Es un beso corto casi casto, pero le ha excitado a niveles indecibles, los labios temblorosos, la boca indecisa, y las manos rígidas a los costados.
No ha sido su intención besarlo a la fuerza, vamos ni sí quera estaba en los planes besarlo, que el crio es mas su amigo que otra cosa, y sabe que su corazón le pertenece a otra persona, es solo que no puede evitarlo, cuando ve la tristeza en sus ojos violetas, cuando las lagrimas le ruedan por las mejillas no puede evitarlo.
No ayuda que Shuichi se quede ahí con las mejillas arreboladas y la mirada asombrada, entonces trata de huir antes de que haga algo de lo que sabe va a arrepentirse más tarde, se disculpa y se despide a la carrera, y cuando llega a la puerta una tímida mano prendida de su camisa lo detiene, suspira, no hay remedio, el abrazo es cálido y húmedo porque Shu no ha dejado de llorar y maldice a Eiri, por ser tan cabron y dejar destrozado al pequeño.
Cuando por fin se calma lo suelta de nuevo, y la ausencia se siente fría en sus brazos, pero pone una sonrisa brillante, la más falsa en la historia, se disculpa.
Esta vez es Shuichi quien lo besa, y no puede contener un jadeo, se pierde en el sabor de sus labios y hay una explosión de culpable gozo en su pecho, quiere detenerse, pero no puede, y su compañero tampoco se lo pone fácil.
Así que se deja llevar, y manda al demonio a su conciencia, no se da cuenta cuando la camisa desaparece, y solo es consciente de cuán lejos han llegado las cosas cuando el pelirrosa gime en sus labios.
Y le acaricia con infinita ternura y le murmura al oído, esas cosas que de otra manera no se atrevería a decir.
Besa con mas devoción de que debiera cada porción de piel descubierta, y con cada gemido que arranca siente que esta un paso más cerca del paraíso. la unión es más perfecta que en sus fantasías más absurdas.
Alcanzan juntos el clímax, pero el nombre que grita su amante no es el suyo. Ryuichi siente que ha robado un momento en el cielo, y es momento de regresar a la cruda realidad, donde él es el amigo incondicional y está bien, ya mañana se preocupara por las consecuencias.
