El que mata.
Summary –Hola, antes que nada, este fanfic está basado en el relato de terror escrito por Richard Matheson llamado "La presa", espero que les guste, aunque empieza con KibaHina es un NejiHina, SasuNaru y GaaSaku, y si no han leído el libro ¡¿Qué están esperando?! (Si buscan en Los Libros del Rincón, se llama "Pesadilla a 20000 pies y otros relatos insólitos...") A los que no les guste la pareja de NejiHina, sin ofender, pueden buscar otro fanfic, hay muchos con diversas parejas y algunos muy buenos e interesantes.
El que mata.
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Tan pronto entregó el reporte de su misión, Hinata pidió los resultados de las pruebas para ANBU, sonriendo con satisfacción al enterarse que Kiba y Shino habían aprobado y estaban asignados a una excelente unidad, por lo que regresó rápidamente a su departamento y preparó la ducha.
En lo que se llenaba la tina, observó algunas fotos que reposaban en una mesita colocada en el pasillo. Varias fotos de ella, de sus amigos, su familia...
Recordó la rabieta que hizo su padre cuando ella anunció su deseo de vivir sola, y aunque este puso excusas y pretextos disfrazados de argumentos lógicos y razonados, obtuvo el permiso y buscó un departamento pequeño pero habitable, cercano a la Academia y, solo en caso de ser necesario, su hogar, de manera que no perdiera contacto con nadie.
Después de eso, revisó los viejos cacharros que permanecían en un rincón de uno de los cuartos. Uno de ellos, más que ninguno, llamó su atención. Era una caja un tanto extraña de madera, al abrirla, solo encontró un pedazo de madera carbonizada con un palito, estos envueltos en una fina cadena de oro. Dentro de la caja, había una extraña inscripción que no pudo traducir. Le preguntó a sus compañeros el posible significado, pero ninguno pudo darle razón de ello.
"-Te preocupas demasiado -le dijo un día Shikamaru- Si esa cosa te parece tan problemática, tírala y asunto arreglado.
-No es eso...
-¡Huy, Kiba, Shikamaru, soy un pedacito de carbón y me los voy a comer a mordiditas de alfiler! -Hinata vio cómo Naruto tomó el pedazo carbonizado y bromeaba con él, pero un extraño presentimiento que tuvo al verle intentar quitar la cadena le hizo quitárselo de las manos y guardarlo de vuelta- Tranquila Hinata-chan, solo estaba jugando.
-Tienes razón Naruto-kun. -Hinata cerró la caja y la guardó en un estante- Quizá solo es una tontería, ya no importa."
Aunque su amor platónico por Naruto se había regularizado, todavía sonreía al ver por la ventana y distinguir a lo lejos el edificio donde vivía el mencionado.
-Ojalá Naruto apruebe el examen para chunin.
Dejó las fotos en paz y susíró un momento, recordando viejos tiempos, el regreso de la misión encaminada a la búsqueda de Sasuke y la relación que comenzó con Kiba después del regreso, cosa que no le hizo gracia a muchos.
Entre ellos, a Neji.
-Ya es tarde –Se dijo al observar el reloj que reposaba a un lado de las fotos- Debo darme prisa.
Cerró la llave del agua y vertió sales aromáticas y jabón, y al entrar en la tina, trató de relajarse disfrutando de la agradable sensación del agua tibia y el perfume que emanaba del agua.
Le había prometido a Kiba y Shino que celebrarían la fecha, ya fuera que ascendieran o no a ANBU, y quería que la noche fuera de lo más especial.
Sacó un kimono azul cielo con motivos café claros de hojas de otoño, cuando tropezó con una libreta y, al caer, se abrió en una página en específico.
-¡Oh, no! Lo había olvidado…
El sonido proveniente de la parte externa de la puerta le dio a entender a la chica que se hallaba en un predicamento. Le había prometido a su novio y a su mejor amigo pasar el día con ellos, pero justo en ese día estaba programada la junta familiar de los Hyuuga, y su presencia, como miembro del Souke, era obligatoria.
-Hinata –La voz de Kiba la regresó a la realidad- Hinata¿estás ahí?
-En un momento voy, Kiba. –La chica terminó de peinarse y se colocó una ligera pero discreta capa de maquillaje. Tomó un chal color crema con bordes café y abrió la puerta.
-Estaba a punto de derribar la puerta para ver si no te habías perdido en tu nuevo departamento.
La chica no contestó. Jugaba nerviosamente con sus dedos en lo que pensaba en la manera de decirle a Kiba la situación sin herir sus sentimientos.
-Kiba… Hoy, como cada mes, hay una reunión familiar que involucra a ambas ramas de la familia Hyuuga y… mi presencia es obligatoria.
