Hola y muy buenas a todos quienes se pasen y dediquen un rato de su tiempo libre para leer este Fic. Como podrán o no darse cuenta este es el primer Fanfic que me he atrevido a publicar, le he puesto mucho trabajo y dedicación y sinceramente espero que sea de su agrado. Los temas que serán tratados a lo largo de su historia son en su mayoría temas serios y llenos de momentos de gran introspección y depresión, mostrando un lado mas "realista", según mi concepción, sobre como habría sido realmente el trato que Naruto tendría que haber sufrido por parte de su aldea, están advertidos, así que si las historias llenas de angustia no son lo suyo, no lean el Fic. Ahora bien, un par de cosas antes de empezar con la historia:

Primero, agradezco que se den el tiempo de leer este Fic, y quiero dar un saludo a una amiga quien fue mi "modelo a seguir" en esto de los Fanfics, el que ella pudiera publicar un Fic propio realmente me dio el coraje de hacer lo mismo, asi que muchas gracias Lyn-chan!

Segundo, lamento mucho si me tengo faltas de ortografía, en especial con el tema de los tildes, la laptop que uso es de Estados Unidos y por esos lugares del mundo no se usan los tildes, por lo que los tildes que falten los incorporare mas adelante, por ahora tendrán que aguantarlo. Así que realmente lo siento mucho por eso.

Tercero, como ultimo, cualquier review es bienvenido, con tal de que no sea un flame todo bien, me gustaría que opinen que les parecía, que cosas les gustaría ver, como para sacar ciertas ideas, después de todo esto es por ustedes y para ustedes.

Sin mas preámbulos me despido, disfruten la historia :3


Rojo, lo único que puedo ver frente a mi es el color rojo, me siento cegado, demente, preso de una rabia inexplicable e incontenible, frente a mí se dibujan unas vagas siluetas de edificios, probablemente algún tipo de aldea, y, siendo siluetas aun más pequeñas, las de personas. La cólera es tan grande, tan fuerte, que no puedo controla mis propias acciones y lo único que consigo hacer es sentir como los músculos de mis extremidades se tensan, sentir como mi aliento sale presurizado y ardiendo.

Puedo escuchar claramente gritos de dolor, gritos de miedo y terror, puedo sentir el crujir de huesos y cuerpos debajo de mis extremidades, puedo sentir los débiles ataques que me propinan, puedo sentir el miedo y la desesperación de estas personas, como el miedo se apodera de sus corazones.

De pronto siento un temblor detrás mío y al darme vuelta puedo apreciar como aparece una enorme criatura, con su jinete en la cabeza de la criatura, después, solo puedo estar quieto mientras la oscuridad empieza a rodearme, la sensación de que me arrancaban algo era insoportable, a medida de que la oscuridad me recibe con los brazos abiertos son los llantos de un bebe lo último que llegan a mis oídos.

Me despierto de un salto, jadeando, me incorporo y me encuentro en un ambiente oscuro y desconocido, siento como estoy empapado en un sudor frio que comienza a trazar líneas alrededor de mi cuerpo a medida que las gotas de sudor recorren y caen por mi cuerpo, siento como mi respiración se encuentra muy acelerada, mi corazón palpita y retumba con fuerza en mis oídos. De pronto a medida que mis ojos se acostumbran a la oscuridad que me rodea puedo observar como aparecen unas paredes familiares, puedo ver que estoy en una cama conocida y, dando un suspiro de alivio, me dejo caer de espaldas en mi almohada, estoy en mi habitación.

Todavía me encuentro sudando, puedo sentir como el pijama que llevaba puesto se pegaba a mi piel producto del sudor, pero con la respiración ya más calmada, me llevo una mano a mi frente y empiezo a pensar en ese sueño de ahora, siempre ese sueño, no hay noche en la cual no sueñe con eso, ese sueño, mejor dicho pesadilla, se ha vuelto parte de mi vida, desde que tengo conocimiento que he tenido esa misma pesadilla, todas las noches sin falta, siete años en los cuales lo único que sueño es eso, en un principio esto realmente me dejaba aturdido ya que la pesadilla siempre era tan vaga como ahora, nunca eh podido captar más detalles sobre los hechos que transcurren en la pesadilla misma, siempre puedo sentir lo mismo, siempre puedo sentir los mismos olores y siempre me despierto en la misma parte, con la llegada de ese extraño ser gigantesco, con un hombre montado en lo que pareciera ser la cabeza de dicho ser.

