorrer.
-hey pequeño- cogiendo la pelota que había traído Zwei se sorprendió del tacto rugoso que tenia, fue entonces cuando se dio cuenta de que era un papel arrugado.
En la cocina Ruby preparaba un plato de pasta cuando un grito de su hermana le hizo correr y prácticamente chocarse contra ella.
-¿Qué ocurre?-
Sorprendida se dejó abrazar por su hermana que sonriendo feliz agitaba un papel. Cuando vio un número escrito en él su confusión solo hizo que incrementar, no entendía que sucedía pero ver a Yang en ese estado le contagio la alegría.
-es su teléfono-
No quería decir que fuera a llamarla pero ya tenía una forma de contactar con ella y había podido comprobar que siempre llevaba su Scroll encima. La puerta de entrada se abrió dejando paso a una chica con el cabello blanco que nada más entrar se quito los zapatos masajeándose los tobillos. Al ver la cara de felicidad de las dos hermanas frunció el ceño sin comprender nada.
-¿me he perdido algo?-
-solamente dile a Pyrrha que el próximo día llevaré la tarea hecha-
-de acuerdo supongo…-
No tardaron en perderla de vista y quedar solas en la habitación. Azul intenso se fijó en los movimientos de la chica menor que ella que feliz tarareaba mientras preparaba la masa para hacer galletas. Sin decir nada se puso a ayudarla contagiada por la alegría que parecía irradiar en ese momento, si cabe tenía más energía que de costumbre.
-estás haciendo demasiada comida-
-pero tengo que aprovechar que el horno esta encendido-
Negando ante lo infantil que era continuaron mano a mano hasta que llego el momento de poner chocolate, con su mano para jugar un poco mancho la nariz de Ruby pero su risa se corto automáticamente cuando cogiendo su mano lamió el chocolate que resbalaba por sus dedos. Conteniendo el aliento cuando sus labios se rozaron Weiss cerró los ojos a la espera de que Ruby eliminase toda la distancia pero tardaba demasiado, al abrir los ojos vio la duda reflejada en los plateados.
-eres una idiota-
-¿yo? ¿Qué he hecho ahora?-
-¿no te das cuenta?-
Asomada por la puerta de su habitación Yang sonrió ante la escena que compartía su hermana con Weiss en la cocina. Su hermana era demasiado inocente como para comprender el verdadero motivo del enfado de Weiss, tendría que hacerle ver de alguna forma más evidente si es que era posible los sentimientos de la heredera.
-relájate un poco princesa, Ruby no es muy inteligente-
-¿tú también Yang? ¿Se puede saber que he hecho?-
-precisamente ahí está el problema hermanita-
Girando ambas la cabeza ante el resoplido de resignación de Weiss terminaron su pequeña "discusión", la joven heredera parecía derrotada al haber descuidado su siempre porte elegante acomodada en el respaldo del sofá mientras encendía la tele. Se notaba que estaba bastante cansada pero por lo visto su hermana había vuelto con las galletas.
Sintió algo dentro de ella bullir de su interior y antes de poder evitarlo las palabras salieron por su boca.
-yo que pensaba que os había pillado con las manos en la masa y resulta que estabais a punto de pasar a otra masa- la cara de desconcierto de Ruby solo aumentó cuando al ver a Weiss sus mejillas habían adquirido un rojo que podía competir perfectamente con algunos de los tomates que había por la mesa.
La cena transcurrió sin ningún problema con charlas algo amenas sobre cómo le había ido el día a Weiss y al parecer había sido más pesado de lo que se imaginaban, a pesar de estar estudiando la carrera y trabajando en la empresa de su padre a media jornada las presiones de este para que se esforzara más no cesaban.
-no quiero que mis padres discutan ni poner en un compromiso a mi madre pero podría aunque sea intentar participar, mi padre no me hace caso y a la única persona que escucha no le apetece intervenir-
-igual lo único que quiere tu madre es ser neutral-
-lleva veintiún años siendo neutral Ruby-
Yang decidió que lo mejor era no intervenir en asuntos tan delicados pues aunque Weiss fuera su amiga no aceptaba ningún comentario referente a ese tema, la única que tenía tal privilegio era Ruby. Solamente podía esperar el momento adecuado para hacer algún giro en la conversación y que no pasara a mayores. Aprovechó que la heredera paró a beber.
