Declaro solemnemente carecer de cualquier tipo de derecho de propiedad sobre los personajes de Candy Candy... de ser así, hubiera sido mucho más explícita en su final y la serie hubiera dejado de ser para menores.


- Mira, confía en mí. Yo te guiaré paso a paso. Primero siéntate bien, una pierna a cada lado.

- Ajá –Asintió ella.

- ¿Tocas el suelo?

- Sí.

- Perfecto, ahora, tienes que notar que estés cómoda, que nada de lo que llevas puesto te impida moverte libremente o te apriete ¿Sí?

- Creo que me quitaré el abrigo entonces…

- Sí, estarás mucho mejor, cuanto más ligera de ropa vayas mejor te moverás, sobretodo cuando tengas que hacer fuerza y así yo también podré ver mejor qué haces.

- Muy bien, ya está ¿Y ahora?

- Ahora deja que ponga esto bien.. a ver… sí, ya está… ¿Cómo lo ves?

- Creo que bien… pero ahora me haces cosquillas… - rió al notar el roce se su mano.

- ¡Je je je! tengo que agarrarlo bien, tienes que estar bien sujeta ¿Lo notas firme?

- Sí, bastante.

- Eso es bueno, pero ¿Te causa dolor?

- No, lo siento bien ¿Y ahora?

- Déjame tu mano, te guiaré con los movimientos. Primero tienes que apretar aquí abajo, así, delicadamente, y mover esto con suavidad, si eres demasiado brusca o tuerces fuerte lo puedes dañar y sería fatal.

- ¿En serio?

- Sí, no bromeo.

- Pues sí que es delicado.

- Bueno no tanto, pero hay que ir con cuidado, y piensa que le tengo mucho cariño… ahora mismo es el único que tengo.

- Lo trataré muy bien, no tendrás queja.

- Gracias.

- Bien, ahora métela tú.

- ¿Así?

- Sí, muy bien.

- ¿Albert?

- ¿Sí princesa?

- ¿Tú crees que el próximo día pueda moverlo?

- Sí pero buscaremos un descampado donde no halla nadie.

- ¿Albert?

- ¿Sí?

- … ¿Has hecho alguna vez el amor en este coche?