Hola! Es tiempo de comenzar una nueva historia, esta vez Lami/Miraxus, llevaba mucho tiempo queriendo escribir sobre ellos, porque creo que no tienen tanta atención como otras parejas.
Espero que les guste, todo el fanfic será narrado por Laxus, y ha sido un poco difícil escribir desde su punto de vista, pero haré todo mi esfuerzo para mantener su personalidad.
También debo advertir que no es una historia tan inocente, pues yo me imagino que estos dos juntos son bastante perversos juejue.
Este capítulo no incluye lemon, pero si es explícito, y muy seguramente en capítulos mas adelante si haya lemon.
Fairy Tail no me pertenece, yo no los haría sufrir tanto (TTwTT)9
Les dejo el primer capítulo, espero les guste y se animen a dejarme reviews para que continúe mas rápido :DD
POV LAXUS DREYAR
Despierto muy temprano, no tardo en notar tu ausencia, de nuevo te fuiste sin que me diera cuenta, escabulléndote de mi.
Me pongo de pie en busca de algo de ropa, de inmediato resiento en mis músculos el cansancio y el dolor. En verdad puedes ser un demonio cuando te lo propones.
Mientras me visto, recuerdo
La primera vez que te vi.
-Laxus, hijo, ellos son los hermanos Strauss, a partir de hoy vivirán aquí en el gremio.
-Woo todos tienen el cabello blanco! Genial!
Tu te mantenías de pie frente a tus hermanos, y evitabas mi mirada
-Uhm… gracias por recibirnos.
Te ofrecí la sonrisa mas sincera que podía salir de mi, aún era un crío y no podía imaginarme el dolor por el que habías pasado.
Te fui conociendo cada día un poco mas, en ese momento eras una cría muy cerrada. Te asustaba tu poder, lo negabas. Yo no lo entendía. Para mi la magia era algo normal, ser un mago era un deseo casi innato en mi.
En algún momento aceptaste ese poder que te horrorizaba.
Y entonces te volviste una pesadilla. Eras fuerte, valiente, incluso en ocasiones arrogante. Casi podía sentir envidia de tu fuerza. La demonio Mirajane. El mote te quedaba perfecto.
Y aún así…
-Laxus! Tengamos una pelea.
-Jo! Crees que tienes oportunidad contra mi?
-Claro que si, barreré el suelo contigo, y estoy tan segura de eso que te sugiero una apuesta.
-Hasta que dices algo interesante niñata…
-Si yo gano serás mi novio…
-Qué diablos con eso?
-Acaso tienes miedo de perder?
-Vale, y si yo gano qué?
-Te daré el gusto de ser tu novia
-Eso no tiene sent….
Me atacaste aprovechando mi confusión.
Siempre fuiste así, tomabas lo que querías, y por alguna razón me querías a mi.
Aún no lo entiendo.
Bajo a la cocina, y me encuentro con que preparaste el desayuno para mí. ¿Pues a qué hora te levantaste mujer, que te dio tiempo de preparar todo esto?
Junto al jugo fresco, está una pequeña nota "Feliz 14 de febrero Laxus, te daré tus chocolates mas tarde"
Sonrío ante las posibilidades.
El primer 14 de febrero que pasamos juntos, llevábamos un día de novios.
Esa ocasión gané nuestra batalla por un pelo, sólo porque antes ibas con todo, no planeabas tus estrategias y yo si…
-Bien Laxus, ganaste esta vez, lo acepto. Y cumpliré mi promesa, ahora soy tu novia.
-Yo no acepté nunca estos términos de la apuesta…
-Jo, acaso Laxus Dreyar es incapaz de cumplir una apuesta con una niñata como yo?
-Qué dijiste?
-Lo que escuchaste
-Está bien, jugaré tu juego Mira.
-Bien, mañana es 14 de febrero y como tu novia te daré chocolates, y te los comerás todos y te gustarán, escuchaste? Además estaré esperando la compensación de tu parte el día blanco.
-Joder…
Pero no pude quejarme, porque te acercaste rápidamente, sujetándome el rostro, y me plantaste un beso. Nuestro primer beso. Tonta mujer, tan apresurada como siempre.
-Nos vemos más tarde… novio.
Después de desayunar me meto a la bañera, no tengo prisa por ir al gremio.
Aunque pensándolo bien, quiero verte.
Cuando llego al gremio, hay un gran alboroto, para variar. Parece que el abuelo abrió una paquetería para recibir chocolates anónimos para cada miembro del gremio.