-¿Qué tal lo está haciendo tu compañera?-
-es molesta-
Siendo sincera no se esperaba otra respuesta viniendo de ella, podrías ser la persona más silenciosa y tranquila del mundo que bajo la mirada de Weiss serias lo más molesto y ruidoso. Pero ahora no le llevaría la contraria.
-cambiando de tema ¿Qué tal con Pyrrha? Parece que últimamente estas mucho más alegre-
-lo cierto es que estoy mejor-
-mejor es poco tendrías que haber visto como se ha puesto por un número que había en una bola de papel-
"Oh no"
-Ruby-
-¿era un número de teléfono?-
Podía ver como la sonrisa de Weiss iba creciendo por segundos.
-Ruby-
-sip ¿Cómo lo sabes?-
La sonrisa ladina de Weiss no tardó en extenderse completamente y en ese preciso momento Yang supo que pagaría las consecuencias del comentario anterior.
-parece que tu hermana se encuentra los suficientemente bien como para volver a sacar su lado de rompecorazones-
-¿es eso verdad?-
No sabía porque su hermana estaba tan emocionada pero no quería que ninguna de las dos pensara nada extraño, simplemente se trataba de una chica a la que había visto dos veces. No iba a negar que la chica le atraía pero no estaba en condiciones de empezar nada y mucho menos con una chica de la que dudaba compartiera sus mismos gustos. Dudaba que alguien como ella pudiera aportarle algo que no fueran problemas.
-no es nadie, solamente una chica que conocí el otro día-
-no me puedo creer que no me hayas dicho nada- haciendo como si hubiera recibido un disparo en el corazón Ruby se llevó las manos al pecho sobreactuaba con una muerte que pese a los comentarios de Weiss para que parase incluso ella encontraba divertidos. Pero su mente seguía teniendo en mente aquellos ojos dorados tan enigmáticos y felinos, una servilleta impactando en su rostro la trajo a la realidad.
-y una amiga te tiene en las nubes, no te creo Xiao Long ¿Cómo se llama?-
¿Qué debía hacer? realmente no había nada que explicar ni tan siquiera podía considerar la idea de llamarla amiga, incluso conocida podía ser demasiado dependiendo por donde se viera. Pero no había duda quería seguir conociendo a esa chica fuera de la forma que fuera.
-no tiene importancia-
-de eso nada, Ruby trae su Scroll y el papel vamos a hacer las cosas por ella-
-¿Qué?-
Haciendo gala de su característica rapidez Ruby en cuestión de segundos llegó con el móvil en la mano y el papel en la otra. Quizás si hubiera tenido los dos brazos habría bastado para atraparla y acabar con esa tontería y quitarle su Scroll pero todos sus esfuerzos eran inútiles.
-espera, espera - no podía arriesgarse a que le enviaran un mensaje a Blake ¿Qué pensaría ella de que tuviera su teléfono? ¿Como la miraría otra vez a la cara sin que pensara que era una especie de acosadora?- solo la he visto dos veces y tengo su teléfono porque Velvet me lo dió, la pondré en un compromiso si la llamo-
Aquello pareció hacer recapacitar a su hermana pero Weiss le quitó antes de que pudiera reaccionar el Scroll tecleando algo rápidamente -¿no crees que Velvet ya sabía a qué se arriesgaba si te lo daba? Seguramente la conozca lo suficiente como para saber que no le importaba-
Eso lo dudaba, por lo poco que había interactuado con Blake se imaginaba que no era precisamente una persona muy social pero tampoco podía negar que parecía sentirse cómoda con ella.
-te lo diré una última vez o me dices su nombre o le enviaré un mensaje que haga que tus juegos de palabras sean una tontería al lado de estos-
-Blake Belladonna-
Por unos segundos le pareció ver dudar a Weiss y que su sonrisa disminuía pero lo atribuyó a imaginaciones suyas. Devolviéndole el teléfono comprobó que solamente había guardado el número bajo el nombre que le había dado, era un alivio porque no sabía que hubiera hecho de haberle puesto algo.
-¡pero yo quería escribirle algo subido de tono!- dijo Ruby cruzándose de brazos dejando sorprendidas a las otras dos que la observaron incrédulas.