El joven miró sorprendido a la chica.
-Creí que habías arreglado algo con Neji. Shino dijo que...
-Neji-niisan ya tiene bastante trabajo como para agregarle el mío. –Hinata se cubrió con el chal como si este fuera a protegerla de cualquier peligro- Por favor, Kiba.
El joven se detuvo un momento y observó a su novia. Aunque no tenían ni dos meses de relación, esta amenazaba con desmoronarse por las constantes "juntas familiares", las misiones de alto riesgo que en las últimas fechas les correspondía atender y, principalmente, la "obligación" de Hinata como Souke.
-Creí que el liderazgo de tu familia pasó a manos de Hanabi.
-Ella va a estar a cargo de la familia, pero aún soy miembro de la familia original –Hinata reajustó su chal y retrocedió un poco al ver el cambio de facciones de Kiba- Además, de ocurrirle algo a Hanabi, debo estar presente para atender cualquier inconveniente. Compréndelo.
-Lo que comprendo –Dijo Kiba tras un amargo silencio- Es que aún te dejas manipular por tu familia. ¿Qué importa si llegas tarde o mañana? No creo que importe mucho, ya que hoy solo van a cenar y discutir trivialidades.
Hinata frunció el seño ofendida.
-No son trivialidades. Kiba, argumentar y negociar cambios para el clan no es tan sencillo como parece. Los Hyuuga tenemos…
-Ya hasta hablas como tu padre o Neji –Cortó el Inuzuka de inmediato- Hinata, si no quieres salir conmigo esta noche, lo entenderé, pero no salgas con babosadas.
Lo que siguió no fue un reclamo, un gesto o una amenaza. La chica estampó su mano en la mejilla de su novio.
-¡Estoy hablando en serio! –Gritó completamente molesta- Kiba –Hinata trató de guardar la calma- Quiero, más que nadie, salir contigo y con Shino y celebrar su ascenso, pero… Creo… Creo que hoy no amerita, quizá… Quizá otro día. Compréndelo.
No le dijo nada más. Kiba solamente se encaminó al pasillo y comenzó a bajar las escaleras del complejo de departamentos.
-Vale. Pero no me negarás que te acompañe a tu casa. ¿O sí, Hinata?
La Hyuuga suspiró cansada. Cerró con llave la puerta de su departamento y alcanzó a su novio, avanzando el trayecto del edificio hasta el complejo familiar de la familia en silencio. Un silencio largo y pesado, interrumpido únicamente por las voces de la gente que transitaba tranquilamente, los insectos esparcidos por doquier y las risas que salían de los hogares.
-Bueno… Hinata, no era mi intención decirte esas cosas –Kiba trataba de llamar la atención de Hinata, pero esta mantenía la vista en el piso- Podemos salir después, igual mañana tenemos una misión y no sabemos realmente cuanto tiempo nos tome. ¿Te parece?
-De acuerdo, y gracias por acompañarme. Dale mis felicitaciones a Shino por el ascenso. Buenas noches. –Hinata le dio un beso casto en los labios a su novio y entró en la residencia Hyuuga, deseando con toda su alma que, lo que se fuera a tratar, terminara lo más pronto posible para salir de ahí.
-Buenas noches, Hinata-sama -Neji apareció de entre uno de los pasillos, y ella contestó con una silenciosa y breve reverencia su saludo- Solamente la esperábamos a usted para comenzar.
-Gracias niisan.
Avanzaron en silencio por los pasillos, pensando cada quien en lo que podría llegar a tratarse la junta, cuando un extraño olor a madera quemada y un misterioso chakra se dejó sentir en el lugar.
-¿Neji? -Hinata se volvió, con el byakugan activado, buscando cualquier indicio anormal o fuera de lugar- ¿Viste algo?
-¿De qué habla? -Neji activó su byakugan, pero al instante lo detuvo- No hay nada aquí.
Hinata volvió a buscar alrededor. Estaba completamente segura de haber sentido algo. Eso, o quizá se estaba volviendo loca.
-Hinata-sama -Neji tocó suavemente del brazo a su prima, y esta desactivó el byakugan- Es tarde ya, andando.
Entraron al cuarto donde sería la junta, sin ver que El que mata vigilaba muy de cerca los pasos de ella.
Iria les cuenta -Una katana, dos shurikens, tres kunai's... ¿por qué esas armas están apuntándome?. ¡Es broma! Ejem, acá les traigo otro fanfic, antes de que me reclamen por OoC o lo que sea, dejen que la historia termine y así juntan todos los trancazos. Está dedicado a mis lectores y lectoras y bueno, la acción empezará pronto, por eso les pido paciencia, mucha paciencia, y recuerden: si se portan mal¡inviten!