-Oh Laxus hijo, que bueno que llegas, estos chocolates de aquí son los tuyos.
Una pila de unas 100 cajas de chocolate me es entregada por el viejo.
-Por qué diablos son tantas?
-Bueno hijo, después de los juegos te volviste muy popular, y te han llegado chocolates de todas partes del continente.
-Cht, que molestia.
-No digas eso Laxus, muchas mujeres dedicaron su tiempo para hacerte llegar un detalle, sé considerado con ellas.
Me hablas desde la barra, divertida con mi situación. Agarro mi absurda cantidad de chocolates y los llevo a la barra.
-Yo sólo estoy esperando los chocolates de alguien.
Te observo fijamente y sorprendentemente te ruborizas.
Nos miramos con complicidad, deseo averiguar qué sorpresa estás preparando, pero no digo nada más, pues la rubia de Natsu llega a armar escándalo.
-Mira! Necesito que me ayudes arruiné los chocolates que estaba preparando!
Comienzas a aconsejarla mientras tomo algo fresco, no me molesta compartir tu atención, siempre ha sido así. Y en realidad no estamos saliendo oficialmente, de hecho se supone que es un secreto, aunque probablemente todos en el gremio lo sepan. No es que nos avergoncemos, sólo creemos que es divertido así.
Regreso a casa temprano pues las cosas en el gremio se salen de control en cuanto Natsu y Gray comienzan a competir por quién recibió más chocolates, y luego por ver quién se los come primero.
En cuanto llego, comienzo a preparar algo de cenar, no sé qué sorpresa estarás preparando para mi, pero no quiero recibirte aquí con los brazos vacíos.
Después de dejar todo listo, me vuelvo a meter a la bañera. Dejo que el vapor me relaje y cuando estoy a punto de dormirme, escucho abrirse la puerta del baño.
-La-xus
Y allí estás, de frente a mí en la bañera, envuelta sólo por una toalla, llevas el cabello recogido completamente, sabes que me vuelve loco. Aquí vas de nuevo, a jugar con mi autocontrol.
Me miras traviesa, y dejas caer la toalla, tu escultural cuerpo de porcelana queda al descubierto ante mis ojos.
-Puedo unirme?
Volteo la vista y trago saliva.
-Puedes hacer lo que quieras.
-Seguro?
Te metes tranquilamente a la bañera y yo hago un lugar para ti, te colocas entre mis piernas y te recargas en mi pecho.
Siempre haz sido así, te gusta jugar conmigo.
Durante nuestro primer San Valentín como novios, llegaste al prado donde me gustaba entrenar y me aventaste una bolsa enorme de chocolates. Estaba a punto de gritarte pero me sorprendí demasiado al voltear y encontrarte completamente sonrojada.
-Trágatelos, rayito.
Abrí la bolsa sin dejar de verte, ante mi no estaba La Demonio Mirajane, si no la pequeña Mira, tan parecida a la chiquilla que conocí el primer día que llegaste al gremio. Abrí la bolsa y saqué uno de los chocolates, eran pequeños truenos. Te sonreí.
-Gracias Mira.
-Uhm… nada mas no te vayas a creer tanto, tonto Laxus.
Nos sentamos un rato en lo que me comía los chocolates, y cuando estaba a punto de tomar el último, me quitaste la bolsa.
-Este es especial
-Cómo por qué?
-Si quieres comerlo, debes quitármelo.
Me preparé a luchar, cuando de pronto te colocaste el chocolate en la boca, y allí estaba de nuevo, tu mirada de demonio.
Aunque me sentía estúpido y avergonzado, no quise demostrártelo, por alguna razón, todo contigo era una competencia, y yo nunca quería perder.
Me acerqué y te tomé de los hombros, mientras me mirabas, decidida. Me acerqué a tus labios y tomé el chocolate con los míos, entonces lo mordiste y sellaste nuestros labios.
Esta vez el beso fue a conciencia, me permití sentir cada rincón de tu boca y tu no dudaste en hacer lo mismo.
Descubrí entonces que ser novios tenía sus ventajas.
Al terminar de tomar nuestro baño mientras conversamos, salgo en bata hacia el cuarto, pero nada me prepara para lo que hay allí.
Cambiaste las cortinas de mi habitación, ahora son negras, la cama está decorada con muchos de tus juguetes favoritos.
-Estás preparado Laxus-chan?
Me abrazas por la espalda, y no hace falta que volteé para saber qué clase de mirada tienes. Cuando me giro, te encuentro desnuda sosteniendo unas botellas de chocolate.
-Feliz San Valentín.