-podrías sacar ese lado más a menudo con Weiss a la pobre la tienes a dos velas-
Ignorando el grito de la heredera y las explicaciones de su hermana sobre el significado de lo dicho se fue de allí mientras miraba la pantalla de su Scroll algo con una extraña mezcla de sentimientos en su interior. Dejándose caer sobre la cama se tapó con las sabanas con una extraña sensación apoderándose de su cuerpo, antes de dormir decidió que mañana volvería a empezar a entrenar. Era momento de recuperar aunque fuera una pequeña parte de la seguridad de la que solía tener, después de todo ligado a la autoestima estaba la seguridad y verse bien pero recordaba demasiado bien la última vez que lo intentó.
Sudorosa pero con una pequeña sonrisa de satisfacción se dejó caer contra la pared, su pecho subía y bajaba a un ritmo alarmante y todos sus músculos parecían gritar por un poco de descanso, incluso parecía que su ausente brazo estaba agotado. Por fortuna conocía Neptune, el dueño del gimnasio así que este no había tenido inconveniente en dejar que viniera antes para empezar sus entrenamientos, no estaba segura de poder soportar la mirada constante de gente desconocida sobre ella las peores eran las de lástima.
-wow parece que alguien ha entrenado hasta el agotamiento- extendiendo una mano frente a ella Neptune con su característica aura de galán conquistador le ayudo de un tirón a levantarla.
-tenía mucho que recuperar-
-y yo me alegro de eso- por una vez pudo apreciar al joven amable que se escondía detrás de esos "encantos" - créeme me alegro mucho de ver eso- su mirada bajo descaradamente al escote de Yang y esta solamente pudo darle un puñetazo en el brazo a modo de reprimenda.
Ahora que miraba alrededor se le hacía extraño no ver al chico fauno. Sun se pasaba gran parte de la mañana en el gimnasio normalmente pero supuso que tendría cosas que hacer.
-Sun debería de estar al llegar ¿no?-
Bufando Neptune dejó de ajustar las ultimas máquinas mientras negaba con resignación - ha conocido a una chica, bueno en realidad la conoce desde hace bastante pero por fin ha decido dar el gran paso-
Aquello le sorprendió no sabía que Sun estaba en una relación tan seria. Es cierto que hacía bastante que había hablado con él pero un par de meses no era tiempo suficiente para casarse con alguien ¡pero si tenían la misma edad! - ¿pero no es un poco joven para casarse?-
-¿Cómo?- ante su fallo Neptune empezó a reírse haciendo que resonara por la vacía sala -¿Sun casarse? Eso sí que ha tenido gracia - algunas lágrimas tentaban con caer de sus ojos producto de la risa- me refiero a que por fin está decidido a pedirle salir, pero ella parece totalmente ajena a sus múltiples intentos fallidos-
"bueno no es la única, mi hermana seria otro junto contigo" pero prefirió guardarse sus pensamientos. Todos estaban hartos de ver los intentos de Neptune por conquistar a Weiss aunque ella le daba constantemente negativas por los motivos que todos menos él y su hermana sabían.
-espero que le salga bien- se alegraba de que su amigo encontrara por fin a alguien por quien mereciera la pena luchar. Ella aun esperaba ese alguien.
-¿y qué te hizo querer entrenar?-
Desconcertada tardó más de lo esperado en responder - bueno creo es hora de ir poco a poco adaptándome a mi nueva realidad - no quería entrar en detalles.
-lo entiendo-
"no, no lo haces nadie lo podría hacer"
-¿y no hay alguna jovencita detrás?-
Girándose para ver a quien pertenecía la voz se encontró cara a cara Sun. Había cambiado tanto la voz para parecer otra persona que no le había reconocido.
-bueno eso seria quizás un pequeño plus que sumar a mi iniciativa-
Riendo de buena gana Sun le dio un abrazo para luego separarla haciendo una mueca - podrías haberte duchado Yang me has dejado empapada la camisa-
-lo extraño es que tu estes llevando-
-tengo que impresionar a mi dama-
-oh no seas tonto no necesitas eso para impresionarme-
Tanto Yang como Sun miraron unos segundos fijamente a Neptune antes de estallar en carcajadas, esa frase con una imitación de la voz de Weiss había sido de lo mejor que había escuchado en bastante tiempo.