La cabeza comienza a dolerme, siempre después de despertarme de esta pesadilla comienza a dolerme la cabeza durante un rato, comienzo en revolcarme un poco sobre mi cama, con las palmas de mis manos en mi cuero cabelludo y las yemas de mis dedos pegados firmemente sobre mi cabeza, tratando en vano de lograr que mi dolor de cabeza disminuya en algo. Entendiendo que el revolcarme en mi cama no va a hacer nada para aliviar mi dolor me decido a simplemente a pararme de mi cama y proceder a ir al baño, a refrescarme la cara y tomar algo de agua.

De esta forma simplemente corro las delgadas sabanas que llevo sobre mí, procedo a erguirme en mi cama y afirmo los pies en el suelo, sintiendo el agradable frio de la superficie de madera de mi departamento y sintiendo como el piso estaba cubierto por una fina capa de polvo, después me levanto lentamente y procedo a ir al baño que se encontraba en el pasillo de mi departamento, notando como con cada paso la madera cruje debajo de mis pies.

Al llegar a la puerta de mi baño simplemente abro la puerta y enciendo las luces, posicionándome frente al lavabo y llenando un vaso, que se encontraba en la superficie del lavabo al lado del jabón, de agua el cual procedo a beber vigorosamente, luego juntos mis manos y las lleno con agua para después llevármela a la cara y dejar que el agua refresque mi cara, a medida de que las líneas gotas de agua helada bajan por mi cara puedo sentir como el malestar de la pesadilla se va con el flujo del agua, dejándome ahora la cabeza más despejada que antes. Ahora sintiéndome mucho mejor que antes, por lo menos ya no sentía ese odioso malestar en mi cabeza, decidí que el quedarse despierto por más tiempo a mitad de la noche no haría nada más que hacerme sentir terrible en la mañana, por lo que decidí el irme a dormir nuevamente, quería estar lo mejor posible para el día de mañana ya que sería un día especial para mí, ¿Porque lo preguntan? Por que mañana seria el día en el que le pediría a Oji-san que me inscribiera en la academia ninja, la cual empezaría en apenas unas dos semanas, así que no perdí mucho más tiempo de contemplación y me fui directo a la cama. Tan pronto como pude conciliar el sueño, la pesadilla volvió a atacar nuevamente…

La luminosidad es muy grande, comienzo a abrir los ojos, el sol saluda con sus cálidos rayos de vida que se escurren a través de mi ventana, dando comienzo a un nuevo día. No pierdo tiempo con contemplaciones sobre la noche anterior y simplemente me levanto de un golpe de mi cama, me aproximo nuevamente a la puerta de mi baño, con la intención de tomar una ducha, agarro una toalla naranja doblada, dejándola descansando encima de mi inodoro y procedo a desvestirme, primero comienzo por sacarme el camisón azul de mangas largas que uso para dormir, dejándolo a mis pies, para luego posicionar mis manos en los pantaloncillos cortos, también azules, que uso para dormir llevándomelos hasta mis pies donde, al quedarse enganchados en mi dedo pulgar derecho de mi pie, con una ágil patada los mando despedidos hasta la entrada del baño, ya los recogería después de mi ducha. Al abrir la llave de mi duche comprobé alegremente que salía agua, no me la habían cortado esta vez, y al llevar mi mano para comprobar la temperatura del agua me deleite al comprobar la fría sensación que invadía mi mano, debido a que nunca eh tenido el placer de una ducha con agua caliente me termine acostumbrando a la sensación del agua fría, entonces corrí toda la blanca cortina de baño y metí todo mi cuerpo dejando que el agua fuera una cascada de agua, la cual chocaba encima de mi pelo, dejando que el agua decantara desde ahí hasta todo mi cuerpo, a medida que comenzaba a asearme dentro de la ducha me puse a pensar nuevamente en el hecho que me tenía tan ansioso por este día, la academia ninja. Hoy le pediría a Oji-san que me dejara asistir a la academia, ser ninja era lo que más quería ya que los ninjas son las personas más respetadas de la aldea y el prospecto de siquiera empezar a ser visto de otra forma por los aldeanos era algo con lo que siempre había soñado, además, en la academia habían otros niños de mi edad y entonces podría, quizás, tratar de hacer amigos, aunque…puede que eso no funcione, otras veces ya había tratado de hacerme amigo con otros niños en los parques, pero debido a que sus padres han estado presentes eso nunca había podido pasar, pero quizás ahora en otro ambiente las cosas podrían ser mejor. Dándome cuenta de que mi ducha estaba tomando más de lo necesario cerré rápidamente la llave de la ducha, aparte la cortina de baño y salí de la ducha, tome la toalla anaranjada que había dejado encima del inodoro y procedo a vestirme.