-bueno voy a ducharme antes de que venga alguien-
Parecía que Sun iba a añadir algo pero antes de darle tiempo a responder entró en los vestuarios. Cuando el agua caía libremente por las curvas de su cuerpo cerró los ojos permitiéndose el lujo de reflexionar tranquilamente. Ante ella pasaron esos últimos meses en los que había pasado de estar en un pozo negro a levantar la mirada y ver una luz que si quería podría alcanzar, no sería fácil y seguramente para avanzar tendría que retroceder pero por lo menos ahora salía de casa y aunque fuera evitando a la mayor cantidad de gente posible era un comienzo. Además dar privacidad a su hermana y Weiss era lo mínimo que podía hacer por ellas después de todo lo que la habían ayudado porque estaba segura que ellas fueron el único flotador que la mantuvo con vida en lugar de ahogarse.
El ruido de una taquilla cerrándose la distrajo y alertó haciendo que desesperada buscara la toalla pero terminara con los ojos llenos de jabón.
-mierda-
Cortando el agua sin haber abierto aun los ojos envolvió todo lo deprisa que pudo la toalla alrededor de su cuerpo pero no era una tarea fácil para una sola mano. Exclamando una maldición cuando la toalla cayó al suelo se agachó para buscarla, los ojos le escocían demasiado para abrirlos y buscarla. Estaba segura que si los abría estarían rojos pero no tenía claro de si seria por el mismo jabón o por la imponencia de no poder hacer algo tan sencillo como atarse la toalla.
Una mano apoyada en su hombro le hizo dar un respingo y contener un grito ¿quién estaba con ella? ¿Habían abierto ya?
-soy yo Yang-
¿Blake? Cogiendo la toalla se la envolvió sujetándola con fuerza con la mano. Pero ahora tenía un problema ¿Cómo iba a enjuagarse los ojos si no podía soltarla? Por toda respuesta sintió un poco de agua caer sobre sus ojos y después pasar una toalla húmeda por ellos. Cuando sus ojos volvieron a enfocar con claridad los dorados de Blake le devolvieron la mirada, parecía estar a analizándola detenidamente. Por fortuna pareció comprender que lo que menos necesitaba era que le preguntara como estaba.
-¿no es un poco pronto para que estes en el gimnasio?-
-he venido con Sun-
"oh" aquello le provocó una ligera punzada en el pecho. Si ella había venido con su amigo suponía que debería ser la chica de la que le había hablado Neptune, poco le falto para reírse ante su mala suerte. Desde el accidente no se había interesado por nadie y cuando lo volvía a hacer resulta que era en la novia de su amigo. El silencio que se instauró entre ellas fue todo lo contrario al de aquella tarde en el parque.
Tenía que hacer un esfuerzo, puede que no tuviera opción de ir más allá de la amistad con ella pero no por ello debía ignorarla o evitar una posible amistad pero la había ayudado en varias ocasiones y nunca había reparado en su brazo o al menos le había tratado diferente por ello, ni una pregunta había salido de sus labios en referencia a algo tan peculiar y llamativo.
-así que… ¿de qué conoces a Sun? Es tu novio-
"Muy sutil Yang"
-no- pronunció esas palabras demasiado seria pero con un ligero sonrojo. Cualquiera sabría como tomarse aquello -solo es un amigo-
-eso creo que él no lo tiene tan claro- había vuelto a hablar de más e incluso podría decirse que había traicionado en un segundo a su amigo pero las palabras habían salido solas.
La mirada que le dio Blake no supo como identificarla pero antes de darse cuenta su espalda estaba chocando con la pared de la ducha, ante el contraste de temperatura tuvo que ahogar un grito. Podía sentir el aroma de Blake perfectamente mientras su corazón latía furiosamente contra su pecho.
-me gusta la gente más interesante- notando su nariz rozar el cuello tragó saliva cuando la lengua de Blake recorrió su cuello de abajo hacia arriba -como tú- con un mordisco en el lóbulo de su oreja se separó dejando a una jadeante Yang en estado de shock. No comprendía que acababa de pasar pero lo que sí que comprendía es que necesitaba otra ducha de agua fría.
Una vez cambiada se acercó a sus amigos con una sensación de angustia en el estómago pues sentía que había traicionado a su mejor amigo a pesar de que ella no había iniciado nada. La mirada de Blake sobre ella la puso nerviosa pero parecía mirarla como rogando que no dijera nada, no comprendía nada pero hizo lo que rogaba.
-gracias a tus largas duchas no llegamos a final de mes- fingiendo enfado Sun le tiró a la cara un cheque donde ponía una cifra sumamente alta - lo quiero firmado e ingresado mañana a primera hora-
Un par de bromas más siguieron a esas y tras una discusión que se quedo en nada Sun carraspeó algo avergonzado mirando a Blake - esta es Blake, una amiga- la mirada que le dedico distaba mucho de ser solamente de amistad pero nadie dijo nada.
-lo sé- la mirada algo asustada de Blake se fijó en ella, eso le hizo fruncir el ceño - la he conocido antes en los vestuarios- sospechaba por donde iba el asunto y aprovechó para tentar a Blake - ha sido muy interesante… le he dado un susto que no creo que olvide nunca-
-¿Blake asustarse? Eso sí que es nuevo- los dos chicos parecían totalmente ajenos a la tensión creciente entre las dos chicas por lo que pronto se fueron a preparar las cosas para iniciar un día de trabajo. Sospechaba que Sun no tenía ni idea de los verdaderos gustos de Blake o eso le había podido dar a entender su asustada mirada, pero no entendía porque no se lo decía a Sun cuando estaban claras sus intenciones.
-bueno creo que debería irme a casa-
-espera Yang ¿podemos hablar?-
-¿sobre qué?-
-lo de la ducha…no era yo-
Esto prometía.
-¿te refieres a cómo has marcado el territorio?-
Notó como se tensaba ante esa expresión -si… ¿podemos hacer como que no ha pasado?-
¿Pero de que iba esa mujer? Primero le tentaba y ahora pretendía hacer como que nada había pasado, todo esto solo le causaba una gran confusión pero terminó cediendo ante la mirada de Blake. Apretando la mano de Blake intentó ignorar de nuevo el escalofrió que la recorrió ante la intensa mirada dorada y la sensación de sus pieles tocándose. Un contacto tan leve y a la vez tan intenso.
-está bien pero con una condición ¿puedo hablarle a Pyrrha sobre ti?-
-¿Quién?-
(&&&)
Con una sonrisa de suficiencia miraba los cuadros de las paredes mientras el sonido del bolígrafo deslizándose por la hoja provocaba ligeras contracciones en sus felinas orejas, su cola daba ligeros golpecitos al sofá que pronto cobraron más insistencia ante el silencio generado. La mujer frente de ella parecía ajena al hecho de que su paciencia estaba llegando al límite por lo que harta de tanta espera se levantó dando una patada al sillón más cercano.
-¿Qué ocurre Shadow?-
-estoy cansada de perder el tiempo, estas sesiones son una estupidez-
-¿eso opinas?-
-si-
Cruzándose de brazos dió un par de zancadas hacia la puerta pero el cuerpo de Pyrrha se interpuso en su trayecto. Shadow gruño en voz alta mientras intentaba reunir un poco de paciencia para no despedazar a la mujer frente a ella, se sentía como una prisionera y su instinto le decía que huyera de allí cuanto antes. Con las pupilas ligeramente dilatadas enseñó los colmillos mientras su cola se erizaba.
-¿quieres hacerme daño?-
-si-
-¿quieres salir de aquí?-
-si-
Puede que otra persona se asustara de esas respuestas pero Pyrrha sabía que el hecho de que le estuviera contestando era buena señal, no había perdido su conciencia aun.
-no te puedo dejar salir-
-quiero irme-
-no así-
Conteniendo el aliento cuando todo el peso de Shadow la golpeó contra la puerta para intentar apartarla dio gracias internamente por sus clases de defensa. Le costó más de lo que esperaba pero bajo ella se encontraba una jadeante, sudorosa e inmovilizada Shadow que entre gruñidos cada vez más débiles dejaba de forcejear.