Una vez vestido, en mi típico traje anaranjado que era el único que tenia ya que era lo único que podía siquiera pagar, procedí a ir a la simple y anticuada cocina de mi departamento. Me acerque a uno de los pocos muebles que se encontraban en la cocina, la madera ya corrompida por el paso de los años, y al abrir una de las puertas de este mueble encontré ante mí un compartimiento vacío, procedo a abrir el otro y encuentro lo único que quedaba de la comida que tenia: un envase de ramen instantáneo. El ramen es quizá mi comida favorita, era barato, fácil de obtener y me encanta la sensación de los tibios hilos de masa en mi boca, sintiendo como todos los sabores de los ingredientes de la sopa en si se impregnan en los fideos, me encanta el terminar de comer los pedazos de cerdo y carne que contiene la sopa y, lo mejor para el final, me encanta beber el caldo restante de los fideos, disfrutando de el liquido caliente, salado y con sabores mezclados de todos los ingredientes que componen al platillo. Diciendo todo esto lo que se encuentra frente a mi no parece otra cosa más que una ilusión de ramen, el ramen instantáneo era una burla en comparación al ramen de Ichiraku, el único lugar en el que me permitían comer a gusto y sin echarme del lugar. Una vez agarrado el envase de ramen simplemente comencé a verter el agua hervida, que había dejado hirviendo en la tetera al entrar a la cocina, y, después de esperar los tres minutos reglamentarios antes de que el ramen estuviera listo, procedí a comer vigorosamente mi alimento, tal como se puede esperar no fue tan grandioso como hubiera sido como un poco de ramen en Ichiraku.

Una vez listo con el desayuno procedí a caminar en dirección a la puerta que da al exterior de mi departamento y, con un rápido abrir y cerrar de puertas, ya me encontraba en el exterior de mi departamento, fuera de mi seguridad, de mi comodidad, ahora estaba en este terreno externo, este eterno entorno hostil, ya saben, las calles de la aldea de Konoha. El miedo empezó a sembrarse en mi interior, al principio pequeño, nada más que un sentimiento de incomodidad, comencé a transitar por las calles más solitarias de la aldea, donde los ojos sin misericordia de los aldeanos no pudieran encontrarme, pero llego a una intersección que era obligatoria en mi camino, había llego a la calle más comercial de Konoha, repleta de comerciantes y puestos de venta y, por ende, lleno de aldeanos. En esta parte mi respiración comienza a hacerse un tanto más acelerada y entrecortada, al miedo se le agrega un poco de ansiedad cada vez más creciente, apresuro el paso y evito ser notado, pero el color de mi ropa delata inmediatamente mi presencia ante los aldeanos, los sonidos de las conversaciones alrededor mío cesan, la gente deja de comprar, la gente deja de vender, la gente se vuelve hacia mí y me miran, diablos, me miran con esos ojos, no dicen nada, al menos no con sus bocas, pero sus miradas, esas dagas heladas se incrustan si misericordia alrededor de mi cuerpo, donde su veneno comienza a esparcirse por todo mi cuerpo, puedo sentir como el veneno llega a mi corazón, siento una gélida mano presionándome el pecho, siento como el veneno llega a mis pulmones, no puedo respirar, siento que me encojo, los aldeanos se vuelven unos crueles monolitos ante mí, no lo soporto, el sudor recorre por mis poros, antes de que las cosas se coloquen peores me echo a correr en dirección a la torre del Hokage, ya faltan menos de cien metros. A penas me pierdo de vista escucho nuevamente el sonido del bullicio en el comercio de Konoha, nada paso realmente allí, al menos no para ellos.

Una vez que veo la roja torre alta del Hokage me siento mucho más tranquilo, más seguro, entro cuidadosamente por la puerta de la entrada, tratando de evitar ser visto, subo las amarillas escaleras que conducen al piso donde se encuentra la oficina del Hokage y puedo notar como su joven secretaria no se encuentra en su tradicional puesto, donde de vez en cuando se pondría a limar sus uñas con una actitud un tanto perezosa. La secretaria del Hokage era una mujer de alrededor de unos 27 años de edad, que tenia por nombre Atsuko, nunca supe de su apellido, era una mujer cálida, una de las pocas personas en esta aldea que me tratan bien, ella era hermosa, tenia piel clara como la leche, con un poco de rosado en las mejillas, tenía unos ojos cafés preciosos que siempre me recordaban al color del chocolate los cuales se complementaban con su cabello largo que era del mismo color de sus ojos, cayendo a los lados de su cara y por su espalda como si fuera una cascada de chocolate oscuro, ella siempre andaba vestida por ahí con algún kimono de colores rosados, usualmente con algún diseño de flores en él, el cual se ajustaba perfectamente a su figura.