-no saldrás de aquí hasta que te tranquilices-
El silencio fue toda la respuesta que obtuvo por lo que tras diez minutos en total silencio cuando la respiración de Shadow se calmó totalmente Pyrrha volvió a hablar.
-¿Shadow?-
No obtuvo respuesta, solo más silencio.
-¿Blake?-
Con precaución por si se trataba de una trampa se levantó hasta ayudarla a incorporarse en el suelo a una confusa Blake que miraba a su alrededor algo atemorizada. Parecía un gato asustadizo con sus orejas pegadas al cráneo y su cola enroscada en su pierna. Terminando de incorporarla del todo miró sus pupilas aliviada de ver que eran como siempre.
-¿te encuentras bien?-
-yo…-
Parecía avergonzada así que con cuidado de no invadir su espacio personal más de lo necesario acaricio su cabeza para tranquilizarla.
-no pasa nada, ha sido Shadow no tú-
-pero yo soy ella y eso significa que quería hacerte daño-
-escúchame Blake es cierto que sois la misma persona pero Shadow está creada por una parte irracional de ti, tú jamás harías eso-
Viendo como asentía débilmente esperó el tiempo que creyó necesario para que se calmara y dejarla ir. Intentar forzarla más de lo ocurrido solo conseguiría volver a sacar a Shadow, sin embargo le daba rabia, la sesión estaba teniendo un éxito rotundo hasta que tocaron el tema de Adam Tauro y su actual relación con Sun, antes de darse cuenta Shadow había salido a la luz.
Cerrando el expediente "Blake Belladonna" suspiró mientras enviaba un mensaje a su novio avisándole de que nuevamente llegaría más tarde, solo esperaba que no se enfadara por involucrarse tanto en su trabajo. No podía evitar sentir tanta empatía por sus pacientes y ayudarlos a toda costa. El caso de de la doble personalidad de Blake la tenia fascinada e intrigada y de verdad que le importaba la chica porque cuando era ella misma a pesar de ser una persona reservada si conseguías llegar a ella se habría mostrando cuan inteligente y misteriosa podría llegar a ser su mente, pero Shadow… era todo menos racional. Ambas personalidades en el mismo cuerpo tenían un frágil equilibrio que amenazaba con romper la mente de Blake y si aquello ocurría quien sabe las consecuencias. Aún le sorprendía como un hecho traumático podía cambiar a una persona de tal forma…
Eso le recordaba al caso de Yang Xiao Long, una joven que tras perder medio brazo en un trágico accidente donde trabajaba entre otros factores desarrolló el miedo al abandono hasta límites insospechados por no hablar de cómo desapareció su autoestima y propio autoconcepto junto con el brazo. Era un caso complicado pero estaba obteniendo resultados más rápidos de lo esperado, incluso había vuelto a realizar esos entrenamientos de antes del accidente y según le contaba ahora salía a la calle, si bien aun evitaba a la gente se sentía orgullosa de sus progresos. Pero algo le inquietaba, cuando le dijo que había conseguido ampliar su círculo de amistades jamás de pensó que el nombre de esa chica sería el de Blake, una persona con tendencia a huir cuya doble personalidad la convertía en un ser despiadado no era la mejor opción para Yang. Pero ella creía en el destino y si este las ha juntado sería por algo.
Por primera vez odió el hecho de la confidencialidad en su trabajo porque al tener a las dos como pacientes sabía perfectamente cómo se sentía Yang hacia Blake pero no podía decir nada. Solo podía a aconsejar a Blake de que si empezaba algo con Sun fuera porque de verdad sentía algo por él, no por el hecho de sentirse en deuda por lo ocurrido con Adam.
Todo esto abocaba a un peligroso triángulo amoroso claramente desequilibrado que al margen de los sentimientos del chico no sabía cómo podría afectar a sus propias pacientes. Terminando de recoger todo salió por la puerta dispuesta a recompensar a Jaune por la larga espera.
¡He terminado los exámenes! Ahora dispongo más tiempo de escribir y que mejor forma que con una nueva historia.
No voy a dejar mi otra historia incompleta pero esta apareció como un flash en mi mente y sin darme tenia escrito el primer capítulo.
Si os ha gustado o no dejar algún comentario ^^ gracias por vuestro tiempo
Nos leemos pronto.
Winter is here.