Después de terminar de pensar en ella por tanto tiempo no pude evitar notar él como mi cara se sentía apoderada de un calor que se esparcía por todo mi rostro, principalmente en mis mejillas, estaba sonrojado, era inevitable, después de todo ella era casi la única mujer que me trataba bien y ella era verdaderamente hermosa. Despabilandome finalmente proseguí a ir a la puerta de la oficina del Hokage, a medida que mis pasos se aproximaban a la puerta pude escuchar voces dentro de la oficina, diciendo cosas ininteligibles, una voz era del Hokage y la otra voz era la de un hombre, que por su voz debió de haber sido relativamente joven, al estar frente a frente con la puerta de la oficina del Hokage no supe que hacer, una parte de mi quería entrar inmediatamente pero sabía que no era buena idea interrumpir al Hokage mientras esta en medio de alguna reunión, por otro lado la conversación se escuchaba algo acalorada y me encontraba muy curioso acerca de que cosas podrían estar hablando. La curiosidad se apodero de mi y no pude evitar pegar mi oído a la puerta para intentar hacer que los sonidos que escuchaba comenzaran a tomar un poco mas de sentido, lamentablemente ya saben lo que dicen, la curiosidad mato al gato, o como sabría después, al zorro.

-… El es el zorro- Dijo la voz desconocida, se notaba que había tristeza y preocupación en sus palabras. Al principio esto me desconcertó, no sabía de quien hablaban o de que hablaban.

-Eso aun no lo sabemos con certeza Kakashi, solo el tiempo podrá decir cuál será el resultado final del problema que tenemos en nuestras manos.- Dijo Oji-san, en su voz podía percibirse un momento de debilidad, uno al escucharlo ahora podía realmente sentir los años de mas que se estaban acumulando en su cuerpo de anciano, haciéndolo sonar verdaderamente cansado. Me sentí preocupado por el.

-¿Pero como puede ser esto posible? Creí que el Jutsu que había utilizado el Yondaime Hokage había funcionado a la perfección, creí que había efectivamente aislado el alma del Zorro de Nueve colas dentro del cuerpo de ese niño, haciendo del niño su carcelero y al Zorro su prisionero…no esto- Dijo el ahora identificado Kakashi, el también escuchándose cansado por la conversación. Debo de admitir de que al oír de el Zorro de nueve colas mi interés se disparo por los cielos, todo el mundo sabía de él, de cómo apareció una noche y empezó a sembrar caos y destrucción por toda la aldea, matando a numerosos aldeanos y ninjas por igual…entre los cuales estaban mis padres, los cuales nunca conocí o conoceré…

-No lo sé Kakashi, a veces me pregunto lo mismo, lo más probables es que haya sido precisamente debido al uso de ese particular jutsu, no sé si lo sabrás pero el Shiki Fujin era una técnica que debido a los efectos que tenia sobre quien lo usaba y los usos que se le podría dar, fue estrictamente prohibido el siquiera saber de su existencia para el publico general, incluso para los ninjas de más alto nivel, solo los Hokages de esta aldea y algunos miembros de extrema confianza sabían de su existencia, pero como imaginas, debido a la situación extrema en la que nos encontrábamos en la noche en que el Zorro ataco podrás entender que el Hokage decidió emplear medidas extremas para solucionar el problema, situaciones extremas requieren medidas extremas.-

-Así que uso el Shiki Fujin a pesar de saber los riesgos de su uso…increíble, el era verdaderamente un hombre noble- Dijo Kakashi, en su voz pude escuchar como el afecto y la nostalgia chorreaban con cada palabra que decía acerca del Yondaime Hokage.

-Así es Kakashi, el único inconveniente fue que debido a que el jutsu estaba prohibido desde hace tanto tiempo que los resultados que este significaba sobre el cuerpo y las almas de tanto el Zorro como la del niño eran totalmente impredecibles. Supuestamente produciría que el alma del Zorro fuera hecha prisionera en el interior del niño, nunca podríamos haber adivinado el que ambas almas entrarían en una disputa por el control del cuerpo del niño, todavía ni siquiera sabemos si esto es lo que pasara, lo único de lo que estamos seguros es que el proceso va a llevar un poco más de tiempo, probablemente unos meses a partir de hoy- Explicaba el Hokage, su voz sonando cada vez mas cansada.

Al ir escuchando tan detenidamente la conversación pude entender que dentro de una persona se encontraba el alma de el demonio que me arrebato a mis padres, no supe que pensar acerca de esa persona, tuve pena de ella, pero también odio, mucho odio, sé que no debería de culparlo por lo que lleva dentro, pero la simple idea de que ese demonio estuviera vivo de alguna forma, y no muerto como nos habían hecho creer, me hacía perder la cabeza.

-¿Por eso fue que solicito mi presencia?- Preguntaba Kakashi, sonaba nervioso y no tan a gusto con la conclusión que saco.

-Así es Kakashi, a partir de la próxima semana quiero que vigiles detenidamente, las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana, a ese niño, quiero que lo vigiles para saber de su comportamiento, si el Zorro ha manifestado control completo sobre él, pero…-Hizo una pausa, su voz se quiebra ligeramente-…Principalmente quiero que le cuides Kakashi, eh escuchado rumores acerca del tratamiento que recibe de los aldeanos, los insultos, el ignorarlo, el no permitirle comprar nada en ningún lugar, solo es cuestión de tiempo antes de que pasen a agredirlo físicamente, no te preocupes por tus labores como Anbu, no las dejaras de lado ya que esta será una misión de clase S extendida que yo te asignare de manera indefinida.- Termino de decir Oji-san, su voz derrotada.

-¿Y en caso hipotético que el Zorro tome control del niño?- Pregunto Kakashi seriamente, con un dejo de preocupación por la respuesta, el mismo debió de haber predicho cual seria.

-Si ese llega a ser el caso…yo mismo me ocupare del asunto, nadie más, si fracase al ayudar al niño que sea mi castigo el afrontar mis errores.- Dijo Oji-san con una voz que mando un escalofrío por mi espalda, algo del tono que empleo para decir eso no me gusto mucho, sonaba casi muerto al decir eso.-Solo recuerda que mientras eso no suceda, lo protegerás cueste lo que cueste, tómalo como un favor de parte de un anciano que ya ha perdido a mucha gente que quiere y que no quiere ver como otra desaparece de su vida.

-Lo entiendo Hokage-sama, no se preocupe, eh escuchado mucho acerca del niño, a pesar de no tener tiempo casi nunca debido a mis misiones como capitán Anbu, y debo decir la verdad que me agrada, el niño tiene mucha fortaleza, más de la que muchos de nosotros podríamos soñar tener. Lo único que desconozco de él es su nombre.- Dijo Kakashi con sinceridad y un poco de curiosidad hacia el final de sus palabras. La verdad la curiosidad me estaba matando, necesitaba saber quién era este niño que cargaba con el monstruo que asesino a mis padres, no sé ni siquiera que esperaba obtener con esto ni que haría con la información que obtendría, no lo sé, pero una parte de mi gritaba con hambre el que se le diera este nombre, la identidad de esa persona, sentía deseos de agredirle, sabiendo aun así que eso no serviría de nada, sentía ganas de gritarle, sabiendo que mis insultos no me traerían lo perdido devuelta, estaba enojado, sin fundamento, estaba enojado con la injusticia de no tener padres, de mi trato por parte de la aldea, mi ira no era dirigida hacia la persona en sí, si no a lo que contenía, pero en el fragor del momento no lo diferenciaba con claridad, bestia y hombre, eran lo mismo para mí. Al darme cuenta de que Oji-san diría quien era esta persona, aguce el oído, listo para escuchar…ojala no lo hubiera hecho.

-De seguro ya has escuchado este nombre anteriormente, el nombre de tu objetivo a proteger, es Naruto Uzumaki, un ni…- Naruto, Naruto, Na…ru…to, las palabras en mi boca murieron, los engranajes de mi mente se atascaron, mis pulmones se apagaron, el corazón paro abrupta mente, el mundo a mi alrededor pareció haberse congelado en un instante, no sentí cuando una mosca me picaba en el cuello, no sentí cuando comencé a temblar…no sentí como algo dentro de mí se rompió.

¿Humano o Bestia? No sabía cuál de los dos era…


Bueno, ¿Que tal les parecio? Ojala les haya gustado el leerlo tanto el como me gusto escribirlo.

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Se despide cordialmente.

AFallenMan.